“El tiempo, el
implacable, el que pasó”
26 de diciembre de 2017
Por Juan Montaño Escobar(Rebelión)
La nostalgia
irremediable y para nada reaccionaria aprueba el título de las líneas de
Pablito Milanés. “¿Usted es hermana de Raúl Díaz-Argüelles?” La pregunta
se la hice a la entonces embajadora de Cuba en nuestro país, Ileana. Ocurrió
hace años, que no sea tentación al olvido, solo una huella posible de memoria.
“Sí, ¿cómo tú sabes quién es mi hermano?” Mostró una conmovida curiosidad. “Por Operación Carlota”, respondí.
Es aquella crónica de Gabriel García Márquez, sobre la solidaridad de Cuba con
Angola. A la mujer se le aguaron los ojos y el habla debió hacérsele difícil,
por los tropiezos emocionales inesperados causados por un recuerdo imborrable.
Las sombras de pena en su rostro me ahuyentaron y no volví a preguntarle sobre
aquellos tiempos, en los cuales las palabras denunciaban los actos. Fue un
lunes cívico del Municipio de Esmeraldas y se agradecía al pueblo y Gobierno
cubanos por la efectiva presencia de sus médicos en la ciudad e Ileana estaba
invitada a recibir el axé de En el Ecuador de los años setenta, la galaxia izquierdista se despedazaba casi de manera irreconciliable en chinos y cabezones, pero también estaban los guevaristas que postergaban para el próximo café el alzamiento y los puros o M-L (marxistas-leninistas). En el territorio sin precisos dueños ideológicos, con ninguna angustia de identidad política, errábamos los que creíamos que la razón favorecía y sancionaba a esas metrópolis gemelas (Moscú y Pekín). Se leían panfletos o se escuchaba trova para jamás equivocar aquella vía considerada la única, al final de la cual debía encontrarse la república de la justicia social. En ese océano sideral de izquierdas flotaban asteroides: manchas coloridas de trotskistas (o troskos), izquierdistas de luxe,
Sí, vivíamos otros tiempos y todos fuimos revolucionarios de cafetín o de esquina, de quienes vieron “la montaña como una inmensa estepa verde [2] ” o en secreto hicieron suyas epopeyas ajenas, en países de nombres equivalentes a la desesperación de sus patriotas. Se cantaban canciones sociales con tal fervor, que se creía un sufrido culto de evangélicos milenaristas. Mojón de perro quién, por esos años, no ‘comió candela’ defendiendo principios que creía tan verdaderos como la ley de
De esta manera pasamos esos setentas y parte de los ochenta, primero con el Libro rojo de Mao Zedong (antes Mao Tse-tung) en uno de los bolsillos traseros del sempiterno bluyín, embobados con el foquismo romántico che-guevarista y creyendo que unos “machetes locos bajarían de la montaña” cualquier día de abril o de octubre. Se validaba esa metáfora de Julio Cortázar por las luciérnagas de guerrillas en el continente. O donde alguien de boina negra y traje verde olivo recitaba la creación de “otro Vietnam al imperialismo”. Se corría al mapa para ubicar ese país en donde unos desesperados programaban asaltos celestiales. La Tricontinental aventaba proclamas y cosechaba mártires en las tres cuartas del mundo que se descobijaba de los colonialismos europeos. Las paredes de dormitorios juveniles, salas de reuniones obreras y cuartelillos estudiantiles eran empapelados con afiches de hombres o mujeres alzando fusiles AK-47, con el grito detenido en la expresiva boca abierta. Eran vietnamitas, árabes o africanos anónimos.
A
Fue el 26 de julio de
Hay razones de Estado y del liderazgo político que de repente se convierten en mainstream emocional de millones de personas y sale lo mejor o lo peor de ellas. Y en el caso cubano fue uno de los mejores brotes: la solidaridad hasta sus últimas consecuencias. Los Ancestros combatientes [4] llamaban, en esos días, a aseres y ekobios de heroísmo básico y desinteresado, a pelear contra los nuevos negreros. Sin dudas, una razón primordial para viajar a miles de kilómetros de su vecindario a combatir contra los opresores neocolonialistas, por fe sin complicaciones en el derecho de los demás. El discurso agitacional alcanza para superar la verdad del riesgo mortal definitivo. Para el heroísmo no hay entrenamiento, apenas ese breve momento de una vida, con sus consecuencias, por otra. Nada más.
El escritor venezolano Luis Britto García dejó estas líneas: “Un pueblo es su Historia. Intentar borrarla es querer anularlo” [5] . Y del pueblo cubano su juventud, comenzó esa historia de innegable fraternidad en la caatigaangolana, el 11 de noviembre de 1975. En esa fecha, Agostino Neto, el líder del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), proclamó la independencia del país con las cuatro quintas parte del territorio ocupado por tropas sudafricanas y zairenses, mercenarios blancos, soldados de la UNITA y del FNLA [6] . Esa noche sonaba un cielo de tambores, se izaba la bandera rojinegra con la pieza de engranaje y el machete cruzados en el centro (¿símbolo de alianza obrero-campesina?) y se bajaba el bicolor portugués, caían 500 años de colonialismo y racismo.
Ese 26 de julio de 1991, Nelson Mandela, habló
por África y los afrodescendientes: “Hemos venido aquí con gran humildad. Hemos
venido aquí con gran emoción. Hemos venido aquí conscientes de la gran deuda
que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor
desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?”. Así fue
ese axê internacionalista. ¿Se perdió para
siempre? Quién Dios sabe si serán tiempos implacables de humanidad disminuida.
Notas:
[1] El título de este artículo es el título de una canción de Pablo Milanés.
[1] El título de este artículo es el título de una canción de Pablo Milanés.
[2] La
montaña es algo más que una inmensa estepa verde , libro testimonial de Omar
Cabezas, ganador del Premio Casa de las Américas, 1982.
[3] La
Lanza de la Nación Umkhonto
we Sizwe, es una mezcla de los dos idiomas principales idiomas originales de
Sudáfrica: zulú y xhosa.
[4] De
Manuel Zapata Olivella, en Changó,
el Gran Putas.
[5] Tomado
de www.rebelion.org del 3 de diciembre de 2012.
[6] Unión
para la
Independencia Total de Angola (UNITA) y Frente Nacional para
la Liberación de Angola (FNLA).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235799
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235799
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