Un balance significativo
del acto del 21-F
22 de febrero de 2018
Por Rolando
Astarita
Prensa Obrera de hoy, 22 de
febrero, publica un interesante balance del acto de ayer, firmado por Néstor
Pitrola, dirigente del Partido Obrero. Se titula “Moyano y sus socios, sin
perspectivas para el movimiento obrero”, y puede leerse completo en http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/sindicales/moyano-y-sus-socios-sin-perspectivas-para-el-movimiento-obrero.
Transcribo algunos pasajes y presento luego algunas reflexiones. Escribe
Pitrola:
“Moyano no dijo nada y los demás oradores solo hablaron para
apoyarlo. Si “a Macri le quedara poco”, como dijo el camionero, no sería por
este 21F .
A esta síntesis hay que agregar que la movilización fue
sensiblemente menor al 18 de diciembre, en parte compensada por el despliegue
inmenso del aparato camionero que se empeñó en movilizar desde todo el país.
(…)
La movilización congregó aparatos de intendentes kirchneristas y
otros no tanto como Menéndez, que vinieron a aportar a la “unidad del
peronismo”. Tal vez la mitad de la movilización fue aportada por los llamados
movimientos sociales del trío San Cayetano. Probablemente hubo entre 150 y 200
mil personas en total. Algún público espontáneo, que lo hubo, no fue en
absoluto dominante. (…)
Lo más definido que planteó Moyano fue que los trabajadores
piensen “democráticamente a quién votamos en la próxima elección”. En buen
romance colocó la convocatoria al servicio de la interna del PJ –y de la CGT-,
ajeno por completo a un futuro paro nacional, mucho menos a un plan de lucha
que pueda poner en pie al movimiento obrero contra el plan de guerra en curso.
El discurso fue para desmoralizar a los luchadores… El resto fue dedicado a
defenderse de las acusaciones de corrupción, ofreciéndose para ir preso, algo
que de ocurrir sería rápidamente para ir a domiciliaria debido a su edad. Ni él
ni los otros oradores se pronunciaron por la libertad y el desprocesamiento de
los manifestantes presos y perseguidos por las manifestaciones de diciembre.
(…)
Con los límites de aquella “mesa de enlace” de los 90, este
Moyano no es el del MTA de la ruptura con el menemismo, sólo se anota para la
interna post kirchnerista del peronismo, para contener desde una postura
opositora y negociar con un pejota que es pieza clave en la gobernabilidad del
ajuste.
La columna del clasismo y las luchas, con el Sutna, la UF Oeste y el Posadas a
la cabeza tuvo su importancia. (…) La virtud de esta nueva columna
independiente fue que se transformó en el único sector que planteó y cantó a
voz en cuello por el paro general, organizada con carteles por el paro activo
nacional, una perspectiva que surge clara del movimiento obrero que lucha todos
los días y completamente ausente de esta alianza moyano-kirchnerista sin
perspectivas”
En síntesis, Pitrola nos dice que el acto estuvo puesto al servicio de una
interna burguesa y burocrática; y que el discurso de Moyano buscó desmoralizar a trabajadores
en lucha, además
de defenderse personalmente. Por supuesto, no fue un detalle, sino marcó el eje político del evento.
Más en general, el carácter de actos como el de ayer no se define por la gente
que participa, sino por su programa, y esencialmente por la dirección
que expresa ese programa.
Todo indica, en consecuencia, que en este caso ni siquiera se
dieron las condiciones mínimas para hablar de una unidad de acción en torno a demandas precisas de
los trabajadores. Concretamente, el
discurso de Moyano no fue para impulsar movilización alguna por
reivindicaciones concretas y definidas. Incluso su llamado a
enfrentar el plan económico del gobierno quedó diluido, como bien dice Pitrola,
en el horizonte de conformar una alianza peronista – moyanista (más los
infaltables aliados, tipo partido Comunista, y progres varios) con vistas al
2019. De ahí el balance altamente positivo que hicieron del acto
dirigentes que proponen un nuevo frente de unidad nacional, con el peronismo K
como eje aglutinador. Pero esta perspectiva no tiene un átomo de
progresivo para los trabajadores (ver aquí).
Es claro, por otra parte, que el contenido de este acto no lo
podía modificar (y de hecho, no lo modificó) una columna de la izquierda
gritando por un paro general. Los comportamientos de clase no se alteran con
gritos, por más entusiasmo que se ponga en la tarea. Por eso, no se
entiende por qué la izquierda no realizó un acto propio, en el cual sus
oradores pudieran presentar una alternativa separada
y opuesta del conciliacionismo burgués que ofrecía Moyano. Se
puede coincidir o no con la propuesta de la izquierda (en lo personal, no
coincido), pero en cualquier caso un acto
con voz propia hubiera sido mucho mejor que lo que se hizo. Hay que
decirlo con todas las letras: no tiene sentido convocar a los trabajadores a
escuchar discursos desmoralizadores, ni a ser acompañamiento de las pujas entre
burócratas o políticos burgueses.
Algunos marxistas hablan por estos días de la famosa táctica de la
“unidad de acción”. Pero la unidad de acción sirve si permite obtener conquistas (o
defenderlas si están amenazadas), y si permite avanzar en
conciencia de clase o en organización de los trabajadores. De lo contrario es
farsa y encubrimiento de una orientación proclive a la colaboración con la
fracción “progresista” del nacionalismo burgués y pequeño burgués.
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Un balance significativo del acto del 21-F
Un balance significativo del acto del 21-F
Fuente: https://rolandoastarita.blog/2018/02/22/un-balance-significativo-del-acto-del-21-f/
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