El agua de Europa en
peligro,
pendiente de
un
acuerdo de protección
18 de febrero de 2019
Por Alejandro Tena (Público)
En el año 2000 los Estados miembros impulsaron esta legislación
pionera con la intención de mejorar las condiciones medioambientales de las
diferentes fuentes de agua del continente. La norma daba varios plazos para
reconducir la situación y garantizar niveles de calidad y cantidad óptimos en
las aguas europeas. El límite de actuación era 2027. Con esta fecha cada vez
más cerca, el balance no es nada positivo, en tanto que el 60% de los ríos y
humedales se encuentran en mal estado. El 40% si ponemos el ojo en España.
Pese a los
datos alarmantes, los países europeos están buscando modificar la norma y
ampliar los plazos de acción más allá de 2027. De esta forma los Ejecutivos de
la UE pretenden evitar multas como la que ya se impuso a España por la
sobreexplotación de Doñana .
De hecho, el plazo temporal para el cumplimiento de los objetivos de la norma
ya se retrasó con anterioridad, pues originalmente los países europeos
acordaron que 2015 era la fecha límite para garantizar la recuperación de la
calidad y cantidad de las masas de agua del continente."Si no han cumplido con lo acordado en estos 19 años, ¿qué hace pensar que los Estados van a hacerlo en el futuro?", se pregunta retóricamente el experto en Agua de SEO Bird/Life, Roberto González, que denuncia que retrasar la fecha de cumplimiento restaría ambición y garantías a la legislación.
Sin embargo, los directivos del Agua justifican sus intenciones alegando que, "pese a los esfuerzos, hay riesgos de que los objetivos medioambientales no se cumplan en 2027" porque en los últimos años "las condiciones naturales han cambiado". Amparados en ello, se remiten al Artículo 4.5 de la DMA , que da autonomía a los Estados para "cumplir con los requisitos mínimos de la Directiva".
En ese sentido, la modificación de la DMA no sólo alargaría en el tiempo los plazos para el cumplimiento de los acuerdos, también establecería un marco mucho más permisivo con las situaciones excepcionales que justifican la " exención del cumplimiento de los requisitos para lograr el buen estado de las aguas ".
"Las sequías son fenómenos naturales en España, por lo que de manera ordinaria se deben efectuar planes de prevención"
Algo que podría afectar de lleno a España, debido a su clima sujeto a sequías cíclicas. Y es que, según denuncian más de cien asociaciones en un manifiesto , los cambios pretendidos desde Bruselas podrían servir de excusa a las instituciones españolas para saltarse sus compromisos con el bienestar de las masas de agua durante las etapas más secas del año, como los veranos. No sólo eso, sino que también se podría abrir la puerta a futuros trasvases.
"Las sequías son fenómenos naturales en España, por lo que de manera ordinaria se deben efectuar planes de prevención", explica Rafael Seiz, especialista del Programa de Agua de WWF España, que piensa que una apertura de las situaciones consideradas como excepcionales podría traducirse en que España califique sus ciclos de sequía natural como periodos climáticos extraordinarios y, con ello, eludir sus compromisos con
Por otro lado, algunos de los directivos del Agua de la Comisión Europea
pretenden despejar las restricciones económicas de los usos del agua que
garantizan que actividades socioeconómicas nocivas para el entorno ambiental,
como la agricultura intensiva, paguen para emplear sistemas de regadíos.
"Hay muchos sectores en España que dependen del agua", señala Natalia
Funes, coordinadora de Agua de Ecologistas en Acción , para evidenciar las
evidentes presiones de la industria agrícola. El grupo medioambientalista
explica que se trata de una medida que, lejos de garantizar estabilidad en los
niveles del agua de España, podría incentivar aún más la sustracción de
acuíferos y ríos.
Desde
Opacidad y contradicciones internas
Estos son tan sólo algunos de los cambios
pretendidos y denunciados por cientos de grupos y asociaciones. Sin embargo,
quedan muchos aspectos que no se han revelado debido a la opacidad que hay
detrás del proceso. “No tenemos toda la información, falta transparencia”,
lamenta Julia Martínez, directora técnica de la FNCA.
"No tenemos toda la información, falta
transparencia"
Por el momento las premisas para modificar la
Directiva se encuentran en la primera fase, vinculada a una
consulta ciudadana que finaliza el próximo 4 de marzo . No obstante, los sectores
ecologistas denuncian que no se está haciendo un llamamiento
a la participación ciudadana ni
se está informando de lo que suponen estas leyes.
“Por el momento sabemos que el documento que
pide la modificación ha sido elaborado por doce de los 27 miembros de la UE y
se apoya en unos argumentos que ni siquiera fueron apoyados por la propia Comisión ”,
denuncian desde la FNCA.
Desde WWF ponen en el foco la contradicción
que supondría que Bruselas atendiera las demandas de los grupos de presión. "Esta propuesta
se contradice con la conclusión a la que llegó la CE en su evaluación
intermedia, realizada en 2012, en la que afirmaba que esta norma era adecuada
para su propósito y que los esfuerzos debían dirigirse a mejorar y extender su
aplicación por parte de los Estados Miembros", denuncia el grupo
ecologista en un comunicado.
González, sin embargo, aunque advierte que
"es muy difícil hablar de expectativas", reconoce que aún hay
esperanzas en que las masas de agua europeas sigan estando protegidas por la
DMA . El experto acude a la hemeroteca para demostrar que la presión de la
sociedad civil puede tener efectos en las decisiones políticas. "No sería
la primera vez. Ya se consiguió frenar mediante firmas los cambios en la Directiva
de Hábitats y Aves", zanja.
@alxtena
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252629
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