Francia: la ruptura entre los de abajo y
los de arriba;
las discordancias de
abajo…
4 de mayo de 2016
4 de mayo de 2016
Por Leon Cremieux
Desde hace algunas semanas, la política ha cambiado de escenario.
Ya no es el obligado perpetuo discurso de intoxicación liberal, ejecutado por
los mismos políticos y los mismos expertos, en las mismas cadenas de radio y de
televisión, repitiendo incansables la letanía del capitalismo. La política
se hace oír en otra parte: en las plazas, en los institutos, las facultades,
las manifestaciones, las ocupaciones, las huelgas.
Desde hace algunas semanas, el país ha entrado en discordancia.
Los medios continúan
viviendo al ritmo del hablar entrecortado de los dirigentes de los partidos
institucionales. Pero en estos momentos este tartamudeo se reduce a un
murmullo, porque su voz es menos audible que nunca. Esto es cierto
evidentemente en lo que se refiere a la pareja Hollande-Valls ,
que no llega ya a hacer oír su discurso de miedo y de amenazas para paralizar
cualquier acción popular con el objetivo de ejecutar mejor las órdenes del
Medef [patronal francesa]. Incluso la prolongación del estado de excepción
hasta finales de julio aparece como una última tentativa de mantener con
respiración artificial el discurso belicista y seguritario, última muleta de un
gobierno a la deriva.
Este tartamudeo inaudible concierne también a los demás
dirigentes socialistas y a los de la derecha.
Esta pérdida de voz hacia el mundo exterior va acompañada de una
cacofonía interna, tanto en el seno del Partido Socialista (PS) como entre los
republicanos. Ruido de máquinas electorales que dan vueltas en el vacío en una
esfera politiquera que ha perdido toda credibilidad para la gran mayoría de la
población.
Todos estos responsables políticos retienen su aliento y su
discurso, intentando hacer el menor ruido posible, esperando escapar lo más
rápidamente posible a la pesadilla que temen ver desarrollarse delante de sus
ojos. Su esperanza es evidentemente que la vida “política” normal, privilegio
de un pequeño grupo de profesionales, retome su funcionamiento y plazos
normales, a base de falsas primarias y dirigida exclusivamente hacia la
renovación del Presidente de la República en 2017. Este silencio ensordecedor,
este temor, no excluye a Marine Le Pen, vedette anunciada para esas elecciones,
cuya popularidad mediática esta en impasse desde comienzos de marzo.
La cuestión es que en estos momentos, salvo ellos y algunos
mensajes de los medios , todo el
mundo pasa de las presidenciales de 2017.
Desde hace algunas semanas, la política ha cambiado de escenario.
Ya no es el obligado perpetuo discurso de intoxicación liberal, ejecutado por
los mismos políticos y los mismos expertos, en las mismas cadenas de radio y de
televisión, repitiendo incansables la letanía del capitalismo.
La política se hace oír en otra parte: en las plazas, en los
institutos, las facultades, las manifestaciones, las ocupaciones, las huelgas.
Con toda evidencia, los últimos meses han acabado de distender los
lazos entre los gobernantes socialistas y todo lo que existe de resistencia
social y sindical al capitalismo. La ley Khomri se ha convertido en un asunto
político. El Medef no se ha equivocado. Desde hace 6 años, todos sus golpes
bajos han sido puestos en práctica por los sucesivos gobiernos. El fracaso en
la Ley del Trabajo sería un signo que impulsaría invertir la correlación de
fuerza.
Pero este fenómeno supera la simple toma de distancia de los
militantes del movimiento social respecto al PS. Si el debate sobre las
primarias de la izquierda resulta ridículo, es también porque parece venir de
otro siglo. Nadie espera ya nada de las próximas elecciones y de la monarquía
presidencial, no solo porque no hay nada que esperar de los candidatos que se
postulan para la segunda vuelta, sino también porque el anacronismo de uno de
los sistemas políticos más reaccionarios de Europa se revela repentinamente de
forma mucho más cruda.
De las manifestaciones y de las plazas de Nuit Debout suben otras
voces que en primer lugar expresan todos los combates sociales y trazan las
pasarelas entre ellos, hacen salir desde abajo todas las exigencias existentes
contra los múltiples estragos de la sociedad capitalista, del liberalismo reaccionario.
Todo lo que los medios y los
portavoces del sistema intentan aplastar cada día y negar cada noche en los medios , es expresado de forma sencilla pero con
fuerza por miles de voces de hombres y de mujeres, militantes de lo cotidiano,
voces multiplicadas en las redes sociales. Lo que molesta a mucha gente es que
estos y estas militantes no buscan un salvador, un candidato milagroso.
Más allá de estas exigencias sociales, de opciones de sociedad,
ellos y ellas quieren plantear la cuestión fundamental de un funcionamiento
diferente de la sociedad para quitar el poder a los bancos y a los grupos
capitalistas. Plantean la cuestión del ejercicio real de un poder político y no
la de la mejor forma de elegir un salvador supremo que a fin de cuentas haga la
política impuesta por los poderosos. Los ejemplos reveladores de todos los
gobiernos de “izquierda” en Europa, e incluso de la experiencia de Syriza, han
pasado por ahí.
Estas voces no cubren aún la letanía mediática de los políticos,
las plazas no reúnen centenares de miles de personas, los estudiantes de
secundaria y los de la universidad no bloquean aún la mayoría de los centros,
la huelga indefinida no se ha impuesto todavía… salvo en Mayotte. Pero ¿cómo no
ver que todas las voces que suben tiene que ver con el malestar popular que
siguió al encarnizamiento contra los asalariados de Air France y de Good Year,
la revelación de la duplicación de salario hasta los 5 millones de Carlos
Tavares patrón de PSA -el grupo que ha liquidado 15 000 empleos en 3 años-, los
repetidos escándalos de los Papeles de Panamá, la desviación de fondos sociales
realizada cada día por los grandes grupos capitalistas, en eco también con las
exacciones racistas y liberticidas que han seguido a los atentados de enero y
de noviembre de 2015?
Evidentemente, todo el mundo siente con claridad que esos ecos no
constituyen una voz común. Existen aún otras discordancias. En el movimiento
Nuit Debout apenas participan los jóvenes de los barrios populares, las y los
que han sufrido más duramente las exacciones policiales, los controles por su
aspecto racial y el ascenso seguritario de la islamofobia. Quienes
sufren en primer lugar la precariedad y el paro entre la juventud, que la ley El Khomri va a agravar
más aún. En su inmensa mayoría, las Nuit Debout son blancas…
En numerosas empresas del sector público y privado, la adhesión al
objetivo de una huelga indefinida, de un enfrentamiento con el gobierno no es
mayoritaria. La necesaria extensión de estas voces depende en parte de unos
dirigentes sindicales que hacen lo mínimo para convertirse en sus altavoces,
para estimular un enfrentamiento directo contra el gobierno, por temor a que el
movimiento contra la ley
El Khomri desemboque en el fracaso total de un gobierno de
izquierdas.
Los dirigentes del PC y el propio J.L. Mélenchon siguen estando en
gran medida “dentro” de la situación actual, los primeros preocupados por lass
primarias de izquierda, el segundo por su marcha hacia 2017. J.L.Mélenchon se
autoproclama dirigente y candidato presidencial “natural” y disfruta viendo que
en los sondeos alcanza a Hollande. Incluso llega a fijar él mismo la fecha del
5 de junio como cita entre el pueblo…¡y su persona!, ¡cuando resulta que miles
de hombres y de mujeres quieren precisamente acabar con un régimen presidencial
autocrático y fijar sus propios plazos!
Las asociaciones, los militantes del movimiento social, de la
izquierda radical dudan hoy, frente a las concentraciones de Nuit Debout que
parecen a menudo no dejar suficiente espacio para sus combates, sus discursos
por un debate político real y organizado sobre las salidas del movimiento.
Paradoja, pues este ágora es claramente un ágora política, no un lugar
ecuménico, “ciudadano”, suma de palabras individuales sin vector ni
diferenciación de clase. No todo el mundo es bienvenido en este marco que es el
resultado de todo lo que la sociedad capitalista impone de explotación y de
opresión. Pero la dificultad para que estas plazas, este movimiento, tomen una dinámica
política es bien real. Y esto se hará forzosamente dando un lugar organizado a
todos y todas las que desde hace años llevan a cabo el combate cotidiano contra
el capitalismo en su sindicato, su asociación, su partido. Es también esta
unión la que debe hacerse sin que nadie imponga su discurso y aprendiendo de
las nuevas exigencias democráticas aparecidas en las plazas.
De la misma manera el papel del NPA no es ni tratar a Nuit Debout
y al movimiento actual como un paréntesis que se cerrará más tarde para abrir
LA campaña política de 2017, ni cultivar la ilusión de que este movimiento
arrastraría todo a su paso, automáticamente, limpiando los establos de Augias
del sistema político y de sus efluvios.
Este movimiento es la ilustración concreta de aquello por lo que
luchamos: hoy se expresan en las plazas y en las calles todas las exigencias
que reivindicamos desde hace años. Constituye una ocasión única, como no hemos
tenido desde hace mucho, no solo para bloquear el ataque patronal y
gubernamental, sino también para volver a plantear la pregunta, y quizá de
encontrar un comienzo de respuesta, a la ausencia de representación política de
las y los explotados y oprimidos. Muchos de quienes están en las calles y las
plazas expresan una voluntad política de nuevas herramientas, de cambio en las
reglas y de dotarse de medios que
permitan establecer un vínculo entre todos los combates y de luchar de forma
concreta para derrocar el sistema capitalista. El NPA debe trabajar en este
sentido y plantear las exigencias que ponen directamente en cuestión el
sistema, en particular el poder de los bancos, el poder de la patronal de tener
derecho absoluto sobre el empleo asalariado y los cierres de empresas, la
sumisión a las reglas de la Unión Europea. Denunciar la realidad del Estado,
pretendidamente por encima de las clases, pero instrumento cotidiano al
servicio de los explotadores. Poner también las exigencias democráticas de
echar abajo el régimen presidencial, imponer un sistema proporcional integral
en todas las elecciones.
También somos receptores y actores la búsqueda de una convergencia
política realizada al calor del movimiento; convergencia que reagruparía a
decenas de miles de hombres y de mujeres que combaten en el día a día al
sistema. Esto no se hará ni en un día ni en una Noche, pero este movimiento
también debe hacer germinar esta perspectiva.
Estamos en una situación bisagra de este movimiento. La
discordancia, la ruptura entre los de arriba y los de abajo no tiene aún la
dinámica suficiente para pasar a la etapa siguiente. Las discordancias de abajo
entre las Plazas, los jóvenes y los trabajadores de los barrios populares, las
discordancias múltiples entre los asalariados no están aún vencidas.
En los días que vienen, dos vectores pueden unificar por abajo: la
fuerza del movimiento de secundaria que es el lugar privilegiado de la unión
más allá de todas las periferias; la convergencia de los ferroviarios o de
otros sectores importantes en la prolongación de la huelga puede dar confianza
a muchas otras empresas para entrar en la batalla. El 26 y los
días siguientes van a ser decisivos para la juventud y la gente asalariada.
Ahora bien, paralelamente hay que trabajar para dar todo su
aliento político al movimiento. Mantener como objetivo concreto la retirada de la ley El Khomri no
quiere decir ignorar todas las dimensiones del movimiento, todas las que debe
adquirir.
Es preciso mediante llamamientos, mediante encuentros, hacer que
se exprese un programa político que apoyándose sobre la fuerza de la huelga, de
las plazas y de las manifestaciones haga converger a todos los actores del
movimiento social y sindical y todas las exigencias, que trace las pasarelas
concretas entre Nuit Debout, los barrios populares y las empresas en huelga,
que haga que se expresen las exigencias comunes.
25/04/2016
Anexo:
Comunicado colectivo:
Nuit debout y sindicatos ¡Darles miedo!
Los y las abajo firmantes, participantes en “Nuit Debout” y/o
miembros de sindicatos, deseamos un acercamiento entre estas dos ramas del
movimiento “contra la
ley El Khomri y su mundo”.
Para esto, deseamos que todas las manifestaciones, las del 28 de
abril, del 1 de mayo y las siguientes den lugar a momentos de confraternización
en la plaza de la République, bajo formas diversas y a imaginar debates
comunes, mítines conjuntos etc.
Deseamos que la plaza de la République se convierta en el lugar de
llegada de las próximas manifestaciones, a fin de que los trabajadores y las
trabajadoras se mezclen con la juventud, de que las reivindicaciones comporten
una parte de utopía.
Deseamos que las estructuras sindicales de la CGT, de Solidaires,
de Force Ouvrière, de la FSU, de la CNT y de todos los demás sindicatos así
como los y las sindicalistas opuestos a la ley El Khomri ,
participen en estos momentos de confraternización, desde la base, las secciones
de empresa, las uniones locales, hasta la cúspide, las federaciones y
confederaciones.
Deseamos que nos demos cita desde el 28 de abril, tras la
manifestación, en la plaza de la Republique, para discutir sobre todo esto de
forma libre, humana, hacer balance de nuestros acuerdos y desacuerdos, nuestras
diferencias, así como de nuestras luchas y nuestras esperanzas comunes.
Sólo esta conjunción es capaz, hoy, de dar miedo a la oligarquía y
de hacer retroceder al poder.
[Texto aprobado por la Assemblée Populaire
Parisienne de los días 22 y 23 de abril de 2016 ; l’Assemblée
de la NuitDebout
Sainte-Foy -La-Grande ; la Commission Convergence
des Luttes ; la
Commission Restauration ; la Commission Action
; la
Commission Grève Générale ; l’Assemblée de la NuitDebout Caen ;
l’Assemblée de la
NuitDebout Chambéry ; la Commission accueil et sérénité ; la Commission Drogue
et Liberté ; la
Commission Vote Blanc ; y otras en curso…]
26 de abril de 2016
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/francia-la-ruptura-entre-los-de-abajo-y-los-de-arriba-las-discordancias-de-abajo
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