La minería sin control
pone en riesgo la cuenca del río Orinoco
6 de agosto de 2018
Por Daniel Gutman
IPS
PUERTO ESPAÑA, 31 jul 2018 (IPS) - La tercera cuenca de América Ldel Sur, la del río Orinoco, históricamente degradada por actividades agropecuarias y extractivas, es ahora devastada por la búsqueda informal pero masiva de oro, según denunciaron científicos de Venezuela durante una reunión regional en Trinidad y Tobago.
El potencial impacto de esta actividad en el sudeste del Caribe se robó la atención del primer Congreso de la sección de América Latina y del Caribe de
En el cierre del Congreso, la noche del 27 de julio, se aprobó por
unanimidad una declaración que llamó “la atención de la comunidad
internacional”, sobre una cuestión que, según se denunció, genera no solamente
impactos sociales y ambientales sino también violaciones a los derechos
humanos.
La Sociedad de Biología de la Conservación es una organización formada por más de 4.000 expertos de todo el mundo, con el fin de impulsar la protección de la biodiversidad.
Su sección de América Latina y el Caribe se creó en 2003 pero solo este mes se reunió por primera vez y eligió para hacerlo la pequeña nación de Trinidad y Tobago, formada por dos islas ubicadas frente a la costa venezolana, en un intento de conectar las culturas de los países insulares del mar Caribe con los continentales de América Latina.
La preocupación por la actividad minera en la cuenca del Orinoco se justificó en el documento final en que está causando deforestación, erosión del suelo y contaminación de las aguas, lo que tiene consecuencias directas sobre la biodiversidad y los servicios del ecosistema.
“Empresas mineras, el gobierno, los militares y distintos grupos armados se benefician de esta situación, que es controlada por bandas criminales, pero nadie se hace responsable de los daños sociales y ambientales, que son enormes”, dijo a IPS José Rafael Ferrer, biólogo integrante de
“El uso de mercurio, cianuro y otras sustancias fuertemente contaminantes está afectando cursos de agua en la cuenca del río Orinoco y a través de él es una potencial fuente de contaminación para el Mar Caribe”, agregó.
En febrero 2016 el presidente venezolano, Nicolás Maduro, creó por decreto la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional-Arco Minero del Orinoco (ZDEN-AMO), sobre una superficie de
La cuenca cubre 990.000 kilómetros cuadrados, atraviesa
horizontalmente el sur de Venezuela y llega hasta Colombia, donde nace el río
con una longitud de 2.140
kilómetros y el tercero por su caudal, detrás del
Amazonas y el Congo. Eso la convierte en la tercera cuenca sudamericana detrás
del Amazonas y La Plata.
“La zona habilitada para la minería es cerca del 12 por ciento de la superficie nacional y la cuarta parte de la Amazonía venezolana. Es un territorio muy complejo, debido a que hay áreas naturales protegidas y 24 pueblos indígenas. El decreto generó una gran incertidumbre”, comentó a IPS el biólogo Juan Carlo Amilibia, de
Vilisa Morón Zambrano, presidenta de la Sociedad de Ecología de Venezuela, explicó que la minería en esa zona había comenzado a crecer, de manera ilegal, en los últimos 10 o 15 años.
“Debido a la crisis económica, el gobierno le dio el marco legal en 2016, aunque la situación no cambió demasiado en los hechos. Estimamos que en la última década la minería de oro generó la deforestación de aproximadamente el 9 por ciento del área y eso está creciendo”, agregó.
Uno de los que expuso sobre la cuestión fue Bram Ebus, un antropólogo, periodista y criminólogo holandés que recorrió la zona durante 2016 y asegura haber sido detenido por la policía durante 24 horas.
“Maduro dijo en 2016 que había 150 compañías mineras de 35 países interesadas en invertir en la zona, pero la realidad es que no hay capitales internacionales de empresas formales en el arco minero del Orinoco”, explicó.
Ebus agregó: “Lo que hay en cambio es un negocio tomado por el crimen organizado, en el que participan ex guerrilleros colombianos que en connivencia con la Policía y el Ejército venezolanos, está extrayendo a cielo abierto oro y otros minerales, cuyo destino final es el contrabando”.
En la zona del Arco Minero del Orinoco está la localidad de El
Callao, que ha sido señalada recientemente como la más violenta de Venezuela,
con una tasa de homicidios que en 2017 creció más de 800 por ciento con
respecto al año anterior.
“Estimo que hay unas 250.000 personas trabajando en la zona. Muchos son
profesionales venezolanos de otros lugares del país que han perdido sus
trabajos por la crisis y llegaron hasta el estado de Bolívar”, dijo Ebus.
“Es una actividad minera ilegal, desarrollada sin controles, sin
estudios de impacto ambiental, sin consulta a las comunidades indígenas,
impulsada por el gobierno venezolano”, concluyó el investigador holandés.
En ese sentido, se afirmó que se han hallado altos niveles de mercurio en sangre en integrantes de al menos dos comunidades indígenas que viven cerca de las explotaciones mineras.
También, que esos metales son la causa del hallazgo de toxinas en peces y moluscos de agua dulce a miles de kilómetros.
Y se señaló que se han expandido entre las personas enfermedades infecciosas como la malaria.
Los científicos reclamaron que se realicen de manera urgente estudios referidos al impacto ecológico y ambiental de la actividad, se tomen decisiones basadas en información científica y se contemplen alternativas de desarrollo sustentable.
“Los biólogos conservacionistas podemos jugar un importante rol en este proceso, aportando información científica y monitoreando los cambios en importantes variables biológicas”, escribieron.
“Esta declaración abierta es una carta abierta para denunciar un escenario muy grave que nos incumbe a nosotros como biólogos especializados en conservación, porque más allá de una situación horrorosa de derechos humanos, existe un impacto ambiental que va a llevar mucho tiempo revertir”, dijo a IPS el estadounidense Anthony Giordano.
El especialista es presidente de la sección de
América Latina y el Caribe de la Sociedad de Biología de la Conservación y
director de la
organización Species , que se dedica al estudio de mamíferos
carnívoros en toda la región.
Edición: Estrella Gutiérrez
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244935
Interesante artículo sobre lo dañino de la minería en el Orinoco; navegando por internet encontré su procedencia, se las comparto https://riosdelplaneta.com/rio-orinoco/
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