Seguridad o soberanía alimentaria
26 octubre 2017
Las administraciones gubernamentales
no brindan seguridad alimentaria a las comunidades marginales. La desnutrición
a causa de la pobreza va en aumento.
El
concepto de Seguridad Alimentaria surge por primera vez en 1943 en la reunión
de Hot Springs, Virginia, Estados Unidos, donde cuarenta y dos países se
reunieron para discutir, entre otras cosas, el manejo de los excedentes de
producción de alimentos básicos. Pero también ese año hizo su aparición en los
foros internacionales el tema de la seguridad alimentaria abordado desde una
perspectiva económica, es decir, ligada al mercado.
La
pobreza alimentaria y nutricional en el mundo oscila alrededor de mil millones
de personas; tan solo en México el Inegi reporta alrededor de 9 mil personas
fallecidas por hambre y desnutrición cada año.
La
FAO, en 2002, instrumentó en México un programa piloto llamado “Programa
Especial de Seguridad Alimentaria”, conocido por sus siglas como “PESA”, y que
años después, en 2016, se expandiera a todo el país con el propósito de resarcir el problema alimentario de
las familias de zonas marginadas y muy marginadas con pobreza alimentaria,
a través del desarrollo de capacidades e inversiones en infraestructura por
grupos multidisciplinarios altamente rotativos en sus integrantes, y ajenos a
las comunidades llamados Agencias de Desarrollo Rural. Con sus 15 años de
existencia, el hoy llamado “Proyecto Estratégico Seguridad Alimentaria”, ha
quedado lejos de cumplir sus expectativas, a pesar de que, de 2007 a 2017, el Presupuesto
de Egresos de la Federación ha destinado más de 25 mil millones de pesos a una
estructura obesa, con enormes gastos para su operación y con resultados
desalentadores. La pobreza alimentaria sigue aumentando,el Coneval reporta un aumento de 2
millones más de pobres en la actual administración. Pocos han sido
los ganadores en el PESA, mayormente los proveedores y los dueños de las
Agencias, generalmente, jugando el doble rol de capacitador deficiente y
proveedor de equipos e infraestructura de dudosa calidad y precios elevados,
con una estrategia de intervención exterior, opacidad en la operación y
paliativos que no reconocen a los habitantes comunitarios como sujetos
colectivos con derechos.
Con
las políticas neoliberales, el hambre y la malnutrición crecen, no por ausencia
de alimentos, sino por ausencia de derechos; por ello, surge un nuevo
paradigma, la soberanía alimentaria como una construcción social y cultural, y
reclamo mundial del movimiento campesino, concepto introducido con mayor
relevancia en 1996 por Vía Campesina.
Fuente: https://viacampesina.org/es/seguridad-soberania-alimentaria/
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