Agustín Salazar (Confederación de Estudiantes de Chile): «La clase
trabajadora está harta y se ha puesto de pie»
22 de octubre de 2019
El Chile rebelde irrumpe nuevamente.
El pueblo trabajador protagoniza lo que, a estas horas, ya es una rebelión
contra el régimen postdictatorial, del que ha sido garante no sólo la derecha
de Piñera, sino también el progresismo de la Concertación. La joya pulida
cuidadosamente por la derecha y el progresismo sucumbe bajo el peso de la
movilización obrera y popular, en un proceso que, sea cual sea su desenlace
inmediato, dejará lecciones incalculables para la izquierda y los movimientos
populares, no sólo a escala latinoamericana, sino mundial. El
Furgón conversó con Agustín Salazar, ex presidente de la
Federación de Estudiantes de la Universidad de Los Lagos y vocero de
la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), una de las
organizaciones protagonistas de los febriles días que reconcilian a Chile
con lo mejor de su histórica tradición revolucionaria.
Por Luis Brunetto (El Furgón).
La
educación parte de la protesta
El
Furgón: – En Ecuador, las protestas contra el ajuste
de Lenin Moreno se detuvieron cuando anunció que retiraba las medidas. En
Chile, a pesar de que Piñera dio marcha atrás con la suba del metro, la gente
sigue en las calles…
Agustín
Salazar: – Si. Es que el alza del transporte público, en este
caso del metro, fue solamente la chispa que incendió la pradera. Esto
desencadenó las protestas de los estudiantes secundarios, las evasiones masivas
en el metro, a las que el gobierno responde con represión, con el cierre de los
metros. Eso provoca que el pueblo trabajador se solidarice con los estudiantes
y se empiecen a tomar medidas de lucha no ya contra el alza del pasaje, sino
contra toda la estructura que se implantó en Chile desde la dictadura. Hay que
tener en cuenta que nosotros acá, en Chile, tenemos la Constitución de 1980,
implantada en dictadura, y siempre que se intenta avanzar en derechos sociales
la Constitución pinochetista es un dique de contención. Así que acá la causa de
fondo es el cansancio generalizado de la clase trabajadora respecto al continuo
aumento del costo de la vida sin que aumenten los salarios, a la privatización
de la salud, la educación, las pensiones, la precarización y sobre todo
la desigualdad, que es tremenda.
EF: –
¿Cómo funciona la educación chilena? Uno va por Santiago o por otras ciudades y
ve, por todos lados, carteles de propaganda de universidades privadas, como si
fueran publicidades de perfumes o de caramelos…
AS: – La
educación está totalmente mercantilizada. La universidad es una de las más
caras del mundo, y eso ni siquiera asegura la calidad. Las pocas
universidades de élite son privadas y las estatales están muy precarizadas,
faltas de recursos. El Estado ni siquiera financia directamente la
educación, sino que entrega vouchers. Además, muchas universidades
privadas están en crisis, ya que como son empresas la lógica del mercado lleva
a que muchas tengan que cerrar, y dejan tirados a muchísimos estudiantes. Por
eso, en Chile, es masiva la demanda de una educación estatal gratuita y de
calidad y, en el último tiempo, se ha desarrollado también el reclamo de una
educación feminista. Pero ni los gobiernos de lo que podríamos llamar la
“derecha pura” ni los gobiernos de la Concertación dieron respuestas a estos
reclamos populares.
EF: –
¿Qué franjas sociales se han incorporado a la lucha, además de los estudiantes?
AS: –
Acá ha sido clave la alianza obrero-estudiantil que hemos podido generar y
coordinar, también la alianza con el movimiento feminista. Se han incorporado a
la lucha trabajadores mineros, portuarios, los trabajadores de la salud y del
sector público, además de los estudiantes secundarios y universitarios. Te
diría que, actualmente, todo el pueblo en su conjunto está en las calles.
EF: –
¿Se puede decir que el toque de queda sienta las bases de un régimen
dictatorial? ¿Se lo ha desafiado? ¿Qué saldo dejó la represión hasta ahora?
AS: – El
toque de queda es la prueba más clara de esta democracia disfrazada, de esta
democracia con olor a gas lacrimógeno, en donde apenas se cuestiona el orden
económico empresarial se responde con la represión más salvaje. Por eso, el
estado empresarial ha respondido con lo único que puede, que son las balas y
los palos, al pueblo que se mantiene en las calles desafiando el toque de
queda. No se ha respetado, se lo ha desafiado abiertamente, la gente sigue en
las calles a pesar de la represión salvaje, ya se calculan 15 muertos, miles de
detenidos y de heridos. Esa información no la tenemos bien porque ni el
Gobierno ni los medios informan. En todo momento estamos vigilados por
helicópteros, si te sorprenden te detienen y, sin embargo, el pueblo sigue en
las calles. Hay una clara crisis de gobernabilidad.
EF: –
¿Qué papel está jugando la Concertación?
AS: –
Primero te digo que la Concertación, cuando gobernó, no ha hecho más que
profundizar la política neoliberal a través de la venta de lo que son las
carreteras, el agua. Chile es uno de los pocos países del mundo en donde se
entrega a perpetuidad la concesión del agua a empresas privadas. También, por
ejemplo, hay sectores del Partido Socialista, de Michel Bachelet, que
directamente están defendiendo la represión de Piñera, de que hay que
garantizar el orden público, como el senador Miguel Insulza. Y el resto está
guardando silencio.
EF: –
¿Cuál es la perspectiva que le ves al proceso?
AS: – La
alianza entre obreros y estudiantes está planteada en todas las regiones a
través de articulaciones entre sindicatos y federaciones estudiantiles. Esto se
da en todo Chile, por ejemplo, en Santiago esa articulación se llama Unidad
Social. Nosotros estamos planteando una perspectiva más combativa, más de
disputa con el poder empresarial, y hay otras posiciones que son más tibias en
ese sentido. Planteamos que el pueblo sea protagonista y defina las cosas
mediante la
movilización. Acá lo que está demostrando la clase
trabajadora es su cansancio con estos 46 años en que nada cambió, más allá de
cualquier reforma que puedan hacer, como por ejemplo, Piñera que está
planteando que podría hacer ciertas concesiones como para apaciguar a la gente,
pero el pueblo no se contenta con eso. Por eso creemos que hay que luchar por
una Asamblea Popular Constituyente que liquide la Constitución de 1980 y el
régimen que heredamos de la dictadura.
EF: –
La huelga general sigue…
AS: – Si.
Estamos convocando a huelga general para el 23 y 24, con una marcha central
desde Plaza Italia, en el centro de Santiago. Y el jueves se van a realizar
jornadas de lucha locales, en las regiones, con cacerolazos y asambleas
populares. La clase trabajadora está harta, y se ha puesto de pie.
Fuente: https://www.anred.org/2019/10/22/agustin-salazar-confederacion-de-estudiantes-de-chile-la-clase-trabajadora-esta-harta-y-se-ha-puesto-de-pie/
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