Socialismo
chavista (II)
13 de septiembre de 2010
13 de septiembre de 2010
Por Rolando Astarita
En esta nota seguimos
examinando la afirmación de que, bajo la conducción del presidente Hugo Chávez,
Venezuela está en la senda del socialismo.
Una primera cuestión
a clarificar es qué parámetros debemos tomar en cuenta para sostener que
un régimen es socialista, o va en camino de serlo. Mucha gente piensa que un
régimen es socialista, o que su Estado es “proletario”, si ha estatizado la
mayor parte de los medios de
producción. Estas personas asimilan la estatización con el socialismo; o con
una sociedad en vías de convertirse en socialista. Otros planteamos que no
basta con estatizar para que haya socialismo. Esto porque pensamos que el
socialismo implica el control efectivo por parte de los trabajadores de los medios de producción, y que pueden existir regímenes
en los que una burocracia dominante explote a los trabajadores, a través del
Estado. Por otra parte, sostenemos que hay países en los que se estatizaron
muchos medios de producción
(Inglaterra, Francia o Austria después de la guerra; Egipto de los años 1950 y
1960, etc.), sin que dieran como resultado el socialismo.
Sin embargo, y a
pesar de las diferencias, ambos enfoques pueden coincidir en un punto: si en un
país domina la propiedad privada de los medios
de producción, su economía es capitalista. En otras palabras, el criterio
fundamental pasa por las relaciones de producción existentes, y por la
dirección y dinámica con que puedan estar modificándose. Veamos entonces qué
sucede con las relaciones sociales en Venezuela.
Relación social capitalista
Según el Instituto
Nacional de Estadísticas de Venezuela, (INE), en 2008 el 81,9% de la fuerza
laboral pertenecía al sector privado, y el 18,1% al estatal. Esto es, después
de 11 años de “avance del proceso revolucionario”, casi el 82% de la fuerza
laboral está empleada por el sector privado. Es un porcentaje “típico” de
cualquier otro país capitalista.
Por supuesto, también se puede discutir si los trabajadores de
las empresas estatales son o no explotados por el “capitalismo de Estado”
(personalmente pienso que es así), pero lo importante es que el 82% de los trabajadores de
Venezuela son explotados en el sector privado. ¿Qué
tiene esto de “socialismo”?
Pero además, y
siempre según el INE, del total de los trabajadores ocupados, el 42,2% está en
el sector “informal”. Si bien es un nivel más bajo que el 52,4% que
había en 1999, se trata de un porcentaje muy alto; por ejemplo, es
superior en unos 6 puntos al que existe en Argentina. Dado que los trabajadores
ocupados en Venezuela son casi 11,6 millones, unos 4,9 millones actualmente
están precarizados. Los trabajadores precarizados, y subsumidos al sector
privado, invariablemente padecen un alto grado de explotación. Una
situación habitual en gran cantidad de países capitalistas.
Desarrollo humano y distribución del ingreso
Si bien no hubo cambios en las relaciones sociales, en los 2000
sí hubo mejoras en la situación social. Los
planes sociales permitieron mejorar la educación y la salud. El índice de desarrollo humano, que elabora la
ONU, pasó de 0,69 en 1998 a
0,84 en 2008. Este índice toma en cuenta la esperanza de vida al nacer; la tasa
de alfabetización de adultos combinada con la matriculación en escuelas
primarias, secundarias e institutos superiores; y el PBI por persona. Venezuela
ocupa el puesto 61 entre un total de 179 países.
También se produjo una mejora en la distribución del
ingreso con respecto a los años noventa, y a lo peor de la crisis de 2002.
Venezuela posee hoy un índice de desigualdad menor que el resto de los países de América
Latina, excepto Cuba. El coeficiente Gini era 0,4099 en 2008, contra un
promedio de 0,51 en América Latina. Este avance en la distribución del ingreso
es ocultado sistemáticamente por las fuerzas de la oposición burguesa a
Chávez. Pero esto no significa que el régimen sea socialista. De hecho, la
distribución del ingreso en Venezuela hoy es peor que el índice promedio de los países
capitalistas desarrollados, que ronda el 0,30; en los países nórdicos, el
índice es de 0,25.
Examinamos ahora con
más detalle la evolución de la distribución del ingreso en las últimas décadas.
Nos basamos en los Anuarios estadísticos de la CEPAL (que se construyen con los
datos oficiales de Venezuela).
La serie de la
evolución de la distribución de los ingresos por hogares nos muestra el
agravamiento de la desigualdad de la distribución del ingreso desde 1981 a 2002.
Puede advertirse que la distribución del ingreso mejoró desde
2002, para ubicarse hoy, aproximadamente, en los niveles de principios de los
ochenta. Sin embargo, volvemos a subrayar que nada indica que estemos en
presencia de un cambio cualitativo, que habilite a hablar de un régimen
socialista, o algo parecido. Después de 11 años de “revolución” el
40% de la población se queda con el 15% del ingreso, y el 10% con el 30%. Esto
es típico de cualquier país capitalista “normal”. Un cambio de algunos
puntos porcentuales entre la parte de la renta que va a la fuerza de
trabajo, y a los desocupados y sectores marginales, y la parte que se
apropia el capital, no
constituye un índice de transformación de las relaciones sociales subyacentes.
La misma conclusión se deriva del examen de otros indicadores.
El porcentaje de hogares pobres según necesidades básicas insatisfechas en 1999
era del 29,3% y en 2008 fue 23,4% (INE, también para los datos que siguen). El
porcentaje de hogares en extrema pobreza, también según necesidades básicas
insatisfechas, era 10,8% en 1998 y pasó a 8,5% en 2008. El porcentaje de
hogares pobres en 1999 (segundo semestre) era 42%, y bajó, en 2008 (segundo
semestre) a 26%. El porcentaje de hogares en extrema pobreza era 16,9% en 1999
(segundo semestre) y fue 7% en 2008 (segundo semestre). El porcentaje de
personas provenientes de hogares en situación de pobreza era 48,7% en 1999, y
fue 32,6% en 2008. El porcentaje de personas en pobreza extrema era 20,1% en
1999 y quedó en 9,2% en 2008. Estas
cifras son mejores que en los noventa, pero no superan a las de inicios de los
ochenta. En 1981 el porcentaje de pobreza era 25%; y la indigencia
era del 5,5%. Además, los actuales índices de pobreza e indigencia venezolanos
están dentro de los parámetros de otros países subdesarrollados (entre ellos,
Argentina). El nivel de caída del nivel de pobreza e indigencia de Venezuela,
en los 2000, es comparable a la de otros países de América Latina, como Chile,
Perú, Argentina y Brasil.
Comparamos ahora
otros índices sociales de Venezuela con Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y
México. Los datos que siguen están extraídos del Anuario Estadístico de CEPAL,
2009.
Por otra
parte recientemente se filtró en la prensa un informe elaborado por el
INE, a pedido de la vicepresidencia de la nación, llamado “Encuesta
Nacional de la Victimización”. El mismo dice que en 2009 se produjeron
19,133 homicidios en el país. Esto representa una tasa de 75 homicidios cada
100.000 habitantes. Colombia tiene una tasa de 37; Brasil 25; Ecuador 16; Haití
11; Argentina 5; Bolivia 2; Chile 1. Además, entre julio de 2008 y julio de
2009 fueron secuestradas 16.917 personas. También para ese período se
registraron casi 1,5 millones de robos y hurtos; la tasa de delitos es de 8400
cada 100.000 habitantes. Y anualmente mueren unos 400 reclusos por la
violencia en las cárceles. Si bien no puede afirmarse que exista una relación
mecánica, estas cifras deberían explicarse a partir del contexto económico
social existente.
Lo menos que puede decirse es que todos estos datos
son difíciles de encajar en la tesis “Venezuela en marcha hacia el socialismo”.
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