Argentina:
El Delta,
un mosaico de humedales y resistencia
13 de febrero de 2017
13 de febrero de 2017
Por Lorena Tapia Garzón
Trabajadores y junqueros de la cooperativa Isla
Esperanza , que resistió los embates del gigante
emprendimiento Colony Park, lanzaron un Observatorio de humedales en la región,
junto a organizaciones ambientalistas, isleños e investigadores.
“Un mosaico de humedales”. Así llamó al Delta
Inés Malvárez, una reconocida científica de la UBA que se dedica al estudio y
clasificación de estos reservorios de agua del Delta del río Paraná, tan en el
tapete ahora a raíz de la lucha de varias organizaciones ambientalistas y de
vecinos que buscan protegerlos. El Delta es, por caso, una de las regiones con
más humedales del planeta, abarcando en total unos 17.500 km2. Y es,
también, uno de los más asechados por emprendimientos inmobiliarios. Por ello,
vecinos, investigadores, trabajadores de la zona y organizaciones lanzaron un
Observatorio de Humedales para la región del Delta que abarca los municipios
bonaerenses de Tigre y San Fernando. En total, esa región abarca una superficie
de humedales de 1.106 km2.
La iniciativa surgió, nada menos, que de la
cooperativa de junqueros Isla Esperanza, que funciona desde 2010 en el arroyo
Anguila, en la primera sección del Delta, en Tigre. Esa cooperativa y sus
trabajadores son un símbolo de la lucha contra el avance inmobiliario sobre
humedales: lograron detener en 2011, gracias a la intervención de la Justicia,
el mega-emprendimiento Colony Park, una empresa que comenzó a construir en 2008
una “isla privada” en pleno Delta, que prometió y vendió lotes para edificar
con todo lujo sobre una superficie de casi 400 hectáreas . Para
tamaño despliegue, expulsaron de sus tierras a cientos de isleños y junqueros
que hoy siguen resistiendo y reclamando justicia (ver
aquí).
En agosto del año pasado, la cooperativa que
da trabajo a 10 familias de junqueros sufrió un incendio que los trabajadores
sospechan que se trató de un atentado. Todavía no hay indicios de qué fue lo
que pasó y la causa no avanza.
“Comenzamos con el Observatorio en octubre,
más o menos, después de la quema del galpón. Nos reunimos una vez por mes a
pensar, estudiar y discutir la cuestión ambiental entre isleños, organizaciones
e investigadores de distintas universidades nacionales, como la UBA y la
Universidad de La Plata”, cuenta a El Argentino ZN Pablo Cremona, miembro de la
cooperativa y del centro comunitario popular Casa Puente, ubicado en las islas.
“Queremos hacer un inventario de lo que sucede
en el Delta del Paraná, que es un gran humedal, en busca de su defensa ante el
avance de los desarrollos urbanos que están dañando la región, sobre todo en la
primera sección, que es la más próxima al continente”, dice por su parte Martín Nunziata, un reconocido
ambientalista que vive hace 40 años en las islas y que integra la Asamblea Delta y
Río de la Plata, una organización compuesta por isleños y vecinos de Tigre. Y
agrega: “La detención de las obras de Colony Park fue una victoria para
nosotros, una lucha emblemática que permitió en la zona avanzar en un plan de
protección de los humedales, que prohíbe cualquier intento de continentalizar
las islas: no se pueden construir puentes, ni túneles, ni transbordadores,
tampoco diques, ni terraplenes, ni lagunas artificiales. La comunicación con el
Delta solo puede ser fluvial”(ver sitio).
Las obras del gigante Colony Park fueron
paralizadas en 2011 por orden del Juzgado Federal 1 de San Isidro, de Sandra
Arroyo Salgado, en el marco de una causa judicial que iniciaron los isleños
afectados. La pelea se gestó cuando, en 2008, numerosos isleños que vivían
desde hacía 40 años en el lugar fueron desalojados de las islas, y muchas de
sus casas quemadas y devastadas, para la construcción del mega-emprendimiento.
Un año después comenzó a gestarse la cooperativa y terminó de construirse en
2010 por los mismos junqueros que habían sido echados de sus tierras.
Desde allí aprendieron a organizarse, luchar y
resistir, y forman parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) y de
la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
(CTEP). Pero las amenazas y atentados no se detuvieron. El último episodio fue,
precisamente, el misterioso incendio de su galpón, que arrasó con las
herramientas y maquinarias de trabajo. Actualmente, los junqueros están
reconstruyendo su lugar de trabajo mientras aprovechan el espacio de “usos
múltiples” que crearon para el intercambio con organizaciones e investigadores.
“La idea del Observatorio es poner en
discusión desde lo científico la importancia de los humedales, una herramienta
que se suma a la lucha que se venimos dando desde lo territorial”, destaca
Tomás, miembro de la cooperativa y del MNCI. Y destaca que el proyecto busca
convertirse en un espacio de “formación e investigación” pero también de
“difusión”.
“Es necesario un diálogo y un acuerdo común de
todos los sectores por nuestro Delta, que tiene una riqueza natural que es necesario
cuidar y respetar, disfrutarla pero sin perjudicarla, por eso nuestro
compromiso con este Observatorio que surge de los isleños y del sentimiento de
estar orgullosos del lugar que eligieron para vivir”, señaló por su parte el
concejal de Tigre Federico Ugo (FPV), quien participó de la última reunión del
observatorio en enero pasado. La próxima, por caso, está prevista para el
próximo 17 de febrero.
El mosaico:
“El Delta del río Paraná es una gran región
compuesta por muchos humedales, un mosaico de humedales, en palabras de Inés
Malvárez, fundadora de nuestro grupo de investigación”, explica a El Argentino
ZN el científico Horacio
Sirolli, miembro del Grupo de
Investigación en Ecología de Humedales (GIEH) de la UBA. Y destaca que un
humedal “no es un ambiente terrestre ni uno acuático”, sino un lugar “donde la
inundación es una característica fundamental”.
“Si se draga un humedal y se lo transforma en
una ‘laguna’ o canal donde el agua está siempre, ya no es un humedal, es un
ambiente acuático. Si se rellena y eleva un humedal de forma que no se inunde
nunca, ya no es un humedal, es un ambiente terrestre. Los ambientes terrestres
son valiosos, los ambientes acuáticos son valiosos, los ambientes de humedal
son valiosos. Que existan todos (diversidad) es muy importante. Cambiar uno por
otro por antojo humano es ambientalmente perjudicial”, señala Sirolli. Y
destaca que los humedales ocupan cerca del 23% de la superficie de la
Argentina, “un porcentaje muy alto en comparación con otros países”.
“Las tres ecorregiones argentinas con mayor
porcentaje de humedales son, primero los Esteros del Iberá, segundo el Chaco
húmedo, y tercero el Delta e islas del Paraná”, agrega el investigador y
Licenciado en Ciencias Biológicas
Y añade: “Las personas que conocen las
características de los humedales desarrollan actividades acordes y viven en
sintonía; por ejemplo, las que trabajan con el junco, una especie de humedal, y
viven en casas palafíticas, elevadas porque saben que de tanto en tanto crece
el agua. Las personas que no conocen ni valoran los humedales lo modifican para
hacer su entorno como un ambiente terrestre; por ejemplo, hacer que no se
inunde nunca, o querer trasportarse con automóviles”,
Un humedal es, por caso, un reservorio de
inundaciones. Si se destruye provoca efectos graves como las inundaciones
sufridas en 2014 en varios barrios de Tigre, casualmente rodeados de countries
construidos sobre humedales. Por entonces, la geógrafa Patricia Pintos ,
investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional
de La Plata, le había advertido a este medio que los desajustes ecológicos por
la destrucción de humedales se daba en toda la cuenca del Río Luján, pero
particularmente en Tigre, debido a que “fue el primer distrito que comenzó a construir
barrios privados sobre humedales”.
“Este municipio siempre ha estado muy
predispuesto a favorecer a los grandes emprendimientos inmobiliarios y hoy el
35% de la superficie continental de Tigre tiene urbanizaciones cerradas”,
señaló a El Argentino ZN en 2014, tras las graves inundaciones ocurridas en ese
distrito.
Mientras tanto, se discute en el Congreso una
ley de protección a estos reservorios de agua, en medio de un fuerte lobby por
parte de sectores inmobiliarios y de la agricultura, que suelen rellenar
grandes extensiones de humedales para desplegar plantaciones de soja. El 30 de
noviembre pasado, el Senado dio media sanción a uno de los proyectos, impulsado
por el senador Fernando “Pino” Solanas, Teresita Luna, Magdalena Odarda (ver
aquí). La normativa, que deberá ser tratada ahora en Diputados,
tiene por objeto establecer los presupuestos mínimos para la conservación,
protección, restauración ecológica y uso racional y sostenible de los
humedales.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Argentina_El_Delta_un_mosaico_de_humedales_y_resistencia
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