El virus de la desigualdad:
62 personas
tienen lo mismo que 3.600 millones
18 de enero de 2016
18 de enero de 2016
Por Miguel Alba | Oxfam Intermón
El informe Una economía al servicio
del 1% refleja la
honda preocupación por una tendencia que no hace sino empeorar. Si en 2010 tan
sólo 388 personas tenían la misma riqueza que la mitad más pobre de la
población, en 2015 únicamente 62 personas tiene lo mismo que esos 3.600
millones de personas. Este año ya, el 1% más rico de
planeta tiene ya tanta riqueza ahora mismo como el 99% restante.
Esta
brecha cada vez más amplia va configurando sociedades cada vez más desiguales,
en las que el crecimiento económico no alcanza a todos por igual. Desde el año
2000, la mitad del crecimiento
mundial que se ha generado fue a parar a manos del 1% más rico,
mientras la mitad más pobre de la población apenas recibió el 1% de este
crecimiento
España no es ajeno a esta tendencia.
Somos ya el segundo país de la OCDE donde más ha crecido la desigualdad en ese
período, 10 veces más que el promedio europeo. De hecho, desde el inicio de la
crisis, tanto la desigualdad como la pobreza han ido en aumento. El número de personas en situación de riesgo o
exclusión ha pasado de 10,7 millones de en 2007 a 13,4 millones en 2014,
es casi un 30% de la población, mientras las 20 personas que atesoran las
mayores fortunas en nuestro país tienen tanto como este 30% más pobre. La
fortuna de estos 20 más ricos creció un 15% en el último año, mientras que el
del 99% más pobre también varió en un 15% pero de caída.
ç¿Y
por qué pervive esta desigualdad extrema?
Vivimos en un mundo donde la riqueza llama a la riqueza, donde las
élites económicas utilizan su capacidad de influencia para moldear leyes en
función de sus intereses. La concentración de
riqueza extrema va de la par con la concentración de poder, y
así el acceso privilegiado a las decisiones políticas (lobby), la manipulación
de leyes y normas, el aprovechamiento de fallos de mercado… Una economía al
servicio del 1%.
El entramado mundial de paraísos fiscales ilustra perfectamente cómo
el sistema económico se ha contaminado para favorecer los intereses de los más
poderosos, de este 1%. Pocos han sido los avances desde que la gran crisis
financiera reventara. Y desde luego, nada ha logrado cambiar en el uso de estos
centros offshore. En 2014 la inversión
hacia paraísos fiscales era ya cuatro veces la de 2001,
creciendo casi el doble de rápido de lo que ha crecido la economía mundial. Y
esto atañe tanto a grandes fortunas como a empresas: la fortuna oculta en paraísos fiscales representa
ya el 8% del patrimonio financiero individual mundial (7,6 billones de dólares una
cifra similar a la suma de los PIB de Reino Unido y Alemania), y 9 de cada 10 de las 200 mayores empresas mantienen
presencia en paraísos fiscales, tal y como Oxfam ha analizado
en este informe. Entre ellas, las empresas que están apoyando esta cumbre de
Davos.
También es un destino que gusta a la inversión española. En 2014
mientras que la inversión que salía de España con destino a la UE cayó un 15%
respecto a 2013, la que fue a paraísos fiscales creció un 2.000%. Mención
especial en este sentido merecen las islas Caimán, que atrajeron en ese año 64
veces más inversión que a Alemania. Por muy locomotora de la economía europea
que sea…
Dejando el humor de lado, estas cifras son realmente escandalosas.
Y más si tenemos que este se ha recuperado el crecimiento del PIB así como de
los beneficios de las empresas pero la recaudación por el impuesto de
sociedades sigue cayendo, un 6,2% en 2014 respecto al año anterior. El peso de
la recaudación sigue recayendo sobre las familias, que aportan el 85% del total
recaudado, frente a una contribución casi nula de la fiscalidad sobre el
patrimonio, la riqueza o el capital.
Todo esto supone un grave atentado contra los principales mecanismos
para paliar la desigualdad existente en nuestro modelo social: una fiscalidad
progresiva donde más contribuya quien más puede hacerlo, y un gasto público que
garantice unos derechos básicos universales, en especial sanidad, educación y
protección social.
62 personas acumulan la misma riqueza
que la mitad de la población
mundial
Por Daniel Cabezas | La Marea
“El crecimiento de la desigualdad es el principal problema de la
humanidad”. Con esta frase, el director de campaña de Oxfam Intermon, Jaime Atienza, resumía este lunes
ante los medios de comunicación el
contenido del informe Una economía al servicio
del 1%, que alerta sobre la imparable desigualdad del planeta y
que será presentado en la reunión anual de líderes políticos y económicos en
Davos (Suiza).
El estudio pone encima de la mesa un dato que la organización
considera inaceptable: sólo 62 personas poseen
la misma riqueza que 3.600 millones de personas, o lo que es lo mismo, la mitad
de la población mundial. El avance de la desigualdad ha sido incluso
más rápido de lo esperado: Oxfam calculó el año pasado que en 2016 el 1%
poseería más riqueza que el resto de la población mundial. Sin embargo, este
dato se ha hecho realidad un año antes. El 50% de la nueva
riqueza generada desde comienzos de siglo ha ido a parar a los bolsillos del
citado 1% privilegiado, mientras que a la mitad más pobre del
planeta apenas ha llegado el 1% del incremento total.
La situación es perfectamente extrapolable a España, donde 20 personas ostentan un patrimonio de 115.100
millones de euros, lo que equivale a la riqueza del 30% de la
población más pobre del país (14 millones de personas). El patrimonio de estas
grandes fortunas se incrementó un 15% en 2015, un año en el que la riqueza del
99% restante cayó un 15%. El responsable de campaña de Oxfam ha calificado de
“alarmante” el crecimiento de la exclusión social en España, que se sitúa entre
los cinco más desiguales de Europa, sólo superado por Portugal, Italia y
Grecia. Desde que empezó la crisis, y según denuncia el informe, España es el
segundo país de la Unión
Europea en el que más ha crecido la brecha salarial.
La responsabilidad de los paraísos fiscales
Entre las principales causas de la desigualdad mundial, Oxfam
destaca la constante fuga de recursos hacia
los paraísos fiscales, una situación a la que ha puesto cifras Susana Ruiz, responsable de temas
de fiscalidad e igualdad de la organización. Ruiz ha destacado que dicha
práctica sigue al alza, y que la riqueza individual
oculta en dichos paraísos fiscales alcanza ya los 7,6 billones de dólares,
lo que supone una pérdida de 190.000 millones de dólares cada año en ingresos
para los gobiernos que podrían ser destinados a mejorar la educación y la
sanidad de los más desfavorecidos.
“El diseño tributario español está incrementando la presión fiscal
sobre el trabajo y el consumo, pero no está recaudando prácticamente nada de
las rentas del gran capital”, ha denunciado Ruiz, que ha señalado que el
Impuesto de Sociedades español está ocho puntos por detrás de la recaudación
media de Europa. “Desde el principio de la crisis ha habido un desplome del 58%
en la recaudación del impuesto de sociedades, mientras que todos los demás
impuestos han recuperado su capacidad recaudatoria”. Del mismo modo, Ruiz ha
destacado que 17 de las 35 empresas del Ibex 35 no están pagando por el
Impuesto de Sociedades en España gracias a los mecanismos de planificación
fiscal. Una “triquiñuela” por la que se podrían estar perdiendo hasta 500
millones de recaudación en España, según Ruiz.
Para Oxfam, el informe deja claro que “el problema no es la falta
de riqueza en el mundo, sino la manera en la que se distribuye ésta”. En ese
sentido, la organización asegura que es “perfectamente posible” acabar con la
pobreza en el mundo para el año 2030, algo que incluso se podría haber logrado
en los primeros 15 años de siglo de haber combatido esa desigualdad y repartido
el crecimiento y el empleo.
Fuentes:
Diagonal Periódico
La Marea
Diagonal Periódico
La Marea
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article11358
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