Una victoria ante el
avance de
la industria forestal
12 de diciembre de 2017
Por Darío Aranda (Coalición Mundial por los
Bosques)
La provincia de Misiones se ubica en el extremo norte de la Argentina. Conocida
por sus bellos paisajes naturales y biodiversidad, es también el epicentro de la multinacional Alto Paraná
(Arauco), que controla el diez por ciento de la tierra provincial (256 mil
hectáreas) y avanza con el monocultivo forestal. Desalojos de pequeños
productores e indígenas, deforestación de monte nativo y una organización
campesina que dijo ¡basta! La Cooperativa de Productores Independientes de Piray (PIP)
resistió en su tierra y logró presionar al gobierno para expropiarle 600 hectáreas a la
multinacional.
La localidad
de El Dorado está ubicada a En forma defensiva se organizaron y crearon Productores Independientes de Piray (PIP), medio centenar de familias con mucha angustia y algunas certezas: no dejar su tierra, mantener la vida campesina y no rendirse ante empresarios ni políticos.
En la zona donde avanzó el cultivo forestal desaparecieron parajes y pueblos. El éxodo rural fue una consecuencia. Productores Independientes de Piray (PIP) fue un caso atípico, que resistió de forma colectiva a los intentos de desalojos, y fue por más. Exigió que el Estado expropie tierras a Alto Paraná. En junio de 2013 lograron
La expropiación de tierras fue celebrada por los campesinos en 2013, pero alertaron que aún faltaba el cumplimiento. “Sembrando lucha cosechamos
El gobierno de Misiones demoró cuatro años en entregar las primeras
“Es todo a pulmón, con lucha, esfuerzo y organización. Durante nuestra primera siembra sufrimos muchos bichos, pero ya estamos trabajando con fungicidas naturales. Y cosechamos poroto, pepino, zapallos. Estamos felices”, resumió Miriam Samudio, de PIP.
El comunicado de la organización complementa: “Hemos logrado que se ‘amplíe el horizonte’, los pinos y eucaliptos ya no están en el patio de nuestra casa, se han alejado y ahora el viento que sopla es un poco más puro. Es un logro importante para toda la comunidad, ya no volveremos a ver que se fumigue detrás de nuestras casas”.
Piray no es el único conflicto que tiene Alto Paraná, así como otras empresas forestales. Resistencias similares se dan en las localidades de Puerto Libertad, Ruta 20, comunidad guaraní Ysyry (Colonia Delicia) y paraje Nueva Argentina, entre otros.
El entramado jurídico para el avance forestal en Argentina comenzó en la década del 90, con el gobierno neoliberal de Carlos Menem. Aprobó, en coordinación con las empresas nucleadas en
Pero no fue sólo Carlos Menem pues la ley vencía en 2009. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner la prorrogó (vía Congreso Nacional) por otros diez años. La norma finaliza el 1 de enero de 2018. Claudia Peirano, de
Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, se ampliaron los subsidios a las empresas: de 100 millones de pesos se pasó a 265 millones, y las promesas del Ministerio de Agroindustria es aumentarlo a 350 millones de pesos.
La superficie de monocultivo es elocuente. De 600 mil hectáreas
(en 1998) creció a 1,3 millones de hectáreas en 2015. El actual gobierno quiere
llegar a los dos millones de hectáreas, y propone avanzar en “la industria
celulósica” (las cuestionadas “pasteras”[1]). Misiones es la provincia maderera
por excelencia, con el 59 por ciento de la producción.
El máximo
director de Arauco Argentina, Pablo Mainardi, afirmó que Argentina debe “tener
dos o tres plantas de celulosa más, ya que tiene las tierras con más de A pesar de la delicada situación, el 2 de noviembre pasado, Argentina y Chile firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC) siendo Chile un país de referencia en actividad forestal y en TLCs. En términos generales se destaca que los productos argentinos puedan ser distribuidos por todos los países con los que Chile mantiene tratados similares a tasa cero, [2] propone trabajar en “un marco jurídico más moderno y equilibrado para el desarrollo y la protección de las inversiones, mayor agilidad y certidumbre para el comercio entre ambos países”. La Embajada de Chile en Argentina recalcó que el tratado busca “establecer un marco de protección para los inversionistas, en el que no haya discriminación a los proveedores de ambos países, y se puedan realizar transferencias de capitales”.
Frente a esto, es posible que las empresas
forestales existentes cobren más fuerza y que otras lleguen al país
recrudeciendo los conflictos sociales al entrar en la puja por tierras
campesinas.
Notas:
[1] Argentina y Uruguay mantuvieron un
conflicto diplomático entre 2006 y 2015 por la instalación de la planta de
pasta de celulosa Botnia-UPM en Uruguay (de capitales finlandeses). La
población de la provincia de Entre Ríos (Argentina) aún hoy exige el retiro de
la planta de la costa del río compartido.
[2] El Embajador de Chile en Argentina, José
Viera Gallo, explicó que las empresas argentinas que se asocien con empresas
chilenas (y puedan procesar productos en Chile) podrán exportar con arancel
cero a los 65 países con los cuales Chile tiene acuerdo comercial.
http://globalforestcoalition.org/es/forest-cover-54-2017-latin-americas-veins-remain-open/#fc54es-04
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235134
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