Masacre de Budge vino a romper
el sueño ochentista del "Nunca más"
15
de mayo de 2017
El 8 de mayo de 1987,
Oscar Aredes, Guillermo Argañaraz y Agustín Olivera fueron asesinados por los
policías Balmaceda, Miño y Romero. La fecha se instauró como Día Nacional de
lucha contra la
Violencia Institucional. En ese marco recordatorio, el día
sábado 13 de mayo se organizó una marcha que partió desde Camino Negro y
Recondo recorriendo las distintas cuadras del barrio para culminar en Guaminí y
Figueredo donde se llevó a cabo un festival - homenaje.
Luego de las distintas
voces de amigos que recordaron los hechos acaecidos ese 8 de mayo, la murga
autogestiva e independiente "Los colifas del arrabal" se abrió paso
compartiendo su arte. Seguidamente, la cantante popular Norma Aguirre,
sintetizó en su voz las consignas referidas a la equidad de derechos, a la
dignidad, a través de canciones del folklore argentino.
Paralelamente, los más
pequeños formaron parte de un taller de pintura, armado para la ocasión. También
participaron del festival, el Ballet Norteño y las bandas Lusaka Reggae, El
espejo, Más de cuatro.
Finalmente se inauguró
una escultura homenaje a los pibes asesinados.
Entre los asistentes al acto, Sergio "Cherco" Smietniansky, abogado de CADeP manifestó lo siguiente:"Masacre de Budge es un hecho que marca un antes y un después en la historia de los Derechos Humanos enla Argentina. Si bien
no fue el primer caso de "Gatillo fácil", sí fue la primera vez en
donde todo un barrio se rebeló contra las políticas represivas del Estado.
Entre los asistentes al acto, Sergio "Cherco" Smietniansky, abogado de CADeP manifestó lo siguiente:"Masacre de Budge es un hecho que marca un antes y un después en la historia de los Derechos Humanos en
Masacre de Budge vino
a romper el sueño ochentista del "Nunca más" , también a denunciar
que en el período democrático-institucional se seguían y siguen violando los
Derechos Humanos, obviamente con características y modalidades diferentes
respecto del genocidio anterior. Por otro lado, a esa rebelión popular se le
sumó la visión del compañero Toto Zimerman, quien entendió que no se trataba de
un hecho perpetuado por locos sueltos, ni que era un caso aislado, sino que
constituía un claro ejemplo de violacion a los Derechos Humanos. Tal aseveración
produjo la desconfianza de muchos que le preguntaban: "bueno, pero esos
chicos ¿ eran militantes?" y él contestaba que eran tres chicos tomando
cerveza en una esquina. Entonces comienza el planteo de "En algo
andarán" o "Por algo será", resabios de la década anterior, por
lo tanto, en los ochenta se reformula y direcciona el concepto sobre los
Derechos Humanos. Las políticas implementadas sobre "Gatillo fácil"
no son indiscriminadas, todo lo contrario, son bien direccionadas hacia los
jóvenes en particular y hacia los pobres en general, porque son el sujeto
social que queda excluido de las políticas neoliberales, también son el sujeto
potencial de la
rebelión. Son la mano de obra que sobra, son los excluidos.
Si bien en el 2001 hablar de "excluidos" era una obviedad, en los
ochenta no se entendía el concepto. Algunos consideraban desde una posición muy
dogmática que el proletariado hacia abajo se relacionaba con el
lumpen-proletariado y hacia arriba con la pequeña burguesía, desde esa visión
esquemática estos excluidos entraban dentro del mundo del lumpen, pero en
realidad eran víctimas del sistema capitalista.
En aquellos años, en
Budge surgen dos grandes enseñanzas, en principio que la lucha popular siempre
da su fruto. El hecho de que tres policías hayan sido encarcelados fue producto
de la lucha popular que se mantuvo durante muchos años y la otra cuestión es
que en cada caso de "Gatillo fácil" se responde con organización,
porque no es una cuestión de una familia sola, tampoco es algo mágico que
resuelve un abogado. Estos temas no son individualesy precisamente se trata de
colectivizar el dolor y socializar la lucha para transformarla en una respuesta
unánime que si" nos tocan a uno, nos tocan a todos" ya sea
represaliados por políticas que criminalizan la protesta o criminalizan la
pobreza que son los dos frentes a los que apunta el poder para mantenerse
intacto.
A treinta años de la
Masacre de Budge, todavía existe una continuidad en las políticas de
"Gatillo fácil". Ningún gobierno del 87 a esta parte ha introducido
modificaciones sustanciales. Sin embargo, la ruptura, respecto a lo sucedido en
la Masacre de Budge es haber logrado romper el discurso hegemónico de que eran
feroces criminales abatidos en enfrentamientos y demostrar que se trataba de
una masacre. Entonces se logra revertir el concepto de que no hay víctimas
culpables o víctimas inocentes sino que hay un estado que los ejecutó, en un
país donde no existe la pena de muerte, por lo tanto, queda claro que el
calificativo que sigue al de víctima es un error. De la misma manera, la
ruptura que se origina luego de la Masacre de Budge es el aprendizaje de que es
necesario generar organización, conciencia, unidad y lucha".
Jorge Gómez, miembro
de la primera
Comisión de vecinos por el caso Budge remarcó:"Hoy, a
treinta años de la Masacre de Budge, el recordatorio tiene una significación
muy especial. Al igual que los pueblos originarios tratamos de trasladar la
historia a los más jóvenes, porque hay generaciones que desconocen lo sucedido
y otras generaciones que saben de los sufrimientos padecidos. En la actualidad,
muchos jóvenes se incorporan a la lucha en contra de la violencia
institucional, porque la represión se sigue intensificando, pero de manera
distinta.
Continuamente padecen
la instigación de los gendarmes, policías y prefectura. Se trata de una
violencia muy especial o de formas de control para que el joven no se rebele,
no reclame mejores condiciones de vida. Todos los gobiernos de turno trataron
de pisar a los jóvenes. En el 2001, la mayor cantidad de gente que se
enfrentaba a la policía eran jóvenes. La mayor cantidad de asesinados en la
rebelión de 2001 eran jóvenes.
La convocatoria de un
acto unificado surgió a partir de una invitación del hermano de Willy Argañaraz
quien reune a vecinos y amigos de Willy. Durante veinte años se organizaban
marchas en la comisaría de Budge que concluían con un festival en la plaza,
pero luego del enjuiciamiento y encarcelamiento de Balmaceda, el policía
asesino, las marchas se localizaban en Recondo y Camino Negro. Luego de los
veinte años, un grupo mantuvimos el recordatorio hasta el momento. En el año
1987, cuando se organiza la barriada donde participaban vecinos que pensaban
diferente, pero que estaban de acuerdo en repudiar el hecho y en hacer algo para
que se encarcele a los culpables, se privilegió la unidad sobre las
diferencias. Este año, retomando esos acuerdos nos empezamos a reunir y
discutir. Llevamos el documento del 28 aniversario y a través de los informes
de la CORREPI que dan cuenta de los más de 5000 casos de violencia
institucional de los últimos años lo que pone en evidencia que la política de
"Gatillo fácil" seguía en la mentalidad de los gobernantes . Si bien
surgieron las distintas miradas de la realidad, se priorizó llevar adelante el
festival para trasladar a los jóvenes las experiencias y atrocidads sufridas,
mostrando que este es el camino".
Finalmente José,
también miembro de la
primera Comisión de vecinos relata: "Nosotros como
vecinos, desde esta barriada popular destacamos que fuimos protagonistas de un
hecho histórico que quedó como precedente más allá de las limitaciones. La
gente se organizó y se animó a enfrentar al sistema con todo el aparato
represivo, eso trajo la unidad de las organizaciones y de extrapartidarios que
se sumaron a la organización para enfrentar el aparato represivo. Masacre de
Budge queda como un antecedente donde los vecinos dicen hasta aquí y perciben a
la organización como una herramienta posible".
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14201
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