"¿Cómo podemos vivir bajo tanto hostigamiento, amenazados constantemente por el poder político y judicial? Hablé del convencimiento, del compromiso en la defensa del territorio. De los consejos que nos dan nuestros mayores, que nuestra pena es su pena de antes, las que ellos también arrastran de sus padres y abuelos. Que en ellos nos apoyamos".
Nación Mapuche: ¿Hasta cuándo?
¿Hasta dónde?
14 de marzo de 2018
Por Soraya Maicoño*.
Me
preguntaban en una radio de Río Grande si a pesar del empeño de los medios hegemónicos de invisibilizar denigrando,
inventando falacias, aún quedan medios
que nos dan espacio para explicar, difundir y concientizar. El caso es que me
preguntaban si no teníamos miedo, ¿cómo podemos vivir bajo tanto hostigamiento,
amenazados constantemente por el poder político y judicial? Hablé del
convencimiento, del compromiso en la defensa del territorio. De los consejos
que nos dan nuestros mayores, que nuestra pena es su pena de antes, las que
ellos también arrastran de sus padres y abuelos. Que en ellos nos apoyamos. Sin
embargo no es tan sencillo, ahora mismo en territorio entraron cinco gendarmes,
sin orden judicial, a hurtadillas como ladrones, como matones. ¿Serán algunos
de los estuvieron el 1 de agosto? ¿Por qué tanta impunidad? ¿Cómo se mantiene
la calma, cómo sobrevivir ante estos constantes atropellos? ¿Provocación? Afuera
en la ruta están las camionetas de Gendarmería y Policia Federal, ellos son el
poder, a ellos los ampara el principio de inocencia, respaldados por los
gobiernos y empresarios que los usan para sus propios crímenes. Esta noche (por
anoche) no pude llegar al campo.
Aunque ya están llegando herman@s y compañer@s
sensibles que no le temen al miedo, que no creen en el aislamiento. Y en el
mientras tanto cualquier cosa puede estar pasando. Como nos ha venido pasando.
Por mapuche, por morochos, por ser pobres y atrevidos. ¿Qué más quieren?
Mataron a Santiago, mataron a Rafita, tienen a nuestro Lonko preso ilegalmente
hace más de ocho meses, demuestran su poderío e impunidad impulsando el gatillo
fácil, matando pibes, robando y desapareciendo mujeres, quitando fuentes de
trabajo, cerrando escuelas. ¿Hasta dónde, qué más tiene que pasar? ¿Cuándo
despertaremos nuestro conocimiento antiguo latente en las venas y la memoria
que nos empodere, que nos muestre el camino de la unión? Ese camino que nos
permita poner un límite de una vez por todas a esta insana y oscura forma de
vida. La que proponen los gobiernos, pero que no elegimos. Y mientras tanto me
pregunto ¿cómo estarán mis lamien? ¿Habrán entrado de nuevo? ¿Disparos? ¿Se han
tenido que resguardar? Así y todo creo que somos capaces de defendernos, de
elegir qué vida queremos para nosotros y nuestros hijos. Porque nos lo
merecemos, aunque nos quieran hacer creer que no. Podemos ser libres de la opresión. Me lo dice
el corazón, y en el latir de todos. Lo reflexiono porque prefiero pensar que en
el territorio todo va a estar bien, que en el barrio los pibes están bien. Que
mañana amanece y en el día también una nueva oportunidad de cambiar lo
impuesto. Y trabajar en ese merecimiento. Por la tierra, por nuestros ancestros
y nuestros hijos. Y que en el campo este todo bien.
Soraya Maicoño es
vocera de la
comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen
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