Jorge Adaro, ADEMyS: «Ante el ajuste, es urgente coordinar entre los sectores combativos y apoyar las luchas en todo el país»
El viernes 29 de abril, en el marco
de la conmemoración del 1º de mayo, Día de los trabajadores y trabajadoras, las
cinco centrales obreras convocaron a una movilización contra el gobierno de
Mauricio Macri. Para ayudarnos a analizar esa convocatoria y el rol de los
gremios combativos en un escenario de fuertes conflictos nacionales contra el
ajuste y los tarifazos, conversamos con Jorge Adaro, Secretario
General de Ademys.
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ELM: ¿Qué balance hacen desde
Ademys respecto de la movilización del pasado viernes?
Jorge Adaro: En relación al 29 de
abril, ha sido -entiendo- un hecho político de la clase obrera que hace mucho
tiempo no se veía. Realmente la clase obrera ha salido a movilizarse en un acto
que sin ningún tipo de duda fue contra el gobierno de Macri. Inclusive
prescindiendo de la caracterización que muchos sectores de la clase tienen en
relación a quiénes han convocado, porque el primer problema es éste, es decir,
desde los sectores combativos entendemos que la jornada del 29 debió ser en el
marco de un paro, y un paro general. Ese hubiera sido el marco ideal para la
tremenda movilización que tuvimos en la ciudad de Buenos Aires.
La segunda cuestión es que tampoco en
esa jornada se preveía que iba a haber un anuncio de paro general o de un plan
de lucha, que es lo que nosotros entendemos que la gran cantidad de gente que
fue tenía por objeto también, escuchar cuál era la propuesta de esas centrales
sindicales para enfrentar al Gobierno.
Entonces por un lado lo que se
demuestra es la gran disposición a la lucha que tiene la clase trabajadora, que
manifestó con su presencia, y el problema es que estas centrales han acompañado
las políticas de ajuste del gobierno, y todavía no vemos que la perspectiva sea
enfrentarlas.
Sintéticamente, nosotros
reivindicamos claramente la movilización de los trabajadores pero falta la
perspectiva de la lucha.
Esto después tiene continuidad en el acto que se hizo el
domingo primero de mayo en la Plaza de Mayo, con una composición de
trabajadores convocados desde la izquierda y desde los sectores sindicales
combativos. En ese sentido los discursos fueron claros en cuanto a la
necesidad, por un lado -y esto lo dijo claramente el Pollo Sobrero en su
intervención-, la necesidad de la unidad de los sectores combativos para que
precisamente los trabajadores tengan un norte, tengan una referencia en estos
sectores para salir a luchar. Ese me parece que fue un poco el espíritu del
acto unitario que se dio el domingo en la plaza, pidiendo la unidad
precisamente de los sectores que van avanzando en una lucha contra este
gobierno.
Otra cosa a destacar del acto fue la
presentación de los compañeros que han logrado arrebatar a la burocracia
sindical el sindicato del neumático a nivel nacional, que entendemos que es un
dato sumamente importante por tratarse de un sector industrial, donde los
sectores combativos no venían teniendo una presencia tan importante como la que
se logró con ese triunfo.
ELM: Analizando la
convocatoria del día 29 y el rol de la burocracia sindical, ¿qué podés aportar
sobre los discursos de los distintos referentes gremiales en el acto?
JA: Nosotros podemos ver que hubo
algunos discursos más encendidos, por ejemplo de aquellos más vinculados a las
CTA. Micheli tuvo un discurso encendido, no así los referentes de la CGT. El problema
lamentablemente es que quien tiene el poder de convocatoria es la CGT y es la
que claramente no está pronunciándose, más allá de algún amague, por un plan de
lucha. Esto creo que lo ha marcado un poco el discurso de Micheli, de esta
necesidad, pero después fue ese dato, que probablemente esperábamos los
sectores combativos, el que estuvo ausente en el resto de los discursos.
ELM: Como vos decías, hay una
especie de sentir colectivo respecto de la necesidad de realizar un paro
nacional en las bases. ¿Cómo interpretas la tensión entre esa necesidad vista
en las bases y este dislate de hacer paro sólo si no se aprueba la ley
antidespidos?
JA: Tal cual, el problema es éste, no
sé si el paro tiene que ser como respuesta a una decisión parlamentaria. Acá
tenemos un problema cuando las centrales sindicales no privilegian ni la
lucha ni la movilización de la clase para resolver el ajuste y los problemas
que estamos teniendo, sino que en todo caso se amaga con un paro con la
aprobación o no de una ley.
Una ley que nosotros cuestionamos
porque, si bien una primera parte de esa formulación es correcta -que es una
ley contra los despidos-, después eso ya se va desgranando. Primero, porque ya
le pones un límite de no a los despidos por seis meses, pero por otro lado y de
manera contradictoria plantea que en el caso de que existieran los despidos
sean con doble indemnización. Nosotros claramente rechazamos esta segunda parte
de la formulación, es decir, entendemos que la pelea tiene que ser contra los
despidos, no habilitar a las patronales a los despidos pero con ciertas
condiciones.
Nosotros no estamos muy seguros de
que llegado el caso, estas CGT convoquen a un paro y, por otro lado,
insistimos: el tema es que no tiene que haber despidos, punto, y movilizar a la
clase trabajadora para defender los puestos de trabajo. La apuesta del 29 fue
clarísima, hay disposición de los trabajadores a frenar el ajuste, hay
disposición de los trabajadores de salir a pelear contra los despidos que se
están dando por miles y miles.
ELM: Teniendo en cuenta estas
especulaciones de la burocracia sindical ¿qué plan se avizora de ahora en más,
siendo que la situación en todo el país continúa en conflicto, sin una
respuesta efectiva?
JA: ...Yo en esto por ahí caigo en un
problema de mi actividad, yo soy dirigente sindical de la docencia, donde hoy
tenemos a Santiago del Estero con sesenta días de paro, con un salario
miserable, con condiciones de trabajo totalmente a la baja, donde tenemos a los
estatales y docentes de Tierra del Fuego y Santa Cruz en el mismo
escenario con dos meses de conflicto, y para nosotros es muy importante aclarar
que éstos no son problemas provinciales. Estos conflictos de largo aliento que
se están dando en el interior del país son conflictos que tienen carácter nacional,
porque en muchos sentidos tienen que ver con las políticas que a nivel nacional
se están tomando y que por supuesto son acompañados por los gobernadores del
signo que sean. Esto se debe a la política nacional.
¿Qué es a lo que nosotros aspiramos?,
a seguir denunciando fuertemente la situación de ajuste que está planteando el
gobierno nacional, la exigencia al paro y al plan de lucha por parte de las
centrales, y apostamos al desborde de los trabajadores, lo que el 29 también
indicó. ¿Qué es lo que se preveía para el 29?, una gran movilización con mucho
aparato de los principales sectores sindicales. Lo que nosotros leemos es que
esa presencia estuvo, pero estuvo desbordada por miles de trabajadores que no
son parte de ese aparato sindical, y que han decidido claramente salir a
movilizarse.
Esta me parece que es un poco la
expectativa, que la clase siga presionando para que a partir de la movilización
con la exigencia a las centrales de dar una respuesta que enfrente a las
políticas del gobierno. El desafío del sindicalismo combativo de ser la
referencia en todo caso para presionar, y ser la referencia para los
sectores de trabajadores que quieran pelear, que quieran salir a enfrentar este
ajuste.
ELM: Se veía en los diarios
una reunión de Massa y Pichetto, por el tema de esta ley, lo que indica que una
movida tan importante ha tenido su impacto en el parlamento y sus estrategias.
¿Visualizás que hay un límite de tiempo antes que este impulso por parte
de los trabajadores de hacer un paro nacional, pueda decaer o ser absorbido por
los mismos cánones del parlamento?
JA: Yo creo que la magnitud que está
teniendo el ajuste da por tierra con estas alternativas parlamentaristas, en
otro momento con políticas no tan fuertes como estas puede tener algún efecto.
El punto es que esta actitud parlamentaria tiene un doble problema: por un
lado, que hay resistencia a aceptar desde los trabajadores este tipo de
solución; pero por otro lado, el propio gobierno ha dicho “nosotros no estamos
dispuesto a sostenerlo”. Ya Macri anuncia un veto a una eventual sanción de
esta ley, lo que genera un escenario complicado en ese sentido. El gobierno va
a tener que intervenir en negociaciones dentro del parlamento, inclusive con
sectores del Frente para la Victoria ,
para frenar esto, que creo que tranquilamente pueden hacerlo a través de Massa,
y por otro lado en el caso que eventualmente el gobierno decida vetar esto yo
creo que puede generar una nueva reacción de los trabajadores. El problema es,
insisto, que los trabajadores han demostrado que tienen disposición a luchar,
el problema es si la dirección sindical habilita los caminos para el
enfrentamiento de estas políticas.
ELM: ¿Cuáles son los futuros
pasos que tienen pensado realizar en pro de este objetivo que planteabas?
JA: Nosotros en lo inmediato, es un
poco lo que se expresó el domingo en la Plaza de Mayo, necesitamos hacer un
esfuerzo dentro de los sectores combativos para la coordinación de las luchas,
y de las luchas que no solamente estén circunscritas a los que sucede en Buenos
Aires o en el cordón industrial del Gran Buenos Aires, sino las luchas que se
desarrollan en todo el país. El año pasado hubo un intento de coordinación, en
el Encuentro Sindical Combativo, donde se expresaban a los sectores de la
ciudad y del conurbano, pero también, por ejemplo, a los sectores vinculados al
Perro Santillan o vinculados a otras corrientes del interior del país. Si no
hay una coordinación de las luchas, de los sectores combativos en todo el país
que pueda articular un programa haciendo presión a quien verdaderamente dirige
a la clase obrera, estamos en una dificultad. Por eso nos parece sumamente
importante y urgente esta política de coordinar entre los sectores combativos y
apoyando a las luchas que se están dando en todo el país.
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