¿Qué pasa en
Nicaragua?
Un enfoque desde la izquierda crítica
25 de abril de 2018
Por
Tomas Andino Mencia
Noticias Honduras
El mundo ha sido sorprendido por una impresionante movilización
popular en NIcaragua, principalmente juvenil, que comenzó rechazando reformas
al sistema de seguridad social, pero que ha evolucionado a pedir la renuncia
del mismo gobierno. Su costo es trágico: decenas de muertos, heridos y
detenidos, centros de estudio y trabajo destruidos, la actividad económica semi
paralizada.
Este acontecimiento
requiere una explicación. Y al respecto, hay tres explicaciones colocadas en la
mesa: la derecha y el imperio gringo, la del gobierno nicaragüense, y la que
viene de la izquierda critica.La explicación de la derecha y del imperio, es que se trata de un gobierno “socialista” o de “izquierda” que por su propia naturaleza es dictatorial y enemigo de
La explicación del gobierno hace ver el movimiento de las y los jóvenes nicaragüenses como una conspiración de
Mi explicación no comparte nada con las anteriores.
En mi opinión lo que vemos es el estallido de un descontento social muy profundo, acumulado durante una década, que tiene como base un conjunto de contradicciones entre el gobierno y el Pueblo, incubadas en el capitalismo nicaragüense, de la mano de decisiones impopulares, actitudes dictatoriales e impositivas del dúo Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Voy a citar solo diez de esas contradicciones entre el gobierno y el Pueblo:
Primero, la aprobación de construir el canal inter oceánico por una empresa china a un costo económico y social elevadísimo (US$ 50 mil millones), ha generado un fuerte descontento porque implica destruir muchas comunidades rurales, obviamente contra su voluntad, y ceder la soberanía territorial a dicha empresa por un siglo. De ahí ha surgido un amplio movimiento campesino y ciudadano opuesto, que es reprimido y vilipendiado por el gobierno, pero que se mantiene hasta el día de hoy.
Segundo, la actividad extractiva, en particular minera, casi ha duplicado la superficie concedida en este periodo (del 12 % al 22%) generando fuertes conflictos en el área rural y con los movimientos ambientalistas, también reprimidos.
Tercero, la presión sobre la tierra que ejercen monocultivos industriales como la palma africana y el azúcar, así como el gran incremento de la actividad ganadera, dejan menos disponibilidad de tierras para las y los campesinos.
Cuarto, el descuido ambiental, cuya última manifestación fue la desidia del gobierno frente al incendio de la reserva en Indio Maíz, movilizo a sectores juveniles a protestar.
Quinto, el control impositivo contra las organizaciones no gubernamentales, especialmente de derechos humanos y feministas, quienes no le perdonan las arbitrariedades, represión y acusaciones de abuso sexual, tiene en alta tensión las relaciones del gobierno con el mundo de la llamada “sociedad civil”.
Sexto, la reelección presidencial, prohibida por la Constitución, que se impuso utilizando el mismo mecanismo que uso JOH: un fallo de
Séptimo: El mismo efecto han tenido las acusaciones de fraude electoral en las últimas dos eleccionespresidenciales, donde se impuso la formula orteguista.
Octavo:
Noveno: Causa mucho malestar la extendida corrupción de funcionarios públicos, que se vuelven millonarios de la noche a la mañana, mientras el pueblo pasa dificultades económicas. Comenzando por la misma pareja presidencial, que es cuestionada por haber acumulado recursos desde la “piñata” pactada con Arnoldo Aleman, y de administrar alrededor de 4 mil millones de dólares de recursos del ALBA, sin rendir cuenta de su destino; hasta casos como el de Orlando Castillo Guerrero, gerente de aeropuertos por un desfalco millonario.
Décimo: Después de varios años de buenas relaciones con el gobierno, una parte del empresariado nica (afiliados al poderoso COSEP) comienza a dudar de la conveniencia de continuar el matrimonio que ha mantenido durante una década con los Ortega-Murillo, periodo en el que se ha beneficiado en toda la línea, por temor a perder los favores del imperio, después que Donald Trump hiciera aprobar
Pese a eso, Nicaragua tiene buena reputación por sus fuentes de trabajo y la ausencia de delincuencia. Es porque las maquilas migran mucho a ese país precisamente porque los salarios de sus obreros y obreras están entre los más bajos de Centroamérica y en esas condiciones las empresas capitalistas se sienten ahí como en un paraíso. La ausencia de delincuencia, que va de la mano del empleo es, en efecto, su mejor condición competitiva.
Por tanto, Nicaragua es un país en el que ha tenido un importante crecimiento capitalista, no equitativo, en el cual se han acumulado fuertes contradicciones económicas y sociales, con una ciudadanía deseosa de manifestarse sobre las mismas, que no ha podido hacerlo, no es tomada en serio o se le pasa factura con discriminación o represión.
INSS, EL CONFLICTO DETONANTE
En ese contexto, se produjo el conflicto por la reforma al INSS, exigida por el Fondo Monetario Internacional. No era la primera vez que se hacía una reforma (en 2013 se hizo una que fracaso), solo que en esta ocasión se produjo cuando el descontento por las causas señaladas está en su máximo, especialmente entre la juventud que nació después de la Revolución de 1979. Las protestas comenzaron por los directamente afectados, los jubilados y jubiladas; a estos le siguieron las y los jóvenes estudiantes; y luego otros sectores de
Por lo dicho, la crisis actual no cae como un rayo en un cielo despejado, sino que tiene antecedentes importantes que
Por tanto, venir a decir que las manifestaciones sociales son una “conspiración” para desestabilizar al gobierno de parte de pequeños grupos de “ultra derecha”, es una afirmación propia de un gobierno dictatorial, incapaz de dar respuestas racionales y necesarias a los problemas planteados, y que insultan la inteligencia del público.
Hasta el más desinformado observador advertiría que es imposible que la CIA tuviera tantos agentes infiltrados y pagados en todo el país, jubilados, entre trabajadores y un ejército de jóvenes matriculados como estudiantes universitarios, para salir, en el momento apropiado, a “desestabilizar” al gobierno. Pero es comprensible: el gobierno, acostumbrado a imponerse todo el tiempo, nunca espero una reacción social tan contundente y no ha podido hilvanar una explicación “mejor”.
Es la clásica estrategia de un gobierno “progre” que se siente acorralado por su Pueblo: manipulan el sentimiento antiimperialista de la gente, que siente profundo respeto por al Revolución Sandinista de 1979 (incluido quien escribe estas líneas), para que se crea cualquier argumento, bajo la autoridad de que lo dijo el "líder", Daniel Ortega.
Argumentos que llegan al absurdo; por ejemplo, que estudiantes universitarios destruyen sus propias universidades, que como francotiradores les disparan a sus propios compañeros(as), que se torturan y se desaparecen; queman edificios públicos para atraer el repudio social hacia ellos, etc. Un libreto propio de un movimiento suicida, que mas parece escrito por un asesor de JOH o de
No dicen que la violencia es inicialmente desatada por bandas de motorizados de la clientela juvenil del gobierno, que es usada como grupo de choque y carne de cañon contra otros jovenes. Todo a vista y paciencia de las autoridades policiales.
Y cuando los jóvenes se defienden de estos grupos, o cuando desatan su indignación sobre símbolos del gobierno, entonces el oficialismo proclama la “demostración” de sus acusaciones. ¿Acaso creen que tratan con bobos? Afortunadamente la difusión de la tecnología celular, ha permitido filmar cuando los grupos de choque gubernamentales han sido protagonistas de semejantes hechos.
Algunos compas tienden a hacer comparaciones simplistas. Dicen que es un guion similar al usado por los gringos en Venezuela. Si se tratara del caso del Presidente venezolano Nicolás Maduro, la explicación de Ortega tendría sentido porque, en Venezuela las “guarimbas” fueron organizadas por un partido de ultraderecha (“Voluntad Popular”, partido de Leopoldo López) para desestabilizar a ese gobierno. Pero NO es el caso de Nicaragua. En este país, el movimiento fue auto convocado por sectores progresistas, de la juventud universitaria como se ha dicho. El análisis para que sea objetivo, tiene que basarse en la realidad.
Ver las cosas desde esta óptica, permite explica varias cosas “raras” del gobierno nicaragüense:
¿No es extraño que Ortega fuera el primer gobierno en reconocer a JOH y que nunca cuestiono la criminal represión que este arremetió contra el Pueblo Hondureño? ¿No es extraño que el gobierno norteamericano durante los últimos once años no “molesto” a Ortega con ningún intento serio de “desestabilización”? En comparación, el imperio promovió golpes de Estado en Venezuela, Honduras, Paraguay y Ecuador en ese periodo. A pesar que Nicaragua es un país mucho más débil que aquellos, durante ese tiempo, lo dejo “tranquilo”.
Eso se explica por la luna de miel de once años que sostuvo beneficiando a la empresa privada, nacional e internacional, en los que cultivo jugosos negocios, incluido el gobierno golpista de Pepe Lobo y JOH, y con la reaccionaria iglesia católica nicaragüense (de ahí su eslogan del “Socialismo Cristiano y Solidario”).
Ahora esos tiempos son el pasado. La pareja presidencial Ortega-Murillo ahora cuenta con la hostilidad del imperio, que buscara domesticar su gobierno, mediante acciones de boicot económico; cuenta con del divorcio de la empresa privada nacional o de un sector importante de esta; y cuenta con el repudio activo de una buena parte del Pueblo. El rumbo que tomará el país, dependerá, por un lado, de la respuesta del gobierno al movimiento de protesta lanzado por su juventud y por otros sectores populares, así como de la capacidad de este de conquistar mejores estándares democráticos y sociales. La moneda esta en el aire y todavía es prematura para decir que pasara.
Pero de lo que no cabe duda, es que, con la movilización social de
las últimas semanas, sea que avance o retroceda, comienza una nueva era.
http://www.noticiashondurashn.com/?p=13356
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