Chile: “La lucha del pueblo de Putaendo
por
la recuperación del agua es de vida o muerte”
13 de enero de 2016
13 de enero de 2016
Por ahí pasaron los
incas. Por ahí pasó el invasor español Diego de Almagro. Pero también por ahí
pasó una de las columnas principales del Ejército Libertador de José de San
Martín, encabezada por el baqueano Justo Estay, cuando Argentina y Chile eran
uno y lo mismo, y apenas amanecían hacia la primera independencia. Entrevista
con Luis Manzano, vocero y arriero de la Asamblea Popular
de la comuna de Putaendo.
Por Andrés Figueroa Cornejo
“Putaendo es la primera comuna independiente de la Corona española
de Chile”, dice el arriero cordillerano y vocero de la actual Asamblea Popular
de Putaendo, Luis Manzano. “El ejército patriota libertó al pueblo en 1817” .
Hoy Putaendo (voz mapudungún, Putraintú o Puthrayghentú, que
significa ‘manantiales que brotan de pantanos’) es una comuna perteneciente a
la Provincia de San Felipe de Aconcagua, Región de Valparaíso, anclada a 150 kilómetros de
Santiago de Chile. Allí viven alrededor de 15 mil personas. Es una comunidad
campesina que trabaja en la pequeña agricultura, minería y ganadería. No
existen grandes industrias.
-¿Cuáles son los antecedentes de la Asamblea Popular
de Putaendo?
“En 1990 se reunieron todas las agrupaciones sociales de la comuna
(alrededor de una por cada 100 habitantes). Ese fue el primer intento de la
Asamblea de Putaendo que entonces se llamó Unión Comunal de Organizaciones
Sociales. Y surgió porque durante la dictadura cívico-militar, al pueblo se le
arrebató el hospital y hasta la posta, entre tantas cosas. La tiranía
centralizó todo en la ciudad de San Felipe, capital provincial, a 15 kilómetros
nuestro. Por eso, hasta hoy, los bebés nacen y quedan inscritos en San Felipe.
Así Putaendo aumenta su población real, pero permanece estancada para las
estadísticas oficiales.”
-¿Y qué efectos tuvo la Unión Comunal ?
“Teníamos tanta fuerza que las ‘autoridades’ nos debieron
escuchar. Sin embargo, con el tiempo y a eso del año 2000, la Unión Comunal fue
cooptada y clientelizada electoralmente por la alcaldía y en la actualidad no
reúne más que a un puñado de juntas de vecinos.”
-¿Y después del 2000?
“Un conjunto de representantes de distintas organizaciones
independientes y autónomas de los poderes de turno, comenzamos a desplazarnos
para solidarizarnos con otros pueblos en lucha. Estuvimos en el conflicto del
pueblo de Freirina con la
empresa Agrosuper (1); y apoyando a las y los compañeros en
Caimanes contra la
minera Los Pelambres del poderoso grupo Luksic (2). Esas
experiencias originaron la
Asamblea Popular de Putaendo (APP).”
“Los populares de Putaendo vamos por una comuna digna, feliz,
solidaria. Esa es nuestra práctica y sentido de vida.”
-¿Cuál es el objetivo principal de la APP?
“En lo inmediato, recuperar el agua y los cerros que nos saquean a
diario para devolverlos al uso y usufructo de nuestra comunidad, y lograr
nuestra soberanía alimentaria. Y nuestra batalla larga, que va necesariamente
amarrada a la lucha por el agua, es la conquista de una vida distinta y mejor,
con todos/as y para todos/as. La APP tomó una decisión definitiva: los
populares de Putaendo vamos por una comuna digna, feliz, solidaria. Esa es
nuestra práctica y sentido de vida. Lo que queremos es traer el futuro para
acá, entrándole a las necesidades de ahora y resolviéndolas entre todos/as
nosotros/as para hacernos de relaciones firmes, solidarias y útiles.”
-¿Qué es lo que ocurre específicamente con el agua?
“En Putaendo existe una organización que administra
arbitrariamente tanto el agua de riego, coma la potable. Se llama Junta
de Vigilancia del Río Putaendo, el cual proviene del cordillerano Río Rocín, y
la dirige el concejal Miguel Vega del Partido Socialista de la Nueva Mayoría. Aquí
están los Agua Potable Rural (APR). Entonces, por ejemplo, la Junta de
Vigilancia le vende agua de todos nosotros a la compañía privada Esval a 60
pesos el metro cúbico (USD 0,08), y después Esval nos la vende a nosotros mucho
más cara. Es un negocio redondo para unos pocos.”
-¿Y quién elige a la Junta de Vigilancia?
“En Putaendo existen 37 de comunidades de regantes y canaleros. En
consecuencia, hay un presidente por cada canal de regadío que es elegido por
los regantes de cada uno de los sectores. Y, a su vez, el presidente de la
Junta de Vigilancia es elegido por los presidentes de cada uno de los 37
canales. Pero aquí está el problema: hay un reglamento que dice que cada uno de
los regantes vota por acción y no de manera igualitaria. Una acción depende de
la magnitud de agua y de hectáreas de cada regante. En concreto, la Junta de
Vigilancia y el agua están controladas por los señores Carter, Jarufe, de Blasi
y Cabrini. Carter, por sí solo, junta de mil a mil quinientas acciones. De
hecho, Carter es el presidente de los canales y siempre vota por él mismo.
Ellos, por las extensiones de terreno que poseen, son los dueños de la tierra y
el agua. Ellos cuatro concentran el 90% de las acciones y producen para la
exportación frutícola, cuando en Putaendo hay más de 6 mil regantes.”
-¿Cuál es la posición de la inmensa mayoría de los que precisan el
agua de regadío?
“Simple y democrática: un regante, un voto. Independientemente de
que uno riegue cinco minutos y Carter 50 horas.”
-¿Qué medidas concretas ha adoptado la APP para la recuperación
del agua saqueada?
“En una oportunidad tuvimos un problema porque la Junta de
Vigilancia trabaja con un señor que es el que regula los 37 canales y que su
cargo es de Juez de Río de la Junta de Vigilancia. Ese señor vendía a los
regueros más poderosos el agua que les robaba a algunos agricultores. Nosotros
lo descubrimos y lo denunciamos a través de una pega de carteles en todo el
pueblo. Junto a otro campesino, partimos a declarar a la Junta de Vigilancia
porque la cosa no puede seguir así. Logramos que echaran al juez de riego
ladrón.
Hemos estado luchando juntos con los APR de Casablanca y Los Patos
(hacia el norte de Putaendo), porque el Municipio debe comprarle agua a la empresa Esval para
enviarles camiones aljibe y que logren llenar sus estanques. Esos campesinos y
compañeros de lucha están a menos de 50 metros del Río Putaendo ¡y no tienen agua!
De sed no nos podemos morir.”
“Hoy estamos en el momento de la articulación, la acumulación de
fuerzas, la organización y la propaganda de nuestra causa común”.
-En Putaendo se está construyendo un embalse actualmente…
“Se trata de un embalse de 37 millones de metros cúbicos de agua,
bajo la cuota de su cortina. Por eso también estamos batallando para que a la
gente se le asegure el agua de consumo humano. La administración del embalse la
tendrá la Junta de Vigilancia, ‘para variar’, y entonces el riego tendrá un
costo. Es decir, el que tenga plata podrá regar y aquel que no tenga, no. Es un
monopolio. Los cuatro ricos de aquí serán los ganadores.”
-¿Quién paga la construcción del embalse?
“El Estado lo costea en un 75% y el otro 25% directamente
nosotros. En realidad, el embalse lo pagamos todos/as. De nuevo el Estado, con
los recursos de todos los chilenos/as, subsidia a los capitalistas.”
-Ustedes han denunciado la eventual instalación de una gran minera
en el pueblo…
“Es la Andes
Copper , (‘compañía canadiense de exploración y desarrollo
enfocada en la adquisición, exploración y desarrollo de depósitos de cobre en
etapa avanzada en Latinoamérica’), donde el ex ministro de la Concertación,
Enrique Correa (3), hace de lobbista de esa empresa. Según el Boletín Minero,
cuando se establezca la cuprífera tendría la capacidad de extraer 65 mil
toneladas diarias de material bruto. Para hacer una comparación, en la minera Los Pelambres
del pueblo de Caimanes, trabajaban 50 mil toneladas diarias, y a la comunidad
de Caimanes la hicieron mierda. En consecuencia, en cuanto a la producción
agrícola de subsistencia, Putaendo moriría. Sin contar el envenenamiento de las
aguas y la contaminación ambiental provocada por el tipo de trasporte y vías
que usa la gran minería. Debido a lo anterior, la APP considera que el embalse
que están haciendo, en verdad no es para regadío, sino que para la minera. De acuerdo a lo
que ha declarado la Andes
Copper , la explotación minera estaría en pleno funcionamiento
el 2019-2020.
Por otra parte, mientras se hace el embalse, un equipo de
ingenieros, una vez terminada su cortina, descubrieron que el embalse y el
cerro tienen filtraciones a causa de las grietas. Por lo tanto, la Andes Copper contrató
a la empresa externa española OHL (4), cuya investigación arrojó, ¡qué
coincidencia!, que el embalse se terminaría el 2019-2020. Ello confirma
definitivamente que el embalse es para la gran minera con la que nos
destruirían.”
-Todo resulta evidente…
“Además, en la comuna vecina de Llay Llay está prácticamente lista
la construcción de una hidroeléctrica, arriba en la cordillera, muy cerca de
donde estará la minera.”
-¿Cómo lo averiguaron?
“Por la
Dirección General de Aguas de Chile. Hoy existe una escritura
en el Conservador de Bienes Raíces de la comuna de Putaendo que afirma que toda
el agua de nuestro río se la venden a la hidroeléctrica en la miseria de 500
mil pesos (USD680) para alimentar a la minera. Eso , mediante la figura legal de derechos
no consultivos. ¿Qué quiere decir derechos no consultivos? Que la
hidroeléctrica ocupa el agua del Río Putaendo y luego lo retorna al mismo río,
haciendo lucro al 100%. Hasta ahora sabemos que la hidroeléctrica abastecería
de luz a Putaendo, San Felipe y Los Andes. Ahora bien, aquí es donde surgen las
contradicciones entre capitalistas, porque la Junta de Vigilancia tiene su
propio proyecto hidroeléctrico para hacer el negocio ella, ubicando la
hidroeléctrica bajo el embalse; mientras que la minera tiene otro proyecto
similar, pero para su objetivo de ganancia privada, situando la hidroeléctrica
mucho más arriba del embalse. Por eso hoy, de manera oportunista y según sus
intereses, la Junta de Vigilancia, engañosamente, dice que está en contra de la
minera.
Después de todo, independientemente
de las disputas intercapitalistas, la lucha del pueblo de Putaendo por la
recuperación del agua es de vida o muerte. Por eso estamos condenados
colectivamente a expulsar a la minera y a construir coordinaciones estratégicas
con otras comunidades de la zona que abrevan de las napas subterráneas que nos
permiten vivir. Hoy estamos en el momento de la articulación, la acumulación de
fuerzas, la organización y la propaganda de nuestra causa común. Mañana, cuando
corresponda, ya sabremos enfrentar un momento superior de la lucha por el
agua.”
“…arriba en la cordillera
no nos vio pasar ni el viento. ¡Con qué orgullo me querría (mi padre) si ahora
llegara a saberlo! Pero el viento no más sabe dónde se durmió mi viejo, con su
pena de hombre pobre y dos balas en el pecho”.
De ‘Arriba
en la cordillera’ de Patricio
Manns
Notas
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