Declaración Final del VI Encuentro Internacional de Agroecología
de la ANAP de Cuba
La
declaración, consensuada entre más de 250 delegadas(os) de 19 países de América
y el mundo, enfatiza la importancia de seguir fortaleciendo la agroecología,
incorporando familias, colectivos y organizaciones para la construcción de un
nuevo paradigma de producción agroalimentaria.
Al cierre del “VI Encuentro Internacional de
Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo,” del 18 al 25 de
noviembre último, organizado por la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños (ANAP) de Cuba, miembro de La Vía Campesina en
Cuba, se dio lectura a la declaración final consensuada entre los más de 250
delegadas(os) de 19 países de América y el mundo.
La declaración, en palabras de una Katia
Avilés de la organización puertorriqueña Boricuá, miembro de La Vía Campesina ,
enfatiza la importancia de seguir fortaleciendo la agroecología, incorporando
familias, colectivos y organizaciones para la construcción de un nuevo
paradigma de producción agroalimentaria.
Asimismo invita a todas las organizaciones
campesinas, movimientos sociales rurales y colectivos en general a seguir
avanzando hacia la soberanía alimentaria, la equidad de género(s), y la
búsqueda de nuevas relaciones ecológicas, económicas y socialmente sustentables
para garantizar la reproducción de la vida de los pueblos en armonía con el
entorno y la Madre
Tierra.
A continuación la declaración completa:
Asociación Nacional de Agricultores Pequeños
(ANAP)
VI Encuentro Internacional de Agroecología,
Agricultura Sostenible y Cooperativismo
24 de Noviembre de 2017. La Habana, Cuba
DECLARACIÓN FINAL
Nosotras y nosotros, delegados al VI Encuentro
Internacional de Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo, que se
desarrolló del 19 al 24 de noviembre de 2017, en el Centro Integral de la ANAP Niceto Pérez
García, municipio de Güira de Melena, provincia de Artemisa, en Cuba, con la
participación de 250 delegados de 19 países, manifestamos que:
Durante estos días hemos tenido la oportunidad
de intercambiar experiencias, saberes, sabores y cultura con el pueblo cubano,
en especial con las familias campesinas. Visitamos fincas, cooperativas y
sitios históricos en todas las provincias del país. Pudimos apreciar la hermosa
obra de la
Revolución Cubana en el campo y los resultados positivos en
la producción de alimentos sanos.
Se presentaron 70 ponencias en cinco
comisiones de trabajo que abordaron temas relacionados con la Agroecología,
agrobiodiversidad, producción y conservación de semillas, género, procesos de
formación, seguridad y soberanía alimentaria, reforma agraria, territorio y
cooperativismo. Debemos destacar el panel que abordó el tema del desempeño de
los jóvenes en la promoción agroecológica y retos y desafíos a los que se
enfrentan en las zonas rurales, es de especial significación las experiencias
transmitidas en la mesa redonda internacional.
Unidad, solidaridad, cooperación, integración,
intercambio, generalización, amistad y muchas otras palabras de connotada
fuerza han estado presentes en nuestras intervenciones, nuestras mentes y
nuestros corazones durante estos días. En muchos de nuestros países predominan
las desigualdades y la concentración de las riquezas que genera en las mayorías
pobreza y marginación social, la trata de personas, el crimen organizado, el
narcotráfico, poco o ningún acceso a la educación y la salud como derechos
humanos esenciales para la vida, elevados índices de desempleo, inseguridad
social, corrupción, entre otras muchas consecuencias de la aplicación de las
políticas neoliberales y el capitalismo. Imperan la transnacionales, los
acuerdos de libre comercio, la depredación de nuestros recursos naturales y la
degradación de los ecosistemas con graves consecuencias para nuestro planeta y
sus habitantes. Mínimo acceso a la tierra, al agua, criminalización de las
semillas criollas y su privatización mediante leyes y tratados, violencia,
desalojo, migración, desnutrición, analfabetismo y salud precaria están
presentes en nuestros territorios campesinos e indígenas.
Los campesinos cubanos viven otra realidad,
gozan de una vida digna y plena, son beneficiarios de políticas públicas
gubernamentales que garantizan sus derechos humanos y favorecen el proceso
productivo y la protección del medio ambiente. Vimos en sus rostros sonrisas de
felicidad. Nos vamos a casa convencidos de que otro mundo es posible, con
fuerzas suficientes para continuar enfrentando los embates del capital, el
neoliberalismo y sus negativas consecuencias.
Ratificamos en este encuentro que la
Agroecología es nuestra alternativa de lucha para construir un mundo basado en
el respeto mutuo, la justicia social, la igualdad, la solidaridad y la armonía
con la
naturaleza. Instamos a todos a conocer y divulgar la
Declaración del Foro Internacional sobre agroecología de Nyéléni, Mali en 2015
(ver
aquí), documento que refleja la mirada común de organizaciones y
movimientos internacionales de productores y consumidores a pequeña escala.
Entre ellos se encuentran campesinos, pueblos indígenas, comunidades, cazadores
y recolectores, familias de agricultores, trabajadores rurales, ganaderos y
pastores, pescadores y movimientos urbanos sobre Agroecología como elemento
clave en la construcción de la Soberanía Alimentaria y las estrategias conjuntas
con objeto de fomentarla y protegerla de la cooptación.
Desde Nyéléni alertábamos que:
La agroecología se encuentra en una
encrucijada: El sistema de producción alimentaria industrial está comenzando a
agotar su potencial de producción y de beneficio debido a sus contradicciones
internas — como la degradación de la tierra, malas hierbas resistentes a
herbicidas, la merma de la pesca y plantaciones de monocultivo devastadas por
plagas y enfermedades — y las consecuencias negativas de las emisiones de gases
de efecto invernadero, las crisis sanitarias de desnutrición, obesidad,
diabetes, enfermedades de colon y cáncer son provocadas por dietas en las que
predominan los alimentos industriales y la comida basura cada vez más
ostensibles. La presión popular ha propiciado que múltiples instituciones,
gobiernos, universidades y centros de investigación, algunas ONG y otras
organizaciones, finalmente reconozcan la importancia de la ‘Agroecología ’. Pese
a todo, estas han tratado de redefinirla como un conjunto de tecnologías, para
ofrecer así algunas herramientas que aparentan mitigar la crisis de la
sostenibilidad de la producción alimentaria industrial. “Esta cooptación de la
Agroecología para afinar el sistema alimentario industrial, al tiempo que sus
propulsores hacen suyo un discurso ecológico, ha recibido diversos nombres,
tales como ‘Agricultura climáticamente inteligente’, ‘intensificación
sostenible’ o ‘intensificación ecológica’, o producción industrial en
monocultivo de alimentos ‘orgánicos’. Nosotros no reconocemos estas prácticas
como agroecología: las rechazamos y lucharemos para desenmascarar la
apropiación del término.
Las soluciones reales a las crisis no pueden
partir de un sometimiento al modelo industrial. Debemos transformarlo y
construir nuestros propios sistemas alimentarios locales que propicien vínculos
entre el medio rural y el urbano, que se basen en una verdadera producción de
alimentos agroecológicos. No podemos permitir que la Agroecología sea una herramienta
más del modelo de producción alimentaria industrial. Nosotras/os la
contemplamos como una alternativa esencial a ese modelo y como el medio para
transformar la manera en que producimos y consumimos los alimentos en algo
mejor para la humanidad y para nuestra Madre Tierra.
Son muchos los retos que tenemos por delante,
solo con la unidad, la solidaridad y preservando la paz podremos continuar
avanzando. Las vivencias y experiencias transmitidas por cada uno de los
participantes en este Encuentro reflejan la resistencia de los movimientos
sociales organizados con liderazgo de mujeres y jóvenes. Reconocemos y nos
solidarizamos con sus luchas y estamos convencidos de que juntos alcanzaremos
la Soberanía de todos nuestros pueblos.
Agradecemos a la ANAP por la acogida dada a
cada participante, por la organización del Encuentro, lo que nos permitió el
cumplimiento del programa y satisfacer las expectativas que todas y todos
teníamos para este evento.
Expresamos nuestro incondicional apoyo y
solidaridad a las familias campesinas y al pueblo cubano en su batalla y
resistencia contra el injusto e ilegal bloqueo económico, comercial y
financiero, impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica por
casi seis décadas.
Nos comprometemos a divulgar y esclarecer al
mundo los logros alcanzados por la Revolución Cubana.
Esperamos contar en noviembre de 2019
nuevamente con este espacio de intercambio en el VII Encuentro de Agroecología,
Agricultura sostenible y Cooperativismo.
Queremos concluir nuestra intervención con un
sencillo homenaje a Fidel Castro Ruz, Comandante invicto de la Revolución Cubana
y líder de talla mundial, al recordar este llamado que hiciera a la humanidad
en noviembre de 1996 y que hoy tiene plena vigencia: “Las Campanas que doblan
hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad
entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a
sí misma”.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Declaracion_Final_del_VI_Encuentro_Internacional_de_Agroecologia_de_la_ANAP _de_Cuba
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