México - Mi postura contra los transgénicos
es científica,
no ideológica: Álvarez-Buylla
26 de diciembre de 2017
Por Isaac Torres Cruz
La investigadora del
Instituto de Ecología de la UNAM fue elegida ganadora del Premio Nacional de
Ciencias y Artes. La decisión la sorprendió, dice, debido a su postura crítica
en el tema.
Los estudios de Elena
Álvarez-Buylla en plantas ahora son empleados para comprender el desarrollo del
cáncer epitelial.
La mayor producción
científica de Elena Álvarez-Buylla está centrada en el entendimiento de
mecanismos de diferenciación celular mediante el uso de plantas como modelo de
estudio, conocimiento que actualmente se utiliza en la comprensión de
mecanismos de progresión en el cáncer epitelial. Por otra parte, la
investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM también ha realizado
estudios sobre la dispersión de transgenes en variedades nativas de maíz en el
país.
Entre el cáncer
epitelial y la investigación sobre transgénicos en el maíz parece no existir
una relación explícita, sin embargo, el fundamento de ambos estudios es la
biología del desarrollo vegetal en sistemas complejos. Esto, a su vez, es
producto de una flor…: ha generado modelos para estudiar las relaciones
genéticas que regulan el desarrollo de las flores.
Son estos dos aspectos
de su trabajo científico la justificación del comité del Premio Nacional de
Ciencias y Artes para concederle este galardón en el área de Ciencias
Físico-Matemáticas y Naturales.
La científica refiere
su sorpresa por haber ganado la máxima distinción que puede obtener un
científico mexicano por sus aportes en el progreso de la ciencia y la cultura
del país. Le sorprendió porque la decisión del comité se centró en sus
aportaciones en el estudio de cáncer y maíz; la primera, una etapa
relativamente nueva en su carrera, la segunda, sobre un tema delicado, rodeado
de ansiedad social, económica, política y, sobre todo, científica.
La bióloga reconoce
que si bien su instituto había sometido su candidatura anteriormente, desestimó
obtener el reconocimiento por su postura crítica entorno a los organismos
genéticamente modificados, transgénicos. Desde un lado del parapeto científico
y social, ella es la imagen más visible del grupo detractor de los científicos
pro-transgénicos en México, en un debate semi abierto que ha permanecido
durante varios años.
El más reciente
relacionado con el estudio que encabezó, llamado “Presencia generalizada de
transgénes y glifosato en derivados del maíz en México”, que reverberó en la
opinión pública con sus esperados contrastes, y el cual encontró en la Gaceta
de la UNAM un interesante canal de discusión. La investigación refiere que el
90.4 por ciento de las tortillas que se consumen en el país contienen
secuencias de maíz transgénico.
El otorgamiento del
premio hizo pensar a Álvarez -Buylla que la elección no tuvo una influencia que
no fuera científica e independiente a los intereses que sus críticas podrían
afectar, las cuales tienen un fundamento científico, antes que social e
ideológico, explica en entrevista.
SISTEMAS COMPLEJOS.
La investigación en
biología del desarrollo, empleando plantas como modelo, ha dejado claro a la
científica la importancia de realizar estudios desde un enfoque “sistémico”,
que permita entender los componentes más importantes en el surgimiento de las
formas vivas, pero también sus interacciones, las cuales son muy complejas.
Con este entendimiento
integral es posible comprender mejor cómo emergen los diferentes tipos
celulares en el desarrollo, un proceso que no ocurre en el estudio de
transgénicos, puesto que en éste se aíslan componentes para establecer una sola
dimensión y dirección de los genes. Lo anterior es una forma simplista de
entender un organismo complejo y que en un gen o grupo de ellos rigen todo un
sistema.
Después del
descubrimiento del ADN, se abrió la posibilidad de identificar algunas
secuencias asociadas a algunas proteínas y establecer la posibilidad de
realizar una edición genética en los organismos, de cortar, pegar y recombinar.
Desde hace algunos años eso es posible, dice la investigadora, puesto que
existe la capacidad técnica de lograrlo, pero esto “no significa que entendamos
qué hacemos exactamente, de cómo se modifica el organismo y cómo se comportará
una vez liberado al ambiente o nos lo comamos”.
Aunque hay
características de los seres vivos que están preponderantemente suscritos por
ciertos genes o componentes moleculares, relacionados con condiciones de salud
o enfermedad, de humanos o plantas, apunta Álvarez-Buylla, no explican
totalmente la complejidad que implica la interacción de muchos otros elementos.
Cambios proporcionales
en un componente no dan cambios proporcionales en el otro, porque existen
retroalimentaciones no lineales, dice. Para comprender mejor el sistema en
general se requieren herramientas computacionales y matemáticas, así como
vislumbrar cómo las interacciones dan lugar a la diferenciación celular o al
comportamiento de las plantas cuando enfrentan diferentes tipos de estrés
ambientales.
“Desconfiamos en los
transgénicos porque utilizan paradigmas que ya están superados en biología, que
son el reduccionismo y genocentrismo, que no ven a los organismos como sistemas
complejos con emergencias autorganizadas, sino como máquinas. No somos costales
de genes donde podamos cambiar un gen por otro y tener como resultado un
organismo distinto que se comportará como uno quiere en todos los ambientes”.
Álvarez-Buylla enfatiza que al hacer una transformación genética cambian muchos
otros aspectos de los sistemas complejos y se alteran las redes regulatorias y
metabólicas de los organismos.
“Esto es una postura
epistémica y científica, no ideológica. Los paradigmas de la ingeniería
genética no son válidos en organismos vivos y, de ser liberados al medio
ambiente —como en el caso del maíz en México—, no se puede predecir ni
controlar su dispersión. La ciencia siempre está en autoconstrucción,
autocrítica y autorevisión, no es estática, entonces nadie puede tener una
solución mágica para hoy y para siempre, como con los transgénicos, cuando que
los paradigmas están cambiando”.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_-_Mi_postura_contra_los_transgenicos_es_cientifica_no_ideologica_Alvarez-Buylla
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