Medio ambiente y
capitalismo
3 de octubre de 2019
Las masivas movilizaciones mundiales en
defensa del clima y el medio ambiente evidencian la preocupación social sobre
el deterioro del planeta y las condiciones de la vida. Aun cuando se
indica el accionar del ser humano para esta depredación de la naturaleza, no se
enfatiza lo suficiente en la responsabilidad del modelo productivo del
capitalismo. Las protestas debieran concentrarse más en este aspecto esencial
que en el fenoménico del impacto ambiental. El responsable del cambio climático
es el modo de producción capitalista.
Por Julio C. Gambina
No alcanza con consumir menos,
cuidar los cursos de agua, los bosques, los glaciares o la naturaleza en su
conjunto, si al mismo tiempo no se atacan las causas que están en las formas de
la producción capitalista, asentada por siglos en la explotación de la fuerza
de trabajo y la depredación de
Por
eso la necesidad de criticar al capitalismo, no solo sus efectos. El
diagnóstico es fundamental para encarar procesos realistas de solución. De lo
contrario, solo deambularemos por senderos marginales que no conducen a
resolver el problema. Una vez identificado el problema es que se puede pensar
en modificar la realidad, la que no puede hacerse de inmediato, ya que requiere
de un complejo proceso social que incluye la asunción de la conciencia
colectiva sobre lo que está provocando el problema y los modos de operar para
su modificación.
Ese camino de la transición
del orden capitalista actual hacia otro modo de producir y distribuir es lo que
se discute desde la emergencia de la crítica de la economía política y las
variadas experiencias de revolución social desde el Siglo XIX hasta el
presente, con mucho de ensayo y error, renovado especialmente desde los
procesos de cambio en Nuestramérica de los años recientes. Es un proceso no
agotado, en desarrollo y que explica las confrontaciones y debates en curso en
nuestros países.Voces en Nuestramérica
Por eso resulta interesante recoger las voces pronunciadas desde nuestros territorios. Sostuvo en
Adicionó en la misma intervención: “La madre tierra está acercándose peligrosamente al crepúsculo de su ciclo vital, cuya causa estructural y responsabilidad corresponde al sistema capitalista. Este sistema ha desencadenado a gran velocidad una fuerza arrolladora y destructiva a nombre de la libertad de mercado, de libre competencia y los derechos humanos”
Hay quienes critican al gobernante de Bolivia por la explotación de los hidrocarburos y otras formas del modelo económico boliviano que favorece la apropiación estatal de rentas para generar un proceso de distribución primaria y secundaria que atiende inmediatas e imperiosas necesidades sociales. ¿Acaso pretenden los críticos negar el diagnóstico formulado induciendo políticas de miseria para el conjunto empobrecido de la sociedad?
Lo que no se entiende es el propio proceso de transición en Bolivia, que incluye los límites de la dependencia y la urgencia de atender necesidades básicas imperiosas de la población más empobrecida. Al tiempo que se critica al orden capitalista mundial, se atienden las imperiosas necesidades de la población y se ensayan formas de la transición, inexploradas hasta ahora en la sociedad que confronta al régimen del capital.
El tema no es nuevo en los dos sentidos, sea la denuncia del capitalismo y las formas de resolver las necesidades de los sectores menos favorecidos por el orden del capital.
Vale recordar en ese sentido la intervención de Fidel Castro en la cumbre de la tierra en 1992 en Río de Janeiro, en cuyo inicio sentenció: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre.”
En la brevísima alocución señaló: “Los bosques desaparecen, los desiertos se extienden, miles de millones de toneladas de tierra fértil van a parar cada año al mar. Numerosas especies se extinguen. La presión poblacional y la pobreza conducen a esfuerzos desesperados para sobrevivir aun a costa de
Refiriéndose al qué hacer sostenía: “La solución no puede ser impedir el desarrollo a los que más lo necesitan. Lo real es que todo lo que contribuya hoy al subdesarrollo y la pobreza constituye una violación flagrante de
Agregaba: “Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de
Al tiempo que criticaba al capitalismo como forma hegemónica en el sistema mundial, en momentos que había desaparecido la bipolaridad, el jefe de la revolución cubana señalaba las dificultades de los países dependientes y atrasados para encontrar sus caminos de solución en confrontación con la lógica dominante.
La discusión sobre la transición no supone un rumbo sin contradicciones y son las que recogen ambas intervenciones mediadas por casi tres décadas de pronunciadas y que fueron transitadas con experiencias que aun animan el debate contra el orden capitalista.
Actualidad del debate
Es un tema actual y trascendente, porque la responsabilidad está en la hegemonía del capitalismo mundial y aún cuando se aprueben protocolos internacionales, que además EEUU no suscribe, resulta imposible resolver el tema.
No alcanza con discursos o protocolos de denuncia, sino acontece una dinámica social de organización y movilización contra las causas del calentamiento global y el cambio climático. No hay forma de mitigar el efecto devastador mientras subsista el régimen del capital.
Se
impone la discusión por el cambio de las relaciones sociales de producción y su
efecto depredador sobre la naturaleza, que incluye en su seno a la especia
humana. Se trata de un tema sustantivo para Nuestra América, en tanto territorio
históricamente condenado a la provisión de materias primas y “recursos
naturales”, que, si visibilizáramos como “bienes comunes” de la actual y
futuras generaciones, a otras conclusiones se arribarían.
El tema viene de la conquista
y colonización, agudizado en años recientes con la suba de los precios de las
materias primas, aun con el retroceso actual, donde se recicla el papel
subordinado de la región por vía del deterioro secular de los términos de
intercambio en el sistema de relaciones internacionales.Nuestros países generan riqueza y excedente económico vía explotación de estos bienes comunes en beneficio de la reproducción del gran capital transnacional que define el ciclo económico, es decir, la producción, la distribución, el cambio y el consumo. Remito al petróleo, al gas, al cobre, al agua, a la tierra, al oro, al litio, a la biodevresidad, o a diversos materiales que se acumulan en nuestro suelo.
Resulta imprescindible enfatizar en que los “recursos naturales” son bienes comunes, que pertenecen a la humanidad, pero que, al estar asentados en nuestros territorios, la soberanía en su cuidado y gestión es imprescindible, lo que demanda una mirada local, sí, pero sobre todo regional, de una respuesta conjunta e integrada.
Claro que eso suena como una anomalía ante la preeminencia del discurso y las políticas liberalizadoras en
Es una cuestión para discutir en tiempos electorales en Bolivia el próximo 20/10, y en Argentina y Uruguay una semana después, el 27/10; aún más allá de procesos eleccionarios en el destino de la región, gobierne quien gobierne. El modelo productivo asentado en el agro negocios, la mega minería, la explotación de hidrocarburos no convencionales (Argentina), e incluso la industrialización dependiente y los mecanismos de especulación que incluye el fuerte endeudamiento, caso argentino especialmente, exige la discusión sobre la continuidad o no de ese modelo y las posibilidades para intentar cambios y en lo posible, procesos de transición que confronten con el orden capitalista.
Por eso no se trata de una cuestión ambiental lo que está en debate, sino las formas de producir, distribuir, intercambiar y consumir. Cambiar el modelo productivo resulta imprescindible. Es algo que debe encararse como proceso regional.
No alcanza con definiciones nacionales, aunque son imprescindibles. Se requiere la superación de los condicionantes que impone la dependencia de las transnacionales, de los organismos internacionales y de una lógica discursiva hegemónica del pensamiento en Política Económica, relativo a que lo único que se puede hacer deviene de la liberalización de la economía, del libre mercado y la libre competencia, falacia en tiempo de dominación monopolista.
La respuesta es la soberanía nacional y la integración regional,
para la crítica al capitalismo como única forma de confrontar contra los
efectos del cambio climático y el calentamiento global. En defensa del medio
ambiente se impone el cambio del modelo productivo y ensayar los caminos
concretos de la transición hacia sociedades que en el centro de sus objetivos
se encuentre la defensa de la vida humana y natural.
Notas:
[1] Naciones
unidas Bolivia. Evo Morales plantea en la COP21 eliminar el capitalismo para
salvar a la tierra. En:http://www.nu.org.bo/noticias/naciones-unidas-en-linea/evo-morales-plantea-en-la-cop21-eliminar-el-capitalismo-para-salvar-a-la-tierra/
[2] CUBADEBATE.
Discurso de Fidel Castro en Conferencia ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo,
1992, en:http://www.cubadebate.cu/opinion/1992/06/12/discurso-de-fidel-castro-en-conferencia-onu-sobre-medio-ambiente-y-desarrollo-1992/#.XY9Z40ZKjIU
Blog del autor: http://juliogambina.blogspot.com/
Fuente: https://www.anred.org/2019/10/03/medio-ambiente-y-capitalismo/
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