Sancor: el
macrismo cambia flexibilización laboral por ayuda financiera
9 de mayo de 2017
El gobierno sumó el viernes un nuevo caso testigo
para su intención de flexibilizar/precarizar las condiciones de trabajo en la Argentina. Después
de días de medidas de fuerza en Sancor, bajo la amenaza de quiebra por la
crisis financiera que aqueja a la firma cooperativa, el gremio, los
representantes de la empresa y el
gobierno alcanzaron un acuerdo para que el Estado nacional aporte nuevamente fondos.
Por Mario Hernández
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, reveló que
el acuerdo liberará fondos por $ 450 millones para Sancor, que incluye el
compromiso de un nuevo convenio colectivo de trabajo en un plazo de 30 días que
modificará particularmente los regímenes de licencias por mudanza, matrimonio,
horas extras, accidentes y enfermedades inculpables, presentismo y asistencia,
entre otros. Además el gremio resigna cobrar 140 millones de pesos que adeudan
las grandes empresas lecheras en concepto de bono extraordinario, de un pasivo
total del sector que ascendería a los 800 millones.
Como una demostración de fuerza, más de 400 delegados y
miembros de la Comisión directiva del gremio Atilra, habían votado por
unanimidad un paro nacional por tiempo indeterminado de la industria lechera, a
partir de las 0 horas del jueves. Lo hicieron en respuesta al fracaso de las
negociaciones que se sucedieron el día martes, que se suponía serían claves
para destrabar el conflicto que atraviesa la cooperativa SanCor
que emplea a 4.400 trabajadores.
Con la firma del acuerdo, Atilra anunció el inmediato
levantamiento del paro acatado por el 100% de los trabajadores. Al menos 11
plantas de SanCor permanecieron paralizadas. Atilra -que enrola a 30.000
trabajadores- logró frenar la operatoria en todas las plantas del país en
solidaridad con la cooperativa láctea, mientras las cámaras empresariales
Apymel y CIL cuestionaron la medida de fuerza.
Juez y parte
No obstante, el gobierno santafesino señaló que la demora en
el acuerdo se debía a la traba del Vicejefe de Gabinete, Gustavo
Lopetegui, obsesionado con flexibilizar el convenio colectivo de los lecheros
para beneficiar a Pampa Cheese, la planta exportadora que fundó una década
atrás y presidió hasta un día antes de asumir en la Rosada. La compañía es
pequeña pero tiene entre sus accionistas a otros dos poderosos funcionarios con
injerencia sobre el sector: el también vicejefe Mario Quintana, a través del
fondo Pegasus, y el secretario de Comercio, Miguel Braun. Los dos se sentaban
en el directorio de Pampa Cheese hasta el 9 de diciembre de 2015. En su lugar
asumió Sebastián Caputo, hermano de Nicky y prolífico suscriptor de firmas
offshore panameñas.
Los santafesinos más memoriosos no solo recuerdan a Pampa
Cheese sino también la gestión de Lopetegui al frente del directorio del
Milkaut, entre 2002 y 2003, y temen que su intención sea quebrar ahora, como
entonces con aquélla, el modelo cooperativo de Sancor. Milkaut terminó
malvendida a manos francesas en 2011, pero su declive previo y el
debilitamiento de sus socios ya habían permitido a Pampa Cheese empezar a
hacerse de materia prima más barata.
Héctor Ponce, secretario general de Atilra, destacó que el
gremio accedió a reducir hasta un 70% el "aporte patronal mensual
permanente" que brindan las empresas para la obra social, en función del
panorama que atraviesa la lechería a nivel nacional, en especial el que recibe
de SanCor, pero que las industrias exigían una mayor flexibilización:
"Primero pidieron la firma de un convenio a la baja, flexibilizándolo para
todos los trabajadores lecheros del país, y también, como condición de que el
Gobierno cediera esa suma a SanCor, que no discutamos salarios por un año,
entre otras cosas", afirmó Ponce, y graficó que "tienen un rehén que
hoy es la
cooperativa SanCor y quieren que los trabajadores paguen el
rescate", afirmó.
El pedido de reducción del "aporte solidario"
también es un reclamo de Apymel, la asociación de pequeñas y medianas empresas
lácteas que sostuvo que "Apymel y el CIL (Centro de la Industria Lechera )
están de acuerdo en mantener el aporte solidario y subsidiario del 6,5% pero
solicitan una baja del aporte extraordinario a un monto razonable entre $ 500 y
$ 750 por empleado y por mes", aclara. Actualmente, este aporte asciende a
$ 3.900.
Ponce aceptó la necesidad de discutir el convenio
colectivo de trabajo, pero afirmó que eso se tiene que dar en la discusión
paritaria, "no en el marco de una extorsión". Añadió que desde que
está al frente del gremio, "negociamos 15 acuerdos salariales y nunca
hicimos un sólo paro". Además, acusó al CIL, que incluye a la propia SanCor , de no
hacer nada para salvarla sino que "muchos de sus miembros se aprovecharon
de la situación". "Podrían haber armado algún esquema de ayuda como
que sean las propias empresas nucleadas en las cámaras quienes le vendan,
consiguiendo las garantías de cobro correspondientes, entre un 5% o 6% de su
producción a SanCor para que vuelva a tener materia prima. Es algo que se puede
hacer tranquilamente", sostuvo.
También los trabajadores de la rama lácteos del Sindicato
de Choferes de Camiones (Sichoca), que lideran Hugo y Pablo Moyano, cumplieron
"la huelga general nacional", en demanda de "la inmediata
reactivación de Sancor y la preservación de la totalidad de las fuentes de
trabajo". Además, habían adelantado para la semana próxima "una
movilización y acampe en la Plaza de Mayo".
Pablo Moyano denunció ante la prensa que la firma comenzó
a despedir en las plantas de Tucumán, Entre Rí¬os y Córdoba y que "la
semana próxima se iniciarán en la de Buenos Aires ". Moyano (h) comparó la
situación de SanCor con la que en su momento atravesó la avícola Cresta Roja ,
en "la que quedaron finalmente en la calle mil trabajadores", señaló.
Trabajadores autoconvocados
Mientras tanto, se multiplicaban las protestas de
trabajadores autoconvocados. El 27 de abril, 80 empleados de la planta ubicada
sobre calle Pedro Víttori en la capital santafesina se autoconvocaron para
montar un acampe y denunciaron que hacía más de un mes y medio que no percibían
sus haberes. "En esta planta, trabajamos 80 personas. Hoy sólo producimos
16 productos de los 160 que elaborábamos y desde hace un mes y medio que no
estamos cobrando el sueldo. No sabemos por qué el gobierno nacional no respetó
el acuerdo que hizo con Sancor y nuestro gremio, donde se contemplaba una ayuda
financiera para salir del ahogo", dijo el delegado de Atilra Santa Fe,
Cristian Alassia.
En la ciudad de Gálvez se instaló una carpa frente a la
planta y se realizaron piquetes en las rutas de acceso a la ciudad. El 28 de abril
los empleados de las plantas de Centeno y Gálvez se manifestaron al mediodía en
la ruta 34, y la
autopista Rosario-Santa Fe , donde realizaron un corte parcial
y una volanteada. El día anterior renunció el secretario general de Coronel
Gálvez, Nicanor Villafañe, y comenzó el paro por tiempo indeterminado de los
trabajadores de esa zona.
Los trabajadores de una de las plantas de Sancor que
fabrica quesos, ubicada en la localidad cordobesa de Balnearia, en el noroeste
de esa provincia, se autoconvocaron en la puerta de la fábrica para demandar
una respuesta a la crítica situación. Según denunciaron desde el miércoles 26
de abril no están trabajando en esa industria que fabrica exclusivamente quesos
duros y semiduros y están demandado "que alguien del gremio o de la
empresa se acerque para explicarnos cómo seguimos, si la planta se cierra o no,
porque nadie sabe qué hacer", manifestaron con angustia.
En esa planta trabajan unos 120 obreros, quienes tomaron
esa decisión luego de que días atrás "en forma inusual" llegaron tres
camiones y cargaron toda la mercadería posible. "Ahora nos quedamos acá,
no queremos que se lleven todo el queso que está producido", dijeron con
alarma.
La crisis de la planta de Balnearia, pueblo de unos 7.000
habitantes, también impacta en su economía. "El consumo está paralizado y
hay casi $3,5 millones mensuales menos circulando en el pueblo", dijeron.
Trabajadores autoconvocados se manifestaron en la planta de la empresa que se
ubica en la localidad de Don Torcuato para reclamar ante la desesperada
situación de no cobrar el sueldo del mes de marzo y parte de los sueldos de
enero y febrero. La asamblea espontánea, resolvió y realizó un petitorio que
fue entregado al Ministerio de Trabajo regional Tigre para que otorgue un
subsidio de urgencia que abone los sueldos adeudados.
En los últimos meses la empresa cerró 4 plantas en Santa
Fe, Córdoba y Buenos Aires, despidió 500 trabajadores y está provocando el
hundimiento de pueblos enteros que viven de la producción y la industria láctea
en toda la cuenca lechera.
Mientras millones de niños pobres disminuyeron el consumo
de leche
Se trata nada menos que de un producto de primera
necesidad para la vida e indispensable en el crecimiento de las personas, pero
que según los índices oficiales disminuyó la venta. Las plantas
industriales de Sancor procesan 1.300 millones de litros de leche por año (el
15% de la leche producida en el país). En Argentina hay alrededor de 7 millones
de niños bajo la línea de la pobreza que necesitan de este producto
indispensable para su crecimiento.
Si la patronal no es capaz de mantenerlas en
funcionamiento, que Sancor sea estatizada bajo control de los trabajadores. El
gobierno en vez de girar dinero a los empresarios que se enriquecen negociando
con un producto que todas las personas necesitan para vivir, deben girarlo
directamente a quienes lo necesitan sin intermediarios.
Las tazas de leche de millones de comedores que alimentan
a los niños en cada colegio en el país pueden ser llenadas por el producto de
las manos de los trabajadores de Sancor. Hay que exigir que se abran los libros
de contables de Sancor que teniendo ganancias extraordinarias todos estos años
quiere descargar la crisis sobre los trabajadores.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14157
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