“No sé quién mató a mi mujer, pero conozco a los
responsables del clima de tensión en la Araucanía”.
22 de septiembre de 2018
Macarena Valdés apareció ahorcada en
su casa hace dos años, en Tranguil (Chile). Los hechos ocurrieron después de
que ella y su marido mostraran su oposición a una empresa que construía una
mini central hidroeléctrica. Las autoridades determinaron que fue un suicidio,
pero para Rubén Collío, “no investigaron realmente” y asegura que “alguien mató
a Macarena”.
Por Santiago Sáez.
Rubén Collío vive en Tranguil, en la comuna Panguipulli ,
en las faldas de los Andes de la región de Los Ríos, en Chile. Cuando habla de
sus montañas, que él llama cerros, lo hace con emoción. “Es un lugar que tiene
mucha vegetación, está rodeado de verde. Es un verde especial, distinto del
eucalipto o el pino. Es un lugar lleno de vida”, afirma Collío, quien, junto
con su mujer, Macarena, y sus hijos, llegaron a vivir a Tranguil en 2014,
hartos del cemento de la capital, Santiago. “Allí vivimos dos años de pura
felicidad. Los recuerdos de esos años son los que nos mantienen en pie hasta
ahora, durante estos dos años de pelea”, explica.
Macarena apareció ahorcada en su casa. Los hechos ocurrieron
después de que ella y su marido mostraran su oposición a una filial de la
empresa austriaca RP Global, que construía una mini central hidroeléctrica en
la localidad. Las autoridades concluyeron que se trató de un suicidio.
Según Collío, sus investigaciones indican que ya estaba muerta. El activista
mapuche está en Europa estos días para defender su caso y pedir “justicia para La
Negra”. La pasada semana presentó su caso ante el Comité de
Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra. Esta semana ha pasado por los
Parlamentos vasco y navarro, donde también ha denunciado la situación del
pueblo mapuche.
¿Quién mató a Macarena?
Sería muy irresponsable por mi parte decirte quién mató a La
Negra. Me encantaría poder saberlo a ciencia
cierta. Conozco a los responsables del clima de tensión en toda la zona de la
Araucanía, pero sería muy irresponsable darte un nombre.
¿Cuál es su primer contacto con la empresa a la que se opusieron?
El primer contacto con ellos lo tiene la comunidad, a finales de
2015, que es la que nos invita a participar en una reunión donde supuestamente
se iban a tratar algunos temas de interés. Finalmente, la empresa trajo un
acuerdo ya listo y cerrado de lo que la comunidad supuestamente necesita para
dejar que la empresa se instale.
¿Estas empresas se instalan con facilidad en las comunidades?
El sueldo mínimo en Chile es de 250.000 pesos al mes (unos 317
euros). En la montaña la gente vive con unos 100.000 pesos, menos de la mitad,
para toda una familia. Esta empresa aparece ofreciendo 400.000 pesos por todo
tipo de trabajos. Es mucho más de lo que gana cualquier persona por allí.
Además, la empresa no solo ofrece trabajo para los hombres, sino que también la
ofrece para las mujeres y los jóvenes de más de 14 años. Entonces, en una casa
en la que antes vivían con 100.000 pesos, pueden acabar con más de un millón y
medio al mes.
Es muy difícil que la gente se oponga a eso. Yo entiendo que la
gente cede ante esas ofertas. Porque si estás con el dinero justo, de repente
puedes vivir con 1.500 o 2.000 euros al mes haciendo cualquier cosa, porque los
tenían tapando hoyos con arena en el camino. Es algo que podrían hacer con una
máquina, pero tenían a la gente trabajando día y noche, y bajo la lluvia. Para la
empresa era innecesario, pero con eso mantenían a la gente bajo control.
¿Qué ocurre para que comience la oposición en Tranguil?
La oposición se produce porque empiezan a vulnerar derechos. Nos
instalan una línea de alta tensión sobre las cabezas, y después empiezan a
instalar salas de máquinas en la comunidad. Operan fuera de la ley, y comenzamos a
encararlos.
Su conflicto nace de una línea de alta tensión.
Tranguil es, básicamente, un camino sin salida de unos 19 kilómetros , con
casas a lo largo del mismo. Llega hasta el final y termina en la falda de un
cerro. En la misma población la empresa construyó una mini central
hidroeléctrica.
La empresa se instaló unos ocho kilómetros antes de llegar al
final del camino. Desde ahí hasta la punta hicieron un tendido de alta tensión,
y el único espacio que no lograron completar eran unos 800 metros fuera de mi
casa. No lo podían hacer porque había un poste que estaba dentro de nuestro
terreno, y nosotros les prohibimos el acceso. Esos 800 metros eran los que
les faltaba para poder terminar su tendido y vender la electricidad que
generaban en la central local.
En Chile, el agua no es un derecho. Es un bien. Si tienes dinero
suficiente puedes comprar un río entero y secarlo, y dejar que la gente que
está río abajo muera de sed. Pero a pesar de que existe esta legislación, la
empresa no tenía los derechos del agua, y por lo tanto no tenía derecho a secar
el río ni a construir donde estaba construyendo.
Descubrimos esa irregularidad y la denunciamos, pero no nos
tomaron en cuenta. El 1 de agosto de 2016 hicimos una manifestación. Convocamos
para que los funcionarios explicaran por qué la empresa estaba construyendo
fuera de la ley con el aval del gobierno. El día 19 de agosto fiscalizan a esta
empresa y la
Dirección General de Aguas la sancionó con 16 multas, además
de iniciar dos procesos por tala ilegal de bosque nativo. Eso generó mucha
molestia, incrementándose las amenazas contra nosotros.
¿Cómo eran esas amenazas?
Nos las hacían llegar a través de vecinos, que nos decían lo que
se comentaba. Nos decían que ya me pillarían caminando solo por la calle, que
me iban a pegar, que me quemarían la casa, que sabían que yo salía a comprar
por la noche… Yo nunca le di mayor importancia. Yo les decía que el que me
quisiera pegar, que viniera. Saben perfectamente dónde vivo, pero que venga
dispuesto a recibir también.
El día 21 de agosto, dos personas en un vehículo con el logotipo
de la empresa se presentan en la casa de la propietaria de la vivienda que
alquilábamos en Tranguil, en otra región de Chile. Le dicen que si no nos echa
del terreno, algo muy malo nos va a pasar, porque hay gente que nos quiere
hacer caso.
El día 22 matan a Macarena.
Macarena era más que mi esposa. Era mi compañera, mi amiga, mi
confidente. Era mi guardaespaldas, mi guardiana, mi secretaria y también mi
jefa. Era todo. Y de repente te quedas solo a cargo de una casa que no te
habías dado cuenta que era tan grande.
La Negra tenía mucha, mucha energía. Nunca se levantó
temprano, pero lo primero que hacía cuando se levantaba eran dos horas de
ejercicio, porque le encantaba tener una linda figura. Luego se daba un baño y
luego ordenaba toda la casa, bañaba a los niños, cocinaba… Lo que no sé es cómo
lo hacía. Era mágica.
Yo hacía orfebrería, y a las 6.30 ya estaba en pie. A las 7 ya
estaba desayunando y poniéndome a trabajar. Eso era todo lo que hacía. Después
de almorzar nos tomábamos unos mates y ella salía al huerto, de donde comíamos
nuestras verduras. También cuidaba a los animales. Teníamos gallinas, pavos,
patos, un par de perros, una cerda que tuvo ocho cerditos y un par de ovejas.
Ella se encargaba de todo. Hasta de hacer cercos. Y no porque yo
no quisiera hacerlo. Yo salía a hacer mi entrega y, cuando volvía, ella ya
había construido el cerco. Así era ella, pura energía.
Imagínate que asesinan a la persona con la que tienes
planificado envejecer. Teníamos cuatro hijos, hacíamos todo juntos. Estábamos
juntos todos los días. Teníamos la idea de hacer un liceo (un lugar donde
estudiar la enseñanza secundaria), porque nos habíamos dado cuenta de que había
mucha gente sin educación secundaria solo por vivir en la montaña. Vimos que
era necesario acercarles una escuela. Ya teníamos buscado el sitio y estábamos
buscando recursos para poder construirlo.
Las autoridades deciden que su muerte corresponde a un suicidio.
¿Por qué?
No investigaron realmente. La primera autopsia se hizo mal, y
eso quedó demostrado. Esa autopsia no habla de que fue un suicidio, sino que la
muerte fue por ahorcamiento. Un ahorcamiento también puede ser involuntario.
Sin embargo, la misma autopsia dice también que no hay ningún tipo de lesión en
la tráquea, ni en las mucosidades ni los músculos, ni en las vértebras
cervicales. Eso es imposible para un caso de ahorcamiento, sea voluntario o
involuntario. Por lo tanto, ese mismo informe ya demuestra que la tesis
del suicidio era equivocada.
¿Ella habló de suicidio alguna vez? ¿Se mostró deprimida?
No, para nada. Por esto que te cuento de cómo ella era, nunca
nadie creyó en la tesis del suicidio. La Negra tenía mucha energía, mucha
personalidad, y también un carácter muy fuerte. Había que saber negociar con
ella.
¿Qué hacen entonces?
Hay un órgano del Estado, que se llama Servicio Médico Legal. Se
supone que son ellos los que garantizan el acceso a la justicia y las
investigaciones que se deben realizar. Pero en el caso de La
Negra no fue
así. Nosotros presentamos en octubre de 2016 una querella criminal, que
tiene dos años para investigarse. Sin embargo, en marzo de 2017 nos avisan de
que van a cerrar la investigación. Convocamos una manifestación, y
conseguimos que el juez mantuviese la investigación abierta. La fiscalía
reclamó que no tenían suficiente dinero para hacer una nueva autopsia o una nueva
investigación, así que también asumimos ese coste.
Tuvimos que pagar un peritaje privado, y nos costó unos meses
recaudar el dinero. Cuando llegamos con el peritaje, el 9 de agosto de 2017,
habían vuelto a cerrar la investigación. El informe del peritaje denuncia
que hay muchas irregularidades en el proceso de la policía, en el levantamiento
del cuerpo, se extravía información, se perdió la soga… Y dice, por supuesto,
que la primera autopsia está mal hecha. El informe era tan contundente y
categórico que fuerza a que se reabra la investigación. Se
hace un proceso de exhumación y se fija una nueva autopsia, que nosotros
también pagamos.
Durante la segunda se toman muestras del cuello por duplicado.
Una muestra va para la fiscalía, a través del Servicio Médico Legal, y otra la
analizamos nosotros a través de un laboratorio privado. Se hace un análisis
célula por célula de la muestra, y se demuestra que esas células ya estaban
muertas cuando a Macarena la
colgaron. Esa muestra es la que prueba que a Macarena la
asesinaron.
Un muerto no se puede colgar solo. Alguien estaba presente
cuando La Negra murió. Alguien mató a Macarena y la
puso ahí colgada.
Macarena era activista mapuche y usted también. ¿Cómo conecta su
lucha con este caso en particular?
El Estado chileno tiene un problema con el pueblo mapuche. Es el
único pueblo que consiguió resistir la invasión española durante la época de la
conquista, obligando a los españoles a firmar un acuerdo de paz. Cuando llega
la independencia de Chile, también firman acuerdos de paz. Sin embargo, el
Estado chileno se dio cuenta de las riquezas del territorio mapuche y lo
invadieron, a pesar de ser, supuestamente, aliados.
Eso es algo que se mantiene hoy. Durante la dictadura de
Pinochet se entregaron muchas tierras mapuches a latifundistas y se fomentaron los monocultivos de pino y eucalipto en territorios
usurpados. Eso es lo que genera el conflicto que sigue hoy, por el cual el
pueblo mapuche reclama las tierras que ancestralmente le pertenecen.
Las comunidades entonces empiezan a
sufrir sequías, aunque llueva 10 meses al año, porque los eucaliptos consumen
mucha agua y secan las reservas subterráneas. Eso va generando un clima de
tensión, y la gente empieza a organizarse y reclamar sus derechos. Cuando las
comunidades empiezan a oponerse, el Estado responde con violencia, con
criminalización, con montajes. Empiezan a encarcelar a nuestros dirigentes, a
nuestras autoridades espirituales.
Eso se ha ido incrementando hasta
desembocar en el asesinato de una mujer, que desafortunadamente era mi
compañera, pero que era una mujer mapuche aguerrida, y que no tenía miedo a
reclamar sus derechos.
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Fuente:
http://www.anred.org/?p=104079
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