Tiene que haber un organismo que
controle la esfera de salud y eso no pasa con las frutas, verduras y
hortalizas"
Fernando: Venimos trabajando desde hace años
en el tema de lo que es el uso de agrotóxicos en el sistema agroalimentario y
la cuestión que planteamos siempre era la perspectiva que tienen los pueblos
fumigados en el interior, con las fumigaciones aéreas y terrestres. Después nos
dimos cuenta de que era un problema en las grandes ciudades, porque muchos de
los agrotóxicos también son utilizados en los cultivos intensivos
frutihortícolas. El informe es producto de un pedido de información que hicimos
desde Naturaleza de Derechos en el cual le solicitamos información al SENASA
para que nos diga los resultados de los controles de los últimos cinco años en
los mercados de Mar del Plata y de La Plata sobre la presencia de agrotóxicos
en frutas verduras y hortalizas. El SENASA, en un primer momento, no dio
respuesta al pedido; lo cual motivó una acción de amparo y recién ahí accedió a
brindar la información con los resultados que más o menos se saben, porque tuvo
impacto en los grandes medios
corporativos. Y bueno, los resultados están a la vista: presencia de más de 20
agrotóxicos en todos los alimentos, que muestra claramente que aun cuando se
apliquen las buenas prácticas agrícolas esto es imposible, el sistema basado en
el uso de agrotóxicos es incontrolable. Hay desvíos de uso, se aplican
agrotóxicos que no están autorizados en productos vegetales. Se encontraron
cantidades que exceden los límites máximos de residuos, que también están
cuestionados. Por lo tanto, hay una permisibilidad del Estado para que se
utilicen estos agrotóxicos sin haberse evaluado debidamente los riesgos
crónicos, que es lo que está en debate.
ELM: El pedido de amparo es del año pasado, ¿tuvieron que pasar por
una serie de pasos administrativos?
F: Venimos trabajando con algunos agrotóxicos en particular,
por ejemplo: con el glifosato y el 24D, donde también hubo pedido de
información. El glifosato y el 24D son unos de los productos de mayor consumo
en la agricultura, en los cultivos del maíz, la soja. Y en el tratamiento
de los terrenos para preparar los cultivos extensivos, también son utilizados
en los cultivos de frutas, hortalizas y verduras.
En
ese caso concreto hicimos dos pedidos, a los cuales el SENASA no accedió y
tuvimos que ir a la
justicia. Fue un pedido general en cuanto a los controles del
SENASA en relación a las frutas, hortalizas y verduras de los mercados que te
indicaba anteriormente. En los tres casos nunca accedió a brindarnos la
información y, en el caso del glifosato, la acción judicial está en curso; es una
acción mucho más compleja porque ahí lo que estamos pidiendo es que el
glifosato sea sometido a una revisión nuevamente en base a lo que ha surgido
del informe de AIARC y de toda la información científica concreta que hay al
respecto.
En
cuanto al pedido de información sobre los agrotóxicos en verduras y hortalizas,
no hubo necesidad de notificar la demanda porque el SENASA al tomar
conocimiento de que se había interpuesto el amparo, para neutralizar la acción
judicial dio esa información. Aunque, parcialmente: no nos dio las cantidades
de agrotóxicos que se encontraron en cada producto vegetal.
ELM: Ni tampoco de los últimos cinco años como ustedes habían pedido,
sólo 2011 ¿puede ser?
F: Entregaron de los últimos cinco años, eso lo cumplió,
porque son dos periodos, los controles del SENASA se dividen por etapas. En
este caso es un segmento que comprende 2011 y 2013 y después está un segundo
segmento que va del 2014 al 2016 que son presentados en forma distinta. En el
primer segmento lo que el SENASA hace es mostrar los casos positivos, que
obviamente los porcentajes dieron muy altos. Para darte un ejemplo: la pera, de
309 controles, 302 dieron positivos; el 98%; y así sucesivamente con la
manzana, con la uva, con la naranja, con el apio, o sea prácticamente todas las
verduras, frutas y hortalizas dieron porcentajes muy altos. Salvo la cebolla,
la papa y otro más.
ELM: ¿Qué argumenta el SENASA para no hacer pública esta información?
F: En el caso del glifosato, lo que ellos argumentan es el
tema de que los estudios que presentan las empresas para obtener la
autorización son un secreto comercial, cosa que no es así. Pero sobre las
frutas, verduras y hortalizas no argumentaron nada, simplemente fueron
reticentes, o sea, frente a la interposición del amparo judicial, accedieron a
brindar la
información. Pero obviamente hay una actitud de ocultamiento,
es preferible que esto no se sepa. Vemos el ardid en cuanto a cómo presentan la
información del último segmento de 2014 a 2016 que justamente muestran como casos
positivos aquellos donde los controles del agrotóxico superaron lo que es el
LMR (Límite Máximo de Residuo). Ahí hay el porcentaje es mucho más bajo, pero
eso no implica que estén utilizando los mismos agrotóxicos y las mismas
cantidades que en el período de control anterior que es el de 2011 a 2013 que fue el que
nosotros informamos.
ELM: ¿Cuáles son los próximos pasos que ustedes están analizando
frente la toma de conocimiento de estos resultados?
F: Esto
forma parte de una línea de trabajo, es decir, lo primero es contar con
información, en parte ya la tenemos, tenemos un paneo de que la situación es
grave. Esto para nosotros ya era sabido. Hay estudios previos, como uno de la
Universidad de La Plata del EMISA que había hecho un control en 60 hortalizas y
también había dado un porcentaje muy alto. Después hay otros trabajos que han
hecho otras organizaciones. Ahora los pasos a seguir son, primero, obtener toda
la información sobre las cantidades que se encontraron y cuáles son las medidas
que efectivamente tomó el SENASA; tener constancias administrativas de lo que
efectivamente se hizo. Esto va a motivar el inicio de una acción penal para que
se investigue la responsabilidad de los funcionarios públicos, porque nosotros
consideramos que se han incumplido con los deberes de funcionario público: se
tendría que haber alertado a la comunidad, se tendría que haber informado. Es
algo que no se hizo nunca, ni siquiera un alerta, ni siquiera una campaña de
prevención para tomar medidas. A partir de esto, también hay que trasladarle la
responsabilidad a otro organismo del Estado que es el ANMAT (Administración
Nacional de Medicamentos y Alimentos y Tecnología), que es la que tiene control
de los alimentos y tiene que analizar si los alimentos producidos en base a
estos productos tienen presencia de agrotóxicos. Por ejemplo, las aguas
saborizadas, los enlatados, todo lo que es frutas enlatadas. Y quiero aclarar
que el ANMAT maneja otros criterios de riesgos, distintos al SENASA, por una
cuestión esencial: está dentro de la órbita del Ministerio de Salud, cuando el
SENASA responde al Ministerio de Agroindustria y sus criterios de riesgos están
basados en la sanidad vegetal y no en la salud humana. Por eso también
cuestionamos el papel y la competencia del SENASA en esta área porque
consideramos que también la evaluación de riesgo de los productos frescos
tendrían que estar bajo la órbita del ANMAT. Estamos hablando de alimentos,
tiene que haber un organismo que controle la esfera de salud y eso no pasa con
las frutas, verduras y hortalizas.
Pongo
un ejemplo: el ANMAT tiene competencia en cuestión de alimentos, también tiene
competencia en cuestión de agrotóxicos, que son los utilizados en la línea
jardín, en los viveros. El ANMAT puede autorizar, evaluar e inclusive hasta cancelar
los registros. En 2008 prohibió todos los agrotóxicos que son considerados
inhibidores de la coniferasa, está probado que afectan seriamente el sistema
nervioso; como procrifos, el diasinon. Los prohibió y eso fue avalado por el
Ministerio de Salud. Pero por otro lado, el SENASA, que tiene la competencia
sobre esos agrotóxicos pero para ser utilizados en la agricultura permite su
uso en las frutas, verduras y hortalizas que consumimos todos los argentinos.
ELM: Ustedes también están
desarrollando una campaña que promueve otra agricultura a lo que es el sistema
tóxico de transgénico, que es la campaña nacional de fomento a la agroecología.
¿Nos podrás comentar de qué se trata y qué grado de adhesión han tenido desde
el lanzamiento, en el día de la tierra el 22 de abril?
F: Efectivamente, con varias organizaciones venimos
cuestionando este modelo pero, a la par que lo cuestionamos, planteamos
alternativas, como el modelo de agroecología. Consideramos que el Estado tiene
que tomar la decisión política de empezar a avanzar en la reducción del uso de
agrotóxicos y promover y estimular las prácticas agroecológicas que son
posibles. Hay muchos emprendimientos en todo el país que demuestran que se
puede producir alimentos sanos sin uso de agrotóxicos y con los mismos márgenes
de rentabilidad que tanto le preocupan a los agricultores. Con estas
organizaciones hicimos una campaña para el Día de la Tierra para promover y
estimular la agroecología, pero desde la acción que es presentar en cada
municipio una ordenanza para que se promueva y fomente. Hubo mucha adhesión en
más de 60 localidades, a través de asambleas con vecinos autoconvocados que se
tomaron su tiempo. Nosotros pusimos dos modelos de ordenanza e información. Eso
se cumplió y se sigue cumpliendo, la idea es proyectarlo hacia adelante.
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