Engaño y destrucción detrás
de la
definición de bosque de la FAO
21 de marzo de 2018
Compilación de artículos del Boletín del WRM
en el marco del 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques de la ONU. “La
definición de bosque no es un tema académico o lingüístico: es un tema político
que en los hechos tiene graves consecuencias sociales y ambientales. Definir
las plantaciones como bosques otorga poder al sector empresarial –
particularmente a las empresas de plantaciones – y debilita a las comunidades
locales que se les oponen para proteger sus medios
de vida. Al no aceptar un cambio en su definición, la FAO continúa
contribuyendo a esto”.
Durante décadas, el
WRM ha exigido a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO) que revise
urgentemente su definición de bosque, ya que esta en gran medida beneficia
a los intereses de las empresas de plantaciones de monocultivos industriales de
árboles. La definición de la FAO reduce un bosque a cualquier área cubierta por
árboles. Y, por tanto, esta definición descarta otras formas de vida, así como
la diversidad biológica, cíclica y cultural que define a un bosque en una
interconexión continua con las comunidades que dependen de los bosques. Esta
definición reduccionista también permite que las empresas responsables de
decenas de millones de plantaciones industriales de rápido crecimiento cuenten
sus monocultivos como “bosques plantados”.
Las estadísticas forestales de los países
cuentan estas plantaciones industriales como “bosques”, a pesar de todos sus impactos
sociales y ambientales que han sido ampliamente documentadosalrededor
del mundo. La organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 21 de marzo
como el Día Internacional de los Bosques en 2013. Para el WRM, este día ha sido
una oportunidad más para denunciar la engañosa definición de bosques de la FAO.
Ya en 2009, el WRM
denunció en su Boletín
141 que: “la definición de bosque
no es un tema académico o lingüístico: es
un tema político que en los hechos tiene graves consecuencias sociales y
ambientales. Definir las plantaciones como bosques otorga poder al sector
empresarial – particularmente a las empresas de plantaciones – y debilita a las
comunidades locales que se les oponen para proteger sus medios
de vida. Al no aceptar un cambio en su definición, la FAO continúa
contribuyendo a esto”.
Actualmente, la
definición de la FAO sigue siendo la definición de bosque más utilizada. Sirve
como guía para las definiciones nacionales de bosques en todo el mundo -como lo
denunciamos en una Carta
Abierta en 2017. También es la referencia en los ámbitos
internacionales, tal como las negociaciones sobre el clima de la ONU. El Acuerdo de
París de 2016, de las Naciones Unidas, promueve la expansión de las
plantaciones de monocultivos de árboles a través de diferentes medios . Las plantaciones de árboles están siendo
promovidas para los denominados sumideros de carbono, dudosos programas de
reforestación o restauración están siendo introducidos y la madera está siendo
promocionada como fuente de energía para reemplazar a los combustibles fósiles.
Debido a que el Acuerdo de París adopta la definición de bosques de la FAO, la
promoción de las plantaciones industriales se está encubriendo con la imagen
positiva que tienen los bosques.
Tal como lo afirmó el WRM, junto con La Vía Campesina ,
Amigos de la
Tierra Internacional y Focus on the Global South, en una Carta
Abierta a la FAO en
2014, “(La
definición) no toma en cuenta a los por lo menos 300 millones de mujeres y
hombres del mundo entero que, según la FAO, dependen directamente de los
bosques para su subsistencia”. La
FAO debería asumir plena responsabilidad por la fuerte influencia que su
definición de bosque tiene sobre las políticas económicas, ecológicas y
sociales mundiales.
Aquí presentamos una
compilación de artículos del Boletín del WRM desde 2015 hasta 2018, así como
otra información relevante, que refleja los diferentes impactos y consecuencias
de la definición de bosque de la FAO. Esperamos que esto sirva para resaltar la
importancia de exigir urgentemente un cambio en su definición.
¡Las plantaciones no
son bosques!
Descargue aquí la
compilación:
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Engano_y_destruccion_detras_de_la_definicion_de_bosque_de_la_FAO
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