«Estamos en Guerra»: Piñera en busca del
enemigo interno
21 de octubre de 2019
En el día de ayer las protestas se
incrementaron y continuaron desafiando el toque de queda. El gobierno de
Sebastián Piñera ha optado por crear un clima de «guerra» para justificar la
represión y «normalizar el país». Los medios de comunicación hegemónicos
acompañan el anuncio reduciendo el reclamo social a «saqueos y desmanes». Hoy
comenzó una huelga general impulsada por mineros y portuarios, entre otros
sectores.
Por ANRed.
El
presidente Sebastían Piñera ayer dio una conferencia de prensa rodeado de las
comandancias de las fuerzas de seguridad, con un discurso que busca establecer un clima de guerra
interna, en donde las protestas dejan de ser demandas sociales ante situaciones
que viene padeciendo el pueblo, y se reduce la conmoción nacional al accionar
de una organización vandálica.
«Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no
respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia
sin ningún límite», aseguró a la
prensa. En el día de ayer, las protestas no
habían menguado a pesar de del toque de queda. Miles salieron a desafiar la
medida restrictiva en barricadas y cacerolazos en las principales ciudades del
país. El toque de queda también se expandió a otras ciudades y la represión
militar se incremento con la muerte de 10 personas y cientos de detenidos.
“Le pido a todos mis compatriotas que nos unamos en esta batalla
que no podemos perder, que nos ayudemos a que todos los demás tengamos mañana
un día lo más normal posible y que logremos por fin empezar a ganar esta
batalla», cerro Piñera. La idea de «normalizar» el país justifica el incremento
de la represión en la calle.
Al mismo tiempo, el general Javier Iturriaga, quien comanda la represión en el
estado de emergencia declaró: “estén en calma y estén todos en sus casas”.
La
democracia chilena, que fue el «modelo a seguir para América Latina», ayer dio
un giro con las declaraciones del presidente Piñera hacía un régimen de
impronta represiva que hace recordar a la salidas dictatoriales
latinoamericanas. Así, Piñera se acerca a Jair Bolsonaro («La gente
portará armas porque estamos en Guerra», expresaba el presidente
ultraderechista brasilero en octubre del 2018), o a Lenín Moreno, que hace unos
días, en el levantamiento popular en Ecuador, trató de llevar el reclamo social
hacia echos de saqueos y caos.
Hoy se
inició una huelga general que incorpora a las protestas a sectores de
trabajadores organizados. Portuarios, mineros, sectores de transportistas,
empleados públicos, y más de 20 organizaciones sociales y feministas anunciaron
que se plegaran a las medidas. «Mañana los puertos de Chile se
paralizarán al primer turno y desde las 10:00 de la mañana. Marcharemos
por las calles de Chile para exigir dignidad y respeto por la ciudadanía»,
comunicó laUnión Portuaria de Chile.
La
estrategia en imágenes
Las denuncias llegan desde las redes sociales: el gobierno está
dejando actuar para mostrar actos delictivos que atemoricen a la población y
luego los grandes medios hegemónicos cubren «la noticia» para agitar el caos
social, que puede llegar hasta «tu casa».
Incendios de buses, trenes, pequeños negocios y saqueos son
trasmitidos por la TV y las imágenes son la primera plana de los principales
diarios del país. Hay testimonios que afirman que el incendio del edificio de
la compañía eléctrica Enel nunca pudo realizarse por manifestantes o que
encapuchados actúan amparados por el cuerpo de Carabineros de Chile. Lo cierto
es que el discurso presidencial va en consonancia con las imágenes difundidas.
Los
medios alternativos informan
Los manifestantes vienen denunciando montajes y provocaciones que
no son informadas en los «grandes medios». Similar a lo que
ocurre en Ecuador, los medios alternativos cobran relevancia como
fuente informativa, al mismo tiene que padecen la censura de sus plataformas y
la agresión de las represión en las coberturas callejeras, tal como reflejó en
un comunicado la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) de
Argentina, que se solidarizó con los medios comunitarios y alternativos
chilenos ante la acción represiva que impide y censura sus coberturas.
El parte de un conjunto de emisoras alternativas*, que está
realizando una cobertura en red, informa:
«Según
cifras oficiales, serían 10 las personas muertas confirmadas por el gobierno,
todas en palabras del oficialismo “calcinadas en incendios post saqueos”,
argumento que genera dudas en la población, pues se ha registrado a militares
disparando a personas y luego no se conoce su paradero. Por lo demás, se suman otros casos
de asesinato por parte de las fuerzas armadas: en la ciudad de Coquimbo fue
ultimado de un disparo en la cabeza un ciudadano ecuatoriano que participaba de
las protestas.
Mientras, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, institución
encargada de velar por el respeto a estos derechos fundamentales y que cumple
una labor de observar y denunciar excesos en el territorio al finalizar la
jornada del día domingo compartía las siguiente cifras: ‘283 personas
detenidas, 44 heridos 9 de ellos graves, 9 personas desnudadas en
procedimientos policiales y el anuncio de la presentación de querellas por
violencia policial, fueron algunos de los datos entregados por el director de
la organización, Sergio Micco, en un balance de las jornadas de protesta que
comenzaron el jueves en la capital y que se han extendido a regiones.
De las 283 personas detenidas, 151 son hombres, 61 mujeres y 71
son niños, niñas y/o adolescentes. De acuerdo a los testimonios recogidos por
los profesionales del Instituto, los detenidos acusan uso desmedido de la
fuerza al momento de la detención, vejaciones injustas a niños/as, malos
tratos, golpes en rostros y muslos, torturas, desnudamientos a mujeres y hombres,
vejaciones sexuales, entre otras vulneraciones.’
Las manifestaciones se extienden en el país desde el 18 de
octubre, y el alza del valor del transporte público fue la gota que rebalsó el
vaso: Chile es un país con una enorme brecha que divide a ricos de pobres, el
coste de la vida es similar al europeo, pero el sueldo mínimo no alcanza a
superar los 400 Euros. A lo anterior, se suma que el sistema de pensiones fue
privatizado en la dictadura del general Pinochet, y en la actualidad un
profesor, por ejemplo, que ha trabajado toda su vida, aspira a una pensión
menor a 300 euros mensuales. Como si fuera poco, la educación y la salud son
también administradas por privados, incluso el acceso al agua, donde se pueden
rematar los cursos de ríos al mejor postor. “Chile es un oasis”, como afirmó el
presidente Sebastián Piñera días antes de que comenzaran las revueltas. Le
faltó explicar que ese oasis existe para empresarios y trasnacionales que se
enriquecen a costa de una enorme masa de explotadas y explotados».
*Radio Universidad de Chile, Radio Valentín Letelier,
Radio Humedales, Radio Placeres, La Radioneta, Radio Manque, Radio Villa
Francia, Radio 19 de Abril, Prensa Opal, Radio Kurrf y Radio Latue.
Fuente: https://www.anred.org/2019/10/21/estamos-en-guerra-pinera-en-busca-el-enemigo-interno/
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