Argentina: Reclamos por un wichí preso
22
de mayo de 2017
Organismos de derechos humanos,
comunidades originarias y organizaciones sociales denunciaron “la creciente
criminalización que sufren las comunidades indígenas” y advirtieron que Agustín
Santillán “se encuentra detenido por demandar sus derechos”.
Agustín Santillán sigue preso en
Formosa
"Me meten preso por reclamar. Me
meten preso porque quieren ocultar la pobreza”, señala la carta de puño y letra
de Agustín Santillán, joven referente wichí detenido desde hace un mes en
Formosa por reclamar los derechos de los pueblos indígenas. Organismos de
derechos humanos, comunidades originarias y organizaciones sociales emitieron
una carta: “Repudiamos la creciente criminalización que sufren las comunidades
indígenas. Agustín Santillán se encuentra detenido por demandar sus derechos”.
Ahora comenzó una huelga de hambre.
Santillán es un joven wichí de
Ingeniero Juárez, el extremo oeste de Formosa y una de las pocas voces de la
zona que cuestiona en público a Gildo Insfrán, gobernador desde hace 22 años.
Se lo vio en el acampe indígena de Buenos Aires en 2015, en entrevistas a
canales porteños y encabezó la marcha histórica (en Formosa) de 2013, donde un
millar de originarios se plantaron frente a la casa de Gobierno.
“Estoy marcado”, suele resumir
Santillán. Sus principales reclamos son tierra, agua, educación, salud,
cumplimiento de los derechos indígenas.
A fines de marzo e inicios de abril,
las inundaciones jaquearon el oeste de Formosa. Hubo saqueos y robos, algunos
de ellos protagonizados por jóvenes wichí. Desde el poder político y el juez
Marcelo López Picabea apuntaron contra Agustín Santillán, aunque él no estuvo
en ninguno de los episodios. Fue detenido el 14 de abril, golpeado y traslado
al penal de Las Lomitas (centro provincial). Su esposa, Gabriela Torres, explicó
la primera semana de detención que se trató de jóvenes marginados de toda
asistencia estatal, rehenes de la droga y el alcohol. Y, al mismo tiempo,
utilizados como grupos de choque de sectores políticos.
“A Agustín lo persiguen por luchar por
nuestros derechos. Lo quieren matar”, había alertado Gabriela Torres en abril.
Y adelantó que querían detener a toda la familia de Santillán, para así poder
quebrarlo emocionalmente. Una semana después, Torres fue detenida cuando
visitaba a su esposo (fue liberada tres días después).
Santillán escribió tres cartas desde la
cárcel y fueron difundidas por el sitio La Retaguardia (de la Red Nacionales de
Medios Alternativos): “Hola amigos y compañeros. Quiero pedir ayuda para seguir
difundiendo lo que el gobierno de Formosa me hizo. Me meten preso solo por
difundir y reclamar la
verdad. Me meten preso porque quieren ocultar la pobreza, la
falta de trabajo. Acá hay mucho racismo. Tengo miedo. No es seguro estar acá.
Soy inocente y víctima de la sucia política de Gildo Insfrán”.
El 28 de abril escribió una segunda
carta: “Sigo resistiendo desde acá. No estoy solo, yo sé que ustedes me dan
fuerza y ánimo. Soy inocente, me arman causas, siempre el gobierno usa a los
policías para hacer esos trabajos. El que está conmigo ya lo persiguen y le
arman causas. Sólo pido un deseo: en mi cumpleaños, el 1 de mayo, ser libre.
Fuerza hermanos”.
El juez Marcelo López Picabea emitió
orden de detención de 30 hombres y mujeres wichí, muchos de ellos cercanos a
Santillán y otros sospechados de los incidentes de inicios de abril. “Es una
cacería de wichís. Algunos hermanos se están escapando al monte”, denunció la organización
Resistencia Qom , que acompaña a pueblos originarios de
Formosa.
A Santillán se lo acusa de intimidación
pública, instigación a cometer delitos, asociación ilícita, robo en banda,
amenazas, lesiones, agresión y usurpación. “Le armaron más de veinte causas”,
explicó su abogado, Daniel Cabrera, que no tiene dudas del trasfondo político
que hay detrás del caso. También están presos los wichí Bautista Macedonio y
Roberto Frías.
Al cumplirse un mes de la detención,
medio centenar de organizaciones sociales, organismos de derechos humanos y
comunidades indígenas emitieron una carta abierta titulada “Criminalización y
cárcel a dirigentes indígenas en Formosa”.
“Repudiamos la creciente
criminalización que sufren las comunidades indígenas en el país. Un ejemplo
claro de esta realidad es la actual privación de la libertad de Agustín
Santillán, que se encuentra detenido por demandar el goce de sus derechos”,
denuncia el escrito, firmado por Asociación de Abogados de Derecho Indígena
(AADI), el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Equipo Nacional de Pastoral
Aborigen (Endepa), Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf), el Grupo de Acceso
Jurídico de Acceso a la Tierra (Gajat), el Consejo Consultivo y Participativo
de los Pueblos Indígenas, la Confederación Mapuche de Neuquén, la Unión de los
Pueblos de la Nación
Diaguita en Tucumán (Upndt), el Centro de Estudios Legales y
Sociales (CELS) y la
Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), entre otros.
El gobierno de Formosa sostiene que
Santillán es el impulsor de los desmanes en el oeste de Formosa, incluso lo
tildó de “terrorista”. Ni la Secretaría de Derechos Humanos de Nación ni el
Instituto Nacional de Asuntos Indígenas han emitido opinión.
La carta de organismos de derechos
humanos resume la situación formoseña: “Hay hermanos indígenas detenidos y
otros que son sometidos a causas judiciales en una muestra inusual de
persecución política, que echa un manto de duda sobre el rol de un Estado de
derecho, que no sólo incumple el contenido elemental de la normativa
internacional y de la
Constitución Nacional , sino que estigmatiza, criminaliza y
persigue a aquellos que sólo intentan gozar de sus derechos más elementales”.
El mismo día de la carta, se conoció
una nueva medida del juez Marcelo López Picabea. Ordenó la detención y cárcel
para 16 wichís, entre ellos están amigos y familiares de Agustín Santillán,
incluso su esposa Gabriela Torres.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Argentina_Reclamos_por_un_wichi_preso
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