Honduras: La repulsión de un pueblo a las políticas de saqueo,
muerte y a la violencia del Estado
26 de febrero de 2018
“Este no es un conflicto electoral, es la
repulsión del pueblo a las políticas de saqueo, muerte y a la violencia del
Estado”, explica Berta Zúñiga Cáceres, Coordinadora del Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras-Copinh-.
16 feb. CI.- En entrevista con Colombia
Informa habló sobre la situación actual que vive su país tras el fraude
electoral, acerca de los 25 años de lucha de su organización y los 2 años del asesinato
de Berta Cáceres.
¿Qué ha pasado en Honduras desde la toma de
posesión de Juan Orlando Hernández -JOH-?
Ha continuado la resistencia en las calles, un
poco más esporádica pero muchos sectores continúan movilizándose de manera
intermitente. Igualmente, ha habido una respuesta bastante fuerte de represión.
Incluso en protestas en las zonas bananeras. Hay algunas personas asesinadas.
Se ha creado una comisión de la Organización
de Estados Americanos -OEA- para montar un supuesto “diálogo nacional”,
haciendo intermediación con el Presidente y otros sectores. Pero, realmente, el
pueblo está excluido y sus demandas han estado totalmente excluidas de este
diálogo. La idea de la OEA es lavar la imagen del Gobierno, blanquear la
corrupción.
Este supuesto diálogo tiene como una de los
mediadores al expresidente de Guatemala, Álvaro Colom, quien ahora está siendo
investigado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala -Cicig- por delitos de corrupción. La gente sigue indignada porque
este diálogo no representa ninguna solución a todo el malestar que hay en el
país.
Desde los sectores populares, obviamente, se
está pensando continuar en una resistencia más prolongada. También en empezar a
hacer, a retomar, el proyecto por la refundación de Honduras que surgió un poco
antes del Golpe de Estado del 2009 pero que continuó y se reforzó luego de
este.
Retomar el proyecto de refundación también
significa retomar el encuentro con las víctimas, con las familias, con
comunidades y organizaciones que hoy mismo tienen presos políticos que de eso
no se habla en ningún lado. Son familiares de personas asesinadas en esta
lucha.
¿Cómo el Copinh está viendo y viviendo la
coyuntura?
El Consejo Cívico de Organizaciones Populares
e Indígenas de Honduras no participa en la política electoral. Sin embargo, no
es indiferente a la cuestión de fraude electoral, de continuismo, de profundización,
de saqueo y de represión de los territorios. Todo eso es lo que significa Juan
Orlando Hernández para nosotros. Estamos viendo que esta coyuntura va a
propiciar mucha inestabilidad en el país, mucha ingobernabilidad, y que se va a
sostener a punta de represión militar. Nosotros vemos que las fuerzas de
seguridad del Estado salen sumamente fortalecidas de esta etapa pero no así el
Presidente.
Berta Zúñiga Cáceres es hija de Berta Cáceres,
cofundadora y Coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras.
El proyecto
refundacional de Honduras es algo importante porque nosotros decimos que la
respuesta y la salida de esta crisis no es el cambio de un Presidente sino el
de una institucionalidad que está totalmente podrida. Este proyecto consiste en
la creación de una asamblea nacional constituyente que sea inclusiva, popular y
que haga un proceso de transformación profunda del Estado de Honduras.
Para nosotros, como
organización, es importante posicionar la lucha en defensa de los territorios.
Esta es una realidad muy fuerte para nuestras comunidades: la presencia de
empresas explotadoras y el concesionamiento de los ríos. Pero también es una
lucha un poco más abarcadora que tiene que ver con los derechos de los pueblos
indígenas, con la desmilitarización de los territorios, con las garantías de no
repetición, con búsqueda de justicia para las víctimas de esta lucha frente a
los proyectos extractivos.
El próximo mes de
marzo el Copinh cumple 25 años de lucha y conmemora 2 años del asesinato de
Berta Cáceres. ¿Qué ha cambiado en Honduras?
Durante estos 25 años
el Copinh ha formado parte de la historia de luchas en Honduras pero esta es
una historia también de muchas otras luchas y resistencias en el país. Somos
una organización que tiene una actitud más confrontativa frente al Gobierno. Empezamos
a plantear que no hay que pedirle, hay que exigirle a los Gobiernos que cumplan
con sus obligaciones.
El Copinh surgió en
una etapa bastante difícil para los pueblos indígenas. Hoy mismo el país se
encuentra en una etapa difícil. Las luchas por la liberación de los territorios
por la justicia integral de las comunidades sigue sumamente vigente. Ha
cambiado este contexto, porque no es igual, pero los elementos sustantivos de
opresión sobre las comunidades indígenas, de saqueo de los territorios, de represión
por parte del Estado hacia las comunidades, continúa bastante vigente. Lo que
sí se puede decir es que ha cambiado la represión, ahora es mucho más
profesionalizada y afinada.
Juntar la celebración
de estos 25 años de lucha con los dos años del asesinato de Berta Cáceres es volver a insistir en que las
autoridades de Honduras -un Estado violador de los Derechos Humanos- sigue sin
hacer justicia para la compañera así como para los cientos de asesinados en
este país.
Lo que sigue para
nosotros es aportar al movimiento popular hondureño en las luchas
reivindicativas fuertes frente a los Estados, derrotar en los territorios a las
empresas extractivas, denunciar el abuso del Gobierno de Honduras.
¿Cómo se desarrolla el caso jurídico por el
asesinato de Berta Cáceres?
Estamos al punto de hacer las audiencias de
proposición de pruebas. El Estado empieza como a desesperarse frente a un caso
que se ha manejado bastante mal, con una serie de irregularidades bastante
profundas que, si se respeta al debido proceso, jamás pasarían.
Entonces, empieza a dar pasos desesperados
frente al juicio para decir ya se hizo justicia y no ver más que lo denunciemos
como autor intelectual. El Estado quiere hacer ese juicio para cerrar el caso
de Berta Cáceres y decir que están todas las personas condenadas.
Cuando leemos sobre la coyuntura actual de
Honduras y la historia del país, se pueden encontrar muchas similitudes con la
historia actual de Colombia. ¿Cuáles son las estrategias de lucha que podrían
plantearse para un trabajo internacionalista solidario?
El Copinh ha hecho un trabajo
internacionalista desde su fundación. Ha sido epicentro de articulación de la
lucha contra las represas, contra la militarización; a favor de un espacio de
convergencia popular.
Frente al modelo económico extractivista,
distintas organizaciones sociales nos planteamos una lucha que apunte hacia los
mismos objetivos. Obviamente, desarrollar nuestros planteamientos también
frente al tema energético que es estratégico para toda América Latina. Cuáles
van a ser las respuestas alternativas frente a este modelo económico.
Algo muy importante es seguir aprendiendo de
las estrategias de defensa de los territorios. No podemos hacer mucha
incidencia al nivel de leyes ni de controlar las concesiones que se dan. Pero
lo que sí podemos y que sí ha sido una lucha fuerte- desde el mismo ejemplo de
vida de Berta Cáceres- es librar una fuerte batalla en los territorios y no
permitir la construcción de represas hidroeléctricas.
Ahí el Copinh ha aprendido muchísimo de
autonomía y de resistencia con otros pueblos indígenas y con el pueblo
colombiano. Nos han enseñado a enfrentar estructuras militares, paramilitares y
la violencia fuerte del Estado.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Honduras_La_repulsion_de_un_pueblo_a_las_politicas_de_saqueo_muerte_y_a_la_violencia_del_Estado
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