Paraguay: Revalorizar el trabajo de la mujer campesina y acabar
con la violencia del agronegocio
12 de marzo de 2018
Con carteles, banderas, gritos y cantos las
mujeres campesinas participaron activamente de las acciones por el #8M. En
medio de la enorme diversidad de reclamos, de un movimiento de mujeres cada vez
más fortalecido, las mujeres campesinas e indígenas levantaron su voz para
exigir la revalorización de su trabajo como productoras y denunciar la crítica
situación que atraviesa el campo.
Desde sus diversas organizaciones, las mujeres
del campo piden mayor reconocimiento
Además de estas consignas, las organizaciones
de mujeres rurales se sumaron también a los reclamos de mayor participación
política de las mujeres, celebrando la aprobación de la Ley de Paridad
Democrática, y exigieron poner fin a todo tipo de violencia contra el género
femenino.
Capitalismo, patriarcado y agronegocios.
La investigadora feminista Elizabeth Duré, en
declaraciones a Base Is, manifestó que para comprender la importancia de los
reclamos de las trabajadoras del campo, es fundamental develar la relación
existente entre el capitalismo, el patriarcado y el modelo extractivista.
“El capitalismo y patriarcado se retro
alimentan y afectan la vida de las mujeres, ya que el modelo económico
–extractivista– arrasa territorios con la expansión de soja y ganado, impacta
en las relaciones sociales de las familias campesinas e indígenas, y afecta de
manera diferenciada la vida de las mujeres por las históricas formas de
subordinación y explotación de las mismas” señaló Duré.
La división sexual del trabajo es una de las
formas en que se sostiene el patriarcado, esta situación se mantiene a pesar de
las luchas de las mujeres en las últimas décadas. Esta división sexual del
trabajo “asigna el rol productivo para los hombres y el reproductivo para las
mujeres. En el área rural, a pesar de que se ha visibilizado el trabajo
productivo realizado por las mujeres campesinas, aún no tiene el mismo valor
que el realizado por los hombres” relata Elizabeth.
Las mujeres con su incorporación en el trabajo
asalariado continúan realizando todas las tareas que son consideradas propias
de las mujeres y de esa manera el modelo económico y la vida humana –ante la
ausencia de políticas de cuidado– se sostiene sobre las actividades realizadas
por las mujeres: el trabajo doméstico no tiene el mismo valor que otros
trabajos y, en el caso de las mujeres campesinas, su trabajo productivo, en las
chacras, en las plantaciones, en la cría de animales, es invisibilizado y poco
valorado.
Territorio Cuerpo-Tierra
Fueron las Feministas Comunitarias,
provenientes de las comunidades indígenas de Centro América, las primeras en
usar el termino. La defensa del “territorio cuerpo-tierra” marca la lucha
fundamental de las mujeres del campo en estos tiempos y muestra cómo la
violencia sobre los cuerpos de las mujeres cuerpos y sobre sus territorios
están directamente relacionadas entre sí.
“El agronegocio con la pérdida de la tierra
destruye el territorio-comunidad, expulsa, envenena y muchas veces mata a
integrantes de las familias campesinas, las obliga a ubicarse fuera de los
márgenes en las ciudades en condiciones inhumanas, y el patriarcado impacta en
el territorio-cuerpo-vida de las mujeres, ya que las expone a situaciones de
embarazos no deseados, feminicidios, violencia basada en el género y muerte por
abortos, la mercantilización de sus cuerpos por crímenes de trata y explotación
con fines sexuales” relata Elizabeth, dejando ver las terribles condiciones a
las que quedan expuestas miles de mujeres campesinas que son expulsadas de sus
comunidades por el agronegocio.
Contra esta situación el movimiento de mujeres
campesinas se levanta, se rebela y crece, cada vez son más las mujeres que se
hacen cargo de sus organizaciones, que generan nuevos espacios de militancia y
que hacen frente a las violencias que las afectan.
“Son las mujeres campesinas e indígenas
quienes lideran las luchas frente al avance del modelo extractivista,
resistiendo el atropello de la soberanía territorial, con reclamos de acceso a
la tierra y otros recursos, y al mismo tiempo sostienen luchas anti
patriarcales contra el control y avasallamiento de su cuerpo para avanzar en la
construcción de una nueva cultura, donde la autonomía territorial tenga la
misma valoración que la autonomía sobre el cuerpo y la vida de las mujeres.”
concluye Elizabeth Duré, quien se encuentra realizando una investigación sobre Mujeres
y Agronegocios, cuyos resultados serán publicados por BASE-IS este año.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Paraguay_Revalorizar_el_trabajo_de_la_mujer_campesina_y_acabar_con_la_violencia_del_agronegocio
No hay comentarios:
Publicar un comentario