Nación Mapuche. Héctor Llaitul, vocero de la CAM: «Si nos definimos como mapuches autonomistas y anticapitalistas, necesariamente
hay una opción por el antiimperialismo»
Nicolás Romero / Resumen Latinoamericano / 28 de julio de 2019
Estuvimos conversando con Héctor Llaitul, emblemático líder
mapuche vinculado a los sectores autonomistas del movimiento mapuche, quien se
dio el tiempo para hablar sobre violencia política en Wallmapu y sobre
CHEM KA RAKIDUAM el libro donde la CAM sistematiza sus experiencias políticas a
dos décadas de su nacimiento. Nos lo topamos en un acto de apoyo a la República Bolivariana
de Venezuela realizado en la embajada de este país en Santiago, por lo que
aprovechamos de profundizar en las posiciones de la CAM sobre el conflicto que
atraviesa nuestro continente.
Chem
Ka Rakiduam
-¿De
qué trata el libro Chem Ka Rakiduam?
Inicialmente, la idea era hacer una
compilación de una serie de artículos que hemos ido elaborando en el tiempo
sobre el pensamiento y práctica de la CAM. El libro está dividido en dos partes,
pensamiento y acción. Por un lado, está lo que son nuestros planteamientos
teóricos o paradigmáticos, digamos, de la lucha mapuchista. Está la propuesta
política nuestra; el proyecto político-estratégico de la CAM, y todos sus
contenidos y alcances en distintos periodos, incluso, de lo que nos ha tocado
en estas dos décadas ya de lucha. Y enseguida, hay una parte que tiene que ver
con la práctica política, que es lo que nosotros hemos denominado líneas de
acción de nuestra organización. Contiene relatos inéditos sobre acciones
político-militares desarrolladas en estas dos décadas.
Más allá de la experiencia con el
control territorial, conocidas en base a las recuperaciones de tierras y de las
actividades productivas mediante las que nos vamos reapropiando de los espacios
para reincorporarnos al mundo mapuche; el libro contiene testimonios sobre la
lucha contra las faenas forestales, es en definitiva el combate en el territorio contra el
extractivismo. Y en ese contexto nos hacemos cargo de la violencia
política. Ejercemos,
ciertamente, acciones directas; principalmente, acciones contra el
capital y contra el empresariado comprometido en zona de conflicto. Hay
entonces, una serie de relatos que están precisamente contados por sus propios
protagonistas, que son Weichafe o guerreros mapuche. Nunca antes se había
relatado este tipo de experiencias al menos desde el Movimiento Mapuche
Autonomista.
-En
el libro “Weichan, conversaciones con un Weichafe”, se relata el carácter
espontáneo de la quema de camiones que dio origen al levantamiento de Lumaco en
1997 y que surge en parte como reacción al carácter racista de las fuerzas de
ocupación forestales. ¿Qué continuidad existe entre dichos relatos y los
contenidos en Chem Kam Rakiduam?
«Weichan», es un concepto que podría
asemejarse al concepto de guerra. Pero para los mapuches, entendido como concepto plural, amplio,
tiene que ver con convocar, autoconvocarse para defender lo propio. En el libro
que se encuentra pronto a ser lanzado queremos dar cuenta de alguna manera de
los alcances que ha tenido la lucha mapuche en el último tiempo.
Porque ciertamente, cuando surge la CAM
con esa acción de la quema de camiones y la lucha frontal en contra de las
forestales, ahí se expresa claramente el sentido que tenían las acciones, y
cómo se desarrollaban en su momento, y que tiene mucho que ver con el dolor,
con la rabia, el agravio con el que cargamos los mapuche. Por el racismo, por
la discriminación, por la negación, por el olvido, la pobreza, la miseria. Entonces ,
obviamente las acciones de Lumaco grafican así espontáneamente lo que significó
para nosotros ser tratado de esa forma. Y por lo tanto, la acción surge
como algo muy espontáneo, muy de adentro, muy de piel, muy del cuerpo, muy del
alma.
A su vez 10 años después, muere Matías
Catrileo y su muerte significó un salto cualitativo en algunos aspectos de cómo
se viene desarrollando esta confrontación. Fue ahí que tomamos la decisión de
ya no más entrar de forma espontánea a un predio a modo de montoneras y que
teníamos que entrar a especializar a los grupos organizados, para confrontar
al enemigo que también es organizado y directo. Y ahí, surgen los que se
conocen hoy como los Órganos de Resistencia Territorial (ORT), que son
precisamente estas instancias orgánicas, que se encargan de aplicar el método
de la violencia política. Es con el asesinato de Matías Catrileo, que se toman
los discursos, se toman nombres y empieza la discusión sobre en qué
ámbitos se van a mover, y cuáles van a ser sus campos de acción. Bueno, y han
pasado 20 años.
Y hoy día, el conflicto mapuche es una
realidad, gracias a las expresiones de las ORT mapuche e inclusive más
allá de la CAM como propuesta política es el pueblo mapuche en un acto de
insubordinación el que se va expresando, reforzado con las acciones
espectaculares de las ORT. Las ORT, han constituido un sujeto político en el
Wallmapu. Y los diversos ORT, se han ido masificando, cualitativa y
cuantitativamente a través de su expresión que es de resistencia, las cuales
están muy arraigados en el mundo mapuche, en las comunidades, y en el pueblo
mapuche en general y no sólo por su efectividad operativa con los sabotajes,
sino porque son eminentemente simbólicas y culturales.
-¿Cómo
se aborda en el libro la figura del Weichafe y de los ORT?
Lo primero que debemos decir es que el
weichan ya está instalado, y que dentro del weichan, el Weichafe ha cobrado
notoriedad, porque se ha transformado en un actor político. Más allá, incluso,
de otros personajes, u otros símbolos. Por lo tanto, no podemos sustraernos a esta
realidad, de que el Weichafe, y la reposición del weichan, ha significado un
salto cualitativo en la lucha mapuche. O sea, si hoy día los gremios, si hoy
día las forestales, o el empresariado comprometido en zona de conflicto, ha
solicitado una especie de tregua a la CAM y a otras organizaciones en
resistencia, es por la acción de los ORT.
Es por la acción de sabotaje, que se
han venido desarrollando permanentemente, y que les ha impedido tener un
desarrollo respecto de su forma de industrializar el extractivismo en una zona
de conflicto. Por lo tanto, hay aquí un más allá de las experiencias de control
territorial, ahí hay un punto de inflexión que tiene que ver con el conflicto
en sí, hoy día. Y si hay, está entre comillas “obsesión” de los detentores del
poder, por perseguir y desmantelar a la CAM, que de alguna manera también
obliga a que negocie y trance, tiene que ver con las expresiones de resistencia
que se dan en este sentido.
Lo
central aquí, es que la importancia del libro radica en situar en su justo
momento la situación política de Wallmapu, contextualizadas en su momento
histórico. Las expresiones de lucha, hoy en día tal cual se están dando, hay
acciones muy fuertes, y acciones, que implican la presencia de grupos
organizados y armados mapuche, y esto no podría quedar fuera del registro
histórico. Es una realidad, y hay que dar cuenta de aquello, y esto debe
hacerse con responsabilidad y altura de miras. Como organización, nosotros
vamos a visibilizar sus alcances y sus contenidos, más allá de su
reivindicación puntual. Y también, tiene que ver con que la prensa, la
historiografía, o los distintos especialistas que se hacen cargo del conflicto
mapuche, no deben dejar de lado, la presencia de distintos órganos de
resistencia que están hoy día operando, y que son parte de la lucha política
que lleva el pueblo-nación mapuche. Por lo tanto, eso es lo que queremos
representar en la propuesta, en el libro, y con la idea de generar una
discusión, porque nosotros no tenemos ningún reparo ni de qué avergonzarnos,
dar cuenta de que el pueblo mapuche tiene todo el derecho a la rebelión, el
legítimo derecho a la resistencia. El pueblo mapuche, tiene el legítimo derecho a contar con su
fuerza militar. Así como fue en antaño y precisamente, lo que le permitió ser
conocido en el mundo como un pueblo independiente, soberano y heredar lo que
hoy día nosotros somos, un Pueblo Nación originario. Nosotros no existiríamos si no
hubiesen existido los militares mapuche, nuestros, futakeche kuifi pu Weichafe,
para todo lo que fue la defensa de los territorios.
-¿Qué
rol la otorga la CAM a la violencia política en la actualidad?
Somos un pueblo ocupado, despojado,
expoliado territorialmente y de todos sus recursos. Por lo tanto, nuestro
diagnóstico es que en ese contexto seguimos viviendo bajo un sistema de opresión,
con un sistema y un régimen de ocupación de tipo colonial. Por lo tanto, existe una respuesta
casi natural frente a ese tipo de violencia, que es de tipo estructural y de
tipo simbólica, que es discursiva, y también de tipo fáctica y militar. De
hecho, en el actual escenario, a raíz del alza que ha tenido la movilización
mapuche, en pos de sus derechos, principalmente históricos, de territorio, de
autonomía, la respuesta del Estado ha sido de mayor violencia. Se ha definido
al pueblo mapuche como un enemigo interno, a quien hay que combatir de forma
político-militar.
A su vez la arremetida del capital en su forma estructural, también
es violenta, toda vez que continúa con la expoliación y depredación de los
territorios ancestrales. Y esto, no tiene un freno por la vía o por los
mecanismos institucionalizados, o los mecanismos estatales correspondientes.
Por lo tanto, la respuesta y la solución pasa por hacer frente, a través de la
acción directa a este tipo de agresiones y de arremetidas. Entonces nos hacemos
cargo del momento histórico y hacemos definiciones que dice relación con
ejercer, no sólo en el ámbito de la reconstrucción nacional, también en el
ámbito de la resistencia, acciones concretas. Son acciones que contribuyen, y son
parte del proceso de acumulación de fuerza que ha definido el movimiento
mapuche autonomista también. Y esto, deja muy en claro que nosotros no somos
los únicos que ejercemos este accionar. O sea, no somos los únicos que nos
hacemos cargo de ejercer violencia, política, para la consecución de nuestros
objetivos. A la CAM se le conoce por ser parte del Movimiento de Recuperación
Territorial y Política, se le conoce por ser, por estar detrás de las acciones
directas, principalmente, de acciones incendiarias que tienen el carácter de
sabotaje, pero también, se le está conociendo a la CAM, por ser una de las expresiones
autonomistas, que está levantando una propuesta de liberación nacional mapuche,
elemento central de todo nuestro quehacer y nuestra teoría como organización.
Agresión
imperial y Wallmapu
-Te
queríamos preguntar sobre la escalada de violencia a escala regional. Vemos,
que hay un gran conflicto global entre Estados Unidos y China y sus aliados, un
retroceso de Estados Unidos en Medio Oriente y un vuelco y profundización de la
política imperialista hacia Latinoamérica. ¿Cómo crees tú que la situación de
violencia que existe en el Wallmapu ocupado, se altera, se profundiza o se
mantiene, a partir de este giro de la política norteamericana?
La
situación actual del capitalismo en el mundo, creemos dice relación al menos en
esta parte, con lo que se conoce como la ocupación por desposesión de los
territorios. Porque una
vez, ya ocupados mayoritariamente, toda la territorialidad para la explotación
indiscriminada de los recursos, aún se persisten con nuevos megaproyectos.
Principalmente, en lo que respecta a monocultivos, centrales hidroeléctricas,
mineras, que arremeten contra comunidades y otros colectivos. Y esto, ha
ido agudizando la contradicción en el último periodo. De hecho, el conflicto
mapuche empieza a reflotar con la presencia de las centrales
hidroeléctricas en el Alto Bío Bío. Y también hace crisis con la política
extractivista de los monocultivos y la industria forestal. Hoy en día existe un estado de beligerancia
entre el Estado chileno, el Estado argentino frente a la nación mapuche, que se
explica porque el sistema capitalista a nivel global y a nivel local, están en
una etapa de reconversión, que ha agudizado las contradicciones.
Estas
políticas van en la dirección de mayor represión, criminalización, y
militarización contra el movimiento mapuche, sobre todo del Movimiento Mapuche
Autonomista y de aquellos, que nos definimos bajo definiciones
anticapitalistas. Esta agudización de contradicciones, ciertamente lleva a un
escenario de confrontación, de guerra de baja intensidad en contra del
movimiento mapuche organizado, y que plantea perspectivas de transformación.
Por lo tanto, el orden de los acontecimientos lo va a ir indicando la economía,
a nivel global. Estos
tratados, estos grandes esquemas comerciales, van condicionando a los gobiernos
en el Cono Sur, para una arremetida no sólo en el Wallmapu, sino que en el
conjunto de lo que es la región para la apropiación aún más intensa de los
recursos que se ambicionan de parte de corporaciones transnacionales. Esta realidad ha significado ciertamente, una
derechización de un tipo de gobernanza en la región. Ahora , esto
significa un desafío para los movimientos revolucionarios en general, y para el
pueblo mapuche, que tiene en sus expresiones más comprometidas con las causas
de transformación autonomista, revolucionaria y anticapitalista, como se
plantea desde la CAM.
En este contexto prevemos un escenario de mayor confrontación,
donde la militarización está instalada, y los procesos de persecución y
criminalización están en marcha. Eso,
explica los mecanismos que siempre se han utilizado, y que contravienen
normativas internacionales respecto a Derechos Humanos, como la aplicación de la Ley Antiterrorista ,
los montajes como el Caso Huracán, y otros que van graficando el compromiso del
Estado, para salvaguardar los intereses de los poderosos. En este contexto, el
movimiento mapuche autonomista, y principalmente, el movimiento mapuche
revolucionario, hacemos esfuerzos por dotarnos de un mayor anticapitalismo en
nuestras definiciones, y de cómo esto se expresa en la lucha por la autonomía.
Con el
libro queremos dar cuenta de aquello. O sea, exponer básicamente cuáles son
nuestras posiciones en el escenario actual. En el corto y mediano plazo, para
una lucha de tipo territorial y autonómica. Entonces obviamente estamos muy
atentos al devenir de los esquemas a nivel de la intromisión del imperialismo
norteamericano, con sus propuestas económicas en el Cono Sur. Y ciertamente, ahí hay una
posición al respecto, si nos definimos como mapuches autonomistas y anticapitalistas,
necesariamente hay una opción por el antiimperialismo. Y por eso, acompañamos todas
esas luchas; acompañamos la lucha del pueblo venezolano que resiste frente a la
intromisión, a la injerencia, y también respecto a todos los sectores que se
sienten representados por luchas justas, por la soberanía y la
autodeterminación de los pueblos.
La CAM y el Estado
-¿Qué
relación pretende la CAM construir con el Estado?
Nosotros reivindicamos el concepto de
nación, que es un concepto anterior a la formación y a la creación de esta idea
de Estado. El pueblo
mapuche, hay que entenderlo dentro de esta concepción de pueblo-nación. Para nosotros, hoy día lo central es la reconstrucción de
la nación mapuche. Y eso pasa, con el rompimiento con las estructuras de
dominación. Ahora, cuando nos plantean ser parte del Estado, ciertamente desde
la CAM o desde los sectores más comprometidos con la autonomía revolucionaria,
no es parte de nuestra propuesta, aunque éste sea definido como un Estado plurinacional. Pero hay aquí un proceso en
marcha, que en su momento tendrá que ser bien definido y redefinido, respecto
de los alcances de nuestra propuesta política, de cómo se va a dar la reconstrucción
de nuestra nación. En el pasado la nación mapuche mantuvo un tipo de soberanía
con independencia, con autonomía. Por lo tanto, lo que nosotros planteamos es
la construcción o liberación nacional, si eso significa, que en algún momento
planteemos la independencia de la nación mapuche, lo vamos a hacer. Pero para
eso, falta todavía una correlación de fuerzas necesaria. Nosotros, no estamos planteando ser parte
del Estado chileno.
Hay propuestas, que tienen que ver con
la inclusión, con la integración, estas las consideramos un derrotero para la
casa mapuche. Otras propuestas, que tienen que ver con un tipo de autonomía
regionalista o federativa, y a su vez ser parte del Estado. Hay también un
planteamiento de plurinacionalidad, pero que también es de integración y subordinación. En el fondo nuestro proyecto
político, es la reconstrucción de la nación mapuche. Y eso implica, todo lo que
hemos ya dicho respecto de autonomía
que es independencia política, orgánica, ideológica, cultural; la construcción
de un pensamiento propio, una propuesta política mapuchista. Y es por eso, que
nuestra lucha principal hoy es de tipo territorial, como elemento necesario
para la autonomía, y lo
que hacemos es desde ya, desarrollar la autonomía en los hechos, de facto,
confrontando con el Estado, confrontando con la institucionalidad opresora, y
por eso también, esta idea fuerza de la acción directa como elemento central en
nuestra práctica política porque esto nos va a llevar a un tipo de autonomía
revolucionaria, que ciertamente va a confrontar con el poder.
La
CAM y las izquierdas
-¿Cómo
la CAM concibe el marco de alianzas entre los sectores mapuches autonomistas y
el campo de las izquierdas anticapitalistas en Chile?
Bueno hay que conversar, hay que
debatir y discutir mucho todavía, acercar posiciones. Como organización hemos
participado de algunos debates que se dan en general y otros que resultan más
específicos cuando se nos invitan, en los que se plantea como hacer una alianza
del pueblo Nación Mapuche con las izquierdas. Ciertamente nuestra propuesta no
tiene un horizonte hacia el socialismo visto desde el prisma de la izquierda
clásica. Nuestra propuesta es de la reconstrucción Nacional
del Pueblo Mapuche.
Aquí hay mucho que discutir al respecto
por eso no es llegar y avanzar en acuerdos y definiciones solo por estar en una condición de oprimidos. Hay
definiciones que tienen que ver con el anticapitalismo otras que tienen que ver
con reconstrucción y las autonomías, y de las cuales podemos converger en algún
sentido. Pero por ahora sostenemos que los procesos debieran tener sus propios
cursos, y nosotros generando una fuerza propia mapuche. Y en algún momento la
convergencia se va a dar también en un orden-estratégico porque el enemigo es
común y tiene que ver con el Estado capitalista y el sistema de dominación, es
la oligarquía histórica que es el pilar fundamental dentro de lo que es la
dominación y es la que nos tiene en un estado de injusticia no solo al Pueblo
nación mapuche, sino que también a diversos sectores de la sociedad chilena,
tanto del campo popular como de los oprimidos en general.
Nosotros no tenemos una propuestas de
alianzas por ahora ya que estas y sus tácticas deben basarse en una mayor comprensión respecto de lo que es
la lucha emancipatoria mapuche. Todavía hay mucho camino que recorrer en ese sentido. Para la CAM
no es antojadizo plantearnos la reconstrucción nacional desde la manera en como
lo hacemos es decir de forma autonomista revolucionaria pero por sobre todo
mapuchista que es lo más complejo en la comprensión de los no mapuche y del
mundo de la izquierda.
Lo mapuchista tiene que ver con esta dimensión de la causa
que implica la reconstrucción de nuestro mundo y es desde un ámbito de la
espiritualidad de una religiosidad propia de elementos idiosincrático y
cosmovisionario que nos han pertenecido desde siempre y que al parecer le hacen
contrasentido a esta mirada de tipo estructuralista que tiene la izquierda
tradicional.
Pero desde esta visión, en que concebimos
la relación hombre-tierra, como sagrada, hacemos un llamado al entendimiento de
las diversas expresiones ideológicas en torno a la defensa de la Mapu y sus
recursos y a la reconstrucción de un tipo de sociedad basado en la justicia
social y que por lo tanto hay que iniciar un debate necesario con la izquierda
revolucionaria para lograr procesos de convergencia en la lucha de los pueblos
por la
autodeterminación. Esperamos que el libro Chem Ka Rakiduam
ayude a profundizar esa comprensión y este debate con las izquierdas anticapitalistas.
Por ahora con el Feyentun mapuche
decimos Weuwaiñ.
Revista de Frente
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/28/nacion-mapuche-hector-llaitul-vocero-de-la-cam-si-nos-definimos-como-mapuches-autonomistas-y-anticapitalistas-necesariamente-hay-una-opcion-por-el-antiimperialismo/
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