Biodiversidad:
clave del desarrollo sustentable del Ecuador
27 de junio de 2019
Oswaldo Báez Tobar
La diversidad biológica o biodiversidad
es la diversidad del mundo viviente, incluye los ecosistemas de una región o un
país y la totalidad de especies y genes contenidos en ellas. En la Estrategia Global
para la Biodiversidad formulada por UICN, PNUMA y WRI se define a la
biodiversidad como la totalidad de la vida en todas sus formas, niveles y
combinaciones. Según la Convención sobre la Diversidad Biológica ,
que fuera aprobado en la Cumbre de la Tierra en 1992, la biodiversidad es la
variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluido los ecosistemas
terrestres, marinos y de agua dulce, y los complejos ecológicos de los que
forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las
especies y los ecosistemas.
La diversidad genética es la variación
de los genes dentro de una especie, se aplica a las especies silvestres y
domésticas. La diversidad de especies es la riqueza de especies existentes en
una región; se mide por el número de especies y su diversidad taxonómica. En
tanto que la diversidad ecosistémica es la diversidad de los sistemas
ecológicos de un país o una región. Los ecosistemas son unidades naturales
constituidas por las comunidades bióticas y los componentes abióticos
interrelacionados e interdependientes. Son la unidad de estructura y
funcionamiento de la naturaleza.
La biodiversidad varía en cada
continente y en cada región biogeográfica de la Tierra de acuerdo a la latitud:
es mayor en la zona ecuatorial y disminuye progresivamente hacia a los polos.
El Ecuador se halla entre los 17 países
que ostentan la mayor diversidad biológica de la Tierra. En América
Latina el Ecuador, Brasil, Colombia, México y Perú son los países de
megadiversidad. De la revisión de los datos disponibles en varias fuentes se
concluye que la biodiversidad del Ecuador es una de las mayores del mundo: es
el primer país en biodiversidad relativa, es decir, por el número de especies
en relación a la unidad de superficie. En efecto, se ha registrado 18.198
especies de plantas vasculares (Pteridofitas, Gimnospermas y Angiospermas), de
éstas 17.683 son nativas y 5.400 endémicas; 1.656 especies de aves, 557 de
anfibios, 450 de reptiles, 403 de mamíferos, lo que testimonia la riqueza
faunística; además se ha identificado 91 tipos diferentes de ecosistemas: 24 en
la Costa, 45 en la Sierra y 22 en la Amazonía.
En el territorio continental del
Ecuador están representados siete biomas: bosques húmedos tropicales, bosques
secos tropicales, sabanas, matorrales xerofíticos, bosques montanos, páramos y
manglares. (Cabe precisar: en biogeografía los biomas son grandes áreas que
comparten conjuntos de ecosistemas similares en su fisonomía y función; se los
reconoce y denomina por la vegetación que es su constituyente más visible y
abarca otras formas de vida).
El Ecuador forma parte de dos puntos
calientes para la conservación de la biodiversidad mundial:
Túmbez-Chocó-Magdalena que cubre una extensa área desde la costa noroccidental
de América del Sur cubierta por bosques húmedos tropicales hasta los bosques
secos suroccidentales del Ecuador y norte del Perú; y, los Andes Tropicales que
es una de las regiones más ricas y diversas debido a la heterogeneidad espacial
que determina la presencia de las dos cordilleras andinas.
Causas determinantes de la
diversidad biológica en el Ecuador
La diversidad biológica del Ecuador
actual es el resultado de la confluencia de factores geológicos, geográficos,
geomorfológicos, climáticos, biogeográficas, evolutivos y ecológicos. Por la
ubicación tropical y andina el Ecuador reúne como ningún otro país
sudamericano, múltiples condiciones favorables a la diversificación de la vida. La proximidad al
océano Pacifico las corrientes marinas y la fuerte influencia de la hoya
amazónica contribuyeron a la formación de un mosaico de paisajes ecológicos con
diversos ecosistemas muy ricos en especies de plantas y animales. En el Ecuador
es posible encontrar en su territorio continental e insular de Galápagos una
conjunción única de paisajes ecológicos donde la vida se ha diversificado en
forma extraordinaria.
A todo lo expuesto se debe añadir la
historia biogeografica de América del Sur, territorio que en tiempos remotos
formó parte del continente del sur (Gondwana), más tarde se separó para formar
un gran continente-isla que evolucionó aislado del resto del mundo; luego se
unió con Norte América a través del istmo de Panamá, con lo cual recibió el
aporte de nuevas especies de plantas y animales provenientes del norte. En
tiempos más recientes, en el Pleistoceno las glaciaciones y su influencia en
las zonas altoandinas determinaron la formación de los refugios de flora y
fauna en las regiones tropicales, que constituyeron centros de especiación, es
decir centros de origen de nuevas especies, como los del Chocó, Napo y otros.
La colonización del territorio actual
del Ecuador por especies procedentes de las subrregiones Guayano-brasileña,
Andino-patagónica, como de Norte y Centro América y El Caribe enriqueció la
composición de la flora y la fauna ecuatoriana actual originada por procesos
ecológico-evolutivos singulares en la Costa, Sierra, Amazonia y Galápagos.
Mosaico de ecosistemas
Múltiples estudios han permitido
identificar y caracterizar los diferentes tipos de ecosistemas en territorio
continental ecuatoriano de tierra firme e insular y en el área marina. Entre
los más representativos están los bosques húmedos del norte de la Costa,
bosques secos y semiáridos del sur; bosques montanos, páramos; bosques de
tierra firme y bosques inundados de la Amazonía; ecosistemas terrestres de
Galápagos; ecosistemas oceánicos, marino-costeros, manglares; ecosistemas
lacustres y fluviales.
En resumen, múltiples causas y factores
biogeográficos, evolutivos y ecológicos configuraron la diversidad biológica
actual en una infinidad de hábitats de nuestra variada geografía; esta fue el
teatro ecológico para el excepcional drama evolutivo, que configuró la
biodiversidad actual a lo que se deber añadir la biodiversidad agrícola.
La agrobiodiversidad es el conjunto de especies de plantas y
animales que las sociedades y comunidades campesinas emplean para la producción
agropecuaria y de bienes y servicios. Representa miles de cuidadosa selección
efectuada por los pueblos y culturas precolombinas, así como de los campesinos
y agricultores de todo el país. La agrobiodiversidad es una síntesis de la
diversidad genética contenida en las células de las plantas y animales, además
es la expresión de saberes acumulados por los pobladores de la Costa, la Sierra
y la Amazonía en su larga historia de vinculación con la tierra.
La biología de la conservación y la
etnobiología destacan por igual el valor de la diversidad biológica silvestre
así como la diversidad agrícola, la agricultura alternativa… porque están
ligadas la cultura popular que es la depositaria de conocimientos y saberes de
invaluable potencial para la ciencia básica y aplicada a la producción
agropecuaria, artesanal e industrial, química y farmacéutica. La diversidad
biológica tiene un casi ilimitado potencial de productos y la biotecnología
depende en último término de la biodiversidad silvestre y agrícola.
Valor ecológico. El mantenimiento del
equilibrio ecológico asegura la calidad del ambiente en condiciones aptas para
todos los seres vivos y para el ser humano. Esto incluye la estabilidad
climática, la provisión de bienes esenciales como el agua, aire, suelo,
plantas, animales, microorganismos y sus funciones ecológicas y ambientales
como se explica a continuación.
Funciones ecológicas y
ambientales
Funciones ecológicas:
-Asegura la continuidad de la vida.
-Mantiene los procesos ecológicos, provee diversidad de rutas por las que se
llevan a cabo interacciones entre los seres vivos y el medio abiótico. -Provee
hábitat y nicho a la flora, fauna y microorganismos. -Mantiene la estructura de
los ecosistemas, su estratificación y bioarquitectura. -Mantiene la diversidad
de especies y la variabilidad dentro de ellas. A este proceso contribuye la
polinización de las plantas que favorece su reproducción. -Asegura la
interacción con otros ecosistemas. -Ofrece refugio para especies migratorias.
Funciones ambientales:
-Regulación de los gases de la
atmósfera y regulación del clima (a través de la absorción de los gases de
efecto invernadero). -Protección frente a inundaciones, tormentas, tsunamis…
por la presencia de vegetación, bosques, manglares. Provisión de agua mediante
la retención y almacenamiento, como ocurre en los páramos y bosques montanos.
-Control de la erosión del suelo causada por el viento y la escorrentía.
-Mantenimiento de los ciclos de nutrientes y la cadena alimenticia. -Provisión
de alimentos y materia prima para la artesanía e industria… -Reserva de
recursos genéticos, semillas, genes… -Escenarios naturales para la recreación y
turismo de naturaleza.
Por todo esto es necesario conservar
los sistemas ecológicos que son los únicos sistemas sustentadores de la vida,
pues son las unidades naturales que permiten la reproducción de la vida y su
evolución. Si no se conservan los ecosistemas no se podrá conservar las especies
vivientes, ni su diversidad genética, tampoco el agua o el suelo… Además, se
debe conservar las ecorregiones porque son las unidades naturales más grandes
formadas por conjuntos de ecosistemas geográficamente relacionadas que
participan de procesos naturales comunes y de cuyas interacciones depende su
permanencia en el tiempo.
Todo lo expresado tiene alto valor para
la planificación de desarrollo sustentable del país; empero, desde una
perspectiva integral se debe advertir que la economía ambiental reduce a la
biodiversidad a solo una parte del “capital natural”, y, al ciclo de la materia
y al flujo de energía en los ecosistemas a meros “servicios ambientales”. Este
enfoque implica una concepción mecanicista de la vida que es inaceptable en el
marco de la ciencia ecológica y la filosofía ambiental.
La diversidad biológica es la mayor
riqueza del Ecuador y un recurso verdaderamente estratégico para enfrentar los
desafíos del presente siglo, porque es un recurso renovable, lo que no son los
recursos del subsuelo. Ante esta disyuntiva el pueblo ecuatoriano debería ser
consultado sobre la opción del futuro del país: la conservación la diversidad
biológica o la minería a gran escala y a cielo abierto, que no toma en cuenta
los pasivos ambientales. Se impone, pues, una consulta nacional sobre este tema
de vital importancia.
Bibliografía
Quito, 27 de junio 2019,
Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/200685
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