Elecciones, tradición socialista y una pregunta-problema
10
de mayo de 2017
Por Rolando Astarita
Dado
que el país está entrando en la campaña electoral, me parece conveniente
recordar el criterio que tradicionalmente guiaba a los partidos socialistas, o
al menos, a sus alas marxistas revolucionarios, en elecciones legislativas. La
cuestión me parece necesaria en tanto en algunos grupos marxistas parece primar
el afán de conseguir votos y bancas por sobre cualquier otra consideración. En
ciertos casos incluso se pone el acento en el “carisma” y la cara bonita de los
candidatos, y se procura que estos luzcan como “estadistas” ante la opinión
pública, con propuestas “viables y razonables”. La contrapartida es que no se
señala con la suficiente firmeza, en los medios
públicos -porque la
prensa partidaria es otra cosa-, las limitaciones insalvables del
parlamentarismo. Concretamente, no se dice con claridad que los problemas
fundamentales de las masas trabajadores no se solucionan votando leyes (un caso
concreto de cretinismo parlamentario, aquí).
En oposición a estos
criterios, en lo que sigue presento dos pasajes que sintetizan la tradición socialista
de participación en elecciones parlamentarias. En ambos pasajes el eje es la
tarea de agitación y propaganda de las ideas del socialismo, y se refieren
exclusivamente a las elecciones legislativas.
El primero es de Wilheim
Liebknecth, líder de la socialdemocracia alemana:
“Las
revoluciones no se hacen consiguiendo el permiso de los altos poderes que
tienen la autoridad; el ideal socialista no puede ser alcanzado en el marco del
Estado actual; debe derrocar el Estado para asegurar la posibilidad de vida.
Ninguna paz con el Estado actual. Fuera la adoración del sufragio universal y
directo. Tomemos parte con toda nuestra energía, como lo hemos hecho
hasta ahora, en las elecciones. Pero usemos las elecciones solo como un medio
de agitación, y no dejemos de señalar que la urna nunca puede ser la cuna del
Estado democrático. El sufragio universal no alcanzará su influencia final y
decisiva sobre el Estado y la sociedad hasta después de que haya sido
definitivamente eliminado el Estado policial y militar” (The Speeches of Wilhelm Liebknecht,
vol. 7, Voices of
Revolt. New York : International Publishers, 1928, http://germanhistorydocs.ghi-dc.org/docpage.cfm?docpage_id=2820).
El segundo
pasaje es de Lenin, muy influenciado por Liebknecht y la socialdemocracia
alemana; obsérvese el carácter general del criterio:
“Si para los politicastros
burgueses de todos los países, desde los kadetes rusos hasta los
“librepensadores” alemanes o los “radicales” democráticoburgueses de Francia,
lo más importante es el éxito inmediato, lo más importante es ganar una banca
de diputado, para un partido socialista lo más importante es la propaganda y la
agitación entre las masas, lo más importante es la defensa de las ideas del
socialismo y de una consecuente y abnegada lucha por una democracia completa”
(“Las elecciones en Petersburgo”, septiembre de 1909, Obras Completas, t. 16,
p. 20, Cartago).
Dejo planteado, por último,
una pregunta-problema: ¿deben los marxistas presentarse a cargos ejecutivos? Si
lo hacen, ¿no están asumiendo con ello que un gobierno “socialista”, sin acabar
con el Estado, puede transformar la sociedad en un sentido socialista? ¿O se
pretende cambiar la naturaleza de clase del Estado mediante reformas
electorales? Además, ¿no sería un mensaje de ruptura ideológica y política con
la burguesía y la pequeña burguesía presentarse sólo a las elecciones
parlamentarias, explicando abiertamente por qué los marxistas no tomamos
responsabilidad alguna de conducción en el Estado burgués?
Descargar
el documento: [varios formatos siguiendo el link, opción
Archivo/Descargar Como:
Elecciones, tradición socialista y una pregunta-problema
Elecciones, tradición socialista y una pregunta-problema
Fuente: https://rolandoastarita.wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario