¿Más allá del
extractivismo y el carácter primario exportador de nuestra economía?
10 de agosto de 2015
Por Juan Carlos Zuleta
Calderón
Mis análisis sobre el carácter
extractivista y primario exportador de la economía boliviana datan de hace por
lo menos cuatro años, sólo que es ahora cuando adquieren relevancia porque
muchos de mis pronósticos se cumplieron. Invito entonces a mis lectores a
releer (porque estoy casi seguro de que ya las leyeron) mis dos principales
contribuciones sobre este importante tema: 1) El carácter extractivista y
primario exportador de Bolivia (Febrero, 2011); y 2) Extractivismo y
desindustrialización en Bolivia (Enero, 2013).
Mis análisis sobre el carácter
extractivista y primario exportador de la economía boliviana datan de hace por
lo menos cuatro años, sólo que es ahora cuando adquieren relevancia porque
muchos de mis pronósticos se cumplieron. Invito entonces a mis lectores a
releer (porque estoy casi seguro de que ya las leyeron) mis dos principales
contribuciones sobre este importante tema: 1) El carácter extractivista y
primario exportador de Bolivia (Febrero, 2011); y 2) Extractivismo y
desindustrialización en Bolivia (Enero, 2013).
Está claro que a la sombra del
extractivismo y el carácter primario exportador de su economía Bolivia no podrá
desarrollarse. En este sentido, veo con preocupación que hasta ahora al gobierno
no le haya interesado otra cosa. Dos recientes muestras de esto son la Cumbre Agropecuaria
en Santa Cruz que decidió extender la frontera agrícola (deforestación masiva
de por medio) para producir más soya y otros bienes agrícolas (posiblemente
transgénicos) para la exportación y el anuncio de invertir 27.000 millones de
dólares en proyectos de generación de energía eléctrica, una buena parte de
ella también para la venta en el extranjero.
Dada la testarudez gubernamental, no dudo de que ambos proyectos -
que encajan perfectamente en la ampliación del modelo extractivista primario
exportador en Bolivia - finalmente se pondrán en marcha, pero es necesario
advertir que esto sucederá con un irreparable daño ambiental (dejando entre
otras cosas a la “Madre
Tierra ” en la vía) y - lo que es peor - sin contribuir
eficazmente a un verdadero despegue económico en el país. Me pregunto si no
hubiera sido más sensato convocar a una cumbre para discutir caminos de
superación de ese modelo a tiempo de establecer una genuina senda hacia el
desarrollo boliviano de cara a los siguientes 20 ó 30 años, más allá de los
clichés y propaganda del gobierno.
Si Tarija y Potosí, los departamentos
hasta hace poco puntales de nuestra economía, empiezan ahora a debatirse en una
profunda crisis, derivada en gran medida de la caída de los precios
internacionales de nuestras primordiales materias primas, poniendo en riesgo el
avance económico del resto del país, ¿no parece razonable que el gobierno, en
agradecimiento a todo lo que estas regiones contribuyeron para su ascenso
político en los últimos años, presentara al menos las líneas maestras de un
plan estratégico de desarrollo nacional con la diversificación económica en
tales regiones y otras como punta de lanza?
* Economista.
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