Río Negro: fallo de la justicia avala
detenciones de menores de 18 años por la policía provincial
30 de mayo de 2016
Reproducimos
el comunicado que hizo público la Coordinadora
Antirrepresiva 13 de Enero, de Río Negro, luego del fallo del
Superior Tribunal de Justicia de la Provincia que avala las detenciones de
menores de 18 años por parte de la policía provincial. "Esas detenciones
son las que habilitan las torturas y malos tratos en el interior de las
comisarías, detenciones que materializan el continuo hostigamiento que la
policía realiza en los barrios, detenciones que dan comienzo desde la niñez a
la construcción de trayectorias criminalizadas. El hostigamiento policial en el
barrio, la “marcación policial” de esos niños, deriva luego en detenciones (por
el motivo que sea), que concluyen en torturas, desapariciones o asesinatos por
partes de la fuerza policial", remarca el comunicado.
Difundimos
comunicado de prensa:
LOS NIÑOS NO SON
PELIGROSOS, ESTÁN EN PELIGRO
Esta semana se dio
a conocer la resolución del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia en la
causa en las que se ponía en debate las detenciones de niños menores de 18 años
por parte de la Policía de la Provincia.
La causa fue
iniciada a partir de la interposición de un habeas corpus preventivo por parte
de la defensora de Menores de la ciudad de Viedma, Patricia Arias. Cabe
destacar que la presentación se limitaba a las detenciones que la policía
realiza a niños, justificando la “situación de desamparo”, alegando el
cumplimiento de la ley orgánica de la institución, la misma que obliga a la
policía a portar armas las 24 horas, la misma que la obliga a utilizar ese arma
cuando la propia policía lo determine, la misma ley que habilita la detención
por averiguación de antecedentes, las famosas detenciones por “portación de
cara”.
Es importante
destacar entonces que si bien la defensora, en representación de los niños de
la ciudad de Viedma, intentó poner fin a determinadas detenciones, no se puso en debate las otras detenciones que la
policía diariamente realiza sobre niños y jóvenes de toda la provincia. Detenciones que son las que habilitan las torturas y malos
tratos en el interior de las comisarías, detenciones que materializan el
continuo hostigamiento que la policía realiza en los barrios, detenciones que
dan comienzo desde la niñez a la construcción de trayectorias criminalizadas.
Para nuestro
espacio es importante poner de relieve las verdaderas implicancias que las
detenciones a niños y jóvenes tienen: estas detenciones son el origen de una
cadena de prácticas penales que forjan las trayectorias de estos niños y
jóvenes. El hostigamiento policial en el barrio, la “marcación policial” de
esos niños, deriva luego en detenciones (por el motivo que sea), que concluyen
en torturas, desapariciones o asesinatos por partes de la fuerza policial.
Muchos de esos niños y jóvenes comienzan siendo detenidos, para luego ser el
conocido “cliente del sistema penal”. La detención en la comisaría posibilita
el registro de los datos del joven, registro incluso fotográfico que después
conformará el famoso “libro de delincuentes” utilizado para la también
recurrente práctica policial de armado de causas.
Las detenciones de
niños contribuye entonces la formación de la “clientela del sistema penal”
desde la más temprana edad, al mismo tiempo que disciplina y neutraliza a la
población joven con potencialidad de en un futuro atentar y resistir el orden
injusto que los excluye y los vulnera.
Nos interesa
también poner en debate algo que aparece latente en el fallo del Superior
Tribunal de Justicia y en la propia presentación de la Defensora de Menores: El
gobierno de la “minoridad” como una forma de control de poblaciones que son
consideradas al mismo tiempo problemáticas, peligrosas y en riesgo.
Solo de esta manera
podemos problematizar la eterna disociación que se pretende hacer entre
políticas asistenciales y políticas de segregación y represión. El mismo Estado
que por un lado se pone a la cabeza de la protección de los niños, es el mismo
que habilita que se detenga a niños por averiguación de antecedentes, por
comisión de “delitos” o con la finalidad de protegerlo por estar en “situación
de calle”. Es decir que es desde el peligroso paradigma asistencial que se le
otorga a la institución policial la facultad legal de detener a niños.
Se ven así
entrelazadas las intervenciones “protectoras” y las intervenciones en pos del
“orden social” o “defensa social”, a partir de un mismo imaginario que vincula
a la niñez pobre con el delito y el desorden. Estando siempre presente, detrás
de la “protección asistencial” y del “control delictual” la cuestión de la
gobernabilidad de lo peligroso, aquello que amenaza el orden. Ese mismo orden
social que genera la exclusión que luego pretende “asistir”.
El fallo del
Superior Tribunal de Justicia viene entonces a darle legitimidad a una práctica
habitual y diaria de la policía: la detención de niños y niñas con el perverso
fin de “protegerlos”.
Recordemos que con
anterioridad a este fallo el propio Gobernador de la Provincia Alberto
Weretilneck había marcado la línea que la Justicia debía
seguir, en defensa de la institución policial: “"Un fallo de estas
características le quita a la fuerza de seguridad la posibilidad de realizar
una de las tareas básicas de su labor, como lo es la prevención del delito,
debiendo pasar a actuar –en el caso de menores involucrados– cuando el ilícito
ya haya sido cometido".
Nos resulta
preocupante que se le dé vía libre y legitimación al actuar de la policía
respecto a detenciones de niños y jóvenes. Una vez más este fallo da cuenta de
que la acción de la policía y de la justicia van en la misma dirección:
criminalizar la pobreza, en este caso la niñez pobre, y proteger el orden
social desigual y excluyente.
Pero también nos
preocupa que la única crítica al fallo sea respecto a la protección de una
niñez, aquella alejada del delito. Nos preocupa la perversa distinción entre
niños y “menores delincuentes”, perdiendo de vista que es el propio accionar
policial el que, a partir de estas detenciones y su intervención de control
territorial, construye estas imágenes que luego son adoptadas por el resto de la sociedad. Hasta el
momento las críticas que tuvimos la oportunidad de leer y escuchar, incluso de
funcionarios políticos, ex ministros de desarrollo social o funcionarios
judiciales, tiene que ver con que “se confunde la intervención proteccional
hacia los menores con la intervención policial legítima en materia de
prevención del delito”.
El propio fallo del
Superior Tribunal de Justicia contempla un voto en disidencia de Adriana Zaratiegui,
que coincide con la defensora de menores y con la procuradora general en que
“Lo que ha ocurrido es que los representantes legales de la Provincia han
confundido prevención y seguridad con protección integral de la persona menor
de edad, cuando son tareas diferentes; y como bien enfatiza la Procuración General ,
debe quedar en claro que la normativa que permite al personal policial actuar
en casos en que un menor sea sorprendido perpetrando un ilícito no puede llevar
a una interpretación que derive en que el joven sea perseguido y hasta privado
de su libertad en todo otro supuesto y, mucho menos, so pretexto que ello sea
en aras de una hipotética “protección” del menor”. Parece que la única
disidencia al fallo tiene que ver con aquello que comúnmente escuchamos “que se
protega al niño en riesgo, pero que se detenga y condene al niño delincuente”.
Visiones sesgadas como esta, con la perversidad de creerse críticas, no hacen
más que alimentar aquellas exigencias punitivas que incluso proponen la baja de
la edad de imputabilidad.
En este sentido
seguiremos sosteniendo que el accionar policial es un accionar criminal, que
las torturas y asesinatos policiales son una política de Estado, y que la Justicia
es y será condición de posibilidad de la criminalización de la pobreza y del
maltrato policial que sufren los sectores populares en nuestra provincia.
Por eso decimos,
BASTA DE ASESINATOS
POLICIALES
BASTA DE
DETENCIONES ARBITRARIAS A LOS JÓVENES Y NIÑOS DE NUESTRA PROVINCIA
LOS NIÑOS NO SON
PELIGROSOS SEÑORES DEL STJ, SINO QUE ESTÁN EN PELIGRO!
Coordinadora
Antirrepresiva 13 de Ene
Contacto: 2984579397
Más información relacionada en ANRed:
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Lanzamiento
de la Campaña Nacional Contra Las Detenciones Arbitrarias
Comenzó la Campaña contra las detenciones arbitrarias
Comenzó la Campaña contra las detenciones arbitrarias
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article12138
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