Rita Segato en Chile: “Los crímenes contra
las mujeres no son motivados por el odio, son de orden político”
9 de junio de 2019
La
antropóloga feminista realizó una interesante exposición de su trabajo
investigativo, desmitificando las nociones comunes sobre violencia contra las
mujeres: «El violador no es un enfermo, anómalo (…) no es un tipo raro, es una
persona completamente normal que en su acción expresa un contenido que está en
la sociedad», señaló.
Por Desinformemonos
El
pasado lunes, en medio de un intenso frío, las feministas chilenas tuvieron la
oportunidad de conversar con la antropóloga Rita Segato.La
investigadora fue invitada por la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres
y se hizo presente a partir de las 18 horas en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Chile, donde un grupo de mujeres la esperaban atentas.
Con la
interpretación en lengua de señas de Macarena Nieto, la transmisión por streaming de la conferencia
amplió la reflexión para aquellas feministas sordas, de regiones o de otros
espacios alejados de Santiago que no pudieron asistir a la cita con Segato.
Semanas antes, las mujeres se pasaron el dato por distintas vías, tal como
ocurrió con la visita de Silvia Federici en noviembre del año pasado. Al igual que la
filósofa italiana, la antropóloga argentina es una de las voces imperdibles
para el movimiento.
Segato
comenzó el encuentro contando una anécdota sobre su cercanía con Chile. “En
nuestras conferencias podemos darnos estas licencias”, precisó, antes de
detallar que su madre -nacida en la Pampa argentina en 1913- fue alimentada por
una mujer negra chilena.
“La
amamantó una mujer negra chilena que según ella se llamaba Marcosidée Valdivia.
Si alguien tiene registro de una familia negra llamada Valdivia, bueno, de esa
leche vengo yo”, remató, causando risas. “Hay una memoria que viene de la
sangre, de la leche, por eso siempre cuando vengo la manera de hablar me
emociona profundamente, como si tuviera una pertenencia acá, es raro”, añadió
antes de partir la reflexión sobre su trabajo teórico.
A
mediados de los 70, la investigadora realizó un análisis en una cárcel de
Brasilia (Brasil), donde analizó a un grupo de hombres condenados por violación.
A raíz de esas conversaciones surgieron ideas que desarrollan una perspectiva
sobre la violencia contra las mujeres.
“Es un
un tipo de violencia que no tiene una razón instrumental, utilitaria inmediata. Puede
uno que otro feminicidio sea para quien quiera heredar la fortuna de una mujer,
pero la mayor parte de los casos que conocemos son crímenes expresivos:
contienen un discurso de los hombres al mundo. Son enunciados de algo, más que
actos violentos para obtener algo”, explicó.
En
específico respecto a los delitos sexuales, la investigadora señaló que se
trata de “agresiones por medio sexual, donde la sexualidad se vuelve un arma de
guerra, que va a destruir no solo el cuerpo de las mujeres sino también sus
lazos comunitarios, provocando una desconfianza y una falta de fe completa en
la vida en las sociedades”.
“El
violador no es un enfermo, anómalo (…) no es un tipo raro, es una persona
completamente normal que en su acción expresa un contenido que está en la
sociedad”, añadió la investigadora feminista, recordando el caso de una anciana
de 73 años que llegó a denunciar su violación y murió en la comisaría. Casos
como este, a juicio de Segato, nos retiran del “error del sentido común de que
la violación responde a la líbido masculina, al deseo, a la necesidad de un
servicio sexual por la fuerza”.
La
antropóloga explicó que este tipo de reflexiones llevan a la sociedad a
encogerse de hombros: “Y bueno, los hombres son así, son cosas inamovibles de
la naturaleza”, sostuvo. En este mismo plano, Segato recalcó que rechaza la
calificación de la violencia contra la mujer como crímenes de odio: “Yo no hablo
de crímenes de odio, no acepto atribuir los crímenes de las mujeres a un
malestar emocional pasajero. Son de orden político”, precisó.
En el
mismo plano, recalcó que “la agresión sexual contra las mujeres es en realidad
un arma política con la cual se profana el cuerpo femenino” y recordó que la
primera toma territorial en las comunidades humanas fue la subordinación de
estos cuerpos: “Algo que lo demuestra es la dimensión planetaria del mito
de origen que habla de la mujer desobediente que tiene que ser castigada. Si
fuera un orden natural no sería necesaria la narrativa”, sostuvo.
La implantación del pensamiento de mujeres y feministas
Rita
Segato dedicó varios minutos de su exposición a la crítica sobre el rol de los
medios a la hora de hablar de violencia. En su exposición aseguró que han
transformado la agresión de género en un espectáculo en el que el agresor
“aparece como un monstruo, pero un monstruo potente y eso es emulado”.
“Es
urgente el llamado a las escuelas de comunicación y a los editores de los
grandes medios de comunicación a una conversación para revisar la forma en que
se publican las agresiones de género, porque están llevando a la réplica”, argumentó
la antropóloga argentina.
Al
mismo tiempo, la investigadora también planteó reflexiones y desafíos al propio
movimiento de mujeres, recalcando que “una ética feminista consiste en todos
los días tratar de neutralizar algo que es casi automático, que es dirigirnos a
los hombres como un interlocutor privilegiado. Es difícil
porque somos socializadas patriarcales”.
También
recalcó que no es buena idea aislar el problema de la violencia, como si fuera
un tema que importa sólo a las mujeres: “Le damos el plato lleno a los
agresores. Un problema del movimiento feminista es la minoritización. Creer
que el problema es particular, de las mujeres, cuando es de la sociedad entera.
Eso hay que desmontarlo. Desbaratar el patriarcado es un trabajo diario”.
Segato
también planteó sus diferencias ante eslóganes feministas que se van
transmitiendo sin generar una reflexión profunda. Por ejemplo, respecto a la
consigna “lo personal es político” y al despliegue del movimiento #MeToo en la
opinión pública, que a su juicio pone en el Estado y en la justicia la
responsabilidad de todo: “Entregar a los abogados, al Estado, la gestión de
nuestros deseos y la vida es muy infeliz. Es necesario que entre personas
podamos negociar (…) Primero cambia la sociedad, después cambia el Estado”,
manifestó.
Cerrando
con una reflexión optimista de los tiempos que corren, la investigadora recordó
que “nuestros antagonistas de proyecto histórico nos están diciendo hasta dónde
estamos llegando, la importancia y el peligro de lo que hemos instalado, que fue
la implantación del pensamiento de mujeres y feministas”.
Al
mismo tiempo, defendió la importancia de la politicidad femenina como gestión
de vida en clave feminista para el futuro: “¿Qué es una política? Una gestión
de lo colectivo y eso, nosotras lo hemos hecho siempre y eso es lo que ha
saltado a las calles”, alentó.
En
medio del grito feminista que anuncia que el patriarcado se va a caer, la
antrópologa se despidió posando junto a los pañuelos verdes símbolos de la
lucha por la despenalización del aborto de México, Argentina y Chile. Este
jueves, Segato inició su día realizando un recorrido por el Museo de la Memoria
y mañana miércoles 5 de junio volverá a participar de un encuentro abierto, en
la conferencia “Patriarcado y Violencia Hoy”, que se realizará a partir de las
18 horas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
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Fuente: https://www.anred.org/?p=116472
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