Venezuela:
El sistema comunal como estrategia de la democracia revolucionaria
Por: Gerardo Rojas
La
Democracia revolucionaria
La Revolución
Bolivariana , encabezada por el Comandante Chávez, fue abriendo
caminos que permitieron ensayos para su profundización, en el marco de la
democracia que se planteaba la participación protagónica para su concreción. En las manos del pueblo estaba el horizonte transformador.
Así se fue transitando caminos cada vez más complejos,
aprovechando los aportes y aprendizajes de las experiencias que se iban
desarrollando, incluyendo las contradicciones inherentes a los procesos
sociales y las generadas por ocupar un Estado heredado, en decadencia, que no
termina nunca de morir, más bien muta de muchas formas para sostenerse, incluso
usando a su favor políticas que en teoría lo niegan.
En ese contexto estuvo
presente la búsqueda de hacer viable la máxima de “todo el poder para el pueblo”, teniendo como
objetivo superar la democracia representativa, la que en el acto del voto
enmascaraba una entrega de la soberanía política del pueblo.
Desde que se levantaron las banderas de la Revolución Bolivariana
estuvo presente esta visión, asumiéndose como heredera del más avanzado
pensamiento y acción que nos permitió nuestra primera independencia y de la
evaluación crítica de las diversas luchas desde entonces.
Por ello, en el Libro
Azul, que se presenta como síntesis programática al país en un
primer momento de lucha política pública, nos decía el Comandante:
“El modelo de la sociedad original de la
Venezuela del siglo XXI está concebido con el criterio de un sistema de
gobierno que abra con amplitud ilimitada los espacios necesarios donde los
pueblos, la masa popular, se desplieguen creativa y eficazmente, y obtengan el
control del poder para tomar las decisiones que afectan su vida diaria y su
destino histórico”.
Así se
planteó un Sistema de Gobierno que exigía recuperar la soberanía del
país, de su pueblo, reconocer sus potencialidades y debilidades, partiendo de
la necesaria creación de una nueva hegemonía para hacer viable un Plan Nacional,
herramienta al servicio de los cambios estructurales.
Pero toda construcción de tales proporciones, exige a la par la
formación de una base sólida para hacer profundos e irreversible los cambios.
De esta manera, partiendo de lo planteado en el Libro Azul, el camino a
transitar sería:
“Las comunidades, barrios, pueblos y ciudades
deben contar con los mecanismos y el poder para regirse por un sistema de
autogobierno que les permita decidir acerca de sus asuntos internos por sí
mismos, a través de procesos y estructuras generadas en su propio seno”.
Así, un sistema de
gobierno que impulsa la transformación del país debía tener como base un
“sistema de autogobierno”, que permita el ejercicio pleno de la soberanía en la
democracia participativa y protagónica, de la democracia revolucionaria.
Aquí el sustento político que permitió el impulso de
organizaciones sectoriales en el marco de acción popular y la del Gobierno
bolivariano, son las diversas Mesas Técnicas, los Comités de Tierras Urbanas,
pensando en la cogestión en las acciones que mejorarían las condiciones de vida
de las comunidades populares.
Con ese ensayo, el
siguiente paso lógico fue el dado por el impulso de los Consejos Comunales, y
posteriormente conlas Comunas, que tenían la
cualidad no sólo de facilitar la “gestión de gobierno”, sino que fueron
pensadas como espacios de autogobierno, allí lo central del ensayo
revolucionario.
Asumiendo así un planteamiento del Maestro Simón Rodríguez:
“Ojalá cada parroquia se erijiera en
Toparquía, entonces habría confederación, el gobierno más perfecto de cuantos
puede imaginar la mejor política, es el modo de dar el pie al despotismo”.
La Toparquía Bolivariana es el gobierno del territorio a través de instancias pensadas desde una dinámica
permanente, con posibilidades de ir agregándose para convertirse en la medida
de su desarrollo en “confederación” que debería asumir la tarea de construcción del socialismo desde la comunidad,
transformando el ejercicio del poder desde lo local.
Allí una
tensión de la
Revolución Bolivariana presente en el proceso de construir lo
nuevo en el proceso de superación de lo heredado: el impulso de
un proyecto nacional con una raíz solida en autogobiernos, sólo así nacería un
Sistema de Gobierno Popular, en la articulación funcional de esos dos procesos
políticos.
Como es obvio, esas dinámicas no se encontraron siempre, incluso
se podría decir que la primera en muchos casos negaba y niega a la segunda. Por ello, lo
planteamos como tensión, es nuestro deber analizar esa contradicción en
periodos de tiempos y características.
¿Cuándo
la correlación de fuerza estuvo a favor de lo comunal? ¿Cuándo no? ¿Qué
permitió avances o retrocesos? Ese análisis nos dará lectura, una de muchas
posibles, del proceso bolivariano. Asumiendo lo comunal más allá
de la comuna, partiendo de que es todo espacio que construye desde el
protagonismo del pueblo la transformación de su vida para poner a su servicio
el ejercicio de poder.
Allí se generarán
insumos en el sentido de aporte histórico a las luchas de los pueblos, para la
acción en nuestra actual y difícil situación y para el futuro, ya que el
Comandante Chávez afirmaba: “Lo nuevo de Nuestro Socialismo es la Democracia”.
¿Pero cuál
democracia?, la que construye el socialismo, según sus mismas palabras en el
Consejo de Ministros del 20 de octubre del 2012, conocido como Golpe de Timón:“El Socialismo es democracia y la democracia es Socialismo en lo
político, en lo social, en lo económico”.
Lo que queda claro es que es una línea de construcción presente
desde el primer momento, ligada a la propuesta constituyente, a la democracia
participativa y protagónica, a la posibilidad de construir mayoría desde la
matriz de critica e impopularidad de lo que representaba la cuarta República.
Allí esta el inicio del recorrido histórico que luego del 4 de
febrero de 2002 fue convirtiendo a Chávez en comandante invicto, el que hoy
deberíamos emular.
La agregación funcional de los autogobiernos del territorio
La estrategia
impulsada logró el desarrollo intenso de los Consejos Comunales y cierto avance
de las comunas, a pesar de los tantos obstáculos que se siguen presentando. Una
vez más tuvo mucho que ver con los esfuerzos de Chávez y su pueblo y con la
política impulsada por el presidente Maduro, por lo menos hasta finales del
2015.
Un principio básico para estas iniciativas es la
agregación política, la posibilidad de ir sumando fuerzas y territorios de
diversas instancias del poder popular para la creación de sistemas de
autogobiernos. Esta cualidad permite el desarrollo de un sujeto dinámico,
complejo y con capacidad de ir escalando su potenciaen aras de
afianzarse como herramienta para la acción de las múltiples necesidades de las
comunidades. Incluso como ejecutora de transferencia de competencias del Estado
por parte del pueblo organizado.
Ley Orgánica de las
Comunas
Artículo 60. Los sistemas de
agregación comunal son:
1.
El Consejo Comunal: como instancia de articulación de los
movimientos y organizaciones sociales de una comunidad.
2.
La Comuna: como instancia de articulación de varias comunidades
organizadas en un ámbito territorial determinado.
3.
La
Ciudad Comunal : constituida por iniciativa popular, mediante
la agregación de varias comunas en un ámbito territorial determinado.
4.
Federación Comunal: como instancia de articulación de dos o más
ciudades que correspondan en el ámbito de un Distrito Motor de Desarrollo.
5.
Confederación Comunal: instancia de articulación de federaciones
comunales en el ámbito de un eje territorial de desarrollo.
6.
Las demás que se constituyan por iniciativa popular.
Así vimos nacer
Ciudades Comunales, agregación de comunas en una escala superior, que si bien
es cierto no han sido muchas las experiencias, no dejan de ser un aporte
importante del pueblo en la construcción de esa estrategia de participación.
Las de mayor tiempo están presente en los andes y llanos
Venezolanos, algunas de ellas acompañadas por laCorriente Revolucionaria Bolívar y
Zamora, entre ellas laCiudad Comunal Campesina Socialista Simón Bolívar en Apure que recién cumple 10 años
de constitución de su autogobierno conformada por ocho comunas, con
experiencias significativas de democracia directa, de planificación,
ejecución y control de múltiples proyectos, entre ellos de producción.
Lxs comunerxs en ese aniversario plantean un debate interno, que
sin duda debe ser generado en todas las experiencias del sujeto comunal: ¿como
se configuran los autogobiernos en el marco de la actual coyuntura del país?
En el acto, Braulio Márquez, vocero electo para el autogobierno de
la Ciudad
Comunal Campesina Socialista Simón Bolívar, informó: “Estamos
eligiendo una hoja de ruta, un modelo de autogobierno, llevamos meses de debate
en el seno de los consejos comunales, las comunas, precisando ese modelo, cómo
se cree que debe ser el autogobierno para someterlo hoy a la asamblea”.
A pesar de lo que muchos creen, también se puede evidenciar que
actualmente, en el momento más complejo del proceso bolivariano, se impulsan en
Lara dos posibles Ciudades Comunales, en las montañas de Morán, motivada por la Comuna Capitán Carmelo Mendoza, y en Simón
Planas, en este caso motorizada por la Comuna El Maizal.
Este ultimo proceso de Simón Planas en realidad se plantea el impulso de una Confederación Comunal, con la
agregación de dos futuras Ciudades Comunales para recuperar un objetivo del
Plan de La Patria planteado por el Comandante Chávez, la constitución de un
Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial en sus territorios.
Y allí, lo importante de esa posible constitución es el espacio
donde se hace presente la tensión de lo nacional (expresado en este caso en la
constitución de una subregión que debe ser legitimada por el gobierno nacional)
y lo comunal, asumiendo lo establecido en el articulo 60 de la Ley Orgánica de las Comunas, que plantea que las federaciones
son: “instancias de articulación de dos o más ciudades que correspondan
en el ámbito de un Distrito Motor de Desarrollo.”
El Distrito Motor de Desarrollo según la Ley De Regionalización Integral para el Desarrollo Socioproductivo de la
Patria del 18 de noviembre del 2014, es definido
como:
Ley de Regionalización
Integral para el Desarrollo Socioproductivo de la Patria
Artículo 34:
La creación y régimen
de los Distritos Motores será decretada por el Presidente o Presidenta de la
República como una forma especial de subregión, caracterizada por sus variables
físico-naturales, geo-históricas, funcionales y potencialidades productivas.
Los Distritos Motores deben servir al impulso del desarrollo integral
subregional con base en la armonización de su especialidad, desarrollo integral
del sistema de ciudades y de movilidad. A tales efectos, sistematizará la
inversión pública nacional y el rol del poder popular en el desarrollo
específico del plan.
Así la planificación
comunal, realizada desde los espacios de autogobierno que se agregan, se cruzan
para complementar y perfeccionar al Sistema de Planificación Nacional.
Construcción de una nueva institucionalidad que debe asumir la disputa por ser
una alternativa real, viable y superadora del Estado actual.
Aquí se articulan las
potestades del Presidente con la iniciativa del pueblo organizado, siendo una
oportunidad para el desarrollo de lo nuevo, en el caso que sea impulsado con un
plan coherente que respete la autonomía y rebeldía popular, en caso contrario
sostendremos lo actual, la reafirmación del Estado heredado, el que niega lo
central de la
Revolución Bolivariana. Una vez más se hace presente la
tremenda autocrítica realizada por el Comandante Chávez en el Golpe de Timón:
“Creo que en estos
años hemos acumulado experiencia, hemos creado entes que no existían. Creo que
hemos venido acumulando recursos, inyectando recursos y seguiremos haciéndolo.
Creo que tenemos unos nuevos códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura
legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos
comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos
motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros,
que somos los primeros responsables de su cumplimiento”.
Con ese acumulado, que sin duda es
afectado por la actual crisis integral, nos toca con urgencia asumir el debate
planteado por lxs comunerxs: ¿como actualizamos la disputa estratégica desde el
campo popular?, en tiempos en que el horizonte planteado para la construcción
del socialismo en la
Revolución Bolivariana no se presenta como acción de
gobierno, nos toca un rearme para su reimpulso.
Nos planteamos el desafío del
rearme desde las claves de un pueblo en lucha, el que marcha a
pie desde Portuguesa a Caracas para exigir y hacer posible la revolución en el
campo, el que denuncia y reta al latifundista y al burócrata, al corrupto y al
apátrida, el que recupera empresas en batallas productivas organizadas por los
mismos trabajadores, e impulsa la gestión obrera.
Ese
sujeto que hizo realidad avances del horizonte estratégico, el cual no es
fábula, cuento lindo para endulzar un relato, es la concreción efectiva de la democracia
revolucionaria para la construcción de la nueva hegemonía, con el pueblo como
centro, creador, impulsor y sujeto principal de la Revolución,
allí el chavismo en el que militamos, es el que debe asumir lo necesario para
ser, cumpliendo su objetivo.
Desafíos.com
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/08/18/venezuela-el-sistema-comunal-como-estrategia-de-la-democracia-revolucionaria/
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