De la salud como derecho a la salud como
caridad
8 de septiembre de 2018
En el Enredando las Mañanas
entrevistamos a Jorge Yabkowski, de la Federación de Gremios de Profesionales
de la Salud, por el abrazo que realizaron al Ministerio de Salud, desaparecido
del nuevo esquema de gabinete. También le preguntamos sobre lo que significa
esto para la salud, la CUS y el estado de los hospitales públicos. Por RNMA.
-ELM: ¿Cómo observan ustedes la
desaparición del Ministerio de Salud?
-JY: Bueno, como la mirada que tiene este
gobierno monetarista de cómo resolver la crisis que él mismo genera. Producen
un ajuste hiperinflacionario, que va a aumentar la pobreza infantil al 60%, y
todo el manual de economía de primer grado dice que el gobierno debe tomar
medidas anticíclicas, es decir medidas que contrarresten la crisis social,
entre ellas la oferta de servicios públicos de salud gratuitos, que es una
manera de palear los efectos sobre la enfermedad y la pobreza que va a tener
este plan. ¿Qué hace esta gente? Reduce un 25% las prestaciones para VIH-SIDA,
en medicamentos, todos los programas nacionales, compacta el Ministerio, lo
subordina a Desarrollo Social como si fuese un apéndice de las políticas
asistencialistas. Es decir, volvemos a 1870, cuando a los hospitales de la
Argentina no los administraba el Estado, sino la Sociedad de Damas de
Beneficencia y eran simples hospitales de caridad. Y bueno, esta es la mirada
que tiene la oligarquía, por ahí modernizada, no es la de 1880, pero piensa que
dentro de la caridad que da Bienestar Social tiene que estar la caridad de la salud. Y esto es un
retroceso de un siglo y medio.
-ELM: Para ir entendiendo, ¿el
presupuesto de salud pasaría a ser manejado por Desarrollo Social? ¿Y
Desarrollo Social definiría qué presupuesto le corresponde a Salud?
-JY: No, las partidas están ya asignadas en
el presupuesto, no se pueden achicar. La partida 80, que es la partida del
Ministerio de Salud, con los planes SUMAR, REMEDIAR, programas nacionales, eso
va a seguir en el organigrama, con recorte. El problema es el recorte. Porque
Dujovne cuando va a Washington no es que va y le dice “ay, le cambie el
nombre…” y Lagard le dice: “le cambiaste el nombre, a ver querido Dujovne,
mostrame cuanta gente echaste, cuanto bajaste el presupuesto, cuanto estás
ahorrando…”; y esa es la letra chica que no muestran, pero que es la
consecuencia de lo que han hecho con el ministerio.
-ELM: ¿Observan en FESPROSA que no hay
vacunas en distintos lugares del país?
-JY: Sí, bueno, está la supresión de la
tercera dosis de la vacuna del meningococo y, seguramente en el retroceso que
va a significar la financiación de la nueva Secretaría ,
vamos a tener problemas con vacunas, con el Programa de Salud Sexual y
Reproductiva, con VIH, con tuberculosis. De hecho, hoy en el abrazo (*) van a
estar los pacientes con VIH, que están realmente alarmados de la discontinuidad
de la medicación. Hoy
mismo en el Garrahan, el hospital más importante de la pediatría argentina, no
tenemos droga oncológica.
-ELM: Esta idea de concebir a la salud
como caridad, ¿es el desvelamiento completo de la visión de gobierno de Macri?
-JY: Sí, es así. Porque el inconsciente le
sale por todos lados a esta gente, y más en la crisis. Y ellos tienen
la concepción, hay tres salud. Una salud para el que se la pueda pagar, Swiss
Medical, la prepaga, muy cara, es decir, la clase media que cae un par de
escalones va a dejar mucho la prepaga. Una franja intermedia de trabajadores
en blanco, que tienen la obra social que le prestan sus sindicatos, si el
sindicato es corrupto y malo puede ser un desastre, o puede ser mejor, ahí es
muy irregular. Y también, territorialmente es muy irregular, si vos tomas
ciudades alejadas como Iruya, ahí hay un 15% de gente que está con obra social.
Pero la gente utiliza el sector público, porque no hay prestadores privados
para la obra social en Iruya. Entonces, vos tenés la obra social si estás en un
centro urbano y si tenés una obra social buena. Y después está el resto del
mundo, la población sin cobertura, a las cuales les van a dar la CUS (Cobertura
Universal de Salud) que no es, ni más ni menos, que una pequeña canasta básica
de prestaciones mínimas en hospitales, que están achicadas, y en centros de
salud, que están desfinanciados, con lo cual el gasto de bolsillo de la
población, sobre todo los pobres, va a aumentar. Como aumentó, por ejemplo, en
la crisis del 2002. El 2002 fue el año que los argentinos más gastaron de su
bolsillo para comprar salud, más de un 50% de gasto de salud argentina vino del
bolsillo de la gente, en ese año, porque las prestaciones habían bajado. Y esto
va a pasar en esta crisis, porque, por un lado todo se encarece y por otro
lado, las prestaciones van a bajar. Entonces, esta concepción de beneficencia y
canasta mínima es lo que esta gente tiene en la cabeza, por eso le importa tres
velines bajarlo de categoría y subsumirlo detrás de Desarrollo.
Fuente: http://www.anred.org/?p=103221
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