Caso Solano II:
más policías imputados
11 de octubre de 2019
Una sentencia a perpetua doblemente confirmada pero demorada.
Siete policías asesinos condenados pero en libertad mientras otros tres son
imputados por el mismo crimen. Diez agentes de seguridad culpables de matar a
Daniel (y falta uno, el que canta). Y falta Solano (nadie canta dónde está).
Empieza la causa
Solano II , con más imputados y nuevos actores de la violencia
institucional más imbécil.
Por Eugenia De Rossi | Ilustraciones:
Ignacio Fullone.
Hay un delito en
ejecución y los asesinos gozan de libertad
La causa de
Daniel Solano (y las más de veinte causas conexas a la principal), dejó
expuesto que Choele Choel es un pueblo violento en el que desaparecen personas
(y denuncias). (1) Daniel Solano fue asesinado por policías en esa localidad
rionegrina y continúa desaparecido; hay
un delito en ejecución, porque la desaparición forzada es un delito
permanente que sólo prescribe cuando la persona aparece con vida, se encuentran
sus restos o se restituye su identidad. Daniel Solano no fue el único, hay más
trabajadores ligados a Expofrut que también fueron muertos, desaparecidos o
asesinados en el Valle Medio y nadie los nombra ni investiga: Peradillo,
Cabañas Cuba, Villagrán, Orías y Cuyebay.
Siete años le llevó
a la Justicia rionegrina confirmar la hipótesis de los abogados Sergio Heredia
y Leandro Aparicio planteada en 2012: que Daniel Solano fue asesinado de
forma violenta por policías. Actualmente, ya hay dos sentencias que dicen lo
mismo; que esos siete policías son co-autores del delito de homicidio agravado.
Sin embargo, permanecen en libertad porque ya habían pasado por prisión
preventiva en el período 2012-2015, por lo que hoy, a pesar de ya estar
condenados, no pueden ser encarcelados hasta que no haya sentencia firme.
A la sociedad de
Choele Choel (y a todos) nos cuesta entender cómo es que una persona que
asesinó puede estar libre, manejar un remis, jugar al fútbol… Los vecinos de
Choele conviven con asesinos (y muchos de ellos en total armonía).Nuevas imputaciones: los roles en
torno al crimen
Daniel Solano era un trabajador
golondrina que viajó de Salta a Lamarque (Río Negro) para trabajar en los
campos frutícolas de Expofrut, contratado por una empresa que tercerizaba mano
de obra, llamada Agrocosecha. En la madrugada del 5 de noviembre de 2011 fue a
bailar con un grupo de norteños a Macuba, una disco de Choele Choel, y fue
sacado por policías a pedido del animador del boliche por estar, supuestamente,
borracho y molestando a una chica. Los testigos indican que afuera del boliche
los policías lo golpearon y lo subieron a un móvil policial. Desde ese momento
está desaparecido.
Los policías
acusados y condenados el año pasado durante el juicio (y actualmente en
libertad) son personal de seguridad señalados por los testigos como presentes
esa noche en Macuba. Quedó demostrado que actuaron con violencia en el retiro
de Solano del boliche, su traslado hasta la esquina, la golpiza y finalmente la
subida forzosa de Daniel al móvil policial. Estamos
hablando de presencial policial “no oficial” en Macuba la madrugada del 5 de noviembre de
2011: Martínez (titular de la Brigada de Investigaciones de la Regional IV ), Barrera
(instructor de la Escuela de Policía), Berthe (Comisaría 8va.) y Bender
(Establecimiento de Encausados de Choele Choel), no tenían funciones esa noche
en el boliche, sin embargo estuvieron ahí, con uniforme oficial y actuando
coordinadamente.Estos 4 policías no estaban trabajando, no estaban
“oficialmente” en servicio la madrugada del 5 de noviembre de 2011. Los
denominaremos GRUPO A; todos
ellos en el juicio negaron haber estado en Macuba, a pesar de que más de 20
testigos los reconocieron y señalaron haberlos visto en el boliche y cerca de
Solano.
El GRUPO B, entonces, son los 3 policías que
llegaron al boliche en el móvil policial y se llevaron a Daniel golpeado y
ensangrentado; nos referimos a Albarrán Cárcamo, Cuello y Quidel, quienes
asisten al boliche tras un llamado a la comisaría por la presencia de un
supuesto contraventor en Macuba. Estos 3 policías admiten haber acudido al boliche
en el móvil, pero lo plantearon como una “falsa alarma”. Niegan que Daniel
Solano fue subido al móvil y que fue conducido por ellos hacia la Isla 92 (un
camping cercano). Todos ellos en el juicio plantearon la cuestión de la falsa
alarma y que, como vieron que estaba todo tranquilo, volvieron rápidamente a la
comisaria.
Lo cierto es que EL GRUPO B trasladó a Solano en un móvil policial
hasta la Isla 92, seguido de un auto rojo donde iban los del GRUPO A; seguramente pasaron a
Solano de un vehículo al otro y mientras elGRUPO B volvió a la comisaría a reportar
la falsa alarma, el GRUPO Aculminó
con la vida de Daniel, voluntaria o involuntariamente, tras los golpes que le
habían propiciado. ¿Lo mataron? ¿Se les murió?
Todo este movimiento de los siete
policías (cuatro del GRUPO A y tres del GRUPO B) pudo ser reconstruido
a partir de la presencia de dos testigos clave que vieron todo: uno de ellos
estaba en la puerta de Macuba y la otra, una mujer, estaba a la vuelta del
boliche. Esta testigo puede ver a Solano ensangrentado, rodeado de policías, y
se acercó a interpelarlos. Cuando el móvil se retira del lugar llevándose a
Daniel, ella sigue a ese vehículo en moto por unas cuadras y logra ver al móvil
policial ingresando a la Isla 92, seguido de un auto Duna rojo. La secuencia de
estos siete policías conforma lo que hasta ahora conocemos como“Caso Solano” y que constituye el juicio que se
desarrolló el año pasado. Reiteramos: condenados
a perpetua y a un año de la sentencia siguen en libertad. Sin embargo, la querella también
había incluido en la denuncia inicial (2012) a otro grupo de policías.
El pasado 30 de septiembre en la Ciudad Judicial de
General Roca tuvo lugar la formulación de cargos contra otros tres policías por el asesinato de Daniel y así se
inicia una nueva etapa que denominan “Causa Solano II”.
Causa Solano II, los 3 adicionales
que encubrieron
EL GRUPO C de policías está conformado por
quienes ‘oficialmente’ ejercían de adicionales en el boliche a donde fue a
bailar Daniel Solano: esos 3 policías son Toledo, Muñoz y Etchegaray y sus
nombres figuran en las planillas de programación de guardias y adicionales que
tenía la Comisaría 8va de Choele Choel.
A la luz de toda la información
arrojada en el juicio y con el señalamiento total de los testigos que
identificaron el gran número de presencia policial esa noche (en el interior y
el exterior del boliche), cae de maduro que los tres agentes de seguridad que
efectivamente (oficialmente) trabajaron en Macuba la noche en que
desaparecieron a Daniel Solano, son encubridores del hecho.
“Ninguno de los tres empleados
policiales puso al joven bajo debida custodia para que se procediera al
traslado de la víctima a la unidad o al hospital, según correspondiese. No
pusieron en conocimiento del oficial de servicio, tampoco labraron las
actuaciones, ni informaron a su superior los hechos ocurridos”, expresÓ el
fiscal Balditarra (2).
Si bien estos policías (como todos
los anteriores) están denunciados desde 2012, recién con la Sentencia de 2018
de la Cámara II
de General Roca, que confirma la muerte y desaparición de Daniel Solano en
manos de los siete policías (grupo A y B), la Justicia entiende que, entonces,
si esos fueron los hechos, los 3 policías que trabajaron en Macuba son
cómplices.
En resumen, la
desaparición y asesinato de Daniel Solano implicó división de tareas; distintos
agentes en distintos momentos, en una misma secuencia espacio-temporal,
ejecutaron una parte del delito; si bien hay distintas acciones y
responsabilidades (más o menos explicitas, más o menos graves), la Justicia
entiende el hecho de forma global y dada la gravedad del delito (lesa
humanidad) postula que hubo convergencia intencional.
En esta secuencia
participaron en total once policías; el GRUPO
B (tres) y el GRUPO C (tres) son policías que prestaban
servicio esa noche en la Comisaría 8va y en Macuba, respectivamente. El GRUPO A (cuatro) se constituye como grupo parapolicial que actuó de modo ilícito a las
órdenes de Agrocosecha, de acuerdo a lo que postula la querella; “disfrazados”
con sus propios uniformes de policías, ejecutaron el plan de ir a buscar a un
pibe, pretendiendo camuflarse en la oscuridad de la noche, en el ruido de
Macuba, en los litros de alcohol de casi todos los presentes y en coordinación
con las actuaciones “oficiales” de los policías de los GRUPO B y C.La Causa Solano II busca
llevar a juicio a los 3 policías del GRUPO
C y también va por la
imputación de Tomas Vega, otro policía señalado por los testigos del juicio
también con presencia en Macuba la madrugada del 5 de noviembre de 2011
(pertenecería al GRUPO A por ser parte del grupo
parapolicial, pero como no fue juzgado junto a los policías de ese grupo lo
asociamos al GRUPO C porque su imputación debería darse en
esta nueva etapa Caso Solano II. Tomás Vega incluso estuvo presente en las
oficinas de Agrocosecha el último día de vida de Daniel Solano (4 de
noviembre), cuando él y sus compañeros cobraron el sueldo y expresaron su
malestar porque era menos que lo acordado; iban a organizar un reclamo. (3)
Ilustraciones / Ignacio Fullone
Arte digital / Gustavo
Codella
Fotos / Olga Castro Busso y Marcela Torres
NOTAS RELACIONADAS
(1) 170 causas por apremios ilegales
cajoneadas /
Video Caso Solano. En el año 2012 los abogados del Caso Solano descubrieron que
había 170 denuncias por apremios ilegales cajoneadas en el juzgado N°30 de
Choele Choel, cuya titular era la jueza Marisa Bosco.
Son denuncias por golpes, patadas, voladura de dientes, quemaduras de
cigarrillos y picana eléctrica, siempre por personal policial. Una de esas
denuncias era contra Johanna Berthe, la hija policía del policía Sandro Berthe,
uno de los asesinos de Daniel Solano. .
(2) Caso Solano: la
Fiscalía realizó nueva imputación / Nota 7 en Punto 30/9/19
(3) Tomas Vega, el policía protegido / Video Caso Solano. Quedó demostrado
en la causa que era un policía con muchísimas relaciones con los empresarios de
Agrocosecha. En las camionetas de Agrocosecha solían llevar los equipos de
sonido de este policía, porque Vega además es cantor. Estaba presente en el
momento en que Daniel Solano cobró su sueldo el viernes 4 de noviembre de 2011:
él estaba de adicional en Agrocosecha ese día y escucha cuando Solano se queja
y pretende armar un reclamo para el día lunes. Después de participar del
operativo de secuestro de Solano, formó parte de la comisión que investigaba su
desaparición.
Más Noticias
Fuente: https://www.anred.org/2019/10/11/caso-solano-ii-mas-policias-imputados/
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