Minería desplaza a hidrocarburos
La desindustrialización de la economía
boliviana
26 mayo, 2017
El valor de las exportaciones
industriales pasa a un 5% en 2017 (primer trimestre), mientras que
“Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura” aumenta a un 15%; es la evidencia
empírica de la desindustrialización en nuestro país en los últimos siete
años. La economía boliviana se deshidrocarburiza y desindustrializa. Potosí es,
otra vez, el líder exportador nacional
Juan Carlos Zuleta Calderón / economista
Hace casi exactamente siete años informaba con datos correspondientes al primer trimestre de 2010, que Potosí se había convertido en el nuevo líder exportador de Bolivia. Hoy, con información referida al primer trimestre de este año se repite
Así, con base en la metodología planteada en mis trabajos
sobre el carácter
extractivista y primario-exportador de Bolivia; y la relación entreextractivismo_y_desindustrialización_en_Bolivia,
se ha determinado:
En primer lugar, que la economía nacional presenta ahora
claras indicaciones de deshidrocarburización debido a que entre el primer trimestre
de 2010 y el primer trimestre de 2017 la actividad económica de exportación
“Extracción de Hidrocarburos” habría sido desplazada por la actividad económica
exportadora “Extracción de Minerales”, una vez realizados los ajustes sugeridos
en tales trabajos. En efecto, cuando se adicionan los valores de
exportación de los minerales y compuestos químicos erróneamente clasificados
como parte de la actividad económica de exportación “Industria Manufacturera”
(Oro Metálico, Plata Metálica, Estaño Metálico, Antimonio Metálico, Oxido de
Antimonio, Otros Metales Manufacturados, Cobre Refinado Cátodos, Sustancias y
Productos Químicos y ácido Bórico) a “Extracción de Minerales”, restando tales
valores de “Industria Manufacturera”, correspondientes al primer trimestre de
este año, se encuentra que el sector minero-metalúrgico alcanza una
participación del 47% respecto de las exportaciones totales en tanto que
el sector hidrocarburos solamente llega a un 33% de las ventas totales al
extranjero, una vez que se incorporan en este rubro los valores de exportación
de “Productos Refinados de Petróleo” y “Gas Licuado de Petróleo (GLP), también
consignados de manera equivocada en “Industria Manufacturera”. Todo esto
en el entendido de que la refinación del petróleo, el procesamiento de
elementos químicos y la fundición de minerales generan valor agregado, pero la
nueva forma de tales materiales no cambia la esencia de los mismos como
materias primas, razón por la cual no corresponde incluirlos dentro del sector
secundario de la
economía. Nótese que los valores porcentuales referidos al
primer trimestre de 2010 fueron 39% y 41%, respectivamente. Estos datos
permiten comprobar de manera preliminar un proceso dedeshidrocarburización de nuestra economía, agudizado por la
baja de los precios internacionales del petróleo a partir de julio de 2014, así
como el retorno del dominio minero-metalúrgico al país.
En segundo lugar, que realizados los ajustes mencionados
en el anterior acápite en la actividad económica “Industria Manufacturera”,
incluyendo la sustracción de los valores de exportación correspondientes a los
rubros “Soya y Productos de Soya”, “Girasol y Productos de Girasol”, “Maderas y
Manufacturas de Madera”, Cueros y Manufacturas de Cuero”, “Palmitos”, “Carne de
Especie Bovina”, “Cacao”, “Azúcar”, Algodón e Hilados de Algodón” y “Productos
de Tabacos” y su consiguiente adición a la actividad económica “Agricultura,
Ganadería, Caza y Silvicultura”, se observa que el valor de las exportaciones
industriales pasa de apenas un 6% en el primer trimestre de 2010 a un 5% en similar
período en 2017, mientras que la actividad económica “Agricultura, Ganadería,
Caza y Silvicultura” aumenta de un 13% en el primer trimestre de 2010 a un 15% en similar
período en 2017. Esta información representa evidencia empírica (aunque
limitada) de un proceso de desindustrialización en nuestro país en los últimos
siete años.
En tercer lugar, que, según los datos de
exportaciones correspondientes al primer trimestre de 2017, con una
participación del 28% en las ventas totales a otros países, Potosí pasó
nuevamente a liderar las exportaciones nacionales, convirtiéndose otra vez en
el departamento con mayor capacidad de creación de divisas en el país. Si bien
este porcentaje muestra una caída de dos puntos porcentuales respecto a similar
período en 2010, Potosí mantiene una diferencia de cuatro puntos porcentuales
respecto al segundo departamento (Santa Cruz) con mayores exportaciones en el
país, ocho puntos porcentuales respecto del tercero (Tarija) y catorce puntos
porcentuales respecto del cuarto (La Paz). Cabe aclarar que esta información
refleja dos cambios fundamentales en el posicionamiento de los departamentos
que se ubican por debajo de Potosí en la generación de divisas para el país con
relación a 2010. Por una parte, en 2017, Santa Cruz desplazó a Tarija del
segundo lugar y, por otra, La Paz dejó a Oruro en el quinto lugar. Resulta
altamente probable que estas tendencias prevalezcan en los años que
vienen. Por último, a pesar de que el porcentaje de participación de las
exportaciones potosinas en el rubro “Extracción de Minerales” (sin ajuste) se
mantiene por encima del 90%, tanto en 2010 como en 2017, es notorio el descenso
del 77% (en 2010) al 59% (en 2017) en el mismo rubro (con ajuste). Este último
cambio se explica casi por completo a través de la vertiginosa evolución de las
exportaciones paceñas de oro metálico en años recientes.
Al cierre, y de manera paradójica, al igual que en 2010,
nos volvemos a preguntar si tiene sentido que a pesar de seguir generando más
de un cuarto de las divisas del país, el departamento que más ha aportado al
erario nacional desde la fundación de la República continúe ocupando los
últimos lugares en desarrollo humano y siga siendo el furgón de cola político
del actual Estado Plurinacional de Bolivia.
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