Nació la
Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas
28
de mayo de 2017
Desde las solidaridades de organizaciones de
México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia y Argentina se busca sumar
las experiencias de búsqueda de las personas desaparecidas y las luchas contra
el olvido, la impunidad y la indiferencia social ante este crimen de que
debería doler a toda la humanidad. Mirta Baravalle , es cofundadora del
surgimiento, sumando a esta iniciativa a otras madres, como Nora Cortiñas y
Elia Espen.
Por Pablo Cala.
“(…) Dicen que no están muertos / -
escúchalos, escucha - / Mientras se alza la voz / Que los recuerda y canta. /
Escucha, escucha; / Otra voz canta. / Dicen que ahora viven / En tu mirada. /
Sostenlos con tus ojos, / Con tus palabras; / Sostenlos con tu vida / Que no se
pierdan, / Que no se caigan. / Escucha, escucha; / Otra voz canta”
Daniel Viglietti
Daniel Viglietti
A 40 años del surgimiento en Argentina de las Madres de la
Plaza de Mayo, cuando aquel 30 de abril de 1977, en medio de la dictadura
cívico-militar-eclesiástica, realizaron la primera ronda que se convertiría en
el ritual sagrado de cada jueves, como expresión de memoria y dignidad, las
Madres de la Plaza de Mayo -de la Línea Fundadora- se han convertido en una
inspiración ética de la lucha contra la impunidad de las desapariciones
forzadas. Una de ellas, Mirta Baravalle, es cofundadora del surgimiento, en la
primera semana de abril del 2017, de la nueva Red Latinoamericana
Contra las Desapariciones Forzadas, sumando a esta iniciativa a otras madres,
como Nora Cortiñas y Elia Espen.
Junto a ellas resalta la figura de Eduardo Nachman, hijo
del actor y director de teatro Gregorio Nachman, uno de los más de 30.000
detenidos-desaparecidos en Argentina, y militante de H.I.J.O.S. (Hijos por la
Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio). Desde hace varios
años, estas personas construyen solidaridades a través del continente, con
fuerte cercanía con el pueblo colombiano desde el 2002, cuando participaron en
el Cacarica-Chocó, en el surgimiento de la Comisión Ética de la Verdad,
iniciativa de la
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y estrategia
vinculada al MOVICE, desde su creación en el 2005.
Desde visitas y encuentros con Mirta, Norita, Edu, aquí en
Colombia o en Argentina, en Chiapas-México o Guatemala, se fueron construyendo
cercanías, complicidades, identidades y confianzas, que resultaron contagiosas
con las experiencias más recientes de familiares de desaparecidos y
organizaciones defensoras de los derechos humanos. Ellos han optado por
batallar contra este crimen, y fue así que la propuesta de sumar solidaridades
y experiencias en la búsqueda de los desaparecidos en el continente encontró
más precursores.
En México se sumaron Blanca Martínez, Michael Chamberlain
y Maru Arriaga, del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de
Larios, de Saltillo-Coahuila, quienes desde hace 10 años decidieron centrar su
labor al acompañamiento a familias de víctimas de desapariciones forzadas, hoy
congregadas en el movimiento Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en
México-FUNDEM. A través de una de sus integrantes, María Antonia Melo, también
participaron en el surgimiento de esta Red. FUNDEM está presente en 10 Estados
de México, y en uno de ellos surgió la Asociación
Desaparecidos Justicia A.C. Querétaro, que se incorporó a la
creación de la Red a través de Yadira González, cuyo hermano fue desaparecido
en el 2006, uno de los más de 26.000 desaparecidos por el Narco-Estado mexicano
en los últimos 10 años.
Desde México hacia Centroamérica se sumó la Fundación para
la Justicia y el Estado Democrático de Derecho-FJEDD, que impulsa mecanismos
alternativos de búsqueda de migrantes desaparecidos en su tránsito por México
hacia los EEUU, buscando verdad
y justicia para las personas migrantes que se han convertido
para los gobiernos en el nuevo “enemigo interno”, desde las lógicas de las
Doctrinas de Defensa y Seguridad Nacional que persisten en nuestros países
desde hace más de 40 años. La FJEDD apoya la consolidación de los Comités de
Familiares de Migrantes Desaparecidos, quienes también participaron a través de
COFAMIDE, COFAMIDEG, COFAMIPRO y COFAMICENH de El Salvador, Guatemala y
Honduras, respectivamente.
Junto a ellas y ellos, desde Guatemala, participaron la Coordinadora Nacional
de Viudas de Guatemala-Conavigua, mujeres mayas que han reivindicado las luchas
de los pueblos originarios contra la impunidad del genocidio y buscado a sus
desaparecidos con el apoyo de la Fundación de Antropología Forense de
Guatemala-FAFG. Con más de 25 años de trabajo forense y de identificación
genética, esta llega a la Red Latinoamericana para compartir sus
aprendizajes y ponerlos a disposición de todas las organizaciones.
Bertha Oliva de Nativi, fundadora del Comité de Familiares
de Detenidos Desaparecidos en Honduras-COFADEH, aumentó la participación
internacional en esta iniciativa, con su experiencia en la búsqueda de los más
de 129 desaparecidos entre 1980
a 1989 y las que se incrementaron con el golpe de Estado
desde el 2009, en un país que no ha tenido conflicto armado pero sirvió de
centro de operaciones de la contrainsurgencia en Centroamérica.
Estas experiencias se dieron cita en los Llanos
Orientales, para el nacimiento de la Red Latinoamericana
Contra las Desapariciones Forzadas junto a las organizaciones
de Colombia: Fundación Nydia Erika Bautista, Familiares Colombia, Mujeres
Caminando por la Verdad de la Comuna 13, Corporación Jurídica Libertad,
Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado-Capítulo Meta, Familiares de
desaparecidos del Alto Ariari, Corporación Claretiana Norman Pérez Bello,
Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia
Psicosocial- EQUITAS, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Red de
Comunidades construyendo paz desde los territorios-Conpaz, Red de familiares de
desaparecidos en cementerios de los Llanos Orientales y Colectivo Sociojurídico
Orlando Fals Borda, como convocante.
Durante esa semana de abril, participaron en San José del
Guaviare de un Acto Público de reconocimiento de responsabilidad del Ministerio
de Defensa por la ejecución extrajudicial del líder campesino José Vicente
Narváez, en un acto de memoria y dignidad en homenaje a las personas
desaparecidas y víctimas de ejecuciones en la región, visitaron uno de los
cementerios donde el ejército ha llevado a víctimas de desapariciones forzadas
para que sean sepultadas como no identificados, reportándolos como “muertos en
combate”, conociendo desde allí el sentido de la campaña “Contemos la Verdad,
porque todas las personas no identificadas tienen una historia”. Visitaron una
Zona Veredal Transitoria de Normalización-ZVTN, la de “Mariana Páez” en
Mesetas, donde intercambiaron con mujeres y hombres que le apuestan a otra
forma de hacer política con la terminación del conflicto armado, centrando lo
acordado con el gobierno en el resarcimiento de los derechos de las víctimas.
Intercambiaron valoraciones sobre los nuevos contextos de las desapariciones
forzadas, la lucha contra la impunidad y el olvido, el derecho a la verdad en
el marco de una justicia transicional, a través de un foro público en el
Cementerio de Villavicencio, que está siendo recuperado como un “Sitio de
Conciencia y Memoria”. Y continuar el intercambio de sus experiencias como
cimiento de lo que hoy se conoce como la “Proclama constitutiva de la Red Latinoamericana
Contra las Desapariciones Forzadas”, dada a conocer el 07 de
abril en medio de un conversatorio en la Universidad Nacional ,
con las nuevas generaciones llamadas a continuar la búsqueda de los
desaparecidos de Colombia y todo el continente americano.
No es la primera vez que se da un nacimiento de este tipo
de iniciativas; ya se había dado la Federación
Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos
Desaparecidos-FEDEFAM, como una herramienta de lucha contra las desapariciones
forzadas, surgida a inicios de la década de los 80, que logró por el esfuerzo
de los familiares la Convención de la ONU contra las desapariciones forzadas,
fortaleciendo la labor de la búsqueda por los desaparecidos. La nueva
iniciativa de la
Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas se
nutre también de esta experiencia involucrando a defensores y defensoras de los
derechos humanos que han asumido desde el acompañamiento a los familiares, una
opción preferencial contra este crimen y contribuyen a la búsqueda de las
personas desaparecidas, a la verdad y a la justicia. Esta
nueva iniciativa, asume que muchos familiares se han convertido en defensores
de derechos humanos de muchas causas y no sólo la propia, así como que
defensores y defensoras han asumido en su proyecto de vida la causa de buscar a
las personas desaparecidas.
Comprender la acción conjunta de familiares y
organizaciones es comprender la integralidad de la lucha contra las
desapariciones forzadas, y su necesario tránsito a que la sociedad deje de ser
mera espectadora y se vuelva actuante, que se conmueva y mueva, evoque y
convoque, a exigir a una sola voz respuestas a preguntas que siguen pendientes:
¿dónde están los desaparecidos? ¿Quién se los llevó? ¿Qué hicieron con ellos?
¿Cuáles fueron las razones? Nunca más deben existir desapariciones forzadas en
una sociedad que haga suyos los rostros y nombres de los desaparecidos, sus
historias, sus memorias. Que en cada uno de nuestros hogares estén colgadas en
la pared las fotos de los desaparecidos, junto a la de nuestra familia, como
expresión de que ellos y ellas son parte de nuestras historias, de nuestras
vidas.
“No son sólo memoria, / Son vida abierta, /
Son camino que empieza / Y que nos llama. / Cantan conmigo, / Conmigo cantan”
Daniel Viglietti
Daniel Viglietti
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14283
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