El Manifiesto
Comunista y
la utopía
emancipadora
23 de febrero de 2018
Por Cristóbal León Campos
Rebelión
I
“La historia de toda sociedad hasta nuestros
días no ha sido sino la historia de las luchas de clases. Hombres libres y
esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros jurados y
compañeros; en una palabra, opresores y oprimidos, en lucha constante, mantuvieron
una guerra ininterrumpida, ya abierta, ya disimulada; una guerra que termina
siempre, bien por una transformación revolucionaria de la sociedad, bien por la
destrucción de las dos clases antagónicas.”, fragmento inicial del primer
capítulo de El Manifiesto Comunista publicado el 21 de febrero de 1848 en
Londres, Inglaterra, hace ciento setenta años, redactado por Carlos Marx y
Federico Engels, originalmente como documento científico y programático de la
Liga de los Comunistas, y posteriormente, del Partido Comunista, texto
imprescindible para la comprensión de la lógica del devenir histórico, cuya
lectura es necesaria, pues brinda las bases para la interpretación de la
sociedad humana, partiendo de la raíz de sus estructuras y avizorando el camino
de los oprimidos para su liberación.
El Manifiesto Comunista es un texto político, y por ello, es también un documento
teórico, una profunda reflexión crítica sobre el capitalismo y la necesidad del
proletario de su tiempo de superarlo, es un llamado a la revolución, y por
tanto, también una ruptura con las viejas concepciones del socialismo utópico y
del comunismo hasta la fecha de su publicación, es el primer documento que
llama de manera abierta y sin tapujos a la destrucción del Estado Burgués, sus
estructuras, instituciones y su moral, para dar lugar a la sociedad comunista
que se erigirá al desaparecer las clases sociales y la consecuente
contradicción entre explotación y trabajo, El
Manifiesto Comunista es la
voz que aglutinó desde entonces la necesidad de la clase proletaria que ya
había comenzado a reclamar sus derechos y una profunda reivindicación social y
política.
II
Entre los planteamientos centrales de El Manifiesto Comunista se destacan por ejemplo, la
explicación de que la historia política e intelectual de una sociedad está
determinada por el modo de producción y la formación socioeconómica que se
deriva de él, en el caso especifico de la centralidad de su análisis, el
capitalismo y sus estructuras económicas y socio-culturales, son presentados como
parte de ese devenir histórico de la humanidad, otorgándole a la burguesía el
reconocimiento de que por un periodo histórico fue una clase revolucionaria que
contribuyó al desarrollo, pero que al final, una vez instaurada en el poder,
devino en la clase dominante con carácter conservador y reaccionario.
Al surgir las clases sociales se forjó la base
de la propiedad privada y la explotación, por tanto, la historia de las
sociedades ha sido la historia de la lucha de las clases explotadoras y las
explotadas. De ahí se deriva la necesidad histórica de la emancipación de los
explotados, la ruptura con el yugo que los oprime y del cual se sostiene la
desigualdad, Marx y Engels otorgan al proletaria el papel del sujeto
revolucionario tomando en cuenta el desarrollo que hasta el momento de
publicación de El Manifiesto había alcanzado las sociedades capitalistas, hoy,
el sujeto revolucionario responde a una pluralidad que ha enriquecido esa
emancipación proyectada, ya no sólo inscribiéndose en la esfera económica,
social y política, sino ahora, alcanzado los aspectos más profundos de las
culturas, el género, la ecología, el feminismo, el antiracismo y la diversidad
en todos sus sentidos. Sigue hoy siendo necesario, abolir la propiedad
burguesa, sus instituciones y formas de control cultural e ideológico, la
desaparición de las clases sociales y el reconocimiento de que el sujeto de la
emancipación en el siglo XXI es la pluralidad y la diversidad puestas al
servicio de la humanidad.
III
El Manifiesto Comunista es síntesis del pensamiento de Marx y Engels, como afirma
Adolfo Sánchez Vázquez en su ensayo “Actualidad e inactualidad del Manifiesto
Comunista” (1998) al decir que en él se expresan los cuatro ejes esenciales del
marxismo: “teoría de la realidad, crítica de lo existente, proyecto de
emancipación e interpretativo práctico de transformar el mundo”.
El Manifiesto es ante todo un llamado a la acción, a la transformación
de la sociedad capitalista explicada casi en su totalidad de detalle en la obra
de Marx y referida de manera concreta en el documento programático, las razones
del porqué es necesario superar al capitalismo están ahí en las páginas de El Manifiesto , pero tanto Marx como Engels siempre
fueron prudentes en describir la sociedad futura comunista, dibujan algunas
líneas a seguir y algunos aspectos necesarios para dejar atrás la explotación y
opresión capitalista, más no plantean un molde estático y dogmático, como se ha
querido decir tergiversando sus postulados, desde luego, lo anterior llevado a
cabo por los intelectuales al servicio del capital.
La vigencia de El Manifiesto es la misma de Marx (1818) a
doscientos años de su natalicio, un pensamiento tan abierto y dialéctico, que
fueron justamente, Marx y Engels, los primeros en cuestionar algunos postulados
de El Manifiesto , y rectificarlos a lo largo de su
obra posterior, baste para comprobarlo, leer lo diferentes prólogos que
escribieron para las diferentes ediciones que se hicieran de El Manifiesto , ellos mismo superaron y
contribuyeron con una aguda crítica a superar aquellos aspectos que fue
necesario desarrollar o superar.
IV
Aspectos como la globalización, la
internacionalización del capital financiero o la mundialización, según el
término que se guste, fueron esbozados en El
Manifiesto , es tan agudo el
análisis del capitalismo que resulta sorprendente la crítica superflua que
busca desestimarlo, desde luego, aspectos han quedado atrás, pero la médula del
análisis, de la crítica como de la propuesta emancipadora continúan intactos,
hoy más que nunca necesitamos como humanidad superar al capitalismo y dar paso
a un mundo mejor “donde quepan todos los mundos”.
Léase El
Manifiesto Comunista a la luz
del siglo XXI, y compruébese al estudiar y comparar el desarrollo histórico de
los últimos ciento setenta años que las realidades pasadas y presentas
encuentran en él su explicación, las verdades esenciales que se exponen se han
confirmado y ejemplificado de manera dramática en todos estos años de vida
humana. El propio Manifiesto
Comunista invita hoy, a una
reflexión sobre sí mismo, reconociendo que la utopía liberadora que plantea es
la misma, y su necesidad más urgente, los desprotegidos, explotados y oprimidos
del mundo, encuentran hoy, su voz en ese grito emancipador que la humanidad
requiere. ¡Oprimidos del
mundo uníos!
Cristóbal León Campos. Integrante del
Colectivo Disyuntivas
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238276
No hay comentarios:
Publicar un comentario