PALABRA DE WERKEN (I)
Los DIU de Benetton
Tres voceros de la Pu Lof de Cushamen viajaron
a Buenos Aires para relatar la historia y el presente de su pueblo. Benetton y
todo un Estado a su servicio.
Adriana Meyer
Periodista
Domingo 10 de septiembre de 2017
“Los doctores que mandaba el empresario Benetton le entregaban
anticonceptivos a nuestras…”. Sergio Nahuelquir se quiebra, baja la mirada y en
esa pausa de su relato se pasa la mano por los ojos. “Newen peñi, newen
(fuerza)”, le dicen los otros werken (voceros de la comunidad) mientras lo
palmean para que pueda reponerse y seguir hablando.
“Le entregaban anticonceptivos a nuestras mujeres para que no
tuvieran hijos, todas esas cosas pasaron y pasan en Cushamen. Ésta es nuestra
historia, lo que nos ha hecho mal al mapuche en toda la Comarca. Estamos
denunciando que cuando hay discriminación los que más sufrimos somos nosotros.
Se ha encargado bien de hacer ese trabajo el Estado represor de Chubut”,
completa.
Y al rato pasa del dolor a la bronca. “Nos preguntan mil veces si
vimos, si no vimos. Si te estoy diciendo que a Santiago Maldonado se lo llevó
la Gendarmería ¿por qué no me creés? Así, tenemos que luchar con los organismos
estatales y cierta prensa, por eso venimos a contarles en persona nuestra realidad”,
dice.
En su condición de voceros los tres recorrieron las vertiginosas
calles porteñas sin perder su hablar pausado. Con base en el recuperado hotel
Bauen Daniel Loncon, Fernando Jones Huala y Sergio Nahuelquir participaron
también de una charla organizada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires
(SiPreBA) y un rato antes dialogaron con La Izquierda Diariosobre
el contexto histórico en que fue desaparecido Santiago Maldonado, los otros
desaparecidos de Chubut y el origen de la violencia represiva. Las palabras de
los werken describen otros métodos para la misma conquista al desierto.
El Estado de Benetton
Nahuelquir se presenta en mapuche y explica todo su árbol
genealógico para que “los pseudomapuches no salgan a decir que nosotros no
somos de Cushamen”. Luego se pregunta quién es realmente extranjero, teniendo
en cuenta que ellos tienen sobre sus espaldas “14 mil años de historia”. Y
cuenta que son “mapuches tehuelches, Ñancuche Nahuelquir fue mi tatarabuelo,
llegó y se casó con una tehuelche, así que todos somos de la misma rama”.
El werken lamenta que haya dos cosas que los hicieron pelear, la
religión (evangélica) y la política partidaria. “Estamos totalmente
empobrecidos en Cushamen, se ha sobreexplotado la zona, los arroyos se han
escondido debajo de la tierra y el ganado no tiene nada para comer, nos
quedamos sin nuestros remedios
naturales. Por eso nuestra necesidad de recuperar el territorio, de un lado del
alambre estéril y del otro fértil, y ese lado es de Benetton”, describe.
“El intendente de El Maitén le agradeció a ese empresario su
aporte para pagar el aguinaldo municipal y en enero, durante la anterior represión de la Gendarmería, se alojó en el
gimnasio que había donado Benetton para la comunidad, y también les dio el
catering. Parece que el Estado no tiene plata para socorrer a una familia
nuestra que quedó atrapada en la nieve más de una semana pero para mover sus
fuerzas represivas sí la
tiene. Los políticos en lugar de llevar comida le llevan
alcohol a la gente. Crecí
bajo el miedo al patrón, al uniformado, a la autoridad política. Pero ya no
más, no más de abuelos que desconocen a los nietos que recuperaron el
territorio. No somos terroristas, somos seres humanos”, agrega.
El werken dice que el tren La Trochita se dejó de usar hace casi
tres décadas, sus vías cruzan la comunidad. La estación Leleque quedó dentro del
campo de Benetton y allí funciona una escuela donde pretendieron sacar toda la
matrícula escolar. Una investigación de los periodistas Sebastián Hacher y
Hernán Scandizzo, publicada en Indymedia en 2003, describe los mismos hechos
que narra Nahuelquir, además de la compra de una provincia entera, los
desalojos, el desvío de ríos y caminos y el alambrado de tierras fiscales y
reservas indígenas.
El proyecto turístico del empresario italiano y la provincia de
Chubut era reflotar un trayecto de La Trochita, entre El Maitén y Leleque.
“Claro que para llevarlo adelante tenían una pequeña dificultad, un ‘trámite’
como lo llama Miguel Mateo, coordinador general del tren; son los casi
cincuenta niños que con sus madres viven en la estación de trenes de Leleque y
la escuela a la que concurren ellos e incluso los hijos de los peones de
Benetton”, escribió Hacher.
Ya entonces la situación del paraje Leleque era crítica, para
conseguir agua había que saltar un alambrado de Benetton, no había gas ni
puesto sanitario porque, según los pobladores, la estancia se opuso. A cambio,
enviaba un médico que iba una vez por mes. “A pesar de la desatención, o quizás
como parte de ella, todas las mujeres del lugar recibieron gratuitamente y
tienen colocado el DIU, el Dispositivo Intra Uterino que impide que puedan
quedar embarazadas nuevamente”, dice la nota, reproducida también por un portal de
difusión de la comunidad mapuche hacia el exterior.
En ese momento, la directora de la escuela 90 de Leleque confesaba
con angustia que no sabía qué iba a pasar al año siguiente, porque las familias
eran presionadas para que se fueran. “La escuela está ubicada en el centro de la estancia Benetton.
Aislada , dentro de la propiedad privada, una escuela pública
para niños mapuches, privados de todo”, escribió el año pasado Horacio Cecchi
en Página|12.
Casualmente, o no, el mismo día de la represión en Cushamen el
último 1° de agosto se produjo el incendio intencional de la estación Bruno Thomae ,
cerca de El Maitén, en ese mismo circuito turístico. El gobierno de Chubut
acusó a la ya famosa RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), pero Nahuelquir
cuenta que los panfletos que aparecieron estaban hechos con impresora láser.
Según los medios locales, el
gobernador Mario Das Neves se comunicó esa misma noche, cuando la noticia de la
desaparición de Santiago Maldonado ya era pública, con la ministra de Seguridad
Patricia Bullrich. ¿Habrán hablado de la estación o del desaparecido?
Unidos para enfrentar a United
“Allá se repite el dicho ‘vendieron la tierra con los indios
adentro’”, dice Loncon, miembro de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios, a modo de
síntesis. En tanto, Jones Huala afirma que “este gobierno va con todo, la
excusa ahora son los mapuches pero hace tiempo está atacando a los trabajadores,
a los docentes y ahora directamente a la prensa. Es algo muy grave y tenemos que seguir
viendo la forma de defendernos entre todos porque ellos están unidos, a los
sectores que estamos siendo atacados nos falta buscar los puntos en común y si
existen vínculos seguir profundizándolos, es la única opción que tenemos”.
Al rato define que su objetivo es “contar la verdadera historia de
los pueblos originarios porque el escenario actual en el que estamos sometidos
es consecuencia de esa historia escrita por los vencedores, los que avanzaron
militarmente sobre los territorios de los pueblos preexistentes”, e invita a
que se acerquen a Cushamen para escuchar los relatos del despojo y la
colonización “que aún no termina, es una constante, incluso el tema de las
desapariciones forzadas, gatillo fácil y torturas, algo que no se conoce y que
los medios de la zona callan”.
Fernando es uno de los hermanos del lonko Facundo
Jones Huala, detenido desde el 27 de junio en Esquel y a punto de ser
juzgado en un segundo de juicio de extradición, que en un
reciente comunicado calificó de ilegal, y en el cual reiteró que la comunidad
mapuche en Resistencia de Cushamen se alinea con el MAP (Movimiento Mapuche
Autónomo del Puelmapu) “en defensa y ejercicio de nuestros derechos políticos y
territoriales, propuestas a las que ataca el poder winka capitalista en su
ansia de dominación y destrucción de nuestros Pueblos y territorios”.
Para Fernando, “el contexto en el que desapareció Santiago
Maldonado da pie para denunciar esta violencia política e institucional
histórica que sufrimos el conjunto de los pueblos originarios, están atacando
una cultura y una forma de vida”.
Daniel Loncon no usa vincha ni poncho sino campera de cuero, y se
recibió en Comodoro Rivadavia de licenciado en Trabajo Social por la Universidad Nacional
de la Patagonia. “No podemos dejar de contextualizar la desaparición de
Santiago Maldonado en el marco de una protesta en territorio mapuche, al
cumplirse un mes de la prisión política de nuestro lonko Facundo
Jones Huala, lo que consideramos una emboscada judicial porque días previos se
había reunido el Presidente con la presidenta de Chile, según la ministra Bullrich
la preocupación por la seguridad interna”.
El vocero de la comunidad agrega que “el tema mapuche para ellos
es una preocupación para la
nación. Desde el primer día estuvieron los testimonios de los
mapuches y siguen sin ser tenidos en cuenta, en un programa de televisión un panelista
nos quería negar eso. Venimos de Cushamen, conocemos la región. El nivel de
ninguneo que vimos de Lanata con el lonko (Facundo
Jones Huala) existe en algunos operadores mediáticos para ningunear a la
comunidad.
Hubo espionaje ilegal en la zona, hay un agente de la AFI y dos
fiscales procesados por eso. Lo que acá en Capital Federal es novedad
lamentablemente para nosotros no lo es. Pero nos es muy difícil ponerlo en
evidencia. Parece que todo pasa allá en el sur, donde son todos indios, me han
preguntado por mi atuendo, si viajo en subte o uso tarjeta de crédito”.
¿Y cuál es el tema de fondo?
El tema de la tierra, la esencia de
todo el problema. Y empieza desde mucho antes que el 2015. Hubo una serie
sistemática de despojos. La ley 26.160 surge en 2006 como una norma operativa y
de emergencia en función de los desalojos que había, porque era tanta la
presión social que el gobierno sacó esa ley con dos artículos: frenar los
desalojos y desapoderamientos territoriales de los pueblos indígenas, el
segundo mandaba a hacer un relevamiento técnico, jurídico y catastral. Es por
plazos y hay muchos intereses cruzados al respecto. Soy parte del equipo que
hizo el relevamiento y la implementación de esa ley, pero en paralelo nos
declarábamos en juicio por el desalojo de las comunidades. La comunidad de
Vuelta del Río, que está pegada a la
Pu Lof , tuvo un desalojo ya en 1963 y en 2003 hubo otro
igual.
¿Es decir que antes de este reciente proceso de recuperación por parte
de ustedes ya los estaban desalojando en forma sistemática?
Así es. Hace poco cuando hubo esa
acción en la Casa de Chubut, acá en Capital Federal, se hablaba de violencia,
pero discutamos ese concepto porque acá hay una violencia fundacional que hizo
el Estado. Olvidarse de eso es como decir nos olvidamos de Malvinas, de los
desaparecidos. En enero Ivana Huenelaf estuvo desaparecida, golpeada, y
detenida en condiciones inhumanas. Tuvieron que soportar que el fiscal
recorriera la comisaría de El Maitén, y ellos le gritaban porque reconocieron
su voz, y no los fue a ver.
También estuvo incomunicado dos días en Gendarmería Ariel Garzi
Sí, el testigo protegido cuya identidad
reveló la ministra de inseguridad por cadena nacional. Hay varias causas
iniciadas por esa y otras represiones, pero no avanzan. Hay en la comunidad
unas veinte personas procesadas, está militarizado el territorio, algo que
venimos denunciando sin ser escuchados. Los gimnasios de El Maitén donde antes
jugaban los chicos hoy es la base de operaciones de los gendarmes. Ese acoso
permanente, esa violencia simbólica de tener uniformados recorriendo en forma
permanente, hay más uniformados que pueblo. Pero como decía Weber, como tienen
el monopolio de la violencia legítima nadie puede decirles lo contrario. El
proceso de criminalización y judicialización de los miembros del Pu Lof fue
cambiando la carátula.
Las primeras acusaciones eran por usurpación territorial, pero
como eran delitos excarcelables empezaron a agregarle abigeato.
¿El 1 de agosto había una decisión de matar un mapuche?
Totalmente, no nos cabe ninguna duda.
Tenemos evidencia clara, por todo lo que viene sucediendo. Si el desaparecido
hubiese sido mapuche no habría tenido esta trascendencia, y no hubiera habido
250 mil personas en la
plaza. No es una acusación, simplemente ya lo vivimos.
Tenemos el caso de los hermanos Calfullanca, de Luciano
González desaparecido tras la militarización que hizo el GEOP en Corcovado, y
la cantidad de casos en que un peñi nuestro muere en circunstancias dudosas, se
cae al río y se ahoga, o estaban borrachos y se apuñalaron, pero detrás de
ellos había una disputa territorial, un campo que tiene ríos y riquezas
naturales. Es la segunda conquista.
En la edición de mañana, la segunda parte de la conversación con los
tres werken de la comunidad mapuche
Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Los-DIU-de-Benetton
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