En Kurdistán norte,
un
pueblo sin Estado reinventa la política
9 de enero de 2016
Por Erial Balsak/Jean
Robert (Rebelión)
I. Breve exposición de la propuesta política kurda y de la
situación del pueblo kurdo en Turquía
Los kurdos
son un pueblo sin Estado repartido entre cuatro países que son Syria, Iraq,
Iran y Turquia y una diáspora diseminada en el mundo entero. La población
actual de los kurdos, incluyendo la diáspora, se eleva a 40 millones de
personas.En Turquía, los kurdos democráticos no anhelan constituirse en un Estado Nación más, porque consideran que esta forma política es inevitablemente un “poder desde arriba” que aplasta a los pueblos. Para ellos, la nación democrática debe organizarse “desde abajo”, como una nación donde quepan muchas naciones o, a la manera de los zapatistas de México, como "un mundo donde quepan muchos mundos". Sin embargo, para el movimiento kurdo, la abolición de
El proyecto político que los militantes kurdos proponen al
Kurdistán norte (región kurda en el territorio nacional turco) y, más allá, a
Turquía y a Medio Oriente, es el confederalismo
democrático, una organización de la vida política basada en la asociación
libre de municipios, comunas, asambleas populares, cooperativas y asociaciones
de mujeres, trabajadores o estudiantes llamadas academias. Los tres pilares de
este proyecto sin fronteras son la ecología,
la democracia y la libertad de la mujer. El confederalismo democrático se teje progresivamente a
partir de “relaciones comunales” entre asociaciones de mujeres, movimientos de
jóvenes, grupos ecológicos y otras organizaciones cívicas, todas y todos
autónomos.
Este artículo es un llamado a la solidaridad internacional en defensa de las comunidades kurdas y de su proyecto político.
II. Cambios políticos recientes en el Kurdistán norte y en Turquía
Repartidos entre cuatro países de Medio Oriente, los kurdos tienen historias y configuraciones políticas específicas en función de las políticas y de la coyuntura de cada uno de los países en los cuales residen. Por ejemplo: Irán cuenta con un Estado Regional de Kurdistán con pocos derechos. En Irak, hay un Gobierno Regional de Kurdistán que es en realidad una colonia de los mercados internacionales. En Siria, en la región conocida como Rojava, grandes territorios kurdos lograron, hace tres años, liberarse del Estado sirio y de los invasores ultra conservadores, promoviendo la política de la tercera vía (resistencia a la invasión tanto por la economía de Mercado que por el Estado) y fundar un gobierno cantonal, autónomo y democrático. En tanto en Turquía, la situación es extremadamente complicada. La población kurda de Turquía cuenta con 10-12 millones de habitantes, y representa aproximadamente 15% de la población del país.
Políticamente, la cuestión kurda en Turquía se ha modificado
drásticamente en los últimos años y, sobre todo, meses. Un síntoma de este
cambio es la aparición de un inicio de fuerza política kurda unida en 2015. En
las elecciones de junio de éste año, emergió una coalición de fuerzas tanto
izquierdistas, liberales y democráticas –por ejemplo las de los Alevi- como las
de los adherentes al Partido
Democrático de los Pueblos (HDP)
opuesto a toda forma de acción violenta, una coalición que incluye también
agrupaciones conservadoras y nacionalistas. El Partido de la Justicia y del
Desarrollo (AKP) del
presidente Recep Tayip Erdoğan dejó así de contar con el “voto del miedo” de
los kurdos moderados, que hace poco estaban todavía dispuestos a renunciar a
libertades en pro de seguridad.
El 21 de julio 2015, ISIS, el Estado Islámico, reivindicó ataques con bombas-suicidas que dejaron 30 muertos en la ciudad turca de Suruc. El 22 de julio ocurrió un incidente oscuro en el distrito de Ceylanpınar donde fueron asesinados dos policías. Un grupo afiliado al PKK atribuyó estos homicidios al PKK, pero éste se deslindó de toda responsabilidad. El 24 de julio, el Estado turco mandó bombardear el monte de Qandil, base de la guerrilla kurda, acusándola de terrorismo. Al mismo tiempo, el presidente Erdoğan abrió las bases turcas a aviones y drones americanos y prometió apoyar los bombardeos americanos contre el Estado Islámico. Con ello, parece haber logrado que éste considerara a Turquía como uno de sus principales enemigos y la meta de posibles ataques. En el escenario internacional, Turquía se valió de estas acciones para posar como un Estado en lucha contra todo tipo de terrorismo.
En la complicada situación política de Turquía, la actuación del
presidente es particularmente crítica. El gobierno de Turquía es formalmente
parlamentario y Erdoğan fue su primer ministro de marzo 2003 a agosto 2014. Sin
embargo, al terminarse su mandato logró hacerse elegir como presidente. Según
la Constitución turca, el presidente es no partidario y no gobierna. Sin
embargo, desde que asumió la presidencia, Erdoğan no ha dejado de arrogarse
poderes de gobierno de tal manera que el gobierno turco, de jure parlamentario, se está transformando, de facto, en un régimen
presidencial. En una situación política que se asemeja a un auto-golpe de
Estado en un contexto de guerra inminente con un país vecino con el que
comparte 822 km
(510 millas )
de frontera, la tensión –agravada por la presencia militar americana- es
extremadamente crítica para el pueblo turco en su conjunto. Es sobre esta tela de
fondo que se debe evaluar la situación, aún más crítica, del pueblo kurdo.
El gobierno sigue con creces su política de represión violenta del pueblo kurdo. Desde su fundación en 1923,
Entre 2012 y 2015 tuvieron lugar “diálogos de paz” y negociaciones entre el Estado turco y el PKK y el 28 de febrero de 2015 se proclamaron losAcuerdos de Dolmabahçe para la Democratización de Turquía y la Resolución de
Con el desconocimiento de los Acuerdos de Dolmabahçe, se perdió el ámbito de dialogo entre los dos campos. El 7 de Julio tuvieron lugar elecciones generales en las que el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), con una propuesta de democratización de Turquía inspirada en el proyecto de confederalismo democrático propuesto por Abdullah Öcalan, logró obtener 80 diputad@s en
Desde el 24 de julio 2015, el Estado turco está atacando al pueblo kurdo en todos los espacios, tratando de imponer obediencia y subordinación a los kurdos demócratas en todo el país. Actualmente, el gobierno sigue imponiendo el "toque de queda" en distritos y ciudades por períodos de diez, quince días y a veces un mes. Acusa a los kurdos de dividir el país mediante su promulgación de auto-gobiernos y de autonomía democrática.
III. A manera de conclusión: ¿cómo apoyar la difícil construcción de una “democracia desde abajo”?
La situación de los kurdos, que se reparten entre cuatro naciones medio-orientales y una diáspora importante, se parece a la de los pueblos originarios, indígenas o nativos de otros países. Como muchos de ellos, los kurdos, cuyos ancestros, emparentados con los persas y los medos, ya se reportan en Medio Oriente miles de años atrás, fueron sucesivamente invasores e invadidos. Otros ancestros de ellos fueron parte de las hordas llamadas “kurganas”, “iránicas” o “arias” que invadieron el norte de la India y
Las disputas sobre “quien llegó primero” y “quien conquistó a quien” tienen hoy poco sentido político. El recuerdo de esta historia mal documentada de la que se tienen principalmente testimonios lingüísticos –por ejemplo los evidentes parentescos entre los idiomas iraní, sanscrito, kurdo y, digamos, gaelico, español, ruso o alemán- permite principalmente desmentir el calificativo de “turcos de la montaña” con el que el Estado turco pretende denominar a los kurdos. Permite también entender por qué los kurdos nunca tuvieron su propio Estado-Nación: en los tiempos de la génesis de esta forma política relativamente reciente, los kurdos eran parte de imperios dominados por grupos étnicos diferentes.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=207624
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