Brasil: Nueva masacre en Pará expone
la fragilidad del Estado en la
resolución de conflictos en el campo
29 de
mayo de 2017
Las
masacres ocasionadas por disputas de tierras en todo Brasil se han vuelto cada
vez más intensas. De acuerdo con la Comisión Pastoral
de la Tierra - CPT, en 2016 fueron registrados 61 asesinatos en conflictos, el
mayor número desde el inicio del monitoreo por parte de la entidad.
Por Maura Silva
Diez ocupantes de tierra - una mujer y diez
hombres -, fueron asesinados en la mañana de este miércoles (24), en el
campamento Nueva Vida, localizado en la Hacienda Santa Lucia ,
en el municipio de Pau d’Arco, en Pará.La masacre comenzó a ganar repercusión
con la divulgación de imágenes de los cuerpos de las víctimas que, según medios de comunicación local, fueron llevados por
policías a la morgue del Hospital Municipal de Redenção y después transferidos
al Instituto Médico Legal (IML) de Marabá y de Paraupebas.
De acuerdo con informaciones de la Comisión Pastoral
de la Terra (CPT), los trabajadores, cuyas identidades no han sido reveladas,
murieron durante el cumplimiento de una acción de toma de posesión expedida por
el juez de la Sala
Agraria de Redenção, Erichson Alves que, contrariando la
Cartilla de la
Defensoría Agraria Nacional , determinó que la acción fuera
cumplida por policías militares y civiles. En situaciones como estas, las
directrices del Tribunal de Justicia determinan que la acción sea realizada por
el Batallón de la
Policía Militar especializado en resolución de conflictos.
En comunicado de prensa enviado en la tarde de
ayer, la coordinadora de la Federación de Trabajadores de Agricultura Familiar
del Estado de Pará (FETRAP), Viviane Pereira, dijo que el número de muertos en
Pau D'Arco puede aumentar, pues no hay precisión sobre la cantidad de heridos y
el estado de salud de los involucrados. Aun según el texto, la masacre en la Hacienda Santa Lucia ,
en número de víctimas, solo es menor que la Masacre de Eldorado de Carajás, que
dejó 21 Sin Tierra muertos en abril de 1996.
También en comunicado de prensa, la Fiscalía Federal
de Derechos del Ciudadano (PFDC), del Ministerio Público Federal, informó que,
está en contacto con fiscales y promotores locales para auxiliar en las
investigaciones. Articulaciones entre la Fiscalía General
de Justicia, el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Confederación Nacional
de Obispos de Brasil (CNBB) y la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la
Cámara de Diputados de Pará también están en camino).
Histórico:
Aun según informaciones de la CPT, en el
segundo semestre del año pasado, durante una reunión de la Comisión Nacional
de Combate a la Violencia en el Campo, realizada en la sede del Instituto de
Colonización y Reforma Agraria (INCRA), en Marabá, el coordinador del
campamento, Ronaldo da Silva Santos, informó que las 150 familias acampadas en
el local desde mayo de 2015, deseaban que el inmueble fuera destinado para
fines de Reforma Agraria.
Frente a la solicitud, el entonces
Superintendente Regional del órgano en Marabá, Claudeck Alves Ferreira, asumió
el compromiso de reunirse con el propietario de la hacienda y negociar su
expropiación. En la época, participaron de la reunión el entonces Oidor Agrario
Nacional y Presidente de la Comisión Nacional de Combate a la Violencia en el
Campo, juez de segunda instancia Gercino José da Silva Filho; Aílson Silveira
Machado, representante de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de
Justicia y Ciudadanía; representantes regionales del INCRA; representante de la Policía Militar de
Marabá; y coordinadores de la
(FETRAP - PA).
Escalada de violencia y connivencia del
Estado:
Para Ayala Ferreira, de la Dirección Nacional
del MST, que acompaña los casos de violencia en Pará, el gobierno del estado
está nuevamente usando un discurso que criminaliza a lucha por tierra en la
región.
“En 1996, cuando sucedió la masacre de
Eldorado dos Carajás, la policía habló de confrontación. Ese, por lo demás, es
el discurso utilizado en todas las masacres, sea en el campo o en la ciudad. Lo que vale
resaltar aquí es que fue una ‘confrontación’ en la que solo murieron acampados.
Ningún policía involucrado en la acción fue identificado hasta el momento. La propia Policía Militar
desarmó el escenario del conflicto al retirar los cuerpos y cargarlos
amontonados en una camioneta hasta Redenção”, concluyó.
Las masacres ocasionadas por disputas de
tierra en todo Brasil se han vuelto cada vez más intensas. De acuerdo con la
CPT, en 2016 fueron registrados 61 asesinatos en conflictos, el mayor número
desde el inicio del monitoreo de la entidad, en 2003. En 2017, el total de
muertes llegó a 26, sin contar los casos de ayer.
En abril de este año, nueve trabajadores
rurales fueron brutalmente asesinados por un grupo de hombres encapuchados en
una masacre en Colniza, en Mato Grosso. Hasta el momento nadie fue preso.
Actos y acciones están siendo construidos en
todo el estado para debatir y enfrentar la ola de violencia en el estado
paraense.
Con la medida tomada por el gobierno Temer de
extinguir la
Defensoría Agraria Nacional , entidad que era responsable por
prevenir y mediar los conflictos agrarios, la situación tiende a agravarse cada
vez más, una vez que el papel de mediación queda a cargo del Estado, que ya
probó ser incapaz de garantizar la seguridad de los trabajadores en el campo.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Brasil_Nueva_masacre_en_Para_expone_la_fragilidad_del_Estado_en_la_resolucion_de_conflictos_en_el_campo
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