México: los legados de
la izquierda
13 de mayo de 2017
Por Pablo González
Casanova (Rebelión)
Participación en Seminario “Los muros del capital, las grietas de
la izquierda”, 15 de abril de 2017
En primer lugar una excusa, porque el día de ayer estuve tratando
de terminar, y terminé, una ponencia que les iba a leer y que ahora pensé que
era mejor no leer... Porque, había yo traído tres textos a Chiapas, pensando
que iba hablar al principio de la reunión, del encuentro, y resulta que me
invitaron para el final del encuentro, y lo que pensaba decir no venía al caso.
Entonces decidí hacer... acordarme del maestro Alfonso Reyes, que me decía que
cuando pudiera dar una conferencia sin leer, sería mucho mejor darla sin leer,
y que si la leía viera más... al público que al papel. Aquí puedo ver un poco,
en medio de la oscuridad, al público, y decirle que pensé en la conveniencia de
definir qué es la izquierda para... en parte, contradecir a quienes nos están
acusando de dividir a la
izquierda. Y me pareció que ese problema es interesante
traerlo aquí, y entonces se me ocurrió ver cómo ha definido el pueblo mexicano
a la izquierda a lo largo de su historia.
Empecé a pensar en los curas rebeldes que se vinieron huyendo de
la inquisición y del cristian ismo de
Carlos V y Felipe II. Y esos curas rebeldes son el principio de un proceso que
corresponde a la emancipación humana; y que naturalmente incluye una categoría
que no existía en las ciencias sociales, o que no era central en las ciencias
sociales, y que es central en la vida humana; que es la categoría de la
explotación de unos hombres por otros.
Esa categoría
no existía antes, pero no es la única que hace suyo el pensamiento emancipador;
es decir,
no puede haber emancipación humana si hay explotación de unos hombres por
otros, eso es absolutamente claro, pero acabar con la explotación no es
suficiente porque la emancipación humana es mucho más que eso. Entonces, a
partir de esta toma de posición, me pareció que aquellos curas; aquel cura que
se subió al púlpito en la isla de Santo Domingo y ante la furia, la rabia
desatada de los conquistadores, declaró o dijo en su sermón que los indios
tienen alma; es decir, que no son animales...aquel cura exigió respeto a ellos
por su dignidad humana. Y los conquistadores se pusieron furiosos, y bueno, en realidad
eran herederos del Aristóteles que manejó la inquisición, aquél que le
recomendó a Alejandro Entonces, el respetar al ser humano, el respetar la dignidad del ser humano, es una lucha muy grande que se sigue dando hasta hoy; y la palabra, el término dignidad, es parte de la terminología más cara para nosotros.
Yo acabo de mandar a
Una primera definición entonces de izquierda sería esa: la que lucha por la dignidad humana de cuanto ser humano es oprimido y discriminado.
Una segunda, es la lucha por la independencia, una lucha a la que no se le dio la importancia que tenía, y que tiene, sino hasta años muy recientes; hasta hace unas cuantas décadas con Fanon, en que el hombre colonial --el que vive en los países coloniales--apareció como un hombre oprimido, y bajo una opresión y una forma de dominación y de desprecio, y de privación, especiales; y tan especiales, que ahora vemos por ejemplo con lo que está ocurriendo en África. En 7 países de África, están por morirse, o ya murieron o se están muriendo varios millones de habitantes, de hambre; cosa que ocurrirá si lo que nos contaba ayer, según me dijeron, ¡Magdalena Gómez, que ocurre en México, donde no sólo nos están quitando los recursos como el petróleo, la electricidad, etcétera, sino las tierras, el agua y el subsuelo, y donde se están creando “enclaves coloniales! como los que ella mencionó.
Entonces sigue siendo un problema especial el estar contra el
colonialismo, que más tarde se va a vincular al capital monopólico y va a
adquirir otro nombre, el de imperialismo, y de eso hablaré un poco después. La lucha por la
independencia además, unió a los pueblos indios con los líderes de la Independencia...
Cuando Guadalupe Victoria
le propuso a Morelos, perdón a Hidalgo, el dirigir la guerra, Hidalgo, según me
contaron, le respondió: "No, ésta es una guerra del pueblo"; y parece
que en la guerra había más pueblos indios luchando por la independencia que
mestizos, o blanquitos. Entonces, los indios han estado insertos en nuestra
historia, desde que nació este país como un país independiente, y hay que darse
cuenta que lo que ahora se está haciendo es volviendo a decir eso; volviendo a
expresar la estrecha vinculación, la total vinculación, que en México tiene el
indio y el que no es indio. También, de ese par de curas que eran Hidalgo y
Morelos, aparte de hacer la guerra del pueblo, uno de ellos, Morelos hizo la
primera comunidad que se autogobernaba, y esa es otra forma de definir a la izquierda. Con
comunidades y redes de comunidades autogobernadas y autosuficientes.
Con los liberales también, aparecen otras formas más de emancipación. Una es la que se da por
Y en esa corriente, en ella, destaca alguien que no nació en
México, pero que es latinoamericano, y que es uno de los escritores más
notables de la lengua castellana, que es José Martí. Y Martí representa un
liberalismo radical, de una profundidad verdaderamente extraordinaria, porque
por un lado le da una fuerza, una importancia central, a la moral como poder; y
por otro, denuncia, con su riquísima pluma, al imperialismo naciente; y por
otro más..., organiza una lucha revolucionaria en la que invita a formar parte
de la dirección revolucionaria a un comunista. Todo este liberalismo radical de
fines del siglo XIX es el antecedente de la única revolución que subsiste en
este momento de todas las luchas que se hicieron en busca del socialismo; y
quiere decir que quienes rechazaban, o nos pedían incluso que no habláramos de
moral, no entendían que no estábamos hablando de moralina, como con justa razón
la denominó
Benedetti , sino que estábamos hablando de moral de lucha, de
moral de cooperación y de una palabra que siempre me sale en rojo en la
computadora porque todavía no la acepta la Academia Española
y que la inventaron aquí, los compañeros zapatistas, que es la que nos permite
destacar la moral de compartición... Entonces moral de lucha, moral de cooperación,
moral de compartición aclaran de qué moral estamos hablando y que buscamos
tenazmente practicar; y ambas aclaraciones acaban completamente con los
planteamientos absurdos, y con los silogismos falsos, que padeció una gran
corriente anarquista, y acaban también con la simulación de los que hablan de
moral nada más para engañar y pretender que son lo que no son...
Pero, voy a seguir más o menos el curso de la historia de los legados y me voy a pasar a la Revolución Mexicana, en la que México también es el que hizo la reforma agraria más profunda de toda América Latina, una reforma revolucionaria en la que participaron los campesinos y los pueblos indios de México muy activamente, sobre todo con el zapatismo histórico, con el primer zapatismo, y fue una revolución de esas que se menospreciaron en cierto momento como burguesas por quienes incluso también califican de burguesas a las revoluciones del socialismo de Estado, en un modo de pensar bajo estereotipos que nos impiden ver la evolución de las luchas y de las acciones revolucionarias y contrarrevolucionarias. Y son las luchas en su accionar histórico las que realmente definen los procesos... En efecto,la Revolución Mexicana no fue una Revolución que hubiesen hecho los obreros solos, y es más, el comunismo no se había difundido tanto como el anarquismo entre los trabajadores. Pero los trabajadores participaron en esa guerra, y activamente; y participaron los campesinos y los pueblos indios y la pequeña burguesía, y se hizo una Revolución que logró esa Constitución de 1917 que estaba mucho más avanzada que la de la Unión Soviética con principios de política de libre autodeterminación de los pueblos y de no intervención, realmente extraordinarios, y con derechos de los trabajadores, de los campesinos... y todo eso ocurrió en procesos en los que parece que por un momento la burguesía se alía con las fuerzas populares para los objetivos que éstas buscan pero poco a poco esas alianzas se van echando a perder, y las burguesías vuelven a recuperar su avidez; y su egoísmo y el proceso funciona de la manera más perversa...
Se da un fenómeno que hemos visto recientemente con la mayoría de los nuevos gobiernos progresistas de América Latina. Es un fenómeno que se repite y se va a repetir cada vez que pueda, si no nos preparamos para enfrentarlo en cuanto aparezca. Y ese proceso se dio con
la Revolución Mexicana de entonces, que vemos cómo tuvo momentos de definición de izquierda realmente extraordinarios. Su política, por ejemplo, de recibir a Trotsky, fue realmente de un talento muy, muy grande para explicar realmente cuál era nuestra posición; porque por otro lado estaba la alianza con Lombardo y con los trabajadores, una alianza de clases que Lombardo llevó demasiado lejos y que se desprestigió, pero que en un momento dado le ayudó a radicalizar muchas de las posiciones del propio cardenismo. Entonces, en México vemos una de las revoluciones, que a nivel mundial lleva al nacionalismo revolucionario, a las más profundas reestructuraciones de la soberanía nacional, del derecho a la tierra de los campesinos, de los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, del derecho de los obreros a organizarse para defender sus valores e intereses. Y esa revolución, como muchas otras, sufre un proceso de recuperación que la lleva primero a establecer gobiernos de tipo llamado populista, con un populismo en el que empieza la falta de moral pública a prevalecer, pero no al grado que va a dominar hoy. Realmente hay un salto cualitativo en la desvergüenza, y en este momento este salto se ha dado y uno ve que la impunidad y la exhibición de la riqueza obtenida ilegalmente, coinciden con el empobrecimiento del pueblo y del país.
Entonces ese populismo va a dar tumbos y va a ir perdiendo fuerza, y ahí entra el gran proyecto de dominación y acumulación a nivel mundial del neoliberalismo globalizador. Y ese proyecto ha alcanzado un nivel mundial porque estaba ocurriendo algo semejante en
Yo lo oí ahí, estuve en varios actos a los que fue Fidel, y en uno de ellos estábamos en el Palacio de Gobierno de la Ciudad y ellos --Allende y Fidel--estaban en el balcón central, y yo estaba un poco a la izquierda, y.… bueno, a la izquierda físicamente, ¿no? Y entonces Fidel pronunció un discurso maravilloso, en verdad; y de pronto cuando ya tenía cautivado a todo su auditorio, dijo: - “¿Y ustedes creen, ustedes creen... que el pueblo se equivoca?” y entonces todos en la plaza gritaron: -“¡No, no se equivoca!” - “¡Pues fíjense que si!” ... Y aquélla fue la risa más fuerte que yo he oído en mi vida. Y entonces lo que él trataba de explicarles es que la correlación de fuerzas que tenía Allende, no la podían desconocer, y que Allende no podía ir más lejos, ni más aprisa, y que la estaban tratando de llevar más lejos para tirarlo; porque a una gente que va corriendo, lo puede uno tirar de dos maneras: metiéndole el pie, o empujándolo por
Entonces ahí tenemos otro problema, otra forma de definir a la izquierda
en el sentido de que tiene uno que calcular con mucho cuidado el tipo de
alianzas que se hacen, y que siempre hay posibilidades de error, pero que
pensar en términos de una sola corriente es completamente contradictorio y la
unidad en la diversidad se impone necesariamente.
Si el imperialismo, si el capital monopólico, si los complejos
empresariales, militares, políticos y mediáticos tienen un proyecto de
globalización neoliberal, yo creo que nosotros tenemos un proyecto aquí, que nació
aquí en la Lacandona, que no sólo es nacional, que es universal y que va a ser
universal si la humanidad se salva. Porque ese es el último problema que les
quería tratar. Y es que estamos viendo una efectividad tremenda de las nuevas
formas organización que están usando dos técnicas, o dos tecnologías
científicas, muy eficaces. Una de ellas está relacionada con las ciencias de la
comunicación, de la información, de los mensajes, de la lectura del mensaje y
de la ejecución del mensaje. Otra está vinculada con la existencia, o la modelación
y escenificación, de sistemas que se llaman inteligentes y que buscan alcanzar
un objetivo. Y todo ese conjunto está dominado por un sistema completamente
tonto, que es el capitalismo, y que está negando la validez... el valor de las
propias ciencias que cultiva en cuanto estas dicen que algo que afecta su
avidez de poder, de riquezas y de utilidades.
Entonces, nos encontramos en una situación realmente delicada en la que movimientos como el zapatista son importantísimos; y para mí, tanto Cuba como la Lacandona, son la esperanza para
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226580
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