Chile: Las centrales hidroeléctricas que
amenazan los ríos del Valle de Elicura
29 de diciembre de 2017
“Elicura, territorio mapuche marcado por décadas de intervención de empresas
forestales y latifundistas. El evangelio y el paternalismo estatal. Ubicado en
la comuna de Contulmo, en el sur de la provincia de Arauco, desde el año 2006 ha
resistido a empresas saqueadoras de recursos naturales como la extracción de áridos”.
“Entonces cuando se llegaba la fecha de esa reunión se iba allá
arriba, a Provoque, y se tocaba el küll küll, escuchaban todos esos pa allá pa
Lebu, y llegaban todos y se reunían, jugaban el palin, nguillatun, todo,
formaban todos los kawines ahí ellos, y eso lo dirigía Eli, el cacique Eli que
era el lonko principal del Valle de Elicura. Él era muy práctico para hacer la
honda, para tirar la piedra, entonces por eso la piedra era de Eli, todo era de
él, él lo mandaba, él lo dirigía todo, y cuando se fue, quedó la piedra, se fue,
Eli Ñicura, Ñi, dejó su piedra, Eli se fue, dejó su piedra…” (Lonko José
Leviqueo)
Por Natascha
Olivera
Elicura, territorio mapuche marcado por décadas
de intervención de empresas forestales y latifundistas. El evangelio y el
paternalismo estatal. Ubicado en la comuna de Contulmo, en el sur de la
provincia de Arauco, desde el año 2006 ha resistido a empresas saqueadoras de
recursos naturales como la extracción de áridos, las que intervinieron
irremediablemente los ríos Elicura y Calebu, afluentes directos del lago
Lanalhue, hoy en peligro de empantanarse a raíz del luchecillo que ocasionaron
los cisnes de cuello negro que hoy habitan sus aguas luego de emigrar del río
Cruces, en Valdivia, como respuesta a la contaminación provocada por Celco.
Sumado a las forestales y al triste recuerdo
dejado por las empresas extractoras de áridos, hoy se suma una nueva amenaza:
Las centrales hidroeléctricas. Fue en julio de 2016, por una casualidad, que
habitantes del Valle de Elicura descubren la existencia del proyecto energético
impulsado por la empresa española, Hidrowatt, perteneciente al grupo empresarial
Impulso, cuyo director ejecutivo es el empresario hispano José María Grugues.
Hidrowatt pretende construir tres centrales
hidroeléctricas de paso en el territorio. Éstas son: Central Gustavito de 2,1
Mega Watts (MW) de potencia; Provoque de 1,6 MW y Calebu de 2,3 MW. Conocido el
proyecto, los habitantes del Valle de Elicura acudieron a las instituciones
pertinentes para exigir explicaciones respecto del proyecto. Sin embargo, el
entonces alcalde de Contulmo, Diego Ibáñez; el gobernador de Arauco, Humberto
Toro, ambos socialistas, sumado al seremi de Medio Ambiente del Biobío, Richard
Vargas y el director regional de la Dirección General de Aguas (DGA) César
Saavedra señalaron desconocer el proyecto argumentando que “no existía ninguna
presentación formal” en las instituciones antes mencionadas.
Si bien las autoridades negaron el proyecto,
los elicurache sabían de su
existencia y se dio paso a las movilizaciones. Es así como el 29 de julio de
2016, más de 100 habitantes del valle toman la carretera P-60R que une Contulmo
con Cañete, en oposición al proyecto hidroeléctrico.
Marcado el punto de inflexión los habitantes del
valle se organizan, formando el Movimiento en Defensa de los Ríos del Valle de
Elicura, compuesto por personas mapuche y no mapuche que buscan generar debate y
concientizar a los habitantes del valle sobre esta nueva amenaza. En este
tránsito, se organizan jornadas de propaganda, colmando las casas del valle de
lienzos en contra de Hidrowatt, y se trabaja para instalar el conflicto en
medios de comunicación, para así generar el apoyo de otras redes que comparten
esta problemática en diferentes territorios.
A pesar de que las autoridades seguían negando
existencia del proyecto, en octubre de 2016 la empresa Hidrowatt ingresó al
Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) la solicitud de pertinencia del proyecto
“Gustavito”, la que fue autorizada por el director regional del SEA, Nemesio
Rivas Martínez. La resolución reza que Hidrowatt no requería pasar su proyecto
“Pequeña central hidroeléctrica Gustavito (2,1 MW)” por el Servicio de
Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), dándole a través de la pertinencia luz
verde para comenzar a ejecutar el proyecto hidroeléctrico vulnerando de paso la
realización de la respectiva consulta indígena.
Si bien las autoridades negaron el proyecto,
los elicurache sabían de su existencia y se dio paso a las movilizaciones. Es
así como el 29 de julio de 2016, más de 100 habitantes del valle se toman la
carretera P-60R que une Contulmo con Cañete, en oposición al proyecto
hidroeléctrico.
“Gustavito” intervendría el curso del río
Provoque construyendo una estructura que generaría un caudal de pasada de 2 m3/s
considerando la altura de 500 metros de caída del caudal y así poder elevar la
potencia máxima a 2,1 MW. Para esto se necesita, desde su bocatoma, entubar el
río por 12 kilómetros hasta llegar a una cámara de carga que embalsará hasta
cincuenta mil metros cúbicos de agua, construyendo una estructura de cemento que
tendrá muros de hasta 5 metros de alto. La energía generada, sería transportada
por una línea eléctrica de 3,8 kilómetros por la ruta P-670R, ruta interior que
une al valle con Purén, en la Región de La Araucanía, siendo la ruta lógica de
la conectividad con los otros dos proyectos que tiene Hidrowatt en mente.
Los personajes clave de esta historia son
varios. Uno de ellos es Jhon Araneda Peña. Su rol ha sido realizar el lobby
entre la empresa, las instituciones públicas y los gobiernos locales. Además de
dedicarse a “vender” el proyecto a las comunidades, es el “dueño” de los
derechos de agua del río Provoque. También ha sido el encargado de hacer el
lobby con forestal Mininco, empresa que es la propietaria “legal” de las tierras
en las que Hidrowatt quiere construir la central de paso, dejando claro con
esto, que el
proyecto que se vende como un supuesto puente para el desarrollo energético de
un territorio, no es más que un negocio entre particulares y el estado chileno
para consolidar el modelo extractivista en la zona. Así lo demuestra la
información pública que se puede obtener de la página del Servicio Nacional de
Geología y Minería –Sernageomin- donde se observa que Hidrowatt posee
derechos de exploración minera en
este sector de la cordillera de Nahuelbuta.
El otro personaje es Patricio Sandoval, lobista
y socio de la consultora C&S Limitada, que presta servicio a Hidrowatt. En
octubre de 2016, Sandoval llegó hasta la sede de la junta de vecinos de San
Ernesto, sector emplazado al oriente del valle, con la intención de explicar el
proyecto hidroeléctrico. En dicha ocasión comuneros mapuche y vecinos del sector
lo emplazaron a retirarse del territorio. Sandoval, acorralado, debió suspender
su exposición y retirarse del valle: no sin antes firmar un documento en el que
señalaba que “Hidrowatt no construiría ninguna central de pasada en el valle de
Elicura”.
“Fue una cuestión simbólica. Firmó ese papel
para poder irse del valle, porque la gente no lo dejó hablar y le dejó en claro
que no queríamos ninguna central en nuestro territorio y mucho menos hablar con
la empresa”, recuerda Pamela Rayman, werken del Lov Elicura.
Es en este contexto que los Elicurache deciden
comenzar la pelea jurídica en contra de la empresa de José María Grugues y las
instituciones públicas involucradas, decidiendo en conjunto presentar un recurso
de protección en la Corte de Apelaciones de Concepción y así frenar la
resolución del SEA.
Fue en marzo de 2017, cuando se presentan
cuatro recursos de protección en favor de las comunidades del Valle y su
territorio y en contra de la empresa española y el Servicio de Evaluación
Ambiental del BIOBIO (SEA), emplazando a las entidades correspondientes a
generar las garantías de protección del estero Provoque y los ríos Elicura y
Calebu. Tres de estos recursos fueron declarados inadmisibles. Así explicó la
Corte el fallo: “el recurso de protección tiene por objeto restablecer el
imperio del derecho cuando este ha sido quebrantado por actos u omisiones
arbitrarias o ilegales que amenazan, perturban o privan del ejercicio legítimo
de alguna de las garantías taxativamente numeradas en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República, dejando a salvo las demás acciones
legales. Que, en consideración a lo anterior, la pretensión de los reclamantes,
por sus características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad
en materia ambiental, esto es, por los Tribunales Ambientales, tanto más si no
se vislumbra en el presente caso un quebrantamiento de un derecho que haya de
restablecerse mediante la acción de protección intentada(…)”.
El cuarto recurso de protección, patrocinado
por el alcalde UDI Mauricio Lebrecht fue rechazado por haberse presentado fuera
del plazo legal.
“Lo resuelto por la Corte de Apelaciones en una
actitud bastante descuidada y negligente. Ha dicho que no se declara competente
para conocer este tipo de temáticas, lo que nosotros consideramos inaceptable ya
que someter ciertos proyectos a estudios de impacto ambiental es obligatorio, y
a las comunidades mapuche de la zona se les debe efectuar una consulta indígena
acorde a los estándares que señala en convenio 169 de la OIT que es una norma
obligatoria para el estado chileno”, explicó el abogado Pablo Rivas, asesor del
Lov Elicura Mapu.
Luego de la indolente respuesta de la Corte, el
Lov Elicura Mapu junto con el lonko Miguel Leviqueo, interpusieron un recurso de
reposición que también fue rechazado y posteriormente, el 31 de mayo, una
denuncia en la Superintendencia de Medio Ambiente en la ciudad de Concepción que
busca, según el abogado Pablo Rivas:
“Denunciar el fraccionamiento ilegal de un
proyecto de 6 MW, que necesita ser revisado en cuanto a su impacto ambiental y
sociocultural en el valle de Elicura, cosa que no se ha hecho porque Hidrowatt
tiene permiso para ejecutar sólo una parte de este gran proyecto, que es la
central Gustavito, escondiendo detrás de este fraccionamiento la real magnitud
de la intervención y bypasseando las instancias de evaluación e impacto
ambiental de nuestra legislación que dicta que todo proyecto de más de 3MW debe
pasar por los filtros de impacto y evaluación. Además queremos entregar a la
superintendencia, los antecedentes que muestran de hecho, los efectos nocivos de
estas represas en el ecosistema del territorio, en la cultura mapuche y en las
personas que viven en el valle”.
Palabras similares tuvo el lonko del Valle de
Elicura y lonko mayor del Consejo de Lonkos de la Provincia de Arauco, Miguel
Leviqueo.
“Este un paso más que estamos haciendo los
originarios del valle de Elicura, yo como autoridad mapuche, acompañaré a los
jóvenes en esta pelea que están dando contra esta empresa Hidrowatt, proyecto
que no nos beneficia en nada, sólo nos trae destrucción. Seguiremos protegiendo
nuestros recursos naturales, como he dicho ya, todo lo que atente contra la
naturaleza, contra la tierra, tendrá conflicto. Vamos a continuar trabajando en
esta lucha, defendiéndonos, porque como mapuche, como kimche, como autoridad,
debemos pelear por nuestro
territorio”.
En la actualidad, esta denuncia está en plena
investigación, sin embargo
los denunciantes creen que en esta instancia también
obtendrán resultados negativos, proyectando como último paso en este frente, la
judicialización del conflicto en el Tribunal Ambiental de Valdivia.
“Este es un camino más donde podemos dar la
pelea contra las empresas que insisten con saquear a nuestro pueblo y sus
recursos naturales.
El camino legal no será la única vía para luchar contra Hidrowatt,
porque como ya hemos visto, el estado y la justicia winka no se hacen presentes
en la defensa de nuestros territorios porque les permite a estas empresas entrar
a nuestros Lov para que se sigan haciendo ricos a costa de nuestro
empobrecimiento. El valle de Elicura va a seguir dando la pelea. Ya estamos
plagados de forestales, con Hidrowatt no será lo mismo”,
afirma Pamela Rayman.
A la espera de la acción judicial en el
Tribunal Ambiental de Valdivia, Hidrowatt no cesa en sus gestiones por intentar
convencer a la comunidad del valle de que apruebe el proyecto. En septiembre de
este año la empresa sostuvo una reunión en la Municipalidad de Contulmo con el
alcalde Mauricio Lebrech, donde también participó la Seremía de Energía del
Bíobio, según logró saber Aukin.
La información se puede verificar en la página de
Info Lobby en la que participaron el español José María Grugues, el lobbysta y
empresario de la consultora C&S Limitada Patricio Sandoval y Karina Meneses. Sin
embargo en este registro no se menciona a los funcionarios de la Seremía de
Energía.
En el mes de octubre, en una conversación con
algunos dirigentes y jóvenes mapuche, el administrador municipal de Contulmo
Óscar Muñoz, mencionó que en la reunión antes descrita, Hidrowatt intentaría
convencer a las comunidades y vecinos del valle de aceptar la construcción de
las represas a cambio de un porcentaje de las utilidades que genere el proyecto.
“Ahora intentarán sobornarnos, pero como
jóvenes mapuche nos opondremos de todas formas a este proyecto. Tal vez podrán
comprar a algunos dirigentes, pero esperamos que nuestra gente sea norchey
no se deje engatusar por el dinero de estas empresas que sólo traerá destrucción
a nuestro territorio”, cierra Rayman.
Pero eso no es todo. El pasado 22 de noviembre,
el alcalde de Contulmo Mauricio Lebrecht, sin acusar recibo de las reiteradas
veces que los Elicurache manifestaron la negativa de sentase a conversar con la
empresa española, convocó a los dirigentes de las comunidades y a los lonko del
valle a una reunión que resultó ser la presentación del proyecto de Hidrowatt.
Incluso se hizo presente el español José María Grugues y el lobista Patricio
Sandoval. Esta presentación no se logró llevar a cabo ya que, al enterarse que
Hidrowatt pretendía conversar con los habitantes del valle, pu lamuen ka pu peñi
se enfrentaron a Grugues, Sandoval y a las autoridades municipales.
Llenos de rabia e indignación les dejaron en claro que no había nada
que hablar con ellos, que el proyecto que quiere atentar contra pu leubu lo
conocían perfectamente y que harían lo que fuese necesario para que éste no se
ejecutara en el territorio. Grugues y Sandoval fueron verbalmente expulsados del
territorio por jóvenes del Lov Elicura Mapu, dirigentes de comunidades y por los
lonko Miguel y José Leviqueo.
La piedra de Eli sigue resistiendo.
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