México:
¡Ni hoteles, ni aviones,
la tierra da frijoles!
15 de enero de 2016
15 de enero de 2016
"El despojo es algo que
viene incrementando sus formas más voraces, no es que el capitalismo haya sido
más dulce antes, pero hoy tiene una necesidad imperante de apropiarse de todo,
incluyendo nuestras vidas. Es imperante que decidamos como pueblos el destino
de nuestras tierras y de todo el territorio mexicano, no podemos permitir que
desechen la historia, la vida de muchos de nuestros antepasados y sobre todo el futuro
de nuestros pueblos y su dignidad."
Mayra I. Terrones Medina
San Salvador Atenco,
Estado de México. Desde el 2003 las comunidades del oriente del Estado de
México han vivido un asedio constante por negarse a ceder sus tierras para la
construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, proyecto que ha
pasado de mano en mano entre los distintos partidos políticos que han estado en
el poder, pero el Grupo Atlacomulco ha sido el de mayor poder y el que más ha
insistido en la construcción de infraestructura y del propio aeropuerto, a
pesar de la resistencia que sigue en pie en esa región.
El despojo territorial
que vivimos actualmente se reconoce por el sello distintivo de la vieja guardia
priista que se concentra en el Grupo Atlacomulco, sin que esto quiera decir que
son estrategias exclusivas del priismo, todos los partidos políticos han dejado
ver de forma más clara, su intención de despojar a las comunidades de sus
recursos en estos años, claro está que constantemente buscan dinamizar sus
estrategias pero siempre parten de la base de su necesidad.
La ruptura del tejido
social comunitario es la meta en estas estrategias, y pueden venir del gobierno
federal, el estatal o desde el control de los cargos locales de las
comunidades, para eso tienen grupos de personas pagadas, para esperar el
momento oportuno e iniciar con la compra de voluntades, la especulación, el
manejo de la ley agraria a modo, hasta la imposición. Romper
con el trabajo colectivo es imperante porque el fin último es convertir la
propiedad social en propiedad privada o propiedad que pueda enajenarse para la
producción capitalista y así seguir con la acumulación.
Todo esto sería más
fácil para los poderosos si el artículo 27 de nuestra constitución no
existiera. Este artículo recoge el espíritu de la lucha que llevó a cabo
nuestro caudillo Emiliano Zapata y que bien hizo en dejarlo claro en el Plan de
Ayala. Gracias a esto, la propiedad social existe en nuestra patria, no así en
otros países de América Latina. Aunque este derecho fue una herencia de la
revolución, el reparto agrario tuvo sus bemoles que no pongo a discusión en
este artículo porque aunque es el punto de partida, se trata de analizar a
través de la experiencia de lucha y resistencia del Frente de Pueblos en
Defensa de la Tierra (FPDT), las formas de despojo que se han ido gestando en
la región oriente del Estado de México.
Lo que conocemos ahora
como el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, es un movimiento que cumple
en 2016 quince años de su conformación, un movimiento campesino y popular que ha
dado la batalla a todas y cada una de las estrategias ensayadas en su
territorio. Cuando en el 2002, Fox Quezada (2000-2006), fue obligado por los
pobladores, campesinos y ejidatarios de esta región a derogar el decreto
expropiatorio, que en el 2001 impuso y que los despojaba de más de 5 mil
hectáreas de su territorio, el grupo Atlacomulco no se quedó con las manos
cruzadas e fue dando concesiones para la construcción de carreteras e
infraestructura que siguen el plan original para la construcción del aeropuerto,
aunque curiosamente la concesión amplia de las cuatro etapas del Circuito
Exterior Mexiquense se otorgó hasta el 2006 – año de la represión que sufrieron
las comunidades del municipio de Atenco por parte del gobernador en turno
(Enrique Peña Nieto 2005-2011), Arturo Montiel Rojas años atrás impulso
inversiones millonarias para iniciar esta mega obra de infraestructura.
En 2003 el FPDT
comenzó a ser un actor político importante para la región, muchas comunidades
se acercaban al movimiento para resolver desde problemas muy simples como
límites de tierras, hasta solicitar la mediación con el municipal o estatal en
turno. Que el FPDT fuera un movimiento exitoso, no era algo que agradaba a los
poderosos así que han padecido de una vigilancia constante por parte de los
gobiernos y sobre todo un asedio por su lucha política. Esta región ha tenido
un ahorcamiento en el campo notable hoy día, también ha tenido que padecer la
escasez de agua potable y la veda para siembra de riego, en estos años ha
incrementado exponencialmente la especulación sobre sus tierras y
particularmente sobre el polígono que se marcó en el 2001 como el deseado para
la construcción del aeropuerto y de infraestructura.
De las inversiones que
se impulsaron por estos gobiernos podemos analizar a OHL- conglomerado de siete
empresas españolas que en México se denomina OHL concesiones- fue la
beneficiaría para construir las cuatro fases del circuito exterior mexiquense,
que a su vez concesionó a Alter Consultores, SC, la desincorporación de propiedad
social de dos de sus proyectos. Siendo el director de esta última empresa Julio
Antonio Virgen Camaño, quien fuera delegado en el Estado de México de la Procuraduría Agraria
(PA) durante del gestión como gobernador de Peña Nieto. Esta empresa buscó la
compra de tierras en Acuexcomac, San Salvador Atenco y la colonia Francisco
y Madero, comunidades pertenecientes al municipio de Atenco, en el 2012.
Intentando engañar a
los campesinos, acudiendo a hablar con ellos casa por casa, hoy día se sigue
con esa práctica desde distintas instancias de gobierno para la compra de
tierras y las ofertas son millonarias. Incluso han corrido el rumor durante
estos años sobre una segunda expropiación o la venta de otras comunidades
cuando en realidad no ha sucedido.
Otra estrategia de
acoso a los campesinos es por la vía de la oferta de agua. En San Salvador
Atenco, Acuexcomac y en otros núcleos agrarios, la Conagua ha frenado desde el
año 2000 las mejoras de los pozos de agua que se utilizan para riego. En el
ejido de Atenco existen siete pozos de riego agrícola, todos constituidos por
sociedades ejidales de las unidades de riego agrícola; se ubican en la Cuenca
del Valle de Texcoco, Cuautitlán, donde hay una veda permanente para abrir
nuevos pozos para los ejidatarios, con el argumento de que hay sobreexplotación
de agua del subsuelo. Sin embargo en la zona Texcoco-Chimalhuacán
se han desarrollado complejos comerciales con uno o más pozos de agua potable
para abastecerlos. Y en los desarrollos de viviendas “de interés social”, en
particular los de Casas ARA, se han abierto más pozos, a pesar de lo devastada
que está la cuenca hidrográfica del oriente del Estado de México.
Los ejidatarios son
objeto también de cobros exagerados e injustificados por concepto de energía
para el funcionamiento de los pozos. Como no pueden pagar, les cortan el
servicio. También han sufrido el robo de instalaciones eléctricas:
transformadores y tableros, como en El Espíritu Santo.
La pérdida de
capacidad de riego en sus parcelas, por los motivos descritos, frena la
capacidad productiva y lleva a los ejidatarios de El Espíritu Santo a concebir
como algo viable la venta de sus tierras. Pero los pobladores vecinos plantean
donarles el excedente de agua de otros pozos para apoyarlos; ello, como parte
de su resistencia y lucha por defender la tierra.
En el 2008 llaman la
atención las obras de drenaje túnel emisor oriente, realizadas supuestamente
para evitar la saturación de agua. Estas obras son el punto de partida de un
proyecto ecológico que lanzó la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) denominado
Zona de Mitigación y Rescate Ecológico en el ex Lago de Texcoco, en el cual el
80% de su presupuesto estaba destinado para la compra de tierras. Hoy el
polígono que se marcó este proyecto es el mismo polígono que presentó Peña
Nieto para la construcción del Nuevo Aeropuerto.
Del 2008 al 2010 La
CONAGUA compró ilegalmente terrenos ejidales en las comunidades de Ixtapan y
Nexquipayac, y mencionó que fue ilegal porque algunos ejidatarios del
Nexquipayac señalaron que el acta que se presentó sobre la asamblea que debió
de llevarse a cabo para ostentar el dominio pleno de los terrenos para cada
ejidatario, no se reconoce, ni se tiene conocimiento de cuándo se llevó a cabo.
Abiertamente se buscó a cada uno para “apoyarlo” en los trámites del cambio de
uso de suelo. Hoy día hay un amparo impuesto en contra de esta asamblea, ya que
está tiene que tener ciertas características para que pueda llevarse a cabo y
los ejidatarios que no vendieron han denunciado que hay inconsistencias legales
en la misma; como que no se ha comprobado la asistencia del 50+1 de
ejidatarios, y no posesionarios o avecindados. Se les llama coloquialmente
entre los pueblos asambleas duras, porque tienen la función de tomar decisiones
importantes para el ejido y para la comunidad respecto del uso y manejo de sus
tierras.
En el 2010, San
Salvador Atenco, otra de las comunidades del municipio de Atenco, se negó en
asamblea ejidal a dejar que la CONAGUA presentara el mencionado proyecto, en
esos años los integrantes del FPDT llevaban varios años luchando por la
libertad de los presos políticos que dejó la represión, justicia para más de
una decena de compañeras vejadas sexualmente y dos homicidios que se cometieron
el 3 y 4 de mayo del 2006. A
pesar de lo duro de los tiempos los priistas no habían podido cooptar al
comisariado ejidal para poder hacer lo que en Nexquipayac pero cuando Enrique
Peña Nieto entró al poder, se notó en la comunidad la compra de voluntades que
operan hoy día una decena de priistas que esperaron en las sombras hasta poder
retomar su estrategia, es notorio el dinero que ostentan sin saber de dónde lo
obtienen.
En octubre de 2013, en
una asamblea muy enrarecida, ganó el comisariado ejidal y el consejo de
vigilancia una planilla de pobladores abiertamente priistas, estos mismos en
estos años han borrado murales importantes para la resistencia del FPDT,
símbolos que les recordaba su vileza, así también han especulado y han ido casa
por casa para enrarecer más el clima en San Salvador Atenco. Sin embargo no han
podio borrar a las familias que siguen resistiendo, informando, haciendo foros,
y metiendo recursos legales para poder mostrar estas estrategias planeadas
desde años atrás.
En 1992, el entonces
presidente Carlos Salinas de Gortari impulsó la modificación al artículo 27
constitucional, y nació el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y
Titulación de Solares (PROCEDE). A la última fase de este programa se le conoce
como Dominio Pleno, y es la legalización de la parcelación de las tierras
ejidales o comunales. Muchas comunidades iniciaron la inscripción al programa
pero no lo finalizaron porque su forma de trabajo es colectiva o no veían la
necesidad de privatizar sus parcelas, este programa culminó en 2006 y para
poder llegar al dominio pleno se requiere que los ejidos o comunidades lo
aprueben en una asamblea dura.
En 2014 el comisariado
ejidal de San Salvador Atenco, abiertamente de filiación priista, llamó a
asamblea para poder aprobar el dominio pleno. Sin la presencia de todos los
ejidatarios y con la presión de grupos de choque, se llevó a cabo el 1 de junio
de ese año una asamblea amañada que en 20 minutos aprobó el dominio pleno, con
la presencia de posesionarios – que no tienen voto en estas asambleas- y en un
lugar privado, cuando la asamblea se tenía que llevar a cabo en un lugar
público.
Integrantes de la
comunidad demandaron la suspensión de esta asamblea por las inconsistencias
legales. Actualmente se les ha solicitado que demuestren que son pueblos
originarios y que pueden demandar que sus costumbres se sigan llevando a cabo
en los cargos locales como es la asamblea ejidal, así también el FPDT ha
cuestionado la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que se presentó para
justificar el proyecto del aeropuerto presentado en el 2012 por Enrique Peña
Nieto , ahora como presidente de la República.
La “consulta”
presentada por la SEMARNAT se hizo en Ecatepec sin que la mayoría de la
población se enterará, lo que ha provocado nula información sobre las
afectaciones que el aeropuerto traería, ni de la transformación territorial que
conlleva un proyecto de estas dimensiones.
Como las comunidades
del oriente del Estado de México, muchas comunidades en nuestro país acumulan
una historia de agravios diferenciados, pero sobre todo de despojos desde
arriba, auxiliado penosamente por gente de los pueblos, colonias y barrios, que
desde abajo hacen labor para la venta de la tierra o de voluntades. En estas
asambleas amañadas se ha buscado legalizar lo ilegitimo y han surgido dos cuestionamientos
importantes pero también dos posibilidades que el FPDT ya ha caminado en estos
años.
El freno que el
despojo en estos tiempos neoliberales tiene, es la propiedad social que
nuestras comunidades ostentan, el recurso legal es un derecho que tenemos que
ejercer para demostrarles a los de arriba la incongruencia de su actuar, se
requiere de una contra estrategia conjunta que busque evidenciar sus
intenciones, es decir el conocimiento de estos proyectos de muerte y refutar
cada una de sus intenciones se vuelve necesario pero no basta.
Construir alternativas
es algo que tenemos que hacer o seguir haciendo pero con un objetivo común. La
lucha que tenemos enfrente, es más que resguardo de nuestros recursos o cuidado
de unas cuantas hectáreas, hay regiones que no tiene ejido, ni son comuneros,
como es el caso de la
Sierra Norte de Puebla, sin embargo la comunidad como
organización social y el trabajo colectivo ha dado cuenta de la posibilidad que
tenemos enfrente, cuando el FPDT derogó el decreto expropiatorio en 2001,
fueron los pueblos enteros los que se movilizaron, sin importar si todos eran
ejidatarios o comuneros.
Es el caso de Cherán
Keri, en Michoacán el que nos da la pauta para entender que sólo uniendo
fuerzas, quienes defendemos la tierra y nuestra patria, podemos contra el
despojo; esta comunidad ha reforestado más de 3,500 ha de bosque de las
casi 8,000 devastadas por el crimen organizado. Son sus pobladores y comuneros,
poniendo enfrente la necesidad de recuperar su comunidad completa y no sólo una
parcela o un ejido. Con el objetivo de ser autónomos, siguen gestando
estrategias desde la producción y reproducción social y material de su
comunidad. Muchas comunidades tienen hoy día más pobladores que ejidatarios o
comuneros y tenemos que ponernos a discutir, quién decide por el destino de
todo un territorio y no sólo de una parte de él.
Este cuestionamiento
es necesario, no con eso quiero decir que se deseche la propiedad social, sino
que se tiene que pensar en el bien común desde este cuestionamiento para poder
impulsar cambios reales en nuestras comunidades.
Los megaproyectos
impuestos en toda nuestra patria requieren de una defensa que mire con
creatividad la lucha para revertir el juego legal en que meten a las
comunidades, porque sólo lo legal no nos dará para salvar a nuestra patria del
despojo sin límite al que nos enfrentamos , pero la lucha política sin un
proyecto que camine en conjunto con otras luchas, tampoco nos salvará.
Discutir nuestras
realidades concretas para poder ser creativos y objetivos en cuanto a los que
nos hace falta hacer para transformar este mundo. El FPDT ha padecido muchos
despojos pero también ha buscado nuevas formas de lucha, no ha dejado de
caminar, y eso quiere decir que seguimos de pie. El FPDT también ha seguido
insistiendo en la unidad, no una unidad a toda costa y sin principios, sino una
unidad que tenga un objetivo común y que respete el andar de cada lucha, ese es
un buen comienzo para empezar a dialogarnos.
Si en la historia que
escribe el FPDT reconocemos realidades concretas que hoy padecen otras
comunidades, debemos de tomar de su experiencia para poder seguir resistiendo
pero sobre todo luchando. La compra de voluntades es generalizada pero sobre
todo la ruptura intencional que los partidos políticos han provocado en las
comunidades, en Michoacán se lucha contra un aparato de Estado corrupto, contra
el crimen organizado, en Chiapas las comunidades zapatistas y adherentes a la
sexta se enfrentan a paramilitares que llevan años de entrenamiento y que no es
un partido el único que los entrena, en el Estado de México, las luchas se
enfrentan a un grupo de priistas que lleva la batuta del poder hoy día, y así ,
todas nuestras resistencias padecen agravios diferenciados que buscan despojar
desde abajo, desde arriba y viceversa. La compra de voluntades es operada desde
abajo por los de arriba y los de arriba operan proyectos que los vende patrias
coadyuvan a llevar a cabo, así nosotros también tenemos que luchar, no
esquizofrénicamente, sino con una estrategia que nos permita responder a este
tiempo neoliberal. Por supuesto, no tengo la respuesta pero espero que entre
todos vayamos encontrándola.
El despojo es algo
que viene incrementando sus formas más voraces, no es que el capitalismo haya
sido más dulce antes, pero hoy tiene una necesidad imperante de apropiarse de
todo, incluyendo nuestras vidas. Es imperante que decidamos como pueblos el
destino de nuestras tierras y de todo el territorio mexicano, no podemos
permitir que desechen la historia, la vida de muchos de nuestros antepasados y
sobre todo el futuro de nuestros pueblos y su dignidad.
Desinformémonos
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_!Ni_hoteles_ni_aviones_la_tierra_da_frijoles
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_!Ni_hoteles_ni_aviones_la_tierra_da_frijoles
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