Jujuy: la Paja, el
Trigo y el Garrote
21 de enero de 2016
El cambio de versiones oficiales sobre la
detención de Milagro Sala parece estar ligada al repudio de distintas
organizaciones, algunas de las cuales fueron víctima de los atropellos de la Tupac Amaru , pero que
entendieron que la avanzada era contra la protesta social. El envalentonamiento
para esta detención tiene también sus orígenes en un amplísimo apoyo del
“ciudadano a pie”, en
parte como consecuencia de prácticas patoteriles por parte de la Tupac,
deviniendo en una falsa conciencia revanchista. Todo este cóctel se erige en un
confusionismo social en donde se mezclan la paja y el trigo, pero donde tras dicho montón se esconde también el garrote.
Por Radio Pueblo.
Desde el conocimiento
público del hecho las noticias fueron cruzadas, dudosas, primero anunciaron la
detención y allanamiento de la casa de Milagro Sala[1], luego que la casa no había sido allanada, respecto de
los motivos de la detención en sí también hubo versiones cruzadas, primero
aparecen en la prensa declaraciones del fiscal de Estado Mariano Miranda
indicando que “se debe mantener la detención de la líder Milagro Sala
hasta tanto no se deje de cometer el delito por el cual fue imputada”[2],
mientras ministro de Seguridad Ekel Meyer “la comisión del delito sigue, y esto
se va a ir agravando con el transcurso del tiempo”[3], apareciendo
luego desmentidas en la prensa de Meyer declarando que “La continuidad del
acampe nada tiene que ver con la detención de Sala”[4] y, luego del enorme repudio cosechado,
que lo que influyó en la continuidad de su detención fueron sus antecedentes
penales[5].
El cambio de
versiones de los funcionarios y políticos sobre la continuidad de la detención
desde el día de la misma, el sábado, y su rectificación la tarde del lunes
parece estar ligada al amplio espectro de repudios que cosechó tal decisión
política entre distintas y disímiles organizaciones políticas, sindicales y
sociales de Jujuy, algunas de las cuales fueron incluso víctima de los
atropellos de la
misma Tupac Amaru , pero que entendieron que la avanzada era contra
la protesta social en su conjunto.
Sin embargo lo
dicho, el envalentonamiento para esta avanzada tiene también sus orígenes en un
amplísimo apoyo del ciudadano de a pie[6] logrado en parte por el recurso a un
discurso oficial republicano en su superficie y en parte como consecuencias de
los años de aplicación por parte de la Tupac de prácticas patoteriles,
deviniendo el conjunto en una falsa conciencia visiblemente revanchista que ha
despertado en algunos casos las expresiones más regresivas y pro-repesivas
contra el importante número de desocupados y precarizados que una economía
pobre y concentrada como la
de Jujuy (52% de pobreza y 15% de indigencia[7]) no para de
engrosar.
Todo este cóctel
se erige en causa de un visible confusionismo social en donde se mezclan
irremediablemente la paja y el trigo, pero donde tras dicho montón se esconde
también el garrote.
La Paja
Las primeras
declaraciones oficiales sobre la detención de Milagro Sala dan cuenta tanto del
objetivo centrado presionar para finalizar el acampe como de un uso político de
la ley. En el
primer caso con las declaraciones ya mencionadas de los funcionarios y, en el
segundo caso , ya que a lo largo de todo el acampe, y por comprensión del clima
reinante, no hubo ninguna manifestación violenta de la Tupac, circunstancia que
poco pueden centrarse en el artículo 211 del código penal “infundir un temor público
o suscitar tumultos o desórdenes”, en cuanto al artículo 209, citado por el
ministro, que dice “el que públicamente instigare a cometer un delito
determinado contra una persona o institución”, sólo una interpretación
extensiva a cualquier protesta social puede ser aplicada. Respecto del acampe
en sí, frente al cual el gobierno sacó una solicitada en los primeros días de
enero definiendo las penas que cabrían al acampe[8], el mismo artículo
establece al acampe como una contravención, donde “en estos casos, la fuerza
policial deberá intimar a los infractores para que desocupen el lugar o
permitan el libre ejercicio de los derechos de los ciudadanos, aún en forma
parcial”, más allá de las consecuencias penales que siguen en el articulado.
Otro indicador del
tratamiento que deseaba darse al acampe, y ampliable a la forma en que se
estructuró el gobierno para afrontar la protesta social se puede ubicar en dos
funcionarios, uno es el secretario de Seguridad Pública, quien acompañó al
ministro Meyer en la detención, el Coronel Retirado Guillermo Siri, ex jefe del
Regimiento de Infantería de Montaña 20[9], el otro,
vital para el caso de un corte de ruta, es el secretario de Seguridad Vial,
Comandante Mayor Retirado Luis Alberto Martín, ex Jefe del Escuadrón 53 de
gendarmería en Jujuy.
La Paja en el ojo ajeno
El despliegue de
estas medidas, previsiblemente orientadas hacia la criminalización de la
protesta social, no podría haberse dado en una provincia de larga trayectoria
combativa sin las otras pajas que envuelven el trigo, el apoyo social concitado
como reacción a las acciones y metodología de la misma Tupac Amaru.
Resulta previsible
el rechazo de los estratos medios y
altos hacia las acciones cuya sensibilidad burguesa caracteriza como
“violentas” o fuera de su visión excluyente de la ciudadanía, pero el rechazo
no parte sólo de estas facciones, hay también un apoyo de los trabajadores y
los pobres a esta avanzada, en parte por el cóctel ya remarcado, pero también
porque las acciones de la dirigencia de la Tupac se orientaron a la contención,
cooptación y reencauzamiento de grandes porciones del movimiento piquetero local
y, a veces, a la represión de la protesta social, como aconteció cuando la
crisis de la vivienda del 2011, desactivada por la Tupac tras la petición del
gobierno de “pacificar la provincia”[10],
cuyas consecuencias habitacionales aún perduran, o la represión a integrantes
de la Casa de la Mujer “Maria Conti” el día internacional de la eliminación de
la violencia contra las mujeres[11],
cuando se disponían a marchar para exigirle al gobernador Fellner declare la
emergencia en la provincia, los tortazos a otros referentes de la lucha social[12] y un listado de acciones que bien
resume un texto del grupo Razón y Revolución[13].
La visualización
de la opulencia en que vivían la mayoría de los referentes de la Red de
Organizaciones Sociales, grupo liderado por la Tupac, los más de los cuales son
lisamente hoy empresarios, con boliches, taxis y otras empresas a su cargo,
difícilmente permitía al integrante llano de esta organización poder llegar a
pensarse alguna vez como compañero y no como empleado, circunstancia que
electoralmente se tradujo en las elecciones a diputados de 2015 en 26.926
votos, 19.638 votos menos que en 2013 y que constituyen un pequeño porcentaje
del padrón de la Tupac (que ronda los 60 mil) y de la cantidad de planes
sociales que manejaba (unos 100 mil); las reprimendas internas tras la magra
elección ahondaron la
brecha. Sobre esto último cabe destacar que si se suman los
votos que el FIT y el partido de la Dignidad obtuvieron en las mismas
elecciones el número llega a 29.211 votos, superando a los otros votos sin
aparato alguno.
El Trigo
Más allá de la
disposición de algunos de sus dirigentes en cumplir un rol sistémico para con
una reconstrucción paraestatal del Estado, lo concreto es que esa fue la vía
por la que se encauzaron los recursos que paliaron la agobiante realidad que
vivían decenas de miles de jujeños y jujeñas desde la oscura década de los 90.
Entre 1991 y 2001
la industria manufacturera de la provincia perdió más de 8000 puestos de
trabajo, mientras la agricultura 5000 y la minería 1000[14].
Después del descalabro de 2001 y 2002, hasta 2013, hasta lo que las
estadísticas lo permiten, la industria manufacturera siguió aportando más o
menos lo mismo al PBG, pero con una pérdida del 23% de los puestos de trabajo y
en un contexto de concentración creciente[15].
Todo lo dicho
generó, como ocurre en estos descalabros, una proverbial desocupación y fuertes
tensiones a la baja del salario. Es por estos números que el empleo público (la
mayoría de estos nuevos puestos en negro, mientras por la presión se recurría
al recorte salarial y a las jubilaciones forzadas) y los planes sociales se
transformaron en la forma de contener a una importante fracción de los
desocupados y aportaron a estabilizar la subsistencia del precarizado.
Este es el
contexto que se esconde tras el acampe, el temor de los marginados de perder
sus ya precarias fuentes de subsistencia y volver a los cinturones
apretadísimos de aquellos años lamentables. Es la resistencia ante un cambio
que, como dice la canción, parece sacado de “un museo de grandes novedades”.
El garrotazo
Volviendo a lo
mencionado sobre el matiz militarizante buscado en la seguridad pública y la
seguridad vial (dos puntos claves para la lucha social) y sobre los débiles
argumentos para la detención de Milagro Sala, el discurso oficial se centra
ahora en varias denuncias por fraude, una por 29 millones de pesos, otras dos
por montos de 50 a
60 mil pesos y otras que vienen en camino[16].
Parte de este
reposicionamiento está ligado al paso en falso que significó la detención,
buscando así no dejar flanco débil en la legitimación de su discurso, pero
también por un hecho menos visible a nivel nacional: varios de los dirigentes
de la Red de Organizaciones Sociales salieron del acampe para mostrarse ahora
como aliados del gobierno.
La previsible
reabsorción por parte del Estado o de la estructura partidaria de estos
desprendimientos y el posible de otras instituciones con salarios públicos
gestionada por la Tupac
Amaru aporta una importante cuota a la desmovilización social,
hecho que es reforzado por el reparto centralizado por el Estado de bolsones,
la aparición súbita en los barrios de meriendas (otro ámbito con fuerte
presencia de organizaciones sociales) administradas por punteros o centros
vecinales y la bancarización de personas que perciban cualquier fondo del
Estado, sobre todo de organizaciones sociales.
De esta manera el
gobierno parece encaminarse a que el Estado reabsorba algunos roles largamente
abandonados y cubiertos por organizaciones sociales, de allí la expresión
eliminar a los “intermediarios” quedando luego por supuesto en el mismo
gobierno la potestad de decidir quienes, cuanto y bajo que condiciones
recibirán los paliativos.
“Por dentro de la
ley todo, por fuera nada”, aseguró el gobernador, resta definir bajo que
correlación de fuerzas se escribirá la ley.
[1] http://www.eltribuno.info/tension-jujuy-detuvieron-milagro-sala-y-allanaron-su-casa-n663791 y http://www.jujuyalmomento.com/post/43529/allanaron-la-casa-de-milagro-sala-y-la-detuvieron.html (esta última nota fue posteriormente
reeditada)
[2] http://www.jujuyalmomento.com/post/43530/milagro-sala-permanecera-detenida-hasta-que-se-levante-el-acampe.html y otra nota enhttp://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-290474-2016-01-16.html
[4] http://www.jujuyalmomento.com/post/43542/meyer-la-continuidad-del-acampe-nada-tiene-que-ver-con-la-detencion-de-sala.html yhttp://www.elsubmarinojujuy.com.ar/politica/15845-aclaran-que-la-detencion-de-sala-no-esta-relacionada-con-la-continuidad-del-acampe
[5] http://www.jujuyalmomento.com/post/43603/los-antecedentes-penales-influyeron-en-la-detencion-de-milagro-sala.html
[6] Según una encuesta difundida por la encuestadora ARESCO
el 83,6% de la población rechaza el acampe, pero también, más allá del posible
sesgo político de la encuesta, el apoyo es palpable en el día a día.
[7] Datos del año pasado de la Cátedra de Economía de la
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNJu, consistentes con los
datos de la junta interna de ATE-Indec. También hay que agregar que de acuerdo
al INDEC, al 2013 el 35,3% del empleo era estatal (en forma directa,) y la
construcción concentraba el 12,5% de los puestos de trabajo provinciales, dependiendo
principalmente de las obras públicas, mientras otros rubros como el comercio
(19,6) dependen en gran medida también de los salarios estatales para
funcionar.
[10] http://www.eltribuno.info/jujuy-el-gobierno-provincial-convoco-milagro-sala-censar-los-okupas-n57176
[11] http://prensajujuy.com/2014/11/26/cobarde-y-salvaje-agresion-de-la-tupac-amaru-a-mujeres-de-la-ccc/
[12] https://web.facebook.com/trosko145/posts/10204371290677003?pnref=story o el conocido caso de Luca Arias http://argentina.indymedia.org/news/2006/07/421683.php
[13] http://razonyrevolucion.org/la-criminalizacion-de-la-protesta-y-las-verdaderas-responsabilidades-de-milagro-sala/ o en facebookhttps://web.facebook.com/razonyrevolucion/photos/a.97163747817.107506.64379322817/10154614021432818/?type=3&theater
[14] GOLOVANEVSKY, Laura; MEDINA, Fernando; MARTÍNEZ, Ricardo
Gabriel. Economía y empleo en Jujuy. 2010. CEPAL.
[15] Hasta el punto que menos del 2% de los locales censados en
2005 generaban el 60% de los puestos de trabajo y casi el 90% del valor
agregado del rubro
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article11369
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