Afrin: entre la esperanza convertida en
resistencia y el silencio del mundo frente a la invasión turca
23 de enero de 2018
Hace dos semanas el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan
comenzó una campaña en los medios de
comunicación del país turco, donde amenazaba con atacar el Cantón de Afrin, al
norte de Siria, indicando que si las YPG/YPJ -Unidades de Protección Popular,
conducidas en su mayoría por fuerzas kurdas- no se retiraba, comenzarían los
ataques en pos de la seguridad fronteriza de Turquía. Pero Afrin nunca disparó
ni lanzó una sola piedra contra Turquía; ni las YPG/YPJ ni las SDF. Por el
contrario, están hace años luchando contra ISIS, librando una batalla no sólo
para liberar las tierras del Norte de Siria sino para proteger a la humanidad
del terror del autodenominado Estado Islámico. Una tarea por la cual son
reconocidos a nivel mundial, donde incluso trabajan mancomunadamente con la Coalición
Internacional Anti-ISIS , para lograr el objetivo de
erradicarlos definitivamente.
Por Lucrecia Fernández.
No son terroristas. Son el pueblo kurdo, árabe, turcomano, asirio
y sus unidades de defensa.
Sin embargo y bajo la
acusación de que las Unidades de Defensa Popular apostadas en Afrin, una región
al Norte de Siria que limita con Turquía, eran un peligro para la soberanía
turca, invadieron el 20 de enero por tierra la región, violando los tratados internacionales
y la soberanía de Siria y profundizando aún más el conflicto en la región que
se ha vuelto a partir de su liberación, la región más estable de Siria y Rojava
en los últimos 5 años, donde kurdos, árabes y turcomanos han vivido juntos en
fraternidad sobre la base de la autonomía democrática.
La responsabilidad rusa
El pueblo de Afrin y
las Unidades de Defensa Populares resistieron ese primer ataque por tierra,
algo esperable para un pueblo que resistió en Kobanê, Raqqa, Tabqa, etc., por
esta razón Turquía comenzó un ataque aéreo, alrededor de 72 aviones bombardearon
la región, destruyendo el centro de Afrin y dejando civiles muertos y heridos,
incluyendo varios niños.
Rusia controla el
tráfico aéreo en esa región, según las negociaciones entre los países, que
participaron de las reuniones de Astana 8, para asegurar la paz y estabilidad
en la zona. En
diversas ocasiones Rusia hizo mención a esta facultad suya para resguardar la
seguridad del área, situación que también hacía muy estable la región, y que
como resultado recibía miles de refugiados que huían de los ataques en otras
regiones. Sin embargo una semana atrás, funcionarios turcos viajaron a Rusia y
negociaron la vía libre al ataque aéreo.
A tres días de
comenzar los ataques y donde las muertes crecen a cada hora, con decenas de
muertos y cientos de heridos, Rusia se convirtió, permitiendo el ataque aéreo
de Turquía, en el cómplice indiscutido de Erdoğan en la masacre que se lleva
adelante contra civiles en Afrin.
Al respecto, Sipán
Hemo portavoz de las YPG (Unidades de Defensa Populares) dijo que Rusia los
traicionó y se mantuvo en el frente de guerra en contra de ellos, junto con el
estado turco. Cabe destacar que hace sólo unas semanas Rusia declaró que el
pueblo kurdo debería estar representado en las negociaciones Sochi y que no era
viable una solución pacífica en la región sin la inclusión de los kurdos en la
mesa de discusión.
Debilitar la lucha contra ISIS
La Ministra francesa
de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, hizo una declaración al respecto de los
ataques turcos contra Afrin, y dijo que el estado turco debe detener sus
ataques contra los kurdos porque esto debilitaría la lucha contra ISIS.
Esta declaración se
suma a una larga lista de organizaciones sociales y políticas, intelectuales,
académicos, parlamentarios, políticos, etc que exigen en todo el mundo, el cese
inmediato de los ataques, a través de diferentes campañas para defender Afrin,
pero también, para destacar la labor de las milicias kurdas que durante los
últimos 7 años han sobresalido en su lucha contra ISIS, frente a los fracasos
constantes de las potencias imperialistas en el terreno contra el Estado
Islámico.
El objetivo de revivir la era otomana
Erdoğan quiere revivir
la era otomana e invadir nuevas áreas como Al – Bab y Jarablus con sus ataques
a la región. Ese
ha sido su principal objetivo y desde las Primaveras Árabes y el resurgimiento
de los Hermanos Musulmanes, ha negociado y apañado a distintas organizaciones
terroristas, principalmente a ISIS, dotándolo de armas, dinero, y
permitiéndoles la libre circulación en territorio turco.
Y negociaron a los
grupos armados alrededor de Homs, Aleppo y Damasco a cambio de invadir Al –
Bab, Azaz y Jarablus. El régimen sirio, Irán, Turquía y Rusia estuvieron
presentes en la mesa de negociación. Ahora quieren utilizar la misma estrategia
en Afrin e Idlib, es decir, quieren a Afrin a cambio de renunciar a Idlib.
Para el gobierno de
Erdoğan, no es demasiado relevante ingresar o no a Afrin. Su objetivo principal
es anular el desarrollo del proyecto democrático en el norte de Siria. Aunque
el control económico de Idlib y Afrin sea importante para Turquía, su odio
xenófobo contra los kurdos y los avances sociales y democráticos logrados al
norte de Siria es el tormento que lo moviliza.
La “no tan conocida” Afrin, allí donde día a día se cultiva la
esperanza
En el norte de Siria,
en una región poblada mayoritariamente por kurdos, pero también por arabes,
asirios, turcomanos, y refugiados de otras etnias que también se asentaron en
la región, se dio inicio a una profunda revolución: las tierras fueron colectivizadas,
el poder político pasó del régimen fascista de Assad a un sistema de asambleas
de todas las etnias; se impulsó la plena participación política de las mujeres,
se crearon las “Mala Jin” (Casas de las Mujeres); se instalaron juntas
vecinales para la resolución de conflictos y juzgados populares específicos
para el combate a la violencia de género; de las cenizas de un territorio
destruido por ISIS y los ataques de las potencias imperiales estacionadas en la
región, se construyeron escuelas, hospitales, universidades, campamentos donde
recibir a los refugiados y cooperativas de trabajo.
Este proceso de la
mano del Confederalismo Democrático, ideado por el líder del pueblo kurdo
Abdullah Öcalan, recluido en la cárcel de Imrali en Turquía hace 19 años, se
cristalizó en la Federación Democrática Autónoma Siria, en el caso
de norte de Siria, donde conviven en constante diálogo pueblos de diferentes
etnias y religiones: kurdos, árabes, turcomanos, cecenos, yazidíes, sunitas,
sciíes, cristian os, etc.
Las calles gritan #DefendAfrin mientras las potencias
internacionales callan
Esta joya preciada
ejemplo de convivencia pacifica, anticapitalista, revolucionaria, igualitaria
amenaza el statu quo de la modernidad capitalista que sostiene el poder
político, económico y militar de las potencias mundiales, por eso el silencio
es el cómplice más eficaz de esta guerra. A pesar de la evidente masacre ilegal
que Erdoğan está llevando adelante en Afrin y de que muchas superpotencias
combaten a Isis junto a las milicias kurdas, EEUU, Alemania y Rusia,
principalmente, solo han emitido llamadas de atención a ser precavidos con las
bajas civiles, pero entendiendo de que se trata de “un tema de seguridad
fronteriza” y de “soberanía estatal”, a pesar de que nunca Afrin ni las milicias
kurdas en general, han atacado a Turquía ni a ningún otro elemento activo de
estas regiones que no sean el Estado Islamico y las bandas terroristas
islamistas radicalizadas de Medio Oriente.
Mientras tanto hay
manifestaciones y acciones a lo largo y ancho del mundo, Alemania, Francia,
Austria, Irak, Turquía, Reino Unido, Países Bajos han realizado movilizaciones
pidiendo que se detenga el ataque a Afrin, bajo la campaña #DefendAfrin, y
repudiando el silencio de la prensa internacional y de los países que directa o
indirectamente están involucrados en el conflicto de Medio Oriente. Acciones
globales se realizarán a lo largo de la semana en Latinoamérica y en Europa,
continuando la campaña para defender al pueblo kurdo y a la región de Afrin.
En las últimas horas
del día lunes la presión fue tal que incluso Rusia se sumó al pedido de
Francia, que exige al Consejo de Seguridad de la ONU se reúna para tomar cartas
en el asunto sobre el ataque turco. Se espera que al final del día se concrete
dicha reunión.
Más allá del conflicto: las víctimas y la crisis humanitaria
Tres días han pasado
desde el primer ataque, continúan los bombardeos, con tanques y aviones, frente
a una resistencia genuina, legítima, valiente, con convicción revolucionaria.
El saldo de víctimas fatales da cuenta de a quién apunta el ataque, aquello a
lo que Turquía denomina terroristas: mujeres, niños, hombres, familias enteras,
que se suman a la resistencia de su pueblo, pero también a la lista de muertos
y heridos, varias decenas de asesinados a manos de las bombas del Estado turco,
centenares de heridos, un pueblo masacrado, una vez más, por el gobierno de
Erdoğan.
La antesala a de una
crisis humanitaria, en medio de una de las pocas regiones que daban dan
esperanza y refugio a sus pueblos frente al conflicto sirio, ante los ojos de
una comunidad internacional que silenciosa juega las próximas cartas del
petróleo, el poder, el mercado de armas y refugiados, y de tierras fértiles, de
recursos, de humanidad y de lucha.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article15919
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