“No vamos por el buen camino para erradicar el
hambre de aquí a 2030”
El hambre en el mundo,
flagelo que condena a
821 millones de personas.
12 de septiembre de 2018
Por Sergio Ferrari (Rebelión)
Las personas subalimentadas o con falta crónica de alimentos,
aumentaron estos últimos tres años a nivel planetario: 821 millones contra 804
millones en 2016. Se cae, así, a los niveles de una década atrás, en lo que
constituye ya un retroceso civilizatorio preocupante. Una de cada 9 personas en
el mundo se confronta a este flagelo que golpea directamente, también, a 150
millones de niñas y niños que presentan ya síntomas de atraso en su
crecimiento. La situación, empeora en particular en América del Sur y en
África.
De ese total, 256 millones de personas se
encuentran en África; 515 millones en Asia; 39 millones en América Latina y el
Caribe; 2.8 millones en Oceanía y un poco menos de 28 millones en América
septentrional y Europa.
Así lo afirma el último Informe El estado de la seguridad
alimentaria y la nutrición en el mundo –con
cifras actualizadas hasta 2017- presentado el martes 11 de septiembre por la
Organización de las Naciones Unidas y elaborado en colaboración por la FAO
-organización para la Alimentación y la Agricultura-, el Programa Mundial de
Alimentos, UNICEF, la
Organización Mundial de la Salud y el Fondo Internacional de
Desarrollo de Alimentos (FIDA). El mismo lleva como subtítulo: Fomentando la resiliencia
climática en aras de la seguridad alimentaria y la nutrición.
El informe divulgado por la FAO subraya que
los fenómenos climáticos juegan un impacto esencial en este drama, en particular
los cambios meteorológicos extremos como sequías excesivas o inundaciones
incontrolables. Sin embargo, los conflictos, las situaciones de guerra y
ausencia de paz así como las crisis económicas, con su secuela de pobreza y
marginalidad, tienen impactos dramáticos.
Las temperaturas anómalas, con tendencia al
aumento, en el periodo 2011-2016, que provocaron periodos más frecuentes de
calor; así como el inicio tardío o temprano de las lluvias con sus
implicaciones directas en la agricultura, constituyen una causa esencial de la
malnutrición.
La desnutrición aguda infantil sigue siendo
muy alta en Asia, según las cifras publicadas. Uno de cada 10 menores de cinco
años tiene bajo peso en relación con su estatura. Realidad que en América
Latina y el Caribe afecta a uno de 100 infantes.
La situación de las mujeres en condiciones de
maternidad es calificada como “vergonzosa” por el Informe. Una de cada tres
mujeres en edad reproductiva se ve afectada por anemia, con consecuencias
tremendas para su propia salud, así como para la de sus hijos. La tasa de
lactancia materna en África y Asia es 1.5 veces más alta que en América del
Norte donde solo el 26% de los lactantes menores de seis meses recibe
exclusivamente leche materna.
Los datos publicados ponen en gran duda la
posibilidad de avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible aprobados por la comunidad internacional, que contemplaban alcanzar
el “hambre cero” en el mundo en el año 2030.
En sus recomendaciones, la ONU convoca a la
comunidad internacional a “romper el ciclo intergeneracional de la
malnutrición”. Priorizando los grupos más vulnerables: lactantes, menos de 5
años, infantes en edad escolar, muchachas adolescentes y mujeres. Llama a “un
cambio sostenible” hacia la agricultura atenta a la nutrición y convoca a
implementar políticas que promuevan la adaptación y mitigación del cambio
climático y la reducción del riesgo de los desastres naturales.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246391
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