Cumbre de los Pueblos
frente a la OMC | 14 February 2018 | Biodiversidad 95 / 2018-1
Cumbre de los Pueblos
frente a la OMC
12 y 13 de diciembre de
2017
Los participantes del
Foro de Soberanía Alimentaria realizado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina
los días 12 y 13 de diciembre de 2017 queremos expresar nuestros acuerdos para
la construcción de Territorios de Paz para los pueblos; somos las campesinas y
los campesinos del mundo y todos los pueblos que luchamos por permanecer en
nuestros territorios ancestrales y por seguir alimentando a la humanidad como
lo hemos hecho los últimos diez mil años, al mismo tiempo que posibilitamos una
vida digna en las ciudades con alimentos sanos producidos localmente.
Los y las más de 300
participantes de este Foro de Soberanía Alimentaria, campesinas y campesinos,
pueblos originarios, pescadores y productores de alimentos, provenientes de más
de 30 países de 4 continentes denunciamos en primer lugar la violencia del
Libre Comercio que en esta Cumbre Ministerial se ha expresado con claridad en
la censura que el gobierno argentino, con la aceptación y connivencia de la
OMC, ejerce impidiendo la participación de los muchos representantes de
organizaciones sociales que querían llegar a la Argentina a expresar sus
opiniones y posiciones sobre esta Cumbre. Así se demuestra que la “libertad”
que proclaman desde esa Cumbre Ministerial es la libertad para imponer las
voces de los poderosos mientras el 99% de la humanidad queda fuera de ese
espacio cerrado, secreto y amurallado en el que pretenden tomar las decisiones
que afectarán a todos los pueblos del mundo, decisiones signadas por la
violencia.
Y es violencia la que
se ejerce todos los días a través de los manejos del agronegocio y los
intereses corporativos en nuestros territorios donde se nos expulsa, persigue,
criminaliza y asesina mientras incrementan en forma desmesurada sus ganancias y
defienden sus intereses.
Violencia es la que el
3 de marzo del 2016 asesinó a Berta Cáceres en Honduras y que hoy impide que el
pueblo hondureño ejerza su derecho a elegir quien lo gobernará.
Violencia es la que en
los 3 últimos meses se cobró la vida de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel
en la Patagonia argentina; jóvenes que fueron asesinados por solidarizarse con
la lucha por el derecho a la tierra del pueblo mapuche.
Violencia que en todo
el mundo tiene acorralados a campesinas y campesinos y pueblos originarios en
apenas un cuarto de la tierra disponible mientras nosotras y nosotros seguimos
siendo quienes proveemos la mayor parte de los alimentos para toda la
humanidad.
Violencia es la que
ejerce el agronegocio destruyendo las tres cuartas partes de la totalidad de
las semillas agrícolas que nuestros ancestros nos han legado mientras busca
apropiarse del resto a través de las Leyes de Semillas y las patentes.
Violencia con que las
corporaciones buscan convertir a nuestros alimentos en mercancías produciendo
la mayor crisis alimentaria que haya sufrido la humanidad con más de la mitad
de la población malnutrida o malcomida sufriendo de hambrunas, múltiples
carencias y enfermedades crónicas por sobrepeso y obesidad; sufrimiento que es
mayor en los más vulnerables.
Violencia con la que se
están imponiendo nuevas y cada vez más peligrosas tecnologías sin debate,
consulta ni participación de los pueblos. Tecnolo-gías que como los
transgénicos, los nuevos desarrollos biotecnológicos, la geoingeniería o las
nuevas técnicas de edición genética amenazan todos los sistemas de vida a nivel
global.
Violencia con que se
imponen falsas soluciones para las diversas crisis, climática, energética,
alimentaria, que sólo buscan continuar con la apropiación y acaparamiento de
nuestros bienes comunes.
Violencia con que el
capitalismo está destruyendo a la Madre Tierra , nuestra Pachamama, destruyendo el
clima, nuestros bosques, nuestros suelos, nuestras plantas, nuestros animales,
nuestros bienes comunes; contaminando nuestros ríos y mares y convirtiendo al
planeta en un desierto en el que la misma posibilidad de vida futura se ve
amenazada.
Violencia que se
expresa en el sistema patriarcal y racista que mata y se expresa cotidianamente
en todos los niveles de nuestras vida.
Nosotras y nosotros
decimos una vez más ¡BASTA de violencia! Y seguiremos construyendo otro mundo
posible, cuidando a nuestra Madre Tierra y alimentando a los pueblos del mundo
a través de:
*Nuestro compromiso a
seguir impulsando la soberanía alimentaria como plataforma, principio y base
política de nuestro accionar para garantizar un mundo sin hambre y una tierra
con campesinas y campesinos cuidándola, nutriéndola de manera conciente y
amorosa.
* Nuestro compromiso a
defender nuestro territorios como Territorios de Paz donde la tierra, el agua y
la diversidad sean parte integral de una vida plena en armonía con todos los
seres vivientes.
* Nuestro compromiso a
seguir defendiendo esos territorios contra la violencia del capital, la
mercantilización de la vida y la destrucción que provocan los megaproyectos en
nombre del supuesto “progreso”.
* Nuestro compromiso a
mantener vivos los conocimientos y saberes que nuestros ancestros nos legaron y
que representan hoy en manos de las comunidades la principal esperanza para
enfrentar la crisis a la que este capitalismo demencial nos está llevando.
* Nuestro compromiso a
luchar contra el “Libre Comercio” en todos los ámbitos donde se quiera imponer,
ya sea en la OMC, como a través de los Tratados de Libre Comercio bilaterales o
multilaterales o en los espacios multilaterales como el FMI o el Banco Mundial;
denunciando sus mentiras y mostrando el verdadero rostro de este saqueo
planificado al que pretenden someternos.*
* Nuestro compromiso a
seguir produciendo alimentos sanos, libres y soberanos a través de la
producción agroecológica campesina diversa y rica como lo hace cada uno de
nuestros pueblos.
* Nuestro compromiso a
seguir trabajando en lo local fortaleciendo huertas comunitarias, rescate de
saberes alimentarios locales y el uso de plantas medicinales y todas aquellas
experiencias que desde la organización local y comunitaria fortalecen y son la
base nuestro accionar colectivo.
* Nuestro compromiso
para que todos los pueblos tengan el derecho a una alimentación digna,
saludable y nutritiva y mucho más cuando la misma forme parte de cualquier tipo
de ayuda alimentaria.
* Nuestro compromiso a
seguir multiplicando, compartiendo y defendiendo nuestras semillas criollas y
nativas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, libres de
transgénicos, agrotóxicos y derechos de propiedad intelectual.
* Nuestro compromiso a
multiplicar nuestros principios, nuestra experiencia y nuestros saberes a través
de todos los espacios educativos que venimos construyendo desde nuestros
movimientos llamando a todas y todos aquellos que se sientan comprometidos
desde sus propios ámbitos de acción a sumarse a esta cruzada por formación
agroecológica campesina.
* Nuestro compromiso a
avanzar en el fortalecimientos y la construcción de medios
de comunicación para la libertad que logren superar el cerco mediático que los medios hegemónicos han creado y que ha logrado poner
a buena parte de la humanidad en un estado de hipnosis colectiva.
* Nuestro compromiso a
continuar construyendo con investigadoras e investigadores del todo el mundo
otro modelo de ciencia basado en los nuevos paradigmas que asoman de la mano de
la ciencia digna, la construcción colectiva y el diálogo de saberes y una
visión integral y no fragmentada del mundo. Esta ciencia digna debe sostenerse
en un sistema educativo que en todos sus niveles sea coherente con ese sentido
de dignidad y debe tener a la Soberanía Alimentaria como eje central.
* Nuestro compromiso a
luchar contra la violencia del neoliberalismo que una vez más busca imponerse
como pensamiento único y fin de la historia. Sabemos que nuestra diversidad, nuestra
historia y nuestras luchas anuncian el comienzo de un tiempo mejor.
* Nuestro compromiso a
seguir honrando a quienes nos han precedido en este camino sembrando
esperanzas, ideas y sueños de un mundo mejor continuando la construcción de un
mundo solidario, libre y unido en la diversidad en el que la vida valga más que
las leyes del mercado, la propiedad privada y la acumulación de capital.
* Nuestro compromiso en
transformar nuestras relaciones dejando de lado y combatiendo todas las formas
de dominación y opresión contra las mujeres, pueblos originarios, jóvenes y
todos los que en esta sociedad son marginados y perseguidos.
* Nuestro compromiso a
avanzar en la construcción de alianzas con todos los sectores sociales que han
confluido en esta Cumbre de los Pueblos para decir bien fuerte:
Somos una sola fuerza
hermanada con los trabajadores urbanos, consumidores, desocupados, movimientos
feministas, movimientos por la diversidad sexual, ecologistas, organizaciones
de jóvenes, académicos y todas y todos los que llegamos aquí comprometidos en
la construcción de otra sociedad.
Nos reconocemos en los
principios anticapitalistas, antipatriarcales, internacionalistas y
anticolonialistas y asumimos el compromiso con los mismos como desafío para
nuestra vida cotidiana, al interior de nuestras organizaciones y en la búsqueda
de construcción de una nueva sociedad que hemos asumido que es posible y
necesaria.
Siguiendo el ejemplo
del valiente campesinado colombiano que hoy asume el desafío de la construcción
de territorios de paz en un país que ha atravesado por décadas de violencia nos
declaramos comprometidos a hacer de todos nuestros territorios.
Territorios de Paz
parala Soberanía Alimentaria
y Política
para
Vida Digna
Fuera Omc, fuera libre comercio
de nuestras tierras,
de nuestras tierras,
de nuestra agricultura,
de nuestros platos y de nuestro planeta
de nuestros platos y de nuestro planeta
Fuente: https://www.grain.org/article/entries/5889-territorios-de-paz-para-la-vida-digna-declaracion-del-foro-de-soberania-alimentaria
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