DOCUMENTOS DE
INVESTIGACIÓN SOCIAL NÚMERO 16 – AÑO 2011
La
relación entre el estado y
las empresas transnacionales y
su
implicancia en los procesos de desarrollo.
Claves para pensar el caso de la minería en la Argentina de la
posconvertibilidad.
Por Alejandro Dulitzky*
RESUMEN
Desde mediados del siglo XX, el capital extranjero –en sus
diferentes formas- ha sido, en compañía de las fracciones más concentradas del
capital local, uno de los actores más dinámicos de la economía argentina. Sin
embargo, a partir de los años noventa, en el marco de un amplio proceso de
reformas “pro-mercado”, comienza a vislumbrarse un aumento sostenido en el
nivel de participación de las empresas transnacionales en el conjunto de la
actividad económica, mientras que las firmas controladas por capitales locales
sufren una fuerte retracción. Tras la caída del régimen de convertibilidad, y a
pesar de los cambios acaecidos en el patrón de acumulación, esta tendencia,
lejos de revertirse, parece haberse profundizado: las empresas transnacionales
se han posicionado, cómodamente, como el núcleo central de la expansión
exportadora. Sostendremos que en este proceso de creciente transnacionalización
de la estructura económica argentina la intervención del Estado ha desempeñado
un papel decisivo, asegurando al capital extranjero extraordinarios márgenes de
rentabilidad en diferentes sectores y actividades de la economía. En el
siguiente trabajo intentaremos ofrecer una serie de herramientas conceptuales
para la caracterización y el análisis de la relación establecida entre el
Estado y las empresas transnacionales durante la posconvertibilidad.
Expondremos , a su vez, que esta particular modalidad de articulación
entre estos dos actores obstruye las posibilidades de construir un proceso de
desarrollo sostenido que asegure un mejoramiento sustantivo en la calidad de
vida de amplios sectores de la población. Creemos que estos señalamientos nos
otorgarán las claves necesarias para pensar el caso de la minería en Argentina,
donde se registra una presencia casi absoluta de firmas controladas por el
capital extranjero, con márgenes de utilidad superiores a los del resto de la
economía en su conjunto.
INTRODUCCIÓN
Desde mediados del siglo XX, el capital extranjero –en sus
diferentes formas– ha sido, en compañía de las fracciones más concentradas del
capital local, uno de los actores más dinámicos de la economía argentina. A
partir de los años noventa, en el marco de un amplio proceso de reformas
“pro-mercado”, comienza a vislumbrarse un aumento sostenido en el nivel de
participación de las empresas transnacionales en el conjunto de la actividad
económica mientras que las firmas controladas por capitales locales sufren una
fuerte retracción1. La intervención económica estatal jugó en este
proceso un rol determinante al ofrecer al capital extranjero un marco
inmejorable para la localización de su producción a partir de la promulgación
de una serie de medidas –directas e indirectas– de promoción y aliento a la
inversión: la liberalización comercial y financiera, la “desregulación” de una
amplia gama de mercados, la privatización de empresas públicas, la extrema
liberalización del régimen legal con el establecimiento de distintas garantías,
diferentes tipos de beneficios para los inversionistas extranjeros y la
celebración de importantes tratados bilaterales de inversión con cláusulas
leoninas para la
Argentina. Por otro lado, la sobrevaluación de la moneda
doméstica acaecida bajo el esquema de convertibilidad representó uno de los
pilares del modelo económico, viabilizando en algunos sectores la obtención de
una elevada –en términos internacionales– masa de ganancia en dólares como
resultado de la conversión 1 a
1 de los ingresos generados en los mismos.2 La crisis del modelo
económico de la convertibilidad trajo consigo importantes modificaciones en el
patrón de acumulación de capital doméstico y significó, a su vez, un viraje en
la orientación de las políticas públicas. Sin embargo, pese a estas
transformaciones, la elevada presencia alcanzada por el capital extranjero en
el conjunto de la actividad económica durante la década previa, lejos de
disminuir, parece haberse consolidado, especialmente en aquellos sectores
vinculados al aprovechamiento de las ventajas comparativas derivadas de la
dotación de recursos naturales (los llamados “agronegocios”, hidrocarburos,
minería)3.
La gravitación y desempeño de las empresas transnacionales
en la economía argentina reciente ha sido abordada desde diversas perspectivas
y por un amplio abanico de investigadores. Sin embargo, puede reconocerse, en
muchas de estos trabajos, la existencia de un consenso generalizado sobre la
importancia que reviste el capital extranjero en el proceso de integración de
la Argentina a las redes globales de producción, como “motor” del desarrollo
económico.4 Por el contrario, en este
trabajo se plantea que la existencia, en determinados sectores de la economía
argentina, de una particular modalidad de articulación entre el Estado y las
empresas transnacionales durante el período de estudio, obstruye las
posibilidades de construir un proceso de desarrollo económico5 sostenido. Para
dar cuenta de ello, se llevará a cabo un estudio de caso en el sector minero
argentino durante la posconvertibilidad, donde se registra una presencia casi
absoluta de firmas controladas por el capital extranjero, con la capacidad de
internalizar márgenes de utilidad que superan ampliamente a los del resto de la
economía.
Esta investigación está orientada desde la Sociología Económica
y se inscribe dentro de la temática general que comprende el análisis de las
relaciones entre la acción estatal y el comportamiento de los empresarios 6.
Siguiendo a Nochteff (1994), el comportamiento de los grandes agentes
económicos mantiene, a lo largo de la historia argentina, dos rasgos bien
definidos: la constante búsqueda de cuasi rentas de privilegio y la adaptación
a las ventajas generadas en el contexto externo. Estos supuestos son retomados
por Castellani (2006 y 2009) y aplicados al estudio de las relaciones
existentes entre intervención económica estatal, acción empresaria y desempeño
de los grandes agentes económicos, de donde se desprende el concepto de ámbitos
privilegiados de acumulación. Este concepto, que será abordado más adelante,
resulta particularmente útil a la hora de pensar la naturaleza de la
articulación entre la intervención económica estatal y el comportamiento de las
empresas transnacionales en el sector minero argentino durante la posconvertibilidad. En
efecto, se intentará demostrar en el siguiente trabajo que las facilidades
otorgadas desde el Estado a las empresas mineras constituyen un factor
doméstico de atracción fundamental para el asentamiento de las empresas
transnacionales, posibilitando, en este sentido, la configuración de diversos
ámbitos privilegiados de acumulación de capital en torno a la actividad de
extracción de recursos mineros durante el período de estudio.
A fin de abordar dicho proceso cabe formular el siguiente
interrogante: ¿qué características de la relación entre la intervención
económica estatal y el comportamiento de las empresas transnacionales permiten
dar cuenta de la existencia de ámbitos privilegiados de acumulación de capital
en el sector minero argentino durante la posconvertibilidad? En este sentido, y
con el propósito de echar luz sobre dicho interrogante, el objetivo que servirá
de guía al desarrollo de este trabajo es el de analizar las relaciones
existentes entre la intervención económica estatal y el comportamiento de las
empresas transnacionales en el sector minero argentino durante el período de la posconvertibilidad. El
contenido de esta investigación se desarrollará en tres secciones. En la
primera, se observarán las principales contribuciones teóricas al estudio de la
relación entre el Estado y los empresarios y su implicancia en los procesos de
desarrollo, a fin de enmarcar conceptualmente los argumentos presentados. En la
segunda parte, se describirán las principales características del sector minero
argentino en la posconvertibilidad, enfatizando en las políticas públicas
desplegadas por el Estado. Por último, se examinarán los resultados arrojados a
la luz de la hipótesis presentada.
NOTAS
CONCEPTUALES SOBRE EL ESTADO, LOS EMPRESARIOS Y EL DESARROLLO.
La pregunta por las razones que determinan el atraso
relativo de ciertas naciones con respecto a otras se ha hecho presente en gran
parte de los debates contemporáneos surgidos en el seno de las Ciencias
Sociales. Si bien, a partir de la segunda mitad del sigloXX, se observa la
existencia de un consenso generalizado sobre la importancia que reviste la
intervención económica estatal en el desarrollo económico de un país, el grueso
de las discusiones puede separarse, siguiendo a Castellani (2009: 28), en tres
grandes vertientes. Por un lado, aquellas que sostienen que el exceso de
intervención estatal genera serias distorsiones en el funcionamiento económico
de un país al obstruir el normal funcionamiento de los mecanismos básicos del
mercado impidiendo, de esta forma, alcanzar el crecimiento (neoclásicos, neoliberales,
neoutilitaristas)7. Por otro lado, aquellas que reconocen que el
subdesarrollo es un fenómeno estructural condicionado por la propia dinámica
del sistema capitalista y, por lo tanto, el principal agente capaz de impulsar
el proceso de “despegue” es el Estado (postura sostenida por algunos
representantes de la Teoría del Desarrollo y gran parte de los teóricos del
estructuralismo latinoamericano)8 . Por último, se encuentran
aquellos que entienden a la intervención estatal como un elemento necesario
para superar las causas del subdesarrollo, pero ponen el acento en la calidad
de la intervención y en los marcos institucionales que la sustentan
(neoinstitucionalistas)9. En los últimos años, diversos
investigadores pertenecientes a la corriente de la Sociología del Desarrollo10,
han intentado explicar el atraso relativo de los países de la denominada
“industrialización tardía”11
a partir de la naturaleza de la articulación entre el
aparato estatal y los empresarios. Retomando conceptos centrales de la teoría
neoinstitucionalista, tales como “capacidades estatales”, “calidad en las
intervenciones”, “autonomía enraizada”, “reciprocidad”, esta cuarta vertiente
explicativa arguye que para lograr el desarrollo es necesario que se den una
serie de factores esenciales. En primer término, la realización de
intervenciones económicas estatales de alta calidad, es decir, coherentes,
estables, relativamente autónomas, eficientes en cuanto al diseño y eficaces a
la hora de la implementación de las diversas políticas públicas. Segundo, la
existencia de un empresariado “disciplinado” y comprometido activamente con el
desarrollo nacional, dispuesto a colocar sus excedentes fronteras adentro, a
realizar innovaciones de productos y procesos que permita menguar la
dependencia tecnológica y proclive a realizar inversiones productivas que le
permitan competir en el mediano plazo en el mercado internacional. Tercero, la
existencia de una “burocracia weberiana”, surgida de un reclutamiento
meritocrático selectivo, con un sistema de recompensas a largo plazo para los
funcionarios de carrera, y dueña de diferentes capacidades que permitan dotar a
las intervenciones de cierta “coherencia administrativa”. Finalmente, adecuados
niveles de reciprocidad entre el sector público y privado, y las relaciones de
enraizamiento entre los funcionarios públicos y los empresarios para garantizar
el éxito de esas intervenciones estratégicas, tanto en su etapa de diseño como
de la implementación (Castellani, 2010).
Estos señalamientos resultan perfectamente complementarios
con el análisis que Nochteff (1994) realiza sobre las restricciones al
desarrollo en los países de América Latina en general y en la Argentina en
particular. Según el autor, las razones del fracaso –o éxito parcial– de las
políticas científicas, tecnológicas e industriales12 desplegadas por
los Estados latinoamericanos durante la segunda mitad del siglo XX deben
buscarse en los comportamientos de los diferentes actores sociales
involucrados, en particular, de las elites económicas13 y el Estado.
Valiéndose de una combinación de elementos conceptuales surgidos de diferentes
tradiciones teóricas entre las que se destaca la teoría schumpeteriana, el autor
identifica, para el caso argentino, los siguientes fenómenos:
• La economía
argentina presenta las características de una economía de adaptación tardía,
desde el punto de vista tecnológico, cuyo comportamiento básico ha sido el
ajuste a las oportunidades creadas en el exterior.
La elite económica argentina, en las diferentes etapas de
la historia, se ajustó –forzando el ajuste de toda la economía– a esas
oportunidades, sin competir por cuasi- rentas tecnológicas. 14
• Con el fin de protegerse de la competencia, la elite
económica argentina favoreció la conformación de monopolios no innovadores ni
transitorios, sostenidos en lo fundamental por las políticas gubernamentales.
*Licenciado
en Sociología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Maestrando en
Sociología Económica por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la
Universidad de San Martín (IDAES-UNSAM), dirigido por Ana Castellani y Martín
Schorr. Correo electrónico: aledulitz@hotmail.com
http://www.unsam.edu.ar/institutos/idaes/docs/LA%20RELACI%C3%93N%20ESTADO%20ETS%20(Versi%C3%B3n%20Final)%20con%20caratula.pdf
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